El falso mendigo

Madre, manda comprar un kilo de papel rayado a la tienda

Quiero hacer una poesía.

Dile a Amelia que prepare un refresco bien helado

Y me lo traiga cuando pueda.

No corran, no hablen, cierren todas las puertas con llave

Quiero hacer una poesía.

Si llaman por teléfono, sólo estoy para María

Si es el Ministro, hasta mañana no estoy

Si alguien llama de broma, pásamelo rápido

Tengo un tedio enorme de la vida.

Dile a Amelia que sintonice la “Patética” en la radio

Y si pasa algo terrible ven enseguida a contarme

Si reventó el aneurisma de doña Ángela, me avisas

Tengo un tedio enorme de la vida.

Llama a la abuela Nenem, que te cuente algo bien inocente

Quiero hacer una gran poesía.

Cuando llegue mi padre tráiganme pronto la edición de la tarde

Si me quedo dormido, por amor de Dios, despiértenme

No quiero perderme nada de la vida.

¿Me hicieron picos de ruiseñor para la cena?

¿Pusieron en su lugar mi pipa y mis poetas?

Tengo un tedio enorme de la vida.

Madre, ando con ganas de llorar

Tengo taquicardia, dame un remedio

No, mejor déjame morir, quiero morirme, la vida

Ya no me dice nada más.

Le tengo rechazo a la vida, quiero escribir el mejor poema del mundo

Quiero morirme inmediatamente.

Llama al Presidente y pídele que cierre todos los cines

Ya no soporto trabajar de censor.

Ah, y piensa en algo, madre, algo para distraer a tu hijo

Tu falso, tu miserable, tu sórdido hijo

Que estalla de fuerza, sacrificio, violencia, dedicación

Que podría picar piedras alegremente

Hacer negocios cantando

Consagrarse a la abogacía con sonrisa puntual

Si no fuera que con eso estaría perdiendo lo que por fatalidad de amor

Sabe que es lo mejor, lo más dulce y más eterno de tu purísima caricia.

O falso mendigo

Minha mãe, manda comprar um quilo de papel almaço na venda

Quero fazer uma poesia.

Diz a Amélia para preparar um refresco bem gelado

E me trazer muito devagarinho.

Não corram, não falem, fechem todas as portas a chave

Quero fazer uma poesia.

Se me telefonarem, só estou para Maria

Se for o Ministro, só recebo amanhã

Se for um trote, me chama depressa

Tenho um tédio enorme da vida.

Diz a Amélia para procurar a “Patética” no rádio

Se houver um grande desastre vem logo contar

Se o aneurisma de dona Ângela arrebentar, me avisa

Tenho um tédio enorme da vida.

Liga para vovó Neném, pede a ela uma idéia bem inocente

Quero fazer uma grande poesia.

Quando meu pai chegar tragam-me logo os jornais da tarde

Se eu dormir, pelo amor de Deus, me acordem

Não quero perder nada na vida.

Fizeram bicos de rouxinol para o meu jantar?

Puseram no lugar meu cachimbo e meus poetas?

Tenho um tédio enorme da vida.

Minha mãe estou com vontade de chorar

Estou com taquicardia, me dá um remédio

Não, antes me deixa morrer, quero morrer, a vida

Já não me diz mais nada

Tenho horror da vida, quero fazer a maior poesia do mundo

Quero morrer imediatamente.

Fala com o Presidente para fecharem todos os cinemas

Não agüento mais ser censor.

Ah, pensa uma coisa, minha mãe, para distrair teu filho

Teu falso, teu miserável, teu sórdido filho

Que estala em força, sacrifício, violência, devotamento

Que podia britar pedra alegremente

Ser negociante cantando

Fazer advocacia com o sorriso exato

Se com isso não perdesse o que por fatalidade de amor

Sabe ser o melhor, o mais doce e o mais eterno da tua puríssima carícia.