Tributo

A Yoyes

Cuando aquella muchacha aquella taumaturga

aún no había empezado a ser cadáver

recibía diversos homenajes y ofrendas

en la ribera el agua lamía sus tobillos

las gaviotas planeaban y hasta las golondrinas

regresaban mucho antes de la fecha acordada

los naranjos le daban sus gajos predilectos

el césped se volvía más verde ante su paso

los picaflores y los papalotes

cooperaban en riesgos compartidos

y alguna que otra nube brindaba un aguacero

para limpiar el aire de amenazas

y sin embargo la balearon

por la espalda por nada y por las dudas

junto a su niña frágil

las gaviotas se han ido

y hasta las golondrinas

han resuelto quedarse en sus exilios

el naranjo y el césped se secaron

descienden las cometas de colores calientes

las nubes indignadas ya no lloran

y alguno que otro poeta va dejando

cada tributo en su memoria intacta

cada versito en su cadavercito.