Pescador

Pescador, ¿dónde vas a pasar la noche pescando?

¿En Pedras Brancas o en el puente en la playa del Barão?

Está tan negro que no te veo, pescador, apenas

Escucho el agua punteando en el pecho de tu canoa...

Vas en silencio, pescador, para no llamar a las almas

¡Si oyes el grito del petrel, vuelve pronto, pescador!

¡Si oyes la sirena del faro de las Hechiceras, vuelve!

¡Si oyes el llanto de la suicida de la usina, vuelve!

Pesca una lisa bien gorda para María Mulata

Ve con Dios, enseguida las sardinas pican

Pero cuidado con los tiburones y con las toninas

Y con el pulpo que se te enreda como palabra, pescador.

¿Por qué vas solo, pescador? ¿Qué cosa te carcome?

¿No fuiste tú el que acuchilló a Juca Diabo en la calera?

Me contaron, pescador, que el otro tenía la sangre tan espesa

Que hubo que derramar cachaça en tus manos rojas, pescador.

Pescador, tú eres hombre, ¿no es cierto? ¿Y Palmira?

¿Se quedó durmiendo? Me gusta tu mujer Palmira, pescador.

Tiene arrugas pero es linda, anda con los baldes de agua

Y nadie sabe por qué no le gusta ser portuguesa, pescador...

Mira, yo no le pido nada al mundo, sólo quiero el lucero del alba

Porque esa estrella ríe desde antes de nacer, de madrugada

Te vas hasta el horizonte, pescador, con tu velerito bien rápido

Y apenas se asoma, me la pescas y me la traes, ¿eh, pescador?

Ah, que tu canoa es leve, pescador; en el agua

Me hace acordar a mi cuerpo en el cuerpo de Cora Marina

Tan grande era Cora Marina que hasta dormí en ella

Y ella también dormida ni me sentía el peso, pescador...

¡Ah, que eres poderoso, pescador! El cangrejo no te muerde

El marisco no te pica, el erizo de mar no te pincha

Te quedas minuto y medio bajo el agua en la gruta

Y cuando subes traes un pez en la mano, ¡pescador glotón!

¿Es verdad que viste un ánima en la punta de Amendoeira

Que después cruzó la plaza y entró en las obras de la iglesia vieja?

Ah, tu vida sí que es un caso, pescador, un caso

Y tú ni le haces caso a tu vida, pescador...

¿Ves en lo oscuro, pescador? ¿Sabes el nombre de los vientos?

¿Por qué te quedas tanto tiempo mirando el cielo sin luna?

Cuando yo miro al cielo me quedo tonto de tanta estrella

Y veo una mujer desnuda que viene cayéndose hacia mí, pescador.

Tú ya viste mujeres desnudas, pescador; una vez vi a la Negra desnuda

La Negra durmiendo en la red, dorada como un calorazo al sol

Tenía morados los pechos y una negrura espesa en el sexo

La boca mojada y una de las piernas con una media, pescador...

¿No crees que la mujer se parece al agua, pescador?

¿Que los pechos se parecen a olas sin espuma?

¿Que el vientre se parece a la arena blanda del fondo?

¿Que el sexo se parece a la concha marina entreabierta, pescador?

¡Olvida mi voz, pescador, que yo nunca fui inocente!

Tu remo hiende las aguas redondas con un tremor de caricia

Ah, pescador, que las olas son pechos de mujer ahí en la superficie

¡Ve despacio, pescador, el agua te da unos cariños indecibles, pescador!

¿Eres tú que enciendes tu cigarrillo de paja con el mechero de cuerda

O es la luz de las boyas boyando a la entrada del arrecife, pescador?

Lo que yo más quería era ser el segundo al timón en tu canoa

Traer pescado fresco y mango rosado de Ilha Verde, pescador.

¡Ah, pescador, que otro milagro más grande que tu pesca!

¡Cuando lanzas tu red lanzas tu corazón con ella, pescador!

Tu anzuelo es un juguete irresistible para los pececitos

Tu arpón es un mástil firme en el lomo del pescado, pescador.

Comes castañas de cajú tostadas, tomas aguardiente de caña

¿Qué sueño de matar al pez te quita el hambre así, pescador?

Lleva algo de harina tostada para ponerle a las sardinas, pescador

Si no vas a quedar flaco de pecho como tu papá, pescador...

Si estás triste voy y lo busco a Joaquim, el poeta portugués

Que te recite lo de la madre que murió tres veces porque tenía el hijo en la guerra

A la tercera vez él siempre llora, pescador, es divertido

Y se tira de los pelos y se sienta en la arena y se quita los bichos del pie.

No estés triste, pescador, que la pena no trae peces.

Deja la pena para Sandoval que es soldado y se peleó con la novia

Que agarró una brasa del fuego y para olvidarse de la ingrata

Se quemó y después se tatuó el nombre de ella, pescador.

Tu mujer Palmira es una santa, tiene una voz que parece un rezo

Y una mirada más profunda que la hora después de la tarde

Un día, cansada de trabajar, se va a tirar en el catre

Va a cruzar las manos sobre el pecho, llamar a la muerte y descansar...

Que Dios te guíe, que Dios te guíe tan perdido en esta vida...

Ah, pescador, tú pescas la muerte, pescador

Pero cuidado que de tanto andar pescando la muerte

¡Un día la muerte también te pesca, pescador!

Hay un blanco de luz en tu pelo, pescador

¿Es la aurora? ¡Llévame a la aurora, pescador!

Quiero bañar mi corazón en la aurora, pescador

Mi corazón negro de noche sin aurora, pescador.

¡No te vayas aún, escucha! Te doy la bendición de São Cristóvão

El escapulario de la Ajuda, te doy maderita de barco santo

Cuando Venus salga de las sombras no quiero quedarme solo

No quiero quedarme ciego, ¡no quiero morir enamorado, pescador!

Escucha el canto misterioso de las aguas en el firmamento....

Es la alborada, pescador, la inefable alborada

¡La noche se disuelve, pescador, en sombra

Y la sombra en neblina y madrugada, pescador!

Ve, ve, pescador, hijo del viento, hermano de la aurora

¡Eres tan bello que no sé si existes, pescador!

Con tus arrugas de cara al mar donde desagua

El llanto con que matas la sed de amor del mar.

Apenas te veo en la oscuridad que se deshace en brisa

Vas avanzando sereno en las aguas, pescador

Llevas en la mano la bandera blanca de la vela al viento

Y con tu anzuelo lo picoteas al cielo en su cara invisible.

Pescador

Pescador, onde vais pescar esta noitada:

Nas Pedras Brancas ou na ponte da praia do Barão?

Está tão preto que eu não te vejo pescador, apenas

Ouço a água ponteando no peito da tua canoa...

Vai em silêncio, pescador, para não chamar as almas

Se ouvires o grito da procelária, volta, pescador!

Se ouvires o sino do farol das Feiticeiras, volta, pescador!

Se ouvires o choro da suicida da usina, volta, pescador!

Traz uma tainha gorda para Maria Mulata

Vai com Deus! daqui a instante a sardinha sobe

Mas toma cuidado com o cação e com o boto nadador

E com o polvo que te enrola feito a palavra, pescador!

Por que vais sozinho, pescador, que fizeste do teu remorso

Não foste tu que navalhaste Juca Diabo na cal da caieira?

Me contaram, pescador, que ele tinha sangue tão grosso

Que foi preciso derramar cachaça na tua mão vermelha, pescador.

Pescador, tu és homem, hem, pescador? que é de Palmira?

Ficou dormindo? eu gosto de tua mulher Palmira, pescador!

Ela tem ruga mas é bonita, ela carrega lata d’água

E ninguém sabe por que ela não quer ser portuguesa, pescador...

Ouve, eu não peço nada do mundo, eu só queria a estrela-d’alva

Porque ela sorri mesmo antes de nascer, na madrugada

Oh, vai no horizonte, pescador, com tua vela tu vais depressa

E quando ela vier à tona, pesca ela para mim depressa, pescador?

Ah, que tua canoa é leve, pescador; na água

Ela até me lembra meu corpo no corpo de Cora Marina

Tão grande era Cora Marina que eu até dormi nela

E ela também dormindo nem me sentia o peso, pescador...

Ah, que tu és poderoso, pescador! caranguejo não te morde

Marisco não te corta o pé, ouriço-do-mar não te pica

Ficas minuto e meio mergulhado em grota de mar adentro

E quando sobes tens peixe na mão esganado, pescador!

É verdade que viste alma na ponta da Amendoeira

E que ela atravessou a praça e entrou nas obras da igreja velha?

Ah, que tua vida tem caso, pescador, tem caso

E tu nem dás caso da tua vida, pescador...

Tu vês no escuro, pescador, tu sabes o nome dos ventos?

Por que ficas tanto tempo olhando no céu sem lua?

Quando eu olho no céu fico tonto de tanta estrela

E vejo uma mulher nua que vem caindo na minha vertigem, pescador.

Tu já viste mulher nua, pescador: um dia eu vi Negra nua

Negra dormindo na rede, dourada como a soalheira

Tinha duas roxuras nos peitos e um vasto negrume no sexo

E a boca molhada e uma perna calçada de meia, pescador...

Não achas que a mulher parece com a água, pescador?

Que os peitos dela parecem ondas sem espuma?

Que o ventre parece a areia mole do fundo?

Que o sexo parece a concha marinha entreaberta pescador?

Esquece a minha voz, pescador, que eu nunca fui inocente!

Teu remo fende a água redonda com um tremor de carícia

Ah, pescador, que as vagas são peitos de mulheres boiando à tona

Vai devagar, pescador, a água te dá carinhos indizíveis, pescador!

És tu que acendes teu cigarro de palha no isqueiro de corda

Ou é a luz da bóia boiando na entrada do recife, pescador?

Meu desejo era apenas ser segundo no leme da tua canoa

Trazer peixe fresco e manga-rosa da Ilha Verde, pescador!

Ah, pescador, que milagre maior que a tua pescaria!

Quando lanças tua rede lanças teu coração com ela pescador!

Teu anzol é brinco irresistível para o peixinho

Teu arpão é mastro firme no casco do pescado, pescador!

Toma castanha de caju torrada, toma aguardente de cana

Que sonho de matar peixe te rouba assim a fome, pescador?

Toma farinha torrada para a tua sardinha, toma, pescador

Senão ficas fraco do peito que nem teu pai Zé Pescada, pescador...

Se estás triste eu vou buscar Joaquim, o poeta português

Que te diz o verso da mãe que morreu três vezes por causa do filho na guerra

Na terceira vez ele sempre chora, pescador, é engraçado

E arranca os cabelos e senta na areia e espreme a bicheira do pé.

Não fiques triste, pescador, que mágoa não pega peixe.

Deixa a mágoa para o Sandoval que é soldado e brigou com a noiva

Que pegou brasa do fogo só para esquecer a dor da ingrata

E tatuou o peito com a cobra do nome dela, pescador.

Tua mulher Palmira é santa, a voz dela parece reza

O olhar dela é mais grave que a hora depois da tarde

Um dia, cansada de trabalhar, ela vai se estirar na enxerga

Vai cruzar as mãos no peito, vai chamar a morte e descansar...

Deus te leve, Deus te leve perdido por essa vida...

Ah, pescador, tu pescas a morte, pescador

Mas toma cuidado que de tanto pescares a morte

Um dia a morte também te pesca, pescador!

Tens um branco de luz nos teus cabelos, pescador:

É a aurora? oh, leva-me na aurora, pescador!

Quero banhar meu coração na aurora, pescador!

Meu coração negro de noite sem aurora, pescador!

Não vás ainda, escuta! eu te dou o bentinho de São Cristóvão

Eu te dou o escapulário da Ajuda, eu te dou ripa da barca santa

Quando Vênus sair das sombras não quero ficar sozinho

Não quero ficar cego, não quero morrer apaixonado, pescador!

Ouve o canto misterioso das águas no firmamento...

É a alvorada, pescador, a inefável alvorada

A noite se desincorpora, pescador, em sombra

E a sombra em névoa e madrugada, pescador!

Vai, vai, pescador, filho do vento, irmão da aurora

És tão belo que nem sei se existes, pescador!

Teu rosto tem rugas para o mar onde deságua

O pranto com que matas a sede de amor do mar!

Apenas te vejo na treva que se desfaz em brisa

Vais seguindo serenamente pelas águas, pescador

Levas na mão a bandeira branca da vela enfunada

E chicoteias com o anzol a face invisível do céu.