Traficantes De Sueños

Johnny Edge deja la feria ambulante en la que ha crecido para buscar un futuro que se le muestra esquivo. La tienda de entretenimientos y curiosidades que le alquila a Peter Kessler acaba con sus ahorros en seis meses y decide desaparecer, dejando atrás las deudas. A la mañana siguiente, un operario deja un nickelodeon en la tienda vacía. Kessler comprende que la novedad puede ser una fuente de oro y abre un cine en el pueblo.

Cuando Johnny regresa, seis semanas más tarde, le ofrece una participación en el negocio, en reconocimiento por haberle puesto en la pista de la máquina de los sueños. Así comienza una colaboración de 30 años que los llevará a la cima de Hollywood con el estudio Magnum.

Pero Hollywood es feroz, está lleno de gente que, como ellos, no repara en nada para alcanzar el éxito y la larga amistad se rompe amargamente. Cuando Peter Kessler es acosado por una campaña en su contra, Johnny mira hacia otro lado.

Ahora, le toca ocupar el despacho de Kessler en las oficinas de Nueva York. Hace años que no sabe nada del viejo judío que cambió su suerte ni tiene intención de volver a verlo. Hasta que una llamada desde California le obliga a enfrentarse con su pasado.

Una novela sobre los feroces entresijos del surgimiento de la industria del cine y que es también una historia de amor y traición.

BIOGRAFÍA

Harold Robbins (1916-1997) decía haber experimentado todos los vicios que describe en sus libros. Decía también que era el mejor haciendo su trabajo, aunque se confesaba admirador de John Steinbeck, James T. Farrell o Irving Wallace. Su capacidad de inventiva le llevó incluso a construir un relato ficticio de su propia vida: aseguraba compartir identidad con Francis Kane, el protagonista de su primera obra, No amarás a un extraño (1948). La escribió para ganar una apuesta: trabajaba en las oficinas de Universal Studios en Nueva York (su ciudad natal) y quiso demostrar que era capaz de escribir una novela que superara las que pasaban por sus manos. Cincuenta años de carrera y 750 millones de ejemplares vendidos de sus más de 20 títulos le dieron la razón.

Sexo, drogas y poder son las tres palabras que componen su ADN y que le hicieron millonario. El éxito de sus historias llegó hasta la gran pantalla. Muchas de sus novelas han tenido versión cinematográfica, como Los insaciables , El precio del placer o Un guijarro para Danny Fisher (1952), su obra más valorada.