BIÓLOGOS estonios que investigaron las imágenes canónicas de los ciervos que tiran los trineos de Santa Claus afirman que estos hermosos rumiantes son machos castrados, informó hoy en programa especial la emisora de radio Eco de Moscú.
De acuerdo a los científicos, los renos machos pierden sus cuernos macizos y ramosos antes de la Navidad, salvo que hayan sido castrados, en cuyo caso los conservan hasta enero, y es así que aparecen en las tradicionales postales navideñas y libros infantiles.
La condición de castratti de los renos se demuestra también por su peso y alzada, pues al ser privados de los testículos tienden a engordar, como ocurre con los cerdos y con los pollos capones. La remoción de los testículos, y por lo tanto la eliminación de las hormonas sexuales, los vuelve así mismo dóciles y taciturnos, al quedar anulado en ellos el instinto natural de empuje y agresividad propio de la condición masculina.
Pero la energía que normalmente los machos de su especie gastan en pelear, cortejar a las hembras y proteger su territorio, los renos reducidos a semejante condición la utilizan en su capacidad de tracción, que se ve sensiblemente aumentada. Por esa razón es que a los animales de tiro se les priva de su virilidad, como ocurre con los bueyes.
El procedimiento que se sigue para castrar a cada nueva generación de renos navideños en el Polo Norte es el de sostener fuertemente al animal y rajarle el escroto con un cuchillo, dejándole los testículos al aire. Entonces se agarra cada testículo y se tira de él, rompiendo el cordón que lo sujeta; cuando los animales no son tan jóvenes, puede ser necesario cortar además el cordón. Luego se les aplica un emplasto de nieve en la herida.
Los biólogos también investigaron la causa de que las narices de los renos uncidos al clásico trineo sean rojas, y constataron que se trata de un claro síntoma de la presencia de parásitos en los orificios nasales, y no del efecto del intenso frío polar, como se suponía antes.
La emisora recordó que hasta mediados del siglo pasado los trineos de Santa Claus solían tener ocho renos, que pasaron a ser nueve tras la salida en 1949 de la famosa canción de Johnny Marx Rudolf, el reno de la nariz roja.
Rudolf, enganchado por delante de la cuadrilla de tiro, y favorito de Santa Claus, es también un reno despojado de su virilidad, y seguramente desdichado, e igual que los otros, víctima de los parásitos alojados en su nariz.