Los detectives perdidos en la ciudad oscura
Oí sus gemidos
Oí sus pasos en el Teatro de la Juventud
Una voz que avanza como una flecha
Sombra de cafés y parques
Frecuentados en la adolescencia
Los detectives que observan
Sus manos abiertas
El destino manchado con la propia sangre
Y tú no puedes ni siquiera recordar
En dónde estuvo la herida
Los rostros que una vez amaste
La mujer que te salvó la vida