Desert Hot Springs

En la piscina pública de Desert Hot Springs

El hombre, mi heroico semejante

Arrastra por los azulejos deformidades insolubles.

En esta, como en otras luchas

Su grandeza se reviste de una humilde paciencia

Y el dolor físico esconde su ridícula pantomima

Bajo la apariencia de uñas cortas, labios pintados y otros artificios de vanidad.

Vejestorios espectaculares

Ablandan al sol sus articulaciones espinosas como cactus

Mientras que adolescentes deletéreas pasean en las aguas balsámicas

Sus cuerpos, ah, sus cuerpos incapaces de no amar nunca.

Las cálidas aguas minerales

Con que el desierto impuso a las Cámaras de Comercio

Su dura belleza de otro modo inhabitable

Acarician con alevosía a los pechos deflacionados

A las piernas escuálidas, al gótico americano

De donde protuberan dolorosas cariátides patológicas.

En los bordes de la piscina

La vejez toda estrías vigila en posición fetal

Mientras la infancia incendiada se tira contra el azul

Esparciendo gotas luminosas y desatando convulsiones

En semblantes momificados por sufrimientos y recuerdos.

La Parálisis Infantil, a la que se le permitió un rostro quizás bello

Envidia, desde su líquido nicho, al Asma tensa y esquelética

Pero que consiguió despertar el interés del Reumatismo Deformante.

Echado en un banco de piedra, la cabeza sobre el regazo materno y la mirada infinitamente ausente

Un blue boy extingue en largas espirales invisibles

La cera triste de su materia inacabada –la culpa hereditaria

Transformó a la joven madre en una muñeca sin inserción.

El guardavidas, atlético y saludable

Recoge periódicamente en brazos los despojos de aquellas vidas

Las deposita en sus sillas de ruedas, las devuelve a sus guardianes alertas

Que ya se apuran a enfrentar lo que queda del día

Y del abismo en la memoria, sentados contra el desierto

El gran desierto desnudo y solo, cubierto de calcificaciones anómalas

Y arbustos ensimismados; el gran desierto antiguo y áspero

Testigo del origen; el gran desierto en lucha permanente con la muerte

Habitado por plantas y bichos que nadie sabe cómo viven

Varado por vientos que vienen nadie sabe de dónde.

Desert Hot Springs

Na piscina pública de Desert Hot Springs

O homem, meu heróico semelhante

Arrasta pelo ladrilho deformidades insolúveis.

Nesta, como em outras lutas

Sua grandeza reveste-se de uma humilde paciência

E a dor física esconde sua ridícula pantomima

Sob a aparência de unhas feitas, lábios pintados e outros artifícios de vaidade.

Macróbios espetaculares

Espapaçam ao sol as juntas espinhosas como cactos

Enquanto adolescências deletérias passeiam nas águas balsâmicas

Seus corpos, ah, seus corpos incapazes de nunca amar.

As cálidas águas minerais

Com que o deserto impôs às Câmaras de Comércio

Sua dura beleza outramente inabitável

Acariciam aleivosamente seios deflatados

Pernas esquálidas, gótico americano

De onde protuberam dolorosas cariátides patológicas.

Às bordas da piscina

A velhice engruvinhada morcega em posições fetais

Enquanto a infância incendida atira-se contra o azul

Estilhaçando gotas luminosas e libertando rictos

De faces mumificadas em sofrimentos e lembranças.

A Paralisia Infantil, a quem foi poupada um rosto talvez belo

Inveja, de seu líquido nicho, a Asma tensa e esquelética

Mas que conseguiu despertar o interesse do Reumatismo Deformante.

Deitado num banco de pedra, a cabeça no colo de sua mãe, o olhar infinitamente ausente

Um blue boy extingue em longas espirais invisíveis

A cera triste de sua matéria inacabada – a culpa hereditária

Transformou a moça numa boneca sem cabimento.

O banhista, atlético e saudável

Recolhe periodicamente nos braços os despojos daquelas vidas

Coloca-os em suas cadeiras de rodas, devolve-os a guardiães expectantes.

E lá se vão eles a enfrentar o que resta de mais um dia

E dos abismos de memória, sentados contra o deserto

O grande deserto nu e só, coberto de calcificações anômalas

E arbustos ensimesmados; o grande deserto antigo e áspero

Testemunha das origens; o grande deserto em luta permanente contra a morte

Habitado por plantas e bichos que ninguém sabe como vivem

Varado por ventos que vêm ninguém sabe donde.