La madre ahora

Doce años atrás

cuando tuve que irme

dejé a mi madre junto a su ventana

mirando la avenida

ahora la recobro

sólo con un bastón de diferencia

en doce años transcurrieron

ante su ventanal algunas cosas

desfiles y redadas

fugas estudiantiles

muchedumbres

puños rabiosos

y gases de lágrimas

provocaciones

tiros lejos

festejos oficiales

banderas clandestinas

vivas recuperados

después de doce años

mi madre sigue en su ventana

mirando la avenida

o acaso no la mira

sólo repasa sus adentros

no sé si de reojo o de hito en hito

sin pestañear siquiera

páginas sepias de obsesiones

con un padrastro que le hacía

enderezar clavos y clavos

o con mi abuela la francesa

que destilaba sortilegios

o con su hermano el insociable

que nunca quiso trabajar

tantos rodeos me imagino

cuando fue jefa en una tienda

cuando hizo ropa para niños

y unos conejos de colores

que todo el mundo le elogiaba

mi hermano enfermo o yo con tifus

mi padre bueno y derrotado

por tres o cuatro embustes

pero sonriente y luminoso

cuando la fuente era de ñoquis

ella repasa sus adentros

ochenta y siete años de grises

sigue pensando distraída

y algún acento de ternura

se le ha escapado como un hilo

que no se encuentra con su aguja

cómo quisiera comprenderla

cuando la veo igual que antes

desperdiciando la avenida

pero a esta altura qué otra cosa

puedo hacer yo que divertirla

con cuentos ciertos o inventados

comprarle una tele nueva

o alcanzarle su bastón.