JB era la mitad perfecta de Pele, no solo por su humor, sino también por ser un esclavo de los placeres de la carne más que todos los demás del grupo que, aunque fueran muy amigos de la lujuria y la glotonería, sabían el momento de detenerse. Es decir que JB era un daemon con debilidades muy humanas. En cierto modo, siempre estaba preocupado por sus compañeros, temía por ellos, lo cual era inusual en su raza. La empatía excesiva no era un atributo visto como positivo por los daemons, no porque fueran crueles, sino porque creían que todos tenían que resolver sus propios problemas. Esa característica era algo mitigada en las pandillas, porque los forajidos tenían una tendencia a asumir ciertos aspectos humanos, como la unión en beneficio del grupo.
El enólogo tenía dos grandes talentos, uno de los cuales era mantener la cohesión de la banda. Hizo de los bandoleros un grupo de amigos, casi una familia. JB empezó a usar su don poco después de que Marysol lo aceptó más Artek, cuando condujo a las valientes damas a su escondite de licores debajo de un cobertizo gigante. Una anciana les esperaba con un manojo de llaves. JB le sonrió a la anciana, que entregó las llaves y se fue sin saludar a los demás. Siguieron por una tierra que parecía no tener fin, pasaron un gran establo y, al final, encontraron una especie de oficina cuya puerta de madera estaba cerrada. JB la abrió y condujo la banda por una escalera que conducía a una bodega muy grande, para deleite de todos, especialmente Marysol. Además de los muchos vinos, las preciosas botellas de tequila hicieron que el corazón de la líder latiera más rápido.
JB prefería los vinos y tenía mucho conocimiento, de ahí el apodo. A Artek, para lucir delante de Marysol, empezó a gustarle más la bebida transparente y dorada. El hecho es que todos estaban satisfechos, y la borrachera terminó en dos parejas y un voyeur renuente, ya que a Diana no le gustaban los hombres. Por supuesto, Pele no tendría problemas para satisfacerla, pero Diana no estaba de humor. Al final, todos se quedaron felices, y la banda se quedó formada oficialmente.
El otro gran talento mágico de JB era provocar sueños, pesadillas y visiones en otros. Ruan había imaginado, al principio, que se había liberado de las pesadillas impuestas por el enólogo, a quien, cuando estaba vivo, le gustaba fastidiarlo por diversión. Cuando se dio cuenta de que el mundo de los sueños es una zona de libre acceso para todos, vivos y muertos, humanos y daemons, seres de todos los universos paralelos infinitos, Ruan llegó a la conclusión de que no estaba libre de sus antiguas víctimas. Al menos no sería tan fácil exorcizar a esos demonios.
Los espíritus del difunto JB y de Pele deambularon juntos, uno al lado del otro, después de contactar a Marysol y hacerle una broma a Ruan.
Pele, ahora consciente de todo y un poco más, estaba abatida. JB sabía la razón y sabía que el chico que había visto junto a Marysol tenía mucho que ver en eso.
—¿Es realmente él? ¿Estás segura, guapa? —preguntó JB, y Pele lo miró tan seria como nunca lo había mirado en vida.
—Es él… No exactamente él, creo, sino quien hubiera sido si el sinvergüenza no hubiera…
—Yo sé, yo sé. Los humanos deberían cambiar el nombre de Satanás a Ruan.
—Diana… ¿Dónde está ella? —Pele presionó su cuerpo etéreo contra el de JB—. ¿Ya sabe de él?
—Él conoce a su doble… Si Diana aún no lo sabe, es solo cuestión de tiempo.
—Sí… Es que me siento una inútil sin un cuerpo. No sé cómo ayudar y, acá entre nosotros, Mary está rodeada por unos seres… hmm… lentos.
—A ver… Él es muy inteligente, ¡no puedes negarlo!
—Ese niño ha sufrido demasiado…
—Sin un padre en este mundo… Sin un padre en el otro… Pero, cuando se trata de las madres…
—Estaba muy feliz, Jake, tan feliz… Había logrado darle a Diana todo lo que ella necesitaba, y ese sinvergüenza lo destruyó todo.
—Entonces nos toca ayudar a Mary y su nueva banda a destruir a Ruan.
—¿Nueva banda?
JB sonrió con una sonrisa que decía algo así como «elemental, mi querida Pele».
—No importa dónde esté, un bandolero líder siempre se unirá a una banda. El proceso de selección ya ha empezado.
Olvidando la tristeza de una vida pasada, Pele terminó riéndose a carcajadas junto a su compañero de diversas realidades y existencias. Al fin y al cabo, no tenían nada más que perder, y lo que no tenía solución era ya resuelto. Harían todo lo posible para ayudar, pero sabían que estaban limitados, y la única ventaja que aún tenían sobre los muertos humanos era el conocimiento y la sabiduría que no se habían quedado por el camino.