Los Crímenes De Van Gogh

Fernando Castelli tiene dos trabajos igualmente desalentadores (como asistente en una productora de cine y como dependiente en un videoclub), y un sueno excluyente: escribir un guion de cine perfecto, que obtenga los tres millones de dolares ofrecidos por una productora internacional al mejor thriller basado en un hecho real. Abrumado y sometido por sus jefes, su despotica madre y la chatura mediocre de su propia vida, y diabolicamente estimulado por la subita corporizacion de Jack el Destripador, Fernando no vacila en poner en practica la escalofriante idea que le propone Jack: usar la vida real como superficie donde redactar su guion, cometer una serie de crimenes atroces y narrarlos paralelamente. Apelando a la tecnica del folletin y potenciando virtuosamente los elementos mas desechables de la cultura de masas, como el sensacionalismo mediatico, el grotesco satirico, el vertigo sanguinolento de la historieta y la obscenidad del terror explicito, Los crimenes de Van Gogh es mucho mas que una parodia: es un vivido retrato de la extravagancia de nuestro tiempo.