La única imagen que guardo de T. C.

 

 

El señor Teófilo Cid no está.

La lluvia sobre esa ciudad extraña, Santiago del

Nuevo Extremo.

El señor Cid pasea por calles grises.

Pelo de rata, ojillos de rata,

En un atardecer neutro.

Abrigos, gabardinas, chaquetas rojas que la lluvia empuja

Hacia cualquier lugar.

El señor Teófilo Cid un tanto ebrio,

En su ciudad,

Huyendo bajo la lluvia.

Única realidad de estas palabras.