En la esperanza de tus ojos

Escuché en mi silencio el anuncio de tus pasos

Penetrando lentamente la soledad de mi espera

Y tú eras, Cosa Linda, atravesando los espacios

La llegada impresentida de una nueva primavera.

Venías llena de alegría, coronada de guirnaldas

Con sonrisas donde había burbujas de agua clara

Cada gesto que hacías sembraba una esperanza

Y había mil estrellas en las miradas que me regalabas.

Ay de mí, me puse a amarte, me puse a amarte más y más

Porque la vida en mi pecho se había vuelto un desierto

Y tú apenas me sonreías, me sonreías, Cosa Linda

Como la fuente inaccesible que de golpe está cerca.

Por las rojas almenas de tu sonrisa entreabierta

Fui subiendo, fui subiendo en el deseo de tus ojos

Y lo que vi era tan lindo, tan alegre, tan despierto

Que de la albura de mi tronco despuntaron hojas nuevas.

Y te juro, Cosa Linda: vi nacer la madrugada

En las bordas delicadas de tus pequeños párpados

Y me perdí en plena noche, luminosa y espiralada

Al caer en la vorágine letal de tus retinas.

Y es por eso que te pido: quédate un poco más en mi vida

Que mis dioses están muertos, mis musas están acabadas

Y de ti sólo quisiera que fueses mi primavera

Sólo espero, Cosa Linda, darte muchas cosas lindas...

Río de Janeiro, 1966

Na esperança de teus olhos

Eu ouvi no meu silêncio o prenúncio de teus passos

Penetrando lentamente as solidões da minha espera

E tu eras, Coisa Linda, me chegando dos espaços

Como a vinda impressentida de uma nova primavera.

Vinhas cheia de alegria, coroada de guirlandas

Com sorrisos onde havia burburinhos de água clara

Cada gesto que fazias semeava uma esperança

E existiam mil estrelas nos olhares que me davas.

Ai de mim, eu pus-me a amar-te, pus-me a amar-te mais ainda

Porque a vida no meu peito se fizera num deserto

E tu apenas me sorrias, me sorrias, Coisa Linda

Como a fonte inacessível que de súbito está perto.

Pelas rútilas ameias do teu riso entreaberto

Fui subindo, fui subindo no desejo de teus olhos

E o que vi era tão lindo, tão alegre, tão desperto

Que do alburno do meu tronco despontaram folhas novas.

Eu te juro, Coisa Linda: vi nascer a madrugada

Entre os bordos delicados de tuas pálpebras meninas

E perdi-me em plena noite, luminosa e espiralada

Ao cair no negro vórtice letal de tuas retinas.

E é por isso que eu te peço: resta um pouco em minha vida

Que meus deuses estão mortos, minhas musas estão findas

E de ti eu só quisera fosses minha primavera

E só espero, Coisa Linda, dar-te muitas coisas lindas...