Y aquí estamos, teniendo que enfrentarme a la parte más importante y difícil para mí, los agradecimientos. Empezaré por darle las gracias a Chloé y a Lucas, porque, aunque en ocasiones me han vuelto loca, me he reído mucho con ellos y he conseguido que Chloé pueda sacar su lado más dulce, por así decirlo. Me gustaría también agradecer el gran papel de Fer, porque me ha puesto las cosas más fáciles y por supuesto a Lorena y Melisa por ser fundamentales.
En esta ocasión quiero hacer mención especial para mis hermanas, Anna y Berta. Por ellas empecé este camino, por la ilusión que me hacía regalarles un libro, un libro que pudiera tener un pedacito de nosotras. Empecé esta novela con el objetivo de reflejar algo nuestro, pero se desvió en cuanto Chloé decidió tomar vida propia, es decir desde la primera página. Sin embargo, seguirá teniendo un rincón especial para mí. Me ha dado muchos dolores de cabeza y la he dejado varias veces por no saber cómo seguir, porque Chloé no acababa de ser clara en muchas ocasiones y no decidía hacía donde tirar. Supongo que eso también es la relación que tengo con mis hermanas, que a veces me dan muchos dolores de cabeza, pero al final son las personas que más voy a querer en este mundo.
Aprovecharé para darle las gracias, también en especial, a mi madre, por ser mi ejemplo a seguir, pero también por todas las películas románticas de los domingos por la tarde, que por supuesto, han influido a que tenga tantas historias en mi mente por contar.
Al resto de la familia siempre voy a seguir agradeciéndoselo, a mis abuelos por el gran amor que me transmiten y que sean lectores incondicionales de mis libros hace que me apetezca enseñarles más historias; a mi padre por mostrarme su apoyo y respaldarme en todos mis pasos; a mi tío Xavi por mostrarme la ilusión que le hace mi aventura y provocar que yo misma la tenga; a mis primos Guille, Bruno y Sofía por confiar en mi trabajo y ayudar a difundirlo y mi tío Elias por mostrar su alegría al conseguir un objetivo.
Y como miembro imprescindible, a mi pareja, porque si me gustan las historias de amor, debo amar la mía y creo que tengo una increíble historia personal que me permite aventurarme a crear otras. Por estar ahí día tras día, incluso los que han sido difíciles y apoyarme en este reto personal.
A Carmen Pueyo, por ser mi confidente y guardarme el secreto de esta sorpresa. Una persona con un carisma espectacular, capaz de transmitirte una ilusión y una felicidad que darían alas a cualquiera, y con la que puedo comentar paso por paso mis historias.
Quiero mencionar también a Elena Aragonés, Ingrid Térmens Mariona Benitez, Patricia Valles, Laura Girona, Sandra Figueredo, Andrea Comella y Carla Cebrian por todo el apoyo que han podido darme durante toda la aventura porque si valoro la amistas es gracias a poderlas tener en mi vida.
Agradecer la confianza de Eterciopelo por creer en mi proyecto y brindarme la oportunidad de que mi novela vea la luz con ellos. Por ayudarme a compartir este libro y por guiarme en todo el proceso para llegar a todos vosotros.
Y por último pero el más importante, vosotros, que le dais sentido a todo esto. Porque los lectores soy el pilar de cualquier escritor. Porque toda novela vale la pena por vosotros, porque la disfrutéis y la sintáis tan vuestra como nuestra. Eternamente agradecida a todos aquellos que me dais una oportunidad.