Esperar una ola

Esperar una ola

Entre el azar y el destino, la sordidez provocadora y la belleza esquiva, la historia que narra Esperar una ola refiere la expresividad de un observador incansable. La realidad, desde su perspectiva, sorprende y adquiere múltiples y diversas formas de la interpelación. Una mirada penetrante abarca lo familiar y lo extraño, que se proyecta sobre cada relato como una sombra de peligro.Los habitantes de la ciudad y el conurbano, las calles desiertas y la bruma que sube del puerto, el bosque y el mar. Territorios conocidos que se enrarecen y nos cuestionan. En lo cotidiano se insinúan tanto oscuridades como revelaciones. A veces los muertos queridos mantienen su poder de intervención; otras, el deseo y los sueños se confunden. Inexorable, el amor siempre anticipa su ausencia. Como el surfista que aguarda en suspenso la marea, el narrador, atento a las voces que escucha, encadena relatos que se contestan con otro relato. Cada situación deviene un acontecimiento. Si Cámara Gesell fue...