Descrito por primera vez en el año de 1813, el delirium tremens nunca había sido abordado desde un horizonte literario y descriptivo, tal como lo ha hecho Ignacio Solares —con indudable originalidad y talento— en esta obra.
El delirium tremens es un conjunto de síntomas que se desarrollan en el alcohólico crónico después de la interrupción brusca de una ingestión prolongada e intensa de bebidas embriagantes. Las alucinaciones visuales son quizá el síntoma más dramático de este cuadro, y es justamente esa esfera sensoperceptiva alterada del alcohólico la puerta de entrada por la que Solares se introduce. El reto: aventurarse en la profundidad del sujeto y contemplar cómo la experiencia alucinatoria puede cambiar su trayectoria existencial.
Considerado por la ciencia médica como un fenómeno estrictamente neurofisiológico y metabólico, el delirium tremens no es más que la manifestación psiquiátrica de la protesta del organismo por la suspensión inesperada de la droga —en este caso el alcohol— a la que su metabolismo ya se había adaptado. A pesar de esta organicidad que nadie pone en duda, el autor intenta establecer un puente entre la neurobioquímica y la psicología tratando de encontrar un significado psicodinámico a los símbolos alucinatorios experimentados por el enfermo en el síndrome de supresión y a la ideación delirante que resulta de sus trastornos sensoperceptivos. Esto constituye, indudablemente, un apasionante reto para la psiquiatría y el psicoanálisis; y la punta de la hebra la deja Solares, descriptiva y objetivamente, en las páginas de este libro, para que la tome quien se sienta estimulado a responder al reto.
El relato de los casos es dramático y conmovedor, siempre apegado a la realidad y respetando la vivencia subjetiva de quien lo cuenta. En rigor, el autor no se limita exclusivamente al delirium tremens, sino que refiere también casos de alucinosis alcohólica y estado paranoide alcohólico, psicosis alcohólicas ambas, que no son más que variaciones sobre el mismo tema. También se profundiza en la psicopatología que necesariamente está asociada a todo alcohólico y hay casos, como el de Gabriel, en donde se tornan imprecisos los límites entre los síntomas psicóticos agudos y transitorios del delirium tremens y una estructura psicopatológica que tiende a mantener inmerso su pensamiento en un terreno paranoide.
Pienso que esta obra —que sienta un precedente en su temática— constituye un documento de inestimable valor, no sólo para profesionales interesados en el campo del alcoholismo, de la conducta y de los fenómenos psicocerebrales, sino para todo aquel que sea sensible a las vivencias interiores del ser humano y a los mundos insospechados que su mente puede alcanzar.
Dr. José Antonio Elizondo López
Coordinador del Programa de
Rehabilitación de Alcohólicos
del Hospital Psiquiátrico del IMSS