PASO 3:
UTILIZA LA COMUNICACIÓN CORRECTA
Comunicar es unir. Atacar es separar.
—Marianne Willamson, A Return to Love
La pareja que no sabe comunicarse no dura. Por eso, el tercer paso para el éxito en el amor es:
PASO 3: Utiliza la comunicación correcta
¿Por qué es tan importante comunicarnos correcta-mente? Porque nos obliga a conocernos mejor. Profundiza la unión.
Pero comunicar no es sólo hablar. Hay que saber también cómo expresar lo que de verdad quieres comunicar, cómo asegurarte que tus palabras son comprendi- das y cómo escuchar. No nos olvidemos que tenemos dos oídos y una boca. Yo creo que el mensaje de Dios es, “Es mejor escuchar”.
Realmente tenemos que hacernos muchas preguntas sobre lo que hemos observado, sobre lo que necesita-mos, sobre cuäles son nuestros sentimientos:
EXAMINANDO LA COMUNICACIóN
¿Qué estamos observando?
¿Qué estamos pensando?
¿Qué queremos lograr con esta conversación?
¿Cuäl es el propósito?
¿Cuäl es el motivo real? ¿Estä impulsado por los sentimientos, por necesidades, o simplemente por un deseo?
¿Qué es lo que realmente queremos comunicar?
¿A qué nivel vamos a comunicarnos?
Los niveles de la comunicación
Vamos a empezar por lo más sencillo: tus observaciones, lo que has observado. Es simplemente cuando tú comu-nicas, “El día luce lluvioso hoy”. Es simplemente una observación sin juicio: “La cocina estä sucia”.
El segundo nivel es cuando hablamos de los pensa- mientos. Entonces, ya estamos hablando de conclusio-nes sobre lo que has observado, vivido, ya sea de la niñez, o en tu vida, y refleja tu forma de mirar la vida. Por ejemplo, “la vida no es fäcil”. O, “la vida no ha sido justa conmigo”. “Mis relaciones nunca han sido positi-vas”. Eso no solamente ya estä reflejando lo que has vivido, sino en la forma en que estäs viendo la vida y las relaciones.
De esos pensamientos van a venir otras cosas, como los sentimientos. Expresas lo que tú sientes. Por su-puesto, es mäs difícil entrar en este nivel en una comu-nicación. Pero es tan importante porque si vamos a tener un diälogo con la otra persona, esa otra persona va a conocer algo de ti. Le vas a dar una idea de quién real-mente eres tú. Por ejemplo, si le dices, “Me siento rechazada cuando tú no me hablas al llegar del trabajo”.
A lo mejor él ni se daba cuenta de que entrar por la puerta y no hablarte significaba para ti un rechazo. Eso es un sentimiento tuyo.
También, puedes llegar a hablar de tus necesidades. “Necesito que me hables por lo menos tres veces al día para sentirme aceptada”. “Necesito que tú le pongas la tapa al tubo de pasta dental, porque si no lo haces me hace sentir que mi casa no estä en orden”.
Entonces, de ahí ya puede haber una comunicación porque tú le estäs dando una idea clara de lo que es importante para ti. Y de ahí puede venir el diälogo y el llegar a un acuerdo.
Tienes que diferenciar de tus necesidades lo que sim-plemente son tus deseos. Es algo transitorio. “Me gustaría comprar ese vestido rojo”. Eso simplemente estä demos-trando tu deseo. No es algo que es de vida o muerte.
La forma que nuestra familia se comunicaba deter-mina cuänto sabemos de la comunicación correcta. Si en nuestro hogar cuando un niño hacía algo mal venían golpes y gritos, seguro que no se ha aprendido a hablar sobre los sentimientos, los deseos o las necesidades. Para poder realmente aprender, la pareja tiene que conocer los distintos puntos para tener una comunicación correcta.
Compasión, comprensión y empatía
Muchas veces escogemos palabras, situaciones o el lenguaje corporal incorrecto para comunicar nuestros pensamientos y sentimientos. Estos tres factores pue-den hacer que el mensaje sea mal interpretado o que el mensaje sea demasiado fuerte. Muchas veces, si nos dejamos llevar en lo que estamos sintiendo por el enfado, el enojo, podemos decir cosas de las que quizä después nos arrepentimos. Tenemos que medirnos. Tenemos que pensar antes de disparar palabras. Tenemos que usar la compasión, la comprensión y la empatía en la pareja.
¿Qué quiere decir eso?
Es simple y sencillamente lograr salir de tu propio espacio y ponerte en los zapatos de tu compañero. Es ponerte en el lugar de esa otra persona para compren-der por qué él o ella se siente así. Es poder tomar la posición que esa otra persona estä tomando.
No nos olvidemos que esa comprensión y esa compasión tienen que comenzar en ti primero. Si tú no te amas lo suficiente, no puedes comprender ni tener compasión por el otro. Lo que vas a tener es lästima. Y también ten-dräs lästima de ti. Y dos personas con lästima no llegan a ningún lado.
Lo que debes tener es empatía. Eso significa que tú puedes comprender la posición de él, pero nunca per-der la visión de cuäl es la tuya.
Piedras en el camino
Hay ciertas formas de expresarnos que son piedras en el camino de la comunicación. Nos separan, en vez de unirnos. Para poder llegar a una comunicación que fluya, las tenemos que eliminar.
OBSTáCULOS PARA LA COMUNICACIóN CORRECTA
El sarcasmo. Comentarios negativos que hacen sentir a la persona mal o expresiones que no son verbales que connotan un mensaje diferente a lo que se dice: “Sí, seguro que te dan el trabajo. Como tú eres tan eficiente”. Con el tono de voz y el lenguaje corporal puedes dar un mensaje muy negativo.
Desenterrar situaciones negativas pasadas con el propósito de rebajar, callar o ganar en medio de una discusión en el presente.
Es cuando él dice, “A ti te pusieron multas dos veces,” y tú le respondas, “Ah, perdón, hace dos años tú tuviste siete”.
Comparar una persona a la otra en una forma negativa. “Yo no sé por qué tú siempre te comportas mal. Fíjate lo bien que se porta tu hermano”.
Usar groserías o palabras que vejan y hieren a la otra persona. “Eres una estúpida”. “Yo no sé ni por qué estoy hablando contigo, porque tú no sabes de lo que hablas”. Hay que tener reglas en el hogar donde ciertas palabras van a ser totalmente evitadas.
Entre ésas hay que incluir también aquellas expresiones que pueden traer explosiones. Por ejemplo, ésas que nos traigan recuerdos negativos de la niñez y que van a causar que saiga el niño herido o la niña herida: “¿Tú no sabes de lo que estäs hablando!”
Si esto es una repetición de algo que has estado escuchando desde que tenías cinco años, entonces de ahí va a salir la niña gritando. Se te va a abrir la herida, porque no la has cerrado. Eso conlleva a que la pareja tenga una buena comunicación desde el principio. Que se hayan hablado de su pasado, de cuäles son los problemas que hubo en la niñez, eso lo que crea es un estado de compasión y empatía por el otro. Eso es muy importante.
5. Otra piedra es amenazar. “Si no haces esto, me voy”. “Si no me escuchas, me divorcio”.
El pronombre “yo”
El deber tuyo es de ser respetuoso con tu pareja. Eso no quiere decir que te tienes que aguantar y no expresar tus sentimientos. Los puedes demostrar por medio de una comunicación correcta.
¿Cómo es eso? Pues, puedes decir, “Yo me siento muy enojada cuando me cierras la puerta en la cara cuando te estoy hablando”. “Yo me siento muy enojado cuando llego a la casa, tú no estäs, o estäs en el teléfono y ni siquiera demuestras alegría porque entre por la puerta”.
¿Qué hiciste? Hablaste sobre los sentimientos y especificaste claramente qué es lo que ha causado tu enojo.
El pronombre “yo” tiene tres partes. “Yo me sentí cuando porque ”.
Primero, estäs expresando tus sentimientos. Ahí pones el sentimiento que sea: dejada, abandonada, rechazada, triste, enojada…
Segundo, expresas específicamente cuäl es el comportamiento que te estä causando ese sentimiento. “Cuando te vas con tus amigos”. “Cuando me cierras la puerta en la cara”. “Cuando no me llamas para decirme que vas a llegar tarde del trabajo”.
Tercero, estäs hablando de los temores, valores, necesidades o deseos que chocan con el comportamiento. “Yo me sentí triste cuando vi a este niño llorar porque recordé que cuando yo era niño nadie me compraba nada”. “Yo me sentí enojada cuando liegaste tarde sin avisarme porque me imagino que me puedes estar siendo infiel”.
Esto abre la comunicación. Da la apertura para el diä-logo. Le estäs diciendo a tu compañero no solamente cómo te sientes, sino también qué es lo que necesitas. Y te estäs comunicando sin culpar y sin herir al otro. Eso ayuda a que la pareja se comunique.
Debes también aceptar responsabilidad por lo que ha ocurrido. Puedes, por ejemplo, decir, “Yo sé que he traído problemas a esta relación. Estoy dispuesta a arreglarlos. En estos momentos me siento frustrada porque no hablamos de qué forma vamos a enmendar esta situación”. O sea que estäs asumiendo responsabilidad porque estäs diciendo, “Yo estoy dispuesta a hacer algo. Yo estoy dispuesta a enmendar el problema. Pero si tú no me quieres hablar, no puedo”.
El mensaje contrario del “yo” es el mensaje “tu,” que comienza con ese “tu" que parece como un dedo que estä señalando y que casi siempre conlleva juicio y cul-pabilidad al otro. Lo pone a la defensiva.
En vez de apuntarle el dedo con una declaración que comienza con una acusación es preferible decir, “Yo me siento de esta forma. ¿?? qué forma podemos resolver esta situación?” En otras palabras, la pareja siempre tiene que estar definiendo el problema.
Tienen que examinar lo siguiente:
¿Cuäl es el problema? Defínanlo.
¿Cuäles son las estrategias? ¿Cuäles son las alternativas?
¿Cuäl es la que primero vamos a probar?
Y si esto no funciona, vamos a la otra estrategia.
Escogiendo el momento
Tan importante como lo que decimos es cuändo lo decimos.
Ese tipo de conversación no se debe tener cuando los sentimientos estän elevados. Si hay ira, si hay un momento de turbulencia emocional, es muy importante que sepamos que no se puede tener ningún diälogo en ese momento.
Los diälogos se llevan a cabo cuando se ha dedicado un tiempo específico, cuando las emociones se han puesto en el bolsillo o las han puesto en un cuarto aparte. Vamos a hablar cuando estemos tranquilos, comprendiendo que la razón principal de este diälogo es para llevar-nos mejor como pareja. Ése es el motivo.
Dedica tiempo a conversaciones importantes
cuando tú y tu pareja
estän tranquilos, no estän
apurados y no tendrän
interrupciones.
¿Cuándo vas a tener esa comunicación? Si lo que estäs comunicando son simplemente ob-servaciones, situaciones que han ocurrido, como puede ser en una fiesta, puede ser en una sala, puede ser caminando. Pero si de lo que vas a hablar es de sentimientos fuertes, de algo que te ha herido, trata de buscar un lugar que sea apropiado para eso.
Hay mujeres que no quieren aceptar que la mayoría de los hombres no quieren hablar cuando llegan a la casa. Ellos no quieren compartir su día hasta después de una hora. Hay hombres que no quieren aceptar que la mujer comience a hablar de todos sus problemas al instante que ellos estän entrando por la puerta. Entonces, él le puede decir, “Comprendo tus necesidades. Pero yo necesito una hora para poder calmarme, o desconectarme. Preferiría hablarte después de eso. ¿Estä bien contigo que esperemos?”.
Si no hay una emergencia, creo que ese deseo se le puede respetar. Pero parte del acuerdo debe ser que ya después de que pase esa hora, ese hombre tiene que estar listo y dispuesto a escuchar a su esposa.
El lenguaje no verbal
¿En qué forma nos comunicamos? Hay la comunicación verbal y la que no es verbal. Las palabras son importantes, y tenemos que escogerlas con cuidado. Pero también estän las expresiones faciales, los gestos que puedes hacer y los tonos de voz. Estas comunicaciones no verbales pueden completamente negar lo que esta-mos diciendo con las palabras.
Según los estudios del Dr. Albert Mehrabian, las comunicaciones no verbales son mäs importantes que las verbales. Él demostró que el 55 por ciento del men-saje que tú estäs mandando es transmitido a través de tu movimiento corporal, el 38 por ciento estä relacionado con el volumen y el tono de voz, y sólo el 7 por ciento es por las palabras. O sea que la mayor forma de tu mensaje es no verbal.
Cuando hay una seguridad propia la persona tiene los hombros derechos y te estä mirando. Los ojos mirando hacia abajo pueden significar que la persona tiene muy poca autoconfianza y, a lo mejor, te tiene miedo. Brazos abiertos significan aceptación; brazos cerrados, posiblemente signifcan que no se quieren comunicar. Fijémonos no solamente en los ojos, sino también en la cara. ¿Los músculos de la cara estän como muertos? ¿Qué te dicen sus ojos? ¿Qué te dice su postura? ¿Qué te dice la forma de la cara? ¿Tiene ira? ¿Tiene sentimiento? ¿Estä triste? ¿Estä alegre? Te va dando indicación de cómo el mensaje estä siendo recibido.
Mantente alerta a
los mensajes no verbales
que le estäs comunicando
a tu pareja.
Entonces, cuando estamos comunicändonos, tene-mos que fijarnos en cuäl es el lenguaje corporal nuestro y también el de nuestra pareja. Piensa qué método estäs utilizando para mandar el mensaje. ¿Tienes los brazos cruzados? ¿Estäs haciendo puños con las manos? ¿Cómo estä tu cara? ¿Estäs demostrando odio, ira, agresividad? ¿O estäs demostrando apertura?
¿Cómo es la postura de tu compañero? Por ejemplo, una persona que se sienta con su cuerpo hacia delante, mirändote a los ojos, ésa es una postura abierta, estä dispuesta a escucharte. Sin embargo, cuando la persona estä como retirada, mirando hacia otro lado, el mensaje es claro: “No te quiero escuchar”. Si notas que la postura de él no es conducible a una conversación, es mejor no tenerla.
Escuchar y reflexionar
Para que haya una comunicación, tiene que haber dos protagonistas: el comunicador o mensajero, y quien lo estä recibiendo. Cuando realmente tenemos un diälogo, no puedes esperar que el mensajero esté totalmente hablando cien por ciento del tiempo y el recibidor nada. Tiene que haber la participación de los dos.
Por supuesto que cuando uno estä hablando, el otro debe estar escuchando. Pero escuchar no es sólo tener los oídos abiertos. En la comunicación correcta, escuchar requiere toda tu atención. Es importante el contacto visual y el lenguaje no verbal. Tenemos que observar cuäl es nuestra posición corporal. Debes mostrar interés, estar atenta. ¿Te sientas con los brazos cruzados mirando hacia otro lado? Eso significa que no estäs escuchando, que no te interesa.
El hombre puede escuchar mientras hace 45.000 cosas. La mujer detesta eso. La mujer necesita tu atención completa. Necesita que la estés mirando a los ojos, no leyendo el periódico, no mirando el juego de fútbol en la televisión.
Lo que yo recomiendo es lo que en inglés se llama, reflective listening, o el reflexionar lo que estäs escuchando. Es demostrar que estäs prestando atención, y que quieres estar segura de que entendiste bien lo que te dijeron. “Escucho que estäs muy alterado. Estäs alte-rado debido a…”
Entonces, a ver qué te responde. Porque hay veces que a lo mejor la entendiste mal, y cuando le dices que escuchaste, esa persona va a aclarar y te va a agradecer. Va a pensar, “Oye, sí me estä escuchando”.
La mujer cuando esté escuchando al hombre que le estä hablando de los problemas, también debe utilizar esa forma de escuchar. Debe reflexionar las palabras y decirle, por ejemplo, “Si esto es lo que estä ocurriendo en el trabajo, ¿qué piensas que deberías hacer?” Porque con eso no le estäs quitando el poder. Sí le estäs qui-tando el poder cuando le dices, “Te dije que eso te iba a pasar. ¿Por qué no me escuchas?”
Cuando las mujeres son castigadoras, cuando se ponen de madres, cuando se ponen a decirle lo que tienen que hacer, van castrando al hombre poco a poco. Muchas veces la impotencia no es nada mäs que el reflejo de ese cuchillo emocional que la mujer utiliza con la lengua.
Otro elemento es no interrumpir. A menos que sea para reflejar algo que tú escuchaste y por si acaso no lo entendiste. “O, eso quiere decir que cuando yo cerré la puerta, £tú sentiste rechazo? A lo mejor lo entendiste mal.”
Evita también que cuando alguien te estä haciendo un relato o te estä hablando, que tú quieras mejorar la historia: “Ah, deja que te cuente lo mío…” Cuando estäs escuchando, tampoco debes estar pensando en cómo vas a responder. Estäs escuchando.
No te pongas de consejero a menos que te pidan que lo seas. Es muy importante reconocer que la mayoría de las veces las mujeres quieren que las escuchen sin enjuiciamiento ni consejo. El hombre siempre estä en la mission de arreglar problemas. Él piensa que si tú quieres hablar con él es porque él va a tomar responsabilidad y tú más vale que le sigas lo que él te aconseja hacer.
No le ofrezcas consejos a tu pareja si no te los pide.
En la mayoría de las comunicaciones entre pareja hay
que dejar el consejo en un gancho. A fuera.
Practicando cómo escuchar
¿Cómo podemos mejorar nuestra forma de escuchar? Lo puedes hacer a cualquier hora, en casi cualquier lugar, practicando todos los días. Prefiero salir a mi patio por la mañana y, con los ojos cerrados, determinar los distintos ruidos: mi perra cuando estä roncando, el päjaro que estä cantando o un nuevo ruido en mi patio. ¿Qué cosa es? ¿Un pajarito que a lo mejor ha hecho un nido? ¿Dos päjaros peleando porque hay un nido cerca?
Es prestarle toda tu atención a lo que escuchas. No tienes que salir afuera al patio. Puedes practicarlo al escuchar las palabras de una canción en la radio. Todas. Escuchar los instrumentos en una pieza instrumental y tratar de determinar cuäles son.
Ésas son formas de practicarlo, para que cuando alguien te esté hablando puedas escuchar totalmente, completamente, todo lo que tenga que decir.