[Hermandad de las feas 03] • Una Fea Esplendorosa

《Llega la esperada tercera entrega de la Hermandad de las feas》Como hijo segundo de un laird escoc�s, Alexander MacFire vive sus d�as rodeado de diversi�n, placeres y naturaleza... hasta que su vida toma un giro inesperado cuando una carta proveniente de la hermana Inglaterra llega a su clan. Tres a�os despu�s, con sus modales y descaro camuflados tras ropa elegante y a la medida, el nuevo duque de Fisherton intenta, sin mucho �xito, encajar en la estirada nobleza inglesa. Adem�s de ir de juerga con sus nuevas amistades, Alex est� empe�ado en hacer sentir orgullosos a sus difuntos padres. Para eso debe cumplir con su primera obligaci�n como par del reino: asegurar su legado. Sin embargo, no est� dispuesto a escoger una esposa de entre las remilgadas debutantes, a menos que la candidata sea la �nica dama que no se espanta ante su tama�o y salvajismo, quien logra encender en �l un fuego inaplacable. Pertenecer al grupo de las "demasiado feas" supone m�s de un problema para Brianna Colleman, que solo ha mirado desde su asiento de florero las temporadas pasar.Cuando una mala inversi�n de su padre los deja pr�cticamente en la ruina, Brianna se convierte en la esperanza para su familia. Aunque ella no cree que ning�n caballero pase por alto su poco atractivo f�sico, sus evidentes defectos, su procedencia apenas aristocr�tica y su carencia de dote, el bar�n est� decidido a encontrarle un buen esposo, adem�s de rico. No es que su coraz�n le pertenezca a alguien, podr�a decir que ning�n joven llama su atenci�n. Hasta que un d�a se topa en su camino un highlander perdido en la ciudad. �l es el hombre m�s pecaminosamente atractivo que jam�s vio y, c�mo no, el candidato imposible.�l, intr�pido; ella, recatada.�l, escoc�s; ella, inglesa.�l, un duque; ella, casi una plebeya.�l, m�s que hermoso; ella, demasiado fea.�l, cazador; ella, la presa.En una sociedad repleta de protocolos, a veces se debe transgredir algunas reglas. Libertad no es hacer lo que se desea, sino hacer por amor hasta lo que no se espera.