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Dibujo directo. Apuntes

 

El apunte es la manera más rápida de entender un dibujo. El trazo, acompañado del gesto, permite concretar las formas al mismo tiempo que se corrigen. Con cualquier medio de dibujo es posible la realización de apuntes, aunque determinados procedimientos se pueden prestar más que otros. El apunte bien realizado denota frescura y maestría, si bien, para conseguir estos objetivos, es preciso, ya desde el principio, ejercitarse en este tipo de trabajo. Una de las maneras más interesantes de realizar apuntes es con la toma de notas de animales. En las páginas que vienen a continuación se podrán estudiar algunos ejemplos y técnicas interesantes al respecto.

Estos apuntes se han realizado directamente con pincel y tinta. Este procedimiento, muy habitual entre los dibujantes, permite un trazo limpio y con una gran calidad gráfica. Estos ejercicios se han realizado del natural y en un instante. Sería conveniente copiarlos ahora, sin ningún esquema previo, es decir, directamente con el pincel. En estos dos ejemplos se empieza con un trazo ligero de la cabeza. Con el simple manchado de la sombra de la parte inferior prácticamente se ha descrito el cuerpo. Las patas se han solucionado con un dibujo muy sencillo, buscándose el juego de las articulaciones. Las zonas iluminadas se han definido con ausencia de líneas junto a la sombra.

En este apunte son los oscuros los que definen la forma; aquí se puede ver con detalle la fuerza que llegan a tener las sombras bloqueadas. El oscuro siempre se tiene que aplicar comedido, puesto que se podrá agrandar para corregir, pero no al revés.

Con el juego adecuado de las manchas se puede representar con sencillez hasta el escorzo más complejo. En este apunte, en el cual se han dejado muy evidentes las zonas de luz, se puede apreciar la construcción del animal a partir de formas curvas; a la del cuerpo, perfectamente marcada, se ha superpuesto la curva de los cuartos traseros.

La síntesis de las formas

En esta propuesta se va a realizar un apunte de un ave. Tomar apuntes de pájaros en general no es tarea muy complicada, sin embargo se precisa una gran atención en el estudio de las proporciones. Este es un buen tema para practicar, y, aunque sería ideal hacerlo del natural, en aras de la facilidad, aquí se partirá de una fotografía. Al dibujar se tiene que intentar captar la estructura de las formas.

1. Este es el paso más importante de cualquier apunte; aquí se deciden las proporciones del animal y la relación entre sus diferentes formas. Tanto el cuerpo de la gaviota como su cabeza se pueden inscribir dentro de una estructura fusiforme. Lo más importante es la relación entre los tamaños y las líneas curvas que representan el buche y el cuello por la parte posterior.

2. Con la misma agilidad con que se han trazado las primeras líneas, con el lápiz ligeramente inclinado se esbozan ahora los primeros grises del ave. Ejerciendo mucha más presión y con un trazo rápido se mancha toda la zona más intensa del ala.

3. Con este trabajo de grises y sobre la estructura del ave ya completa, tan sólo queda asegurar el trazo con un rápido gesto realizado con el lápiz de punta. Las líneas inferiores todavía sirven de guía para estas últimas intervenciones.

Del encaje al apunte

Un apunte no tiene por qué prescindir del encaje; de hecho es difícil elaborar un dibujo que exige tal agilidad si antes no se ha realizado un esquema previo. Sería más exacto afirmar que el encaje no tiene un límite demasiado marcado, y que en su desarrollo hacia el resultado final, lo único que hay son una serie de correcciones o acabados con mayor o menor precisión. De todas maneras, a diferencia de otros dibujos mucho más elaborados, el apunte prescinde de un trabajo excesivo en el detalle y se centra más en la síntesis y comprensión de las formas.

1. En el encaje de este gran oso blanco es importante describir su anatomía con el menor número de líneas posible. Como se puede apreciar, para conseguir una mayor perfección en la forma, las curvas principales se han trazado mucho más amplias de lo que son en realidad. Sobre este esquema se realizan algunas de las correcciones más importantes. En el apunte se prescinde bastante del uso de la goma de borrar, al menos en los primeros pasos, así la corrección por comparación con el trabajo hecho hasta ahora puede resultar más evidente.

2. Se podría afirmar que el encaje se finalizó en el primer paso del ejercicio; ahora, mientras se ajustan las formas con un trazado más seguro, el dibujo puede ser más cómodo; no obstante no se llegan a perder las primeras líneas, sino que se asumen con estos trazos mucho más directos. La repetición del trazo se hace más intensa cuanto más se ha asegurado el dibujo. Hay que evitar la realización de una línea doble repitiendo un error de forma.

3. A medida que se avanza en el apunte es posible realizar algunas valoraciones de textura y de tono. En este ejercicio se hace un rápido trazado en los oscuros del animal, dejando los claros en completa reserva. En este ejemplo, el trazo casi plano se combina con un trazado de punta.

El gesto en el estudio

El apunte es un método de expresión que trata de captar el momento, el instante, sin llegar a perder la forma que se está plasmando. La corrección sobre la marcha es una de las premisas más importantes incluso cuando se ha adquirido la práctica de los años. Aquí se presenta el apunte de un gallo. Qué duda cabe que el gesto del dibujante ha sido decisivo en la captación de su movimiento.

1. La cabeza se realizó una vez que toda la estructura del cuerpo estaba concluida.

2. Con un trazado muy rápido se captó el pequeño apunte de la zona superior, aquí se aprecia la forma del cuerpo sin entrar en detalles.

3. Bajo la cola, en la parte posterior del cuerpo han bastado unos trazos directos para insinuar el plumaje.

4. En la pata el trazo es rápido y directo.

5. Los oscuros en la parte frontal se han trazado acotando las zonas más luminosas, con la barra de canto, casi plana.

Galería de grandes maestros
Rafael (Raffaello Sanzio)
(Urbino, 1483 - Roma, 1520)

San Jorge y el dragón, pluma y trazos de lápiz sobre papel.

Galeria degli Uffizi, Gabinete de dibujos y estampas, Florencia.

En este dibujo se aprecia el talante del trazo del artista, pues no en todos permite que la primera impronta aparezca visible sobre el papel. Es curioso el tratamiento que se hace aquí de las figuras: el dragón y el jinete están perfectamente contrastados y realizados con un gesto suelto y espontáneo; el primero por tratarse de un divertimento y el segundo por su conocimiento anatómico perfecto del animal; en el caballo se aprecia un trazo más sinuoso, posiblemente más tímido y con un interés muy evidente por su estudio anatómico.

Santa Catalina de Alejandría, lápiz y cera sobre papel gris,

Musée du Louvre, Cabinet des dessins, París.

A pesar de las evidentes influencias de Leonardo da Vinci sobre la obra de Rafael, si para el primero la relación entre la figura y el espacio que la rodea viene dada por la vibración de la atmósfera, para el segundo se trata de medidas y proporciones a partir del óvalo, una característica prácticamente constante en la obra del pintor. En este dibujo se puede apreciar una estructura interna con un ritmo basado en la curva. Rafael destaca por un tratamiento de la anatomía ligeramente idealizado, donde la musculatura queda relegada por la suavidad en el carácter plástico de sus personajes.

Cartón preparatorio para La escuela de Atenas,

carboncillo sobre trazos de sanguina, Biblioteca Ambrosiana, Milán.

Rafael tenía una verdadera obsesión por el aspecto compositivo del cuadro, y esto se puede apreciar en este cartón preparatorio. Además de estructurar sus obras casi matemáticamente, realizaba un estudio de los pesos de las sombras y de las luces. Desde el punto de vista del dibujo, este análisis monocromo le permitía posteriormente una comedida valoración del color a partir de tonos.

Apunte de una iguana

Si bien unos animales se prestan más que otros al dibujo directo, sobre todo cuando se empieza, no es conveniente recurrir a aquellos que se mueven continuamente o son muy nerviosos. Uno de los mejores sitios para trabajar del natural es en el zoológico, donde se puede observar con atención la anatomía y características de animales poco habituales en nuestra vida diaria. Para este ejercicio se ha elegido una iguana por sus características primitivas y porque es un animal muy tranquilo. Está claro que, si se parte de una fotografía, se podrá congelar hasta el movimiento más nervioso; de todas maneras es conveniente que se adquiera el hábito de dibujar directamente del natural.

Material necesario

1. Papel

2. Trapo

3. Mina de grafito

4. Goma de borrar

1

 En el dibujo esquemático inicial se tiene que buscar la mayor concisión posible; sobre todo debe existir un punto de partida que permita captar la forma de una manera muy rápida y espontánea; en este caso se ha partido de una estructura muy lineal: el cuerpo, casi ovalado, queda cortado por la línea inferior, y la cabeza se encaja a partir de una forma casi triangular.

 No es aconsejable trabajar de memoria en estos primeros pasos; se tiene que observar constantemente el modelo para corregir sobre la marcha las formas y proporciones.

 Una vez que se ha elaborado el esquema general, se empiezan a dibujar los rasgos del animal, primero con una línea suave, que se va acentuando conforme el dibujo sea más seguro.

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 En el apunte se debe prescindir de un excesivo detalle; para disponer de un tono de base para la textura de la piel, se realiza ahora un trazado rápido sin ejercer demasiada presión.

 Para insinuar el volumen del cuerpo del animal se traza en tres direcciones: en la parte superior se inclina el trazo de derecha a izquierda, en el centro se traza con el lápiz casi vertical, y en la parte inferior el trazo se realiza inclinado de izquierda a derecha.

 En el resto del cuerpo se reservan las zonas más luminosas.

 La cresta espinosa se inicia acentuando algunas líneas.

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 Antes de proseguir con las sombras se pasa la mano sobre el dibujo para extender grises sobre las zonas todavía blancas.

 Con un dibujo mucho más duro se estructuran las líneas de la cabeza: en su parte superior se mancha con el grafito inclinado y se perfilan los rasgos del animal.

 Gracias a la buena construcción que se ha realizado, se sitúan las sombras más intensas bajo la cabeza del reptil; estas sombras recortan la forma de la pata, que queda definida.

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 Sobre las líneas que insinuaban la cresta se realiza un dibujo más preciso perfilando alguna de las puntas y aprovechando el trazado anterior como tonos de sombra.

 Ahora se centra la atención sobre el cuerpo; un rápido trazado permite acentuar su forma en la parte superior, mientras que en la zona posterior, cerca de la pata, se realiza una rápida sombra con el grafito inclinado.

 Un trazado inclinado, intenso pero suave, se encarga de ensombrecer o dar forma a la parte inferior de la iguana.

 Con unas líneas muy sueltas se dibujan los pliegues de la parte inferior del abdomen.

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 En este paso se acentúa la intensidad de los contrastes y se inicia un trazado intenso en la mayor parte del cuerpo.

 La textura de la piel se consigue con un rápido tramado de líneas que se cruzan formando una red.

 La pata delantera se oscurece ligeramente y se texturiza con algunos contrastes muy puntuales.

 La pata posterior se insinúa con un dibujo rápido.

 

Paso final

 Los contrastes se realizan cada vez más definitivos y se recortan con los oscuros las formas más luminosas y prominentes, como por ejemplo la pata trasera.

 Con unos trazos cruzados se acaba de completar la textura de la pata trasera.

 En la pata delantera se concluyen los detalles con algunos contrastes muy marcados.

 

Posibilidades con el grafito

 El grafito se puede suavizar con los dedos o con un algodón.

 Un trazo de grafito puede alternarse si se humedece con aguarrás y pincel.

 El polvo de grafito, después de hacer punta, se puede utilizar para dibujar utilizando un pincel seco.

Resumen del ejercicio

a. En el cuerpo la dirección del trazado indica el volumen del animal.

b. Sobre las líneas que insinuaban la cresta se realiza un dibujo más preciso perfilando alguna de las puntas y aprovechando el trazado anterior como tonos de sombra.

c. En la parte superior de la cabeza se mancha con el grafito inclinado y se perfilan los rasgos del animal.

d. Los rasgos de la cabeza se dibujan sobre un tono agrisado.

e. La sombra en la zona inferior de la cabeza remarca y pone en realce la pata.

f. Las sombras en la zona superior de la pata delantera se dibujan en dos fases aumentándose el tono al final.

g. En la pata delantera se concluyen los detalles con contrastes muy marcados.

h. En la panza del animal se dibuja con un tramado de líneas que se oscurecen en

la parte más sombreada.

i. La sombra en la parte posterior pone en realce la pata y da profundidad al cuerpo.

j. Con un trazado cruzado se completa la textura de la pata trasera.

 

Recuerde...

1. El trazo y el gesto permiten concretar las formas al mismo tiempo que se corrigen.

2. Los animales son un buen modelo para la toma de apuntes.

3. El pincel y la tinta son un medio habitual que permite un trazo muy limpio con una calidad gráfica muy acentuada.

4. La ausencia de líneas junto a una sombra define el lado iluminado.

5. Los tonos oscuros siempre se tienen que aplicar con mesura, puesto que es posible agrandarlos para corregir la forma pero no al contrario.

6. Al dibujar se tiene que captar la estructura de las formas.

7. En los primeros pasos del apunte tienen que quedar bien planteadas las proporciones del animal y la relación que existe entre sus formas.

8. Las líneas iniciales sirven de apoyo constante para todas las intervenciones.

9. El apunte prescinde de un trabajo excesivo en el detalle y se centra más en la síntesis y comprensión de las formas.

10. En el apunte se prescinde bastante del uso de la goma de borrar.