PASO 6:
PRACTICA EL PERDÓN CON FRECUENCIA
Si realmente queremos amar, debemos aprender cómo perdonar.
Muchas veces nuestras parejas nos ofenden sin querer. Botan el periódico antes de que lo hayamos terminado de leer. Cambian el canal en la televisión —“porque viene tal y tal telenovela”— sin preguntar si estäbamos mirando el programa que estaba puesto. No es que nos quieren ofender. Es que todos actuamos a veces sin pensar.
También hay ofensas más grandes: la de no consul-tar en cómo criar a nuestros hijos, la de faltar el respeto o insultar, y la peor y mäs grande de todas, la de ser infiel.
Todas nos causan heridas y, tarde o temprano, afec-tan a nuestra relación.
Pero por la misma razón que sacamos la basura emo-cional a diario, tenemos que practicar el perdón con frecuencia. Si no perdonas, guardas rencor por las ofensas, pequeñas y grandes, que te hayan sucedido. Ese rencor es tóxico. Poco a poco te va envenenando, causändote daño emocional y físico. Cuando no perdonas te estäs castigando a ti misma. Por eso, el sexto paso para el éxito en el amor es:
PASO 6: Practica el perdón con frecuencia
Te toca poner en práctica las palabras del padrenuestro, “perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdo-namos a los que nos ofenden”. Eso no quiere decir que te tienes que quedar con alguien después de que te haya herido. Pero perdonar es un regalo que tú te das a ti misma. PER-donar te da PER-miso a liberarte de las ata-duras del pasado y seguir adelante hacia un futuro feliz. Han habido varios estudios que comprueban los beneficios de perdonar. Los que perdonan con frecuencia sufren menos de ataques de nervios y de depresiones. Los que no perdonan tienden a tener más malestares relacionados con el estrés y mäs enfermeda-des cardiovasculares. Por eso es tan importante practicar el perdón con frecuencia.
Una de las pruebas mäs grandes para tu capacidad de perdonar es la infidelidad.
Infidelidad
No he hecho un anälisis, pero creo que los que escuchan mi programa en Univision Radio estarän de acuerdo en que la mayoría de las llamadas que recibo sobre proble-mas en las relaciones tiene que ver con una infidelidad.
Resulta difícil asegurarlo, pero los expertos coinci-den generalmente en que aproximadamente uno de cada cuatro y tanto como la mitad de todos los matri-monios son afectados por infidelidades.
Las causas tienden a ser las mismas. Para los hombres, es sexo. Para las mujeres, emociones. Pero bäsicamente, ambos estän llenando un vacío, tanto el hombre como la mujer. La diferencia es, simplemente, el modo de entrada.
El conquistador
En el hombre, la mayoría de las veces cuando hay infidelidad, empieza con una atracción física, sexual. Eso despierta en muchos hombres su necesidad de sentirse poderosos, de poder conquistar a esa mujer que le llamó la atención. Ese patrón de conducta yo lo llamo “el conquistador”.
En casos extremos, quieren conquistar a todas las mujeres que ven. A ese tipo yo lo llamo “el Don Juan,” que es el infiel habitual.
En ambos casos, puede ser un patrón que aprendió en su casa, de su padre, tíos o hermanos. Hijos de padres infieles pueden crecer pensando que así es cómo se comportan los hombres, o que las mujeres no valen nada y el hombre puede hacer lo que quiere. No todos, por supuesto. Otros pueden haber enfocado el dolor que vieron que esto le causó a sus madres y determinado que jamás le iban a hacer algo parecido a otra persona.
Pero casi todos los hombres quieren sentirse exitosos y potentes —en su carrera y en sus relaciones. Es así como ellos definen su hombría. Por lo tanto, dificulta-des, contrariedades, estrés y fracasos pueden afectar su sentido de ser un hombre. Puede que busquen probar su hombría a sí mismos y al resto del mundo. O, simple-mente pueden sentir el deseo de escapar por medio del sexo, con el objeto de suprimir emociones conflictivas. Cualquiera de las dos maneras de pensar puede conducirlos a ser infieles.
‘Isla de la fantasía’
Usualmente, cuando tienen hijos, la crisis comienza cuando los adolescentes tienen 11 ? 12 años de edad y mamá y papá han estado casados o viviendo juntos todo ese tiempo. Cuando el brillo del romanticismo se estä acabando o se acabó y los hijos exigen mäs tiempo, la posibilidad de la infidelidad estä latente o estä presente. Si no hay una base sólida, si no hay un compromiso de que vamos a sobrevivir esto, el matrimonio se acaba.
El divorcio ocurre como un escapismo a una situación que estä aquí en esta casa. Normalmente, el que se escapa ha sido el hombre. Se aburre de la situación y otra mujer resulta algo que puede ser muy tentador — especialmente una sin hijos y con la cual él puede comenzar a vivir una fantasía de “tú y yo solos”.
Los hombres usan la infidelidad como un
escapismo a los problemas cotidianos
en sus relaciones.
Ese hombre comienza por la situación entre las piernas —por el sexo —pero de ahí salta. Por-que acuérdate que esa transgresión es con una mujer —y esa mujer sabe que la única forma en que lo va a enlazar es por medio de la emoción. Esa amante va a estar dispuesta a escuchar todos los problemas de ese hombre. Y como él no tiene ningún compromiso con ella, es posible que a ella le hable mäs de lo que le habla a su esposa. Le puede hablar de sus fantasías y de sus problemas, porque con ella sus fallos en el pasado no existen. Él es un ídolo.
Con su esposa, como comenzó con ella cuando era joven, cuando cometía mäs errores, ya no se siente como que es el caballero en el caballo bianco. Con esta nueva, lo es. Incluso, muchas relaciones comienzan porque el hombre conoce a alguien que tuvo problemas y él la estä ayudando a ella. O sea que ella estä alimen-tando esa parte de él de querer ser “El Hombre”.
Con su esposa, a la que conoció cuando tenía 18, 19, 20 años, cometió todo los errores normales de la juventud. No tenía la posición que tiene ahora. Si aún él no tiene éxito, con la nueva amante puede mentir. Él puede echarle la culpa a su mujer de su falta de éxito y decir, “No, porque ella se llenó de hijos…” “No, porque su familia…” “No, porque…”
Entonces, aunque él no quiera, entró por la vagina, pero realmente esa conexión va a estar basada en una fantasía en su cabeza. Y va a haber una conexión que yo la llamaría “fantasía emocional”. Quiera o no quiera.
Zapatos nuevos
Lo mismo puede suceder con el hombre que sufre de impotencia o que estä preocupado con una disminución de su capacidad para tener erecciones. Es normal. Sucede con los años. Pero él siente que se estä poniendo viejo o que estä perdiendo su virilidad.
Muchas veces cree que por cambiar de pareja va a sentir ese mismo vigor que tenía antes. Y, efectiva-mente, lo nuevo siempre trae excitación. Pero también puede hacerte sentir culpable, que puede también afectar la erección. He recibido llamadas de mujeres que me dicen, “Las primeras dos veces fue bien y ahora se le ha caído. ¿Serä que quiere regresar con la esposa?”
Muchas veces el hombre se da cuenta después de unas cuantas veces de que el cambio de pareja le estä resultando igual que antes. No nos olvidemos que cuando nos compramos un nuevo par de zapatos, nos queda apretado. Pero ese par de zapatos después se va estirando porque la piel se va estirando. Después resulta de nuevo que piensas, “Ay, me tengo que comprar zapatos nuevos, porque ya no me siento igual con éstos”.
No debes pensar de esa forma acerca de tu relación. Debemos ver en nuestras relaciones las cosas que son mäs importantes.
La conexión y la fantasía
En los Ultimos diez años hemos visto un aumento increíble en las infidelidades de la mujer. Quizä se basa en el hecho de que las mujeres estän más conectadas profesionalmente, estän más tentadas y más vulnerables, y cuando sus necesidades en el hogar no han sido satisfechas se sienten con el derecho de poder tener una infidelidad. O por lo menos así lo justifican, al igual que el hombre.
Y ahora, como tenemos esta libertad, pues la mujer también busca esa fantasía de ese mundito donde todo es amor y cariño. “Ay, me entiende. Me estän entendiendo. Me voy para mi casa y hay problemas. Pero aquí se acabó todo. Aquí no hay gritería”. Porque no hay tiempo para gritería. No hay el roce continuo ni las dificultades cotidianas del hogar y los hijos, la cocina, las deudas, etc. No tienes un historial lleno de rencores viejos. No tienes por qué decirle, “Hace cinco años tú me fuiste infiel”. Porque lo acabas de conocer. Ademäs, la relación es sin compromiso.
Pero la mayoría de las infidelidades de la mujer no comienzan en la cama. Comienzan porque sienten un vacío emocional. Tiene un problema con el marido y encuentra a ese otro que estä dispuesto a escucharla y con quien ella puede compartir los sentimientos. Ése es el primer paso. Piensan, “Este hombre me estä hablando de un libro que leyó, me estä hablando de los problemas que tiene con la otra mujer”. Para las mujeres, esa comunicación es una de las cosas más importan-tes para llenar su tan-que emocional. Si ahí es donde estä su necesidad, si en su hogar el hombre no se estä comunicando con ella, existe la posibilidad de cuando otro sí le preste atención, ella se pueda ir por el camino de la infidelidad.
Las mujeres cometen
infidelidades para llenar un
vacío emocional que no ha
sido satisfecho por su
relación.
Muchas veces lo hacen para despertar a la otra pareja. Puede ocurrir cuando la unión de la pareja tiene problemas y no se acaban de decidir en arreglarlos o en disolver la relación. Hay veces que estas relaciones le pueden demostrar al infiel que es mejor tratar de mejorar la relación estable y dejar el romance escondido. Yo digo que hay distintas formas de despertar, y ésa es la que menos se debe usar.
Puede ser que lo que buscan es recrear un intenso romance del pasado, o la intensidad de cómo era el comienzo de su relación actual. O, hay la que ocurre porque es el escape a una relación que no funciona. En otras palabras, sirve como “la excusa” para terminar con el compromiso o matrimonio.
También hay infidelidades por despecho. Estas ocurren con mäs frecuencia en las mujeres. Principalmente suceden por un deseo de castigar al compañero o para probarse que son atractivas. Pero por lo general, esto no resuelve el problema.
Reconociendo el porqué
Si hay alguien en el trabajo que te estä interesando, pre-gúntate, ¿por qué? ¿Qué te estä dando esa relación en tu mente que te falta en tu hogar?
Significa un vacío que tienes en tu relación. Y tienes el deber de decírselo a tu pareja, de decide, “Yo me estoy sintiendo muy solo porque tú no hablas conmigo. No te estoy retando, ni te estoy asustando. Pero si hay alguien que me empieza a hablar, a lo mejor me gusta. Tenemos que hablar”.
Puede ser como la pareja que me vino a ver porque ella había sido infiel con un compañero del trabajo.
Los dos estaban dispuestos a tratar de salvar su matrimonio, así que lo importante era determinar qué fue la causa de la infidelidad. Lo primero que hice fue preguntarle a ella, “¿Por qué fue? ¿Quizä el roce diario con ese señor? ¿Qué estaba faltando en tu matrimonio?”
En seguida me respondió, “Doctora, yo pienso que estaba faltando un poco de comunicación, un poco de cariño de él hacia mi persona y como que yo encontré un poco de apoyo en esta persona del trabajo”.
Es muy común. Cuando hay una mujer insatisfecha y otro hombre estä compartiendo con ella una vida profe-sional, ellos hablan el mismo idioma, hablan de lo mismo. Si estän en un periódico, pues hablan de las noticias. Si estän en la escuela, hablan de los problemas educacionales. En la profesión en que estén, se van a alimentar con eso. Eso es la carnada.
Entonces, después de eso, comienzan quizä a hablar de lo que nunca ha hablado con su esposo. De libros. Le dice él, “Ay, mira que estuve leyendo este libro que me ayuda con la autoestima”. Lo comparten. Lo mismo que yo estoy pidiendo que hagan las parejas para alimentar el matrimonio es por donde entra la infidelidad.
En el caso de la pareja que me vino a ver les dije, “Hay veces que en un matrimonio viene una infidelidad y por muy duro que sea es porque estä faltando algo. Como al hombre siempre se le ha dado el rol de ser él quien provee en la casa, pues se pone a proveer, y se olvida de mantener la llama del amor”.
“Y no te estoy culpando a ti,” le dije a él. “Ella te debió haber avisado. Te debió haber dado ciertas señales para que tú por lo menos hubieras hecho algo”.
Entonces, logré que se pusieran de acuerdo en decirse uno al otro lo que necesita, compartiendo sus sentimientos y, como discutiremos más adelante, en perdonar y olvidar lo que había ocurrido.
Encontrando alguien que me entienda
El mismo vacío emocional que lleva a las mujeres a cometer una infidelidad con otro hombre también las puede llevar a tener una relación con otra mujer.
He encontrado que muchas de las mujeres que se nieten en relaciones lesbianas es por esa falta de ternura que no recibieron de la madre. Entonces, confunden la ternura que otra mujer les da y ese placer sexual que la mujer les puede dar —porque la mujer estä mäs deter-minada en darle un orgasmo que el hombre que quiere entrar y salir y satisfacerse apropiadamente— por el amor que buscan. Dicen, “Bueno, y ¿para qué voy a estar con este hombre? Si me da golpes. Si no se preocupa por lo que necesito. Si no me da ternura”.
Entonces, se toman decisiones incorrectas porque tie-nen una pareja incorrecta. Muchas mujeres casadas empiezan con una amistad con una mujer y terminan en la cama con esa mujer. Dejan al marido por esa mujer. Y después de dos o tres años se van con un hombre. Porque no eran lesbianas, simplemente tenían un vacío.
Por eso, tanto con las mujeres como con los hombres, tenemos que mirar, primero, si realmente hay un patrón homosexual; segundo, si ha habido trauma sexual. Puede haber una situación donde la persona se consi-dera bisexual pero no se acaba de determinar.
El verdadero homosexual, el que ha nacido por razo-nes genéticas con esa condición, se siente orgulloso de ser hombre pero no quiere ser satisfecho por una mujer. La atracción principal es el hombre. Las verdaderas lesbianas no quieren un hombre.
Pero cuando la sociedad impone ciertos preceptos de lo que es permitido y de lo que no es permitido, significa que habrän secretos y murallas y escondites en esa sociedad. Hombres homosexuales o mujeres lesbianas pueden entrar en una relación con alguien del sexo opuesto para esconder su homosexualidad.
Así fue el caso de una mujer que me llamó. Tenía 13 años de casada, 33 años de edad y dos hijos.
Me dijo, “Realmente me parece que mi marido es homosexual. Desde el mismo principio, tuve que com-prar un pene, ponérmelo y hacer como si estuviera haciendo yo el amor con él”.
Siguió contändome que iban a los bares de travestí porque él se excitaba muchísimo, pero precisamente por-que él se excitaba tanto, ella decidió no ir mäs.
Entonces, yo le dije, “Tú tienes que hacer algo. Él es un hombre que estä deträs de la puerta del clóset y te estä usando como su objeto sexual para cubrir sus nece-sidades sexuales. Y eso no estä bien. Te mereces algo mucho mejor que eso”.
Bäsicamente, si no nos amamos a nosotros mismos, si no estamos seguros de nosotros mismos, entraremos cojos al comienzo de todas las relaciones. Entraremos por la puerta equivocada, porque estamos esperando que esa persona llene algo que es nuestra responsabilidad.
Señales de humo
Una de las cosas que las mujeres hacen porque estän muy involucradas en otras cosas es no reconocer las señales de que hay problemas. Ellas no quieren verlas. Ninguna mujer quiere creer que su marido estä relacionado con otra persona.
Mi marido me fue infiel. Cuando él me lo dijo, me tomó completamente de sorpresa. Pero cuando ocurrió, recuerdo que en mi mente pasé el video de nuestra rela-ción. Y recordé que mi marido estaba grabando cintas de música romäntica. Él nunca había hecho eso. Y no me las había dado a mí. Entonces, ¿qué es lo que estaba pasando aquí? Me di cuenta de que él estaba teniendo un gusto diferente en música al suyo habitual, pero no me hablaba a mí de eso.
En cada caso, hay un cambio en la pareja. Hay que estar alerta ante estas señales.
Creo que no es porque tú puedes desconfiar de la pareja, sino que yo creo que siempre debes de estar alerta a que la llama del amor no se apague. Igual que cuando uno estä en el bosque y estäs acampando, siempre se debe tener una pequeña ho-guera. Siempre hay al-guien que tiene que estar atento a esa candela, a esa hoguera.
Mantente alerta a señales
de problemas en tu
relatión que pueden
indicar que tu pareja
te ha sido infiel.
Las señales de humo que estän significando que en esa pareja el amor estä muriendo también pueden ser señales de una vulnerabilidad a una infidelidad.
Los infieles recurren a todo tipo de mentiras para justificar espacios de tiempo vacíos. Por ejemplo, en el hombre esmuy común decir, “No puedo llegar a la casa temprano porque tengo una cena de negocios”. Ahora eso no quiere decir que todos los hombres que dicen eso le estän mintiendo. Es la frecuencia con que se hace. Es el patrón de conducta que notas una vez que esto comienza. Hazte las siguientes preguntas para estar alerta a las señales.
EJERCICIO
¿Te estä siendo infiel tu pareja?
¿Él es amoroso contigo? ¿? dejó de ser amoroso contigo?
¿Ustedes tienen tiempos de importancia juntos? ¿? no lo tienen?
¿El hombre utiliza mucho excusas para no estar en casa, como “Hoy tengo que visitar a mama,” etc.? ¿Siempre dice que tiene que trabajar? iLa mujer desaparece por largos ratos diciendo que va a la peluquería, o que va a ir de compra? ¿Qué pasa en la casa? ¿Cómo luces tú? ¿Te estäs ocupando de ti? ¿Te estäs ocupando de él? Cuando él llega, ¿estä alegre? ¿Cómo estä la cama?
¿Cuäntas veces a la semana hacen el amor?
¿Es notablemente diferente del número de
veces de antes?
Si ha habido un cambio repentino, ipor qué?
¿Se saben divertir ustedes?
¿Se ríen?
¿Salen?
¿Cuäles son las formas de ustedes para unirse,
o alimentar ese amor?
¿Tienen cosas que comparten que los hacen
sentirse de verdad como una pareja unida?
Manteniendo la llama
Cada pareja determina cómo divertirse y como mante-ner el amor. Pero todos pueden evitar la infidelidad si se unen como pareja utilizando todos los principios que han aprendido en este libro.
Häblense del amor. Häblense de las cosas íntimas, de los sentimientos, sueños, deseos y pensamientos. Lean y compartan libros y otras situaciones intelectuales. Demuestra que tienes una vida propia y separada de tu pareja pero que quieres compartirla con ella, en vez de compartirla con alguien del trabajo.
La mayoría de las infidelidades comienzan por ese compartir de intimidades emocionales e intelectuales. Eso es lo que llama la atención muchas veces.
Si caen en una infidelidad y se dan cuenta de que de verdad fue un error, todavía se puede salvar la relación. Todavía se puede prender la llama del amor con la pareja y mantenerla, si los dos estän decididos que van a perdonar y olvidar lo que sucedió. Pero hay ciertos factores que van a determinar el éxito del regreso.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS PARA LA RECONCILIACIóN
¿Cuäntas veces ha ocurrido? Es importantísimo.
£,Con una o más personas? Si tú has perdonado diez veces, sabes que fueron diez veces por lo menos.
¿,???cuänto tiempo ha estado ocurriendo? Hay muchas mujeres que si ha pasado 15 ? 20 años, no te lo van a aceptar.
¿Cuän fuerte era la conexión emocional?
¿Hubo sexo?
Antes que nada, hoy en día si es posible que tu pareja te haya sido infiel es importantísimo —y lo digo todo el tiempo— usar un condón. Hay muchas enfermedades, incluso la del VIH y el SIDA, que pueden ser transmitidas a través del sexo. Pídele que vaya a un médico a hacerse la prueba para confirmar que no estä infectado. Después puedes preocuparte de salvar tu matrimonio. Primero tienes que cuidarte.
Perdonar y olvidar
La relación puede ser rescatada si existe una promesa de que vamos a trabajar en esto. Tienen que enfocarse lo que es el compromise". ¿Queremos como pareja lidiar con esto? Y, de vez en cuando, un punto a aclarar: “Oye, ¿todavía quieres?
Hay dos factores muy importantes —perdonar y pedir perdón.
Perdonar a otro ser humano es la responsabilidad de la persona que ha sido herida. El que ha hecho la trans-gresión tiene que no sólo pedir perdón sino también reconocer que ha cometido un error.
No te sientas como un dios que le vas a decir a esta persona, “Aunque no me has pedido perdón, yo te per-dono”. Número uno, no va a funcionar porque él no ha reconocido su problema y no va a hacer enmienda. En ese caso, si quieres seguir en esta relación, tú te puedes dar, vamos a decir, el permiso de olvidar lo que sucedió. Si eso es lo que en estos momentos te hace sentir bien: seguiräs en una relación que es realmente tóxica.
Si pide perdón, le toca a la que fue herida perdonar o no. Pero para que haya éxito en salvar la relación se requiere más. También tiene la responsabilidad de olvi-darse de aquello que dijo que iba a perdonar. No puede permitir los pensamientos negativos. A ella le corresponde la reacción de cada vez que venga algo negativo que la va a hacer castigar a esa persona, convertirlo en algo positivo que esté ocurriendo ese día.
La determinación de sacrificarse por la relación.
El grado de compromiso en la relación.
El nivel de narcisismo. Esta característica tiende a bloquear el proceso por la falta de empatía.
El orgullo.
Sentimientos de culpabilidad y vergüenza. La culpabilidad se entiende como una característica basada en algo externo: “Yo hice algo malo”. La vergüenza es la percepción interna de la persona: “Yo soy mala”.
La religión o espiritualidad.
O sea, tienes que analizar el comportamiento tuyo para saber si hay posibilidad de que no solamente haya perdón sino también una reconciliación y el nacimiento de una nueva relación con más honestidad entre los dos. La comunicación allí es muy importante.
La pirámide del perdón
Para lograr el perdón existe un modelo de la empatía, humildad y compromiso que yo llamo la pirämide del perdón.
Salvando la pareja
Todo estä basado en cuän honesto estäs dispuesto a ser y en analizar la responsabilidad que tienes en esa rela-ción. En conocerte. ¿Quién eres? ¿Qué es lo que tú quie-res realmente? ¿Qué es lo que te gusta? ¿Qué es lo que no te gusta?
Después puedes preguntarte, ¿qué tipo de relaciones he tenido yo en el pasado que han sido negativas? ¿Por qué han sido negativas? ¿He tenido alguna relación que ha sido positiva? ¿Cuäl? ¿Qué fue la distinción? ¿Por qué fue? ¿Cuäles fueron las características?
Entonces, te vas conociendo a ti mismo. En la relación en que yo estoy ahora, ipor qué entré en ella? ¿Cuäl fue la necesidad que al principio esta relación Uenó?,-Todavía estä en vigor esa misma necesidad? ¿Esa persona todavía la estä llenando o ya no me interesa llenar esa necesidad?
Recordando los momentos buenos
Como ya les mencioné en el capítulo de cómo sacar la basura, debemos tener recuerdos buenos que hemos guardado a través de los años porque, por supuesto, no todo fue malo, ¿,???
No neguemos los recuerdos buenos. Debemos revi-sarlos. Debemos recordar, cuando una ocasión se parece a otra, “Ay, ¿te acuerdas cuando tal cosa?” “¿Te acuer-das cómo te peinabas?” “¿Te acuerdas de las flores que me trajiste?” Traten de utilizar eso. Eso nos permite reco-nectar con nuestra pareja. Nos recuerda por qué fue que nos enamoramos, qué era lo que gustäbamos tanto uno del otro. Y eso nos ayuda a recrear la intimidad y unirnos como una pareja de nuevo.
Reconstruyendo la confianza
Para rescatar la relación, debemos reconstruir la confianza. Ambas partes deben mostrar que sinceramente desean que funcione.
Eso es a lo que cada mujer puede conectarse. Una mujer se conecta a emociones. Y si estäs deseando alimen- tar ese lado emocional de ella, tienes una oportunidad de resolver la situación. La mujer estä deseosa de perdonar. Te recomiendo tomar los momentos que puedas para estar con tu pareja alejändote del encierro. Lejos de la casa. Lejos de los hijos. Lejos de las distracciones que has probablemente usado como justificaciones para desconectar. Porque la vida es difícil.
No hables de la otra relación. Habla de tu relación. Mientras más tratas de averiguar sobre la otra relación, más son los pensamientos negativos que vienen a tras-tornarte. Cuando te concentras en el matrimonio y no te concentras en la otra persona, sacas a esa persona de tu cama. Concéntrate. Tienes que hacerlo y hacerlo funcionar. Échale una buena mirada a tu relación para descubrir qué es lo que falta, qué salió mal, que condujo a la infidelidad. Y acepta la responsabilidad por tu parte en lo que no funcionó.
Eso no significa que eres a quien se debe culpar si tu pareja es infiel. Pero eres responsable por al menos tu mitad de la relación. Acepta responsabilidad por tus acciones que han alejado a tu pareja. Incluso si es una responsabilidad de un 20 por ciento, aceptar responsabilidad por lo que ha salido mal es importante en el aspecto del perdón.
Ambos miembros de la pareja
tienen que hacer una
prioridad la reconstructión
de su relación.
Lo que yo he recomendado, yo lo he hecho. Caminé, caminé y caminé. Después de que mi esposo me dijo que me había sido infiel, hablé con él. Lo escuché. Comenzamos con 15 minutos y terminamos a veces pasada una hora. Yo lo escuché. Me puse en sus zapatos.
La reconstrucción de la confianza no ocurre de la noche a la mañana. Nos probamos uno al otro, día tras día con nuestras acciones.
Debe haber ciertos pasos a seguir y un compromiso a seguirlos. Si yo veo que tú estäs yendo a consultas de ayuda conmigo. Si veo que en vez de llegar a las ocho de la noche como llegabas, estäs en casa a las seis, eso me muestra que soy una prioridad. Comprendiendo que los días en que no llegas temprano son por razones reales de trabajo, pero igual voy a sentirme un poco insegura. Entonces, llämame.
En otras palabras, la persona que ha sido infiel tiene que hacer sentir segura a la otra. Pero la que ha sido herida tiene que decirle a él lo que la hace sentirse insegura. “Cuando tú no me llamas…” “Cuando tú no estäs aquí a la hora X me haces pensar en el pasado”.
Entonces, él ya sabe que tiene que adelantarse a ella para que ella no se sienta mal. Eso significa que él va a hacer un esfuerzo bien grande para que nadie le ponga algo después de las seis de la tarde. Si es una emergencia, él la va a llamar y le va a decir, “Fulana, esto ha ocurrido. Yo voy a estar en tal lugar. Éste es mi teléfono”.
Puedes mentirle a la otra persona; no puedes mentirle a tu esposa. Puedes decir, “Ésta es una llamada que he estado esperando, perdóname por un minuto”.
Y si esa persona no entiende, peor para ella. ¿Qué es mäs valioso para ti, tu matrimonio o ese trato comercial? Se reduce bäsicamente a eso.
Pero no puede ser que una exija, “Yo te perdoné y ahora tú vas a hacer todo lo que yo diga”. Eso no es perdón. Eso es castigo. Eso no ayuda la relación; lo daña aún mäs.
¿Cómo puedes reconocer cuando estäs tratando de castigar en vez de perdonar?
Primero que nada, ten cuidado con las señales de exceso. O de compulsión. Todo lo que vas a lograr con eso es hacer que la persona que te hirió empiece a sentirse resentida y va a ser la base de otra infidelidad.
En segundo lugar, la persona que lo estä haciendo estä creando una codependencia. Es una relación tóxica, paräsita. Estäs creyendo que sin él, te vas a morir. O sea que todos los extremos son malos.
La base para mantener o recuperar la confianza es que uno comience a sentirse bien con respecto a sí mismo. Que no estés mendigando. No debes ser la persona diciendo, “Quiero que me Harnes cada diez minutos”. Debes reconocer que cada diez minutos es excesivo. Cada hora es excesivo. Dos veces al día no lo es.
Entonces, piensa cuidadosamente sobre lo que en realidad necesitas para sentirte con más seguridad y sobre lo que quieres en tu relación. Si quieres, escrí-belo. Luego, cuando vayan juntos a caminar, se pueden decir el uno al otro cuäles son sus necesidades. Se pueden decir el uno al otro cuäles son sus temores.
“Temo que no me seas fiel cuando no me llamas durante el día o no haces contacto físico conmigo”.
De esta manera, poco a poco, no sólo podemos reconstruir lo que teníamos, sino también podemos mejorar y fortalecer nuestra relación basändonos en la confianza y en una nueva y completa honestidad.