Y estaba escrito que ninguna mano salvo la suya empuñara la Espada guardada en la Ciudadela, pero él la tomó, como fuego en su mano, y su gloria quemó el mundo. Ése fue el inicio. Así nosotros cantamos su Renacimiento.

Así proclamamos el comienzo.

De Do’in Toldara te, Canciones de la Última Era,

Noveno libro: «La leyenda del Dragón»,

compuesto por Boanne,

Maestra de Canto de Taralan, Cuarta Era.