Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas. No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal. Proverbios 3:5-7
¿Qué es lo último que pasa cuando tus decisiones están atadas a las instrucciones de Dios? Él ofrece su verdad y apoyo perdurable. Él nos toma en serio y entreteje su poder en la fábrica de nuestras vidas. En lugar de nuestro desorden nos da paz. En lugar de nuestra debilidad e inestabilidad, él brinda fortaleza y estabilidad.
Charles Swindoll, Dropping Your Guard
[Baje la guardia]
Nunca es demasiado temprano para orar por nuestros nietos respecto a las decisiones cruciales y puntos decisivos en sus vidas. De acuerdo a nuestra experiencia, sabemos cómo las tempranas decisiones forman la vida de una persona en maneras importantes: elección de amigos, elección de la educación, profesiones, compañero(a) para el matrimonio, a cuál iglesia asistir.
Muchos, ya sea en nuestras familias inmediatas o extendidas, hemos encarado situaciones dolorosas como resultado de las decisiones erróneas que tomaron los jóvenes: un embarazo fuera del matrimonio, una acusación por uso de drogas, un accidente de automóvil por conducir en estado de embriaguez, intimidación de miembros de una pandilla, calificaciones bajas debido a la influencia negativa de los compañeros, problemas de disciplina en la escuela debido a una conducta rebelde.
Algunas veces los abuelos creen saber cómo se deben resolver las cosas de sus hijos o nietos. Pero solamente Dios sabe qué es exactamente lo mejor para quienes amamos. Vamos a pedirle al Espíritu Santo que guíe nuestras oraciones de acuerdo a su plan para ellos a medida que toman decisiones importantes.
Con frecuencia los abuelos influyen en sus nietos durante los primeros años de vida, aunque tal vez lo hagan inconscientemente. Jack Terry, renovado cristiano, un artista que pinta maravillosas escenas del oeste, es un buen ejemplo. Cuando solo tenía tres años de edad, se sentaba al lado de su abuela y observaba cómo pintaba bellos paisajes y cuadros de objetos inanimados. A su temprana edad, ya tenía fuertes deseos de dibujar e imitar lo que ella hacía.
A medida que pasaron los años, Jack buscó instrucciones y consejo de profesionales con éxito. A la edad de doce años sabía que el plan de Dios para su vida incluía la pintura. Un versículo de la Biblia le habló: «El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor» (Proverbios 16:9).1
Hoy, sus pinturas reflejan la gloria de la creación de Dios. Pero ¿quién puede negar la temprana influencia de una abuela sabia y talentosa que animó a un joven a desarrollar sus dones?
Nuestra amiga Laura se sintió muy preocupada cuando su nieto, Tony, estaba más y más disgustado con sus estudios universitarios de ingeniería. Sus padres se divorciaron, y él estaba frustrado tratando de complacer a su papá, que le pagaba su educación e insistió en esta elección de su carrera. A veces Tony, cuando no comprendía bien la asignatura, abandonaba la clase y eso enfurecía a su papá.
La abuela Laura oraba con diligencia por este joven, cuyo primer amor era la música. Tony tocaba en orquestas durante el verano y con desesperación quería una carrera que estuviera relacionada a la música. Después de asistir a la universidad durante casi cinco años, todavía le faltaba bastante para graduarse, aunque estudiaba mucho durante los exámenes para tratar de acabar la carrera de ingeniería.
Durante la semana de exámenes, Laura siempre le mandaba a Tony una caja de galletas hechas en casa acompañada de una nota de ánimo. Pero una vez, durante el semestre de la primavera, le incluyó un pasaje: «Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón. Me dejaré encontrar —afirma el Señor—, y los haré volver del cautiverio. Yo los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde los haya dispersado, y los haré volver al lugar del cual los deporté, afirma el Señor» (Jeremías 29:11-14). Varias frases del pasaje parecían saltar al corazón de Tony: planes para darle un futuro y una esperanza … y los haré volver al lugar del cual los deporté.
Esta nota de su abuela fue un punto decisivo, dándole esperanza en medio de su desespero. Tony sintió que Dios lo estaba animando para usar sus talentos musicales; después de todo, fue el Creador el que le dio esos dones. Tan pronto cumplió los veintiún años, Tony dejó la ingeniería. Se mudó con su mamá, se transfirió a una universidad cerca de la casa de ella para estudiar música, y se empleó tiempo completo para pagar sus estudios. Su meta es tocar en la Orquesta Sinfónica de Atlanta.
La abuela Laura está muy orgullosa del progreso de Tony al seguir lo que siempre quiso desde que tocó el primer instrumento en la banda de la escuela secundaria. Y ella no ha dejado de orar por él para que logre su meta.
Los niños necesitan espacio para explorar las posibilidades y descubrir dónde descansa su talento, a medida que crecen y se desarrollan. Es sorprendente ver cómo a veces indican lo que esos talentos son desde una temprana edad.
Cuando nuestra segunda hija, Melody, nos dijo a John y a mí (Ruthanne) que Rachel, de cuatro años de edad, quería aprender a tocar el violín, ninguno de nosotros le hizo caso. Los miembros de la orquesta sinfónica de la localidad visitaron el preescolar de Rachel con varios instrumentos y permitieron que los niños los tocaran. Rachel esperó su turno para tocar un violín y le encantó, y ni siquiera quería dejar que el próximo niño tomara su turno. Se puso en la fila para una segunda vuelta y una vez que estaba en sus manos, de nuevo trató de quedarse con el instrumento.
Ese día salió del preescolar, se fue a la casa y dijo: «Mamá, quiero aprender a tocar violín». Melody, que tenía un título universitario de música, pensó que como era tan joven sería algo que pasaría con rapidez. Pero no fue así, Rachel andaba por la casa tarareando y tocando su violín imaginario, insistiendo que quería tomar lecciones.
A la edad de cinco años, Melody la matriculó en unas clases de un grupo de música y Rachel comenzó a aprender a tocar piano y algunas cosas básicas de música. Antes de cumplir seis años, ya estaba tomando lecciones privadas de piano y tocaba muy bien, pero seguía insistiendo en que quería tocar el violín. Por último, Melody alquiló un violín, encontró una maestra, y la niña comenzó a tomar clases cuando tenía siete años. Para sorpresa de todos, se desenvolvió con el violín como un pez en el agua.
Oramos con Melody a través de estos pasos y la tratamos de animar cuando se preocupaba por los gastos. Abuelo John hasta le prometió ayudar a comprar el primer violín de Rachel cuando fuera lo suficientemente grande para tener un instrumento profesional. En la primavera del segundo año de sus lecciones, Rachel oyó acerca de la orquesta de jóvenes de la localidad y quiso probar. Tenía nueve años, la edad mínima.
Melody nos pidió que oráramos, y trató de preparar a Rachel para la posibilidad en caso de que no fuera suficientemente buena para lograrlo. El grupo toca un repertorio normal, no tiene material simplificado para los principiantes. Pero Rachel aprobó la audición sin temores de ninguna clase y la colocaron en la segunda sección de los violines. Antes de cumplir los doce años, ganó la posición de concertista maestra, tocando en primera fila en la sección de primeros violines.
Lydia, la hija de diez años de Melody, está tomando clases de violonchelo y ahora se está preparando con miras a una audición para obtener una posición en la misma orquesta. Si su interés persiste, la ayudaremos a comprar su instrumento cuando ya esté lista, igual que hicimos con Rachel. Y Joel, de ocho años, decidió que quiere tocar trompeta como hace el abuelo John. Para las navidades del año pasado, John le dio a Joel una de sus trompetas y también le dio su primera lección. Ahora está estudiando con un maestro y ensaya fielmente.
Durante la visita de navidades, nos invitaron a un recital con cada uno de los niños tocando una pieza al piano, y Rachel y Lydia tocaron un dúo de violín y violonchelo, acompañados por su mamá. Abuelo John aprovechó la oportunidad de hablar con Rachel y elogiarla por los logros alcanzados. Al mismo tiempo, quiso asegurarle que es probable que ella entre en una competencia y alguien más habilidosa le pueda ganar. «Pero perder no disminuye tu talento ni tu valor como persona», le dijo. «Mientras te esfuerces por hacer lo mejor, no tienes necesidad de sentirte avergonzada».
«No sé si alguno de mis hijos terminará siendo un músico profesional», dijo Melody. «Pero la disciplina y persistencia necesaria para estudiar y tocar un instrumento se puede aplicar a otras áreas de la vida, y eso es bueno para ellos. Además, con todos involucrados en la música en el hogar y en la iglesia, esta se constituye en una fuerza cohesiva en nuestra familia».
Los expertos de veras no saben hasta qué punto los genes forman las elecciones de un niño. Pero es interesante notar que la abuela de Rachel, que murió cuando Melody solo tenía siete años de edad, era una violinista consumada. Abuelo John tomó su primera lección de trompeta cuando tenía ocho años de edad, y disfrutó tocar instrumentos de bronce toda su vida. Y ahora parece que su nieto Joel tal vez siga sus pasos.
En una encuesta del gobierno, dirigida a niños de nueve hasta diecisiete años de edad, más de veinticinco mil participantes dijeron que la música era el factor principal para estar alejados de las drogas. Otras respuestas que mencionaron con más frecuencia incluían actividades con la familia y los deportes. «Las palabras y acciones de los padres, y las influencias de otros adultos, son más efectivas de lo que ellos piensan para mantener a sus hijos alejados de las drogas», dijo el director de la agencia que supervisó la encuesta.2
Recientemente yo (Quin) pasé una mañana con Virginia, una asombrosa señora de setenta y ocho años de edad, bisabuela de oración, la reconocida matriarca espiritual de una familia que la respeta mucho. Los cinco nietos de Virginia y siete biznietos, con frecuencia le confían sus dolores y problemas, sabiendo que primero ella orará, para luego contarles, individualmente, cualquier revelación que reciba. Ellos se mantienen en contacto por correo electrónico, teléfono o en persona.
Virginia admite que tiene un gran sentido del humor y le encanta ver a los niños. Los compara con una planta que crece, florece y da fruto. Este invierno está viviendo con su hijo Dave y su esposa, el hijo de estos, Mike y su esposa, y sus dos hijos. Es una casa llena con cuatro generaciones viviendo bajo el mismo techo, y oran juntos acerca de todo lo que sucede en la familia.
La otra noche cuando a Jennie, de ocho años, le dieron unas nalgadas por decir una mentira, fue la bisabuela Virginia quien tuvo una larga conversación con ella luego que dejó de llorar. «Déjame decirte la historia de otra niñita que una vez dijo una mentira y también recibió una nalgada», le dijo Virginia. «Esta niñita mintió para cubrir su fechoría porque quería que sus padres pensaran que ella era una niña buena».
Desde luego, la historia era de ella misma, y debido a que Virginia comprendió el dilema de Jennie, la niña oyó el consejo de la bisabuela.
«Me identifico con Jennie porque veo en ella mucho de mí misma», dijo Virginia. «Le pregunté a Jennie cómo se sintió cuando dijo la mentira, tratando de discernir cuáles eran sus emociones para así llegar a la raíz del problema. Después de la conversación, pude sugerirle a la mamá de Jennie la manera en que debe componer las preguntas a su hija Jennie, que es más lenta y ecuánime que ella».
Virginia dice que Dios le muestra cómo orar por las decisiones futuras de los nietos y biznietos. A veces, mientras ora, siente la seguridad de Dios en las consecuencias buenas de la vida de un niño en particular, consecuencias que no se relacionan con las circunstancias del momento.
«A media noche me despierto con un cuadro en mi mente y una comprensión de cómo orar por ese niño», dijo ella. «Le pido al Señor que me muestre cómo se siente, cuáles son sus necesidades, y cómo orar por su futuro. Lo escribo y espero hasta el momento apropiado para comentarlo. Yo sabré cuándo su corazón está listo para recibir el mensaje».
Andy, uno de sus biznietos, lucha con la dislexia. Hace poco lo suspendieron por una trifulca en el ómnibus de la escuela. Mientras Virginia oró acerca de esta situación, el Señor le mostró que el padre de Andy, su nieto, necesitaba dedicarle más atención a la oración por su hijo. Cuando ella le contó su sentir, él estuvo de acuerdo y ahora está mucho más atento a esta responsabilidad de orar por los suyos. Fue con Andy a ver a la directora de la escuela, y volvieron a aceptar al niño.
Aunque Andy está en algunas clases de educación especial, es creativo e inquisitivo, dice Virginia. La lectura es un proceso difícil y lento, pero retiene lo que lee. Tiene excelentes habilidades verbales y una asombrosa comprensión de la Biblia para un niño de su edad. Le gusta sacar de la biblioteca libros de ciencia y hace poco disfrutó hacer un modelo de un volcán con su papá. Los sábados su papá lleva a Andy a través de todo el pueblo para que su bisabuela lo enseñe. Ella emplea tiempo principalmente motivándolo con sus talentos y haciéndolo hablar acerca de sus sentimientos y sueños. Las maestras de la escuela y los amigos tal vez vean a un lector lento, pero abuela Virginia ve su potencial para llegar a ser un científico. Y Dios la tiene orando para que ese sueño se haga realidad en el futuro.
«Antes sucedía que si yo sentía que el Señor me revelaba algo para un miembro de la familia, enseguida aconsejaba con franqueza», dijo Virginia. «Además, le daba un texto bíblico para apoyarlo. Pero ahora empleo la mayor parte del tiempo adorando y alabando al Señor, y confío en que él me hable durante las horas de la noche acerca de las necesidades específicas de oración por mi familia».
Los nietos gemelos de Virginia que tienen veintisiete años, todavía le confían todas las cosas, sabiendo que ella lo mantiene de manera confidencial. Uno de ellos se casó hace poco, y el otro está esperando, seguro de que su abuela está orando para que Dios lo guíe a la esposa correcta. El biznieto de doce años que vive en el hogar donde ella está, corre hacia ella cuando quiere desahogarse. Él no quiere irse a la cama con actitudes equivocadas, así que le gusta tener una conversación con su bisabuela Virginia antes de apagar la luz.
¿Tiene ella algún consejo para las abuelas? «Todos estos jóvenes se están preparando para su futuro», dijo ella. «Oigan a los niños y pregúntenles qué les pasa en su interior, ese es el punto de comienzo. Luego oren por ellos según los guíe el Señor. La mayoría de la gente quiere tratar con el resultado de la desobediencia, en lugar de buscar las razones que están detrás de esto».
«Dios le dio el don de la sabiduría a mamá», me dijo su hijo Dave. «Todos en esta familia dependemos de sus oraciones y consejos fieles, desde mis hijos y sus hijos hasta los vástagos de mi hermana. Disfrutamos la bendición de tenerla orando por nosotros».
A medida que hemos entrevistado a docenas de abuelas, nos maravillamos de las maneras creativas como Dios las guía a orar. El estilo de una persona para orar tal vez no agrade a otra, pero podemos aprender y motivarnos unas a otras. Por fortuna, no hay una fórmula de cómo debemos orar por nuestros nietos. ¡Solo es importante que lo hagamos!
Pat nos dijo que ella pronuncia muchas «oraciones en espera» por las decisiones futuras de sus nietos. Ella las ha escrito en pedazos de papel que corta en forma de un huevo y las coloca en su gran Biblia familiar. «Señor, incuba esto en tu tiempo», ora ella.
Esta idea la obtuvo luego de leer acerca de la autora Catherine Marshall que sembraba «oraciones en espera» para su hijo cuando todavía era pequeño. Ella no las «desenterraba» hasta que él estuviera bien entrado en la universidad, pero la señora Marshall estaba asombrada al reconocer que la respuesta de Dios había más que excedido las oraciones que ella escribió tantos años antes. Abuela Pat a diario usa la idea para orar por su docena de nietos. Ella deja estas oraciones por sus futuros en las manos de Dios hasta que siente que es el tiempo de madurar y abrir la Biblia para ver cómo Dios las contestó.
Sarah nos dijo que ella ora por todos sus nietos cuando estos eligen sus amistades, cónyuges, escuelas, trabajos y ministerios, y que ellos con gozo han entrado en su plan para sus vidas. «La Palabra de Dios promete que “Como rodean las colinas a Jerusalén, así rodea el Señor a su pueblo”» [Salmo 125:2], dijo ella. «Así que todos los días oro para que cada uno de mis nietos esté rodeado de ángeles que los protejan, un escudo de favor, canciones de liberación y su misericordia».
Julian, de diez años, escribió diciendo cuánto aprecia las oraciones de su abuela. «Abuela me dice que ora por mí todos los días de mi vida e incluso antes de yo nacer. Me alegra saber que esté siempre orando por mí, aunque no siempre sepa lo que estoy haciendo. Una vez que regresaba de un viaje de California sintiéndome mal, ella se sentó a mi lado y me habló, y luego oramos. Me fue posible entender lo que me había pasado en el viaje y por qué me sentí mal. Creo que entiendo mejor a Dios porque ella me explica las cosas.
»Abuela oró por su hijo, mi papá, cuando él solo tenía dos años de edad para que consiguiera la esposa ideal. Ahora tengo una mamá maravillosa, amorosa y cariñosa. Abuela dice que oró para que yo también tenga la esposa ideal, me pregunto cómo será. Espero poder orar por mis hijos de la misma forma que abuela ora por nosotros, para mantener la oración durante generaciones».
Cuando los nietos marcan hitos en sus vidas, tenemos la oportunidad de exhibir interés especial en las cosas importantes para ellos. Cumpleaños, dedicación de bebés, bodas, graduaciones, aniversarios, bendiciones del hogar, todos estos son sucesos que la familia celebra junta estableciendo las tradiciones que continuarán en el futuro.
Carol y su esposo oran constantemente por su noveno nieto, pero se preocupan por hacer que el cumpleaños de cada uno sea algo especial. «En la celebración familiar, colocamos al niño que cumple año en el medio de un círculo formado por todos los miembros de la familia», dijo ella. «Le pedimos al Señor que deposite el valor que tiene para él en lo profundo de su corazón, de manera que siempre sepa de su aceptación y amor y camine en él. Mantenemos nuestras oraciones en tono moderado, pero muy específico, con muchos abrazos luego de terminar». Carol espera que cuando sus nietos crezcan, tengan recuerdos queridos de sus abuelos orando por ellos en sus cumpleaños y que esas oraciones continúen siguiéndolos.
Otro suceso significativo para los nietos es la apertura de la escuela. Yo (Quin) comencé una tradición de llevar a un nieto a la vez a una comida en un restaurante a principio del año preescolar. Allí hablamos del año por venir, haciéndolos sentir felices acerca de los nuevos amigos que conocerán, la nueva maestra que van a conocer y todas las oportunidades maravillosas que les espera. Siempre oro en voz alta antes de la comida y pido la bendición de Dios para este nieto. Entonces lo invito a él o ella a ofrecer una oración sencilla. Solo los bebés más nuevos en la familia no han podido participar en este evento.
En los tiempos de la Biblia, las familias celebraban fiestas, días santos y otras ocasiones especiales de maneras festivas. En mi (Quin) familia, dedicamos a nuestros nietos recién nacidos al Señor en uno de nuestros hogares con los otros abuelos, tías y tíos, y primos presentes. Papá LeRoy y yo oramos bendiciendo el futuro del bebé, su desarrollo espiritual y físico, por su provisión y paz, leyendo en voz alta pasajes bíblicos pertinentes. Entonces oran sus padres y otros familiares que también quieran hacerlo. Una vez terminado el servicio de dedicación, tenemos una fiesta, que encanta a los pequeños primos, que incluye refrescos, sesión de fotografías y los regalos para el bebé.
Esta tradición se originó cuando mi esposo y yo invitamos a mi abuelo, un anciano ministro ya retirado, a nuestro hogar en la Florida para orar por nuestros tres hijos cuando eran muy pequeños. En ese momento, no reconocí la importancia de pedirle su bendición para ellos. Pero como mi abuelo hizo la ceremonia de nuestra boda, yo quería que impusiera sus manos sobre nuestros hijos y pasara la bendición a ellos. Las fotografías de estas ocasiones son muy preciosas para mí.3
Las familias tienen tradiciones diferentes cuando se trata de la dedicación de los bebés. En nuestra (Ruthanne) familia, mi esposo tuvo el privilegio de dedicar al Señor a nuestra nieta mayor, Amanda, cuando era muy pequeñita. Cuando las otras dos nietas, Rachel y Lydia, estaban próximas a cumplir diez años, pidieron que el abuelo John las bautizara por inmersión. Cualquiera que sea la tradición que los padres de tus nietas decidan seguir, son magníficas oportunidades para involucrarse en sus vidas. Y las fotografías que se toman en estas ocasiones especiales son tesoros que tú y ellos apreciarán por el resto de la vida.
Abuela Elizabeth no pudo estar presente en la dedicación de su nieta, así que escribió una carta para señalar el suceso. Ella nos la mostró.
Querida nieta:
Felicidades en el día de tu dedicación. Me habría gustado estar allí el día que diste tu paso inicial en la «búsqueda» de Dios. ¡O quizás sea más propio decir cuando decidiste prestarle atención a la búsqueda de Dios! Esto fue un día solemne y santo. Tú y tus seres queridos hicieron promesas. Es algo parecido al día de tu boda, excepto que es probable que sea más importante. La vida, según la define Dios, es por siempre. Si somos personas para siempre, eso hace toda la diferencia.
Tengo que regresar una y otra vez al hecho de que Dios estaba en Cristo, reconciliando al mundo consigo mismo. La crucifixión y resurrección de Jesús, el Mesías, es la esperanza de toda la humanidad, de todas las épocas y de todos los lugares.
Me encanta algo que dijo Jesús: «¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre; y él les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza. Así que no tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones» (Mateo 10:29-31). ¡Eso me gusta mucho! ¡Así que persevera mi amor, tú vales mucho más que muchos gorriones!
Cariños y abrazos y todas esas cosas,
Abuela Beth
LeeAnn y Gerald solo tienen una nieta, Kathryn, así que cuando sus padres se divorciaron siendo ella muy joven, fue una experiencia demoledora para los abuelos. «Creo que la razón por la cual lloré tanto en ese momento fue porque estaba mirando el problema y no confiando en el que soluciona los problemas», dijo LeeAnn. «Nuestro hijo y nuera eran terriblemente jóvenes e inmaduros, y no se comunicaban bien, así que el matrimonio no sobrevivió. Nuestro hijo decidió salir de la vida de Kathryn, pero nosotros determinamos seguir conectados a ella a pesar de todos los obstáculos».
Los abuelos pudieron llevar a Kathryn a la iglesia mientras crecía, y comenzaron temprano a orar por ella parafraseando oraciones de la Biblia. La favorita de nosotros era: «El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de tus manos!» (Salmo 138:8).
«Durante años estuvimos involucrados en reuniones semanales de oración donde podíamos escribir los nombres de nuestros seres queridos que necesitaban oración en una tablilla de anuncios y todos los participantes oraban por cada nombre», dijo LeeAnn. «Todas las semanas poníamos el nombre de Kathryn en la lista de oración, pidiéndole al Señor que velara por su vida y le diera un compañero ideal para ella. ¿Funcionó esto? En la actualidad nuestra nieta está felizmente casada y ella y su esposo trabajan con los jóvenes en una iglesia muy grande en California. Ella me escribe todos los días por el correo electrónico para mantenerse en contacto y contarme las bendiciones de Dios. ¡Sí, la oración funciona!»
Cuando Kathryn se casó, LeeAnn y Gerald tuvieron el gozo de asistir a su hermosa boda y Gerald la entregó y ayudó a oficiar el acto. Él escribió esta oración especial para la ocasión, la cual oró ante la pareja después que ellos hicieron los votos:
Padre, gracias por el maravilloso don del amor, porque no hay nada en toda la tierra con lo cual se compare. El amor es el motivo por el que tú unes a dos personas para resistir las penas y dificultades de la vida. Y debido al amor, los gozos y las cumbres de la vida son incomparablemente más dulces.
Gracias, Padre, por Matthew y Kathryn, y porque Cristo vive en ellos. Ellos están ante nosotros preparados para vivir de un modo que te honrarán y glorificarán. Gracias por enseñarles las verdades espirituales que los prepararon para este día y los días futuros. Gracias por cada una de las personas que han contribuido al sólido fundamento de sus vidas.
Te pedimos que a ambos les des sabiduría y discernimiento más allá de la comprensión humana. Permite que siempre sean lo suficientemente sabios para hacer esta pregunta: «Señor, ¿qué quieres que hagamos?» Otórgales una fe creciente, y permite que estén dispuestos a agrandar su fe. Haz que su matrimonio sea una hermosa afluencia de un amor proveniente de ti, para que otros vean a Cristo en ellos.
Te pido que los ayudes a entender que cada experiencia es siempre una oportunidad para descubrir algo nuevo acerca de ti, y también algo nuevo acerca del uno y el otro. A medida que Matthew y Kathryn crecen hacia ti, que de seguro también crezcan más cerca el uno del otro. Te pido que protejas su hogar y que te busquen como su Divino Protector y Proveedor. En tiempos de necesidades, haz que siempre te busquen y sigan tu dirección al ver que tú supliste cada necesidad.
También nosotros, los testigos de sus votos, pedimos que las bendiciones celestiales reposen sobre Matthew y Kathryn, ahora y durante todos los días venideros. Padre, siempre mantén ante ellos la sencilla verdad de que tú los has unido para honrarte. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.
Busca oportunidades para establecer tradiciones en tu familia que marquen los hitos de una manera que tus nietos siempre recuerden. Hazles saber que te interesa su futuro a medida que los animas para que tomen decisiones sabias y los ayudes a celebrar los puntos decisivos en sus vidas.
Padre, te doy gracias porque amas a mis nietos mucho más que yo. Por favor, llama a cada uno de ellos para ti. Te pido que todos ellos escojan ponerte en primer lugar en sus vidas y crezcan para ser hombres y mujeres que te pertenezcan. Guíalos para que no caigan en la tentación, y líbralos del mal. Mantenlos seguros del maligno. Revélales tus propósitos para sus vidas, que vivan a todo su potencial. No permitas que los engañen, sino muéstrales cómo vivir de manera que encuentren favor contigo y los hombres.
Padre, te pido que les prepares compañeros fieles para cada uno de los nietos y también prepáralos para que ellos sean compañeros fieles. Te pido que tengan éxito en la escuela, en el trabajo y en cada aspecto de sus vidas, que te honren en todo lo que hacen. Te ruego que me enseñes maneras específicas para expresarles amor a cada uno de ellos. Amén.
No he dejado de dar gracias por ustedes al recordarlos en mis oraciones. Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor. Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos. Efesios 1:16-18
Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular. Efesios 2:19-20
Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios.
Efesios 5:15
«Las cosas pasadas se han cumplido, y ahora anuncio cosas nuevas; ¡las anuncio antes que sucedan!»
Isaías 42:9
Señor, te pido que [nombre] no se inquiete por nada; más bien que, en toda ocasión, con oración y ruego presente sus peticiones a Dios y te dé gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará los corazones y pensamientos de [nombre] en Cristo Jesús [Filipenses 4:6-7].
Deuteronomio 30:19-20; Josué 24:15; 1 Samuel 1:27-28; Salmo 25:12-14; Isaías 30:21; 2 Corintios 6:14-18; 2 Timoteo 3:14-15.
1 Jack Terry, The Great Trail Ride [El gran recorrido del camino], Harvest House, Eugene, OR, 2000, p.54.
2 «La música, la familia y los deportes ayudan a prevenir el uso de las drogas», cita de un informe de la Prensa Asociada del 5 de diciembre de 2000. Dateline DREAM, febrero/marzo 2001, p.4. Dateline DREAM es una publicación de Developing Resources for Education in America, Inc., Jackson. Missippi. La encuesta citada fue parte de una campaña de mercadeo para la juventud “What’s Your Anti-Drug?” [¿Cuál es tu antidroga?], bajo los auspicios de la Oficina de la Casa Blanca de National Drug Control Policy [Política Nacional del Control de Drogas], financiada por el Congreso de los Estados Unidos.
3 Adaptación de Quin Sherrer y Ruthane Garlock, How to Pray for Your Children [Cómo orar por los hijos], Regal, Ventura, CA, 1998, p. 206.