Crônicas De Bustos Domecq / Novos Contos De Bustos Domecq

“Escribíamos habitualmente por las noches. Conversábamos sobre la idea que teníamos acerca de un tema hasta que se iba formando, casi sin proponérselo, un proyecto común.”

Así, según el testimonio de Adolfo Bioy Casares, mediante charlas nocturnas y espíritu de juego, se originó la obra de un “autor” formado por dos de los escritores argentinos fundamentales: Jorge Luis Borges y el propio Bioy.

Veinte años después de la publicación de Seis problemas para don Isidro Parodi, Honorio Bustos Domecq –esta vez convertido en periodista cultural de un diario de segunda–, escribe panegíricos sobre arte contemporáneo. Publicado en 1967, Crónicas de Bustos Domecq representó un cambio de registro en el estilo: la pedantería de Gervasio Montenegro, protagonista de Seis problemas..., se reemplazó con la verborragia del patético reportero. Ya no se trata de “problemas” –enigmas y crímenes resueltos por un preso– sino de “crónicas” complacientes y pomposas que caricaturizan la jerga periodística y las modas culturales.

Referencia obligada en el panorama del humor y la sátira, esta obra tan inclasificable como divertida restituye a los lectores el mentado placer de la lectura a una escala irresistible.

“Buenos Aires cuenta con un curioso habitante que, ciertamente, no es longevo, ya que su máximo plazo de vida será tal vez de cinco o seis horas. Ese personaje aparece y desaparece. Sólo existe cuando estamos juntos Bioy Casares y yo. Nació en una casa de la avenida Quintana, una mañana; allí escribió el cuento ‘Las doce figuras del mundo’. Desde entonces ha seguido publicando de tarde en tarde. Ese personaje, que nos hace escribir cuentos y crónicas que no nos gustan pero cuyo dictado debemos obedecer, se llama Bustos Domecq.”