Decepción

El mundo es un lugar peligroso, y cada Nación tiene hombres y mujeres encargados de protegerlas. Estas personas tienen varios nombres: agente secreto, oficial de inteligencia, y analista son sólo algunos de ellos. Harry es una de esas personas. Él es un analista. Él pasa su tiempo leyendo, investigando, y analizando, seguido de la redacción de reportes que casi nunca salen a la luz. Harry es muy inteligente, con un trabajo aparentemente importante, pero Harry está aburrido. Aburrido, porque los analistas nunca logran ser el héroe, nunca son quienes ordenan cocteles agitados ni batidos, y, nunca, nunca, se quedan con la chica. Harry está frustrado, frustrado porque sus superiores le comunicaron que el reporte en el que acaba de pasar seis meses trabajando será archivado, y no, no puede trabajar en un operativo de campo para darle seguimiento. Harry tiene un defecto muy peligroso en su personalidad, tiene imaginación, algo que Los Superiores no aprecian. Harry necesita probarse a sí...