Agradecimientos
La escritura de esta novela no habría sido igual sin algunas personas que de una u otra manera colaboraron con su desarrollo.
Primeramente, dos activistas cuya identidad reservo por discreción. Ellos respondieron con cautela lo que podían de mis preguntas, ya que mucha de la información que manejan las entidades como la que aparece en mi ficción es confidencial. Espero que mi imaginación esté lo suficientemente entrenada para haber hecho una buena representación de los hombres y mujeres que, como mi amado Sebastián, dedican su vida al mundo con valentía y pasión.
Gracias, Jessica Gualco, por nuestras lindas charlas en las que, como diría mi querido Cortázar, “entre dos medialunas, me contaste un gran pedazo de tu vida”. Sin querer y sin que ella lo supiera, ese intercambio de experiencias dio vida a Malena; y además, realizó maravillosas sugerencias para este libro.
A la Dra. Rosario Ferre, por su amabilidad al compartir conmigo sus conocimientos sobre medicina y sus meticulosas correcciones al respecto. Su papá, reconocido traumatólogo, aparece en estas páginas y vivirá por siempre en el corazón de sus seres más queridos.
A Claudia Cardozo, Veronika Guillen y Cinthya Huerta, amables amigas peruanas que colaboraron con sus vivencias y conocimientos de Lima, histórica y bella ciudad a la que espero volver algún día.
A Verónica Pagani y Valeria Costa, por contarme las experiencias de los egresados 1996. Lo mismo para mis traductoras: Ma. Andrea Ithurbide, Natalia Hatt, Susana Crespo, Ma. Eugenia Piazza, Mimi Romanz, Florencia Imberti, Patricia Cortés, Marisella Sosa, Carolina Gras y Victoria Aihar; como así también a la Dra. Ma. Jimena Ancurio por sus conocimientos legales y por aguantarme contándole mis vicisitudes literarias en cada caminata.
Y siempre, ¡siempre!, a mis apasionadas lectoras y valiosos lectores: ustedes hacen que publicar valga la pena. Soy feliz cuando una persona me cuenta que disfrutó de mi historia, que la dejó entrar en su alma y que le permitió susurrarle lo que ella tenía para decirle. Es realmente importante para mí cuando me dicen que les gustó la novela y que la recomiendan; eso vale más que cualquier decepción o lágrima. Espero que mi amado Sebas las haya enamorado y que la historia de vida de Malena permanezca en su recuerdo. Ella me enseñó que nunca es demasiado tarde.
¡Hasta la próxima!
Anna.