Hombres De Hierro

Hombres De Hierro
Authors
Howard, Robert E.
Publisher
La Biblioteca del Laberinto, S.L.
Tags
realista , drama , relato
ISBN
9788492492510
Date
2011-05-18T00:00:00+00:00
Size
0.95 MB
Lang
es
Downloaded: 8 times

"¿Qué capricho de la naturaleza produce un hombre de hierro? Sabemos que el cráneo humano está construido de tal modo que puede resistir la violencia, y que los músculos del cuerpo pueden desarrollarse hasta un punto en que se vuelven algo tan duro como el acero. Sin embargo, eso no explica por completo la existencia de ese ser mortal, extraño e increíble conocido en el cuadrilátero y por sus fanáticos con el nombre de Hombre de Hierro. Sabemos que un hombre ordinario puede morir de un puñetazo en la cabeza relativamente flojo, y que incluso un boxeador profesional puede ser noqueado con un solo golpe que, si está bien situado, no necesita más. ¡Pero consideremos los triunfos de los hombres de hierro! Aquí sólo mencionaré a cinco de esos hombres de manera explícita: Joe Grimm, Batallador Nelson, Tom Sharkey, Mike Bodden y Joe Goddard".

Estas palabras de Howard que encabezan el artículo que da título al libro nos muestran hasta qué punto el texano era un hombre entendido en luchas de todo tipo: desde las batallas a espada del pasado hasta los combates a puños desnudos en las tétricas salas de boxeo de las ciudades del Sur y el Medio Oeste estadounidenses. Los relatos de esta antología nos presentan ese mundo tan desconocido pero tan apasionante del boxeo, profesional y amateur, con un sentido tan épico de lo narrado como en sus historias de aventuras o fantasía heroica. La frase que encabeza el cuento "El hombre de hierro" es tan clarificadora que no hacen falta más palabras: "¡Una izquierda como un cañonazo y una derecha fulgurante! ¡Una mandíbula de granito y un cuerpo de acero templado! ¿La ferocidad de un tigre y el corazón de combatiente más grande que haya latido en un pecho con las costillas de hierro! Así era Mike Brennon, aspirante al título de la categoría de los pesos pesados". No tiren la toalla, esperen a recibir un poco más de castigo. ¡Salpica sangre roja de verdad, sangre de hombres de una pieza!