La Sangre Vacía

En «La sangre vacía», Rubén Salazar Mallén continúa la línea literaria característica de toda su obra: refleja la realidad de los grandes sucesos nacionales. Conocedor profundo de su medio —como periodista y ensayista da pruebas suficientes— no descuida ningún detalle en su novela sobre la guerrilla urbana en México, que culminó con las acciones violentas de principios de los años setenta: asaltos bancarios —«expropiaciones» dicen sus autores—, actos terroristas, secuestro a funcionarios y personalidades del mundo capitalista. Los guerrilleros se inspiran en los movimientos revolucionarios de otros pueblos, en figuras como Ernesto Guevara y Salvador Allende, y en grupos similares a los suyos, que dicen luchar contra la burguesía y la reacción. En «La sangre vacía» las organizaciones Comando Flores Magón y Consejo de Estudios Sociales coinciden en sus objetivos finales, pero ostentan diversas ideologías, que motivan serias rencillas internas. Su lucha es sincera y apasionada, pero ante la indiferencia popular se torna estéril, vacía. Por tratarse de sucesos conocidos, podría suponerse simple relato, crónica o denuncia de hechos, pero en rigor es una novela bien estructurada, en la que el manejo del idioma, el interés y el suspenso —describe enfrentamientos armados con la policía en los que hay víctimas de ambos bandos— van unidos a la alta calidad literaria reconocida en don Rubén Salazar Mallén.