Descripción de Grecia Libros III-VI
La obra de Pausanias (siglo II d. C.) es la mejor guía para el viajero ilustrado por la Grecia antigua. Este viajero y geógrafo griego describe sólo aquello que ha visto con sus propios ojos, y no es poco, porque recorrió gran parte de la Hélade (centro y sur del continente, aunque no las zonas más septentrionales y occidentales) con afán de conocerla a fondo, y registró en sus escritos edificios, obras de arte, monumentos conmemorativos y accidentes geográficos. Pero no se contentó con hacer un inventario de objetos y monumentos espectaculares, sino que acompaña a cada elemento consignado con toda la información que pueda resultar útil para su comprensión cabal: mitos e historias, héroes y hazañas relacionados, etc., en una rica maraña de digresiones y referencias que logra evocar la densidad de la historia y permite entender las ruinas de Grecia. Así surgen con fuerza en la imaginación del lector las grandes ciudades de la antigüedad helena (Atenas, Corinto, Esparta, Olimpo, Delfos, Tebas) con todos sus rasgos geográficos, conjuntos monumentales, edificios públicos, centros sociales y cultuales (santuarios, templos, imágenes de divinidades y de héroes ancestrales…), obras de arte con descripciones de estilos y autores (las pinturas de Polignoto, las estatuas de Mirón, Fidias y Praxíteles), y todo cuanto pueda desear el viajero curioso. El rigor de Pausanias ha quedado atestiguado por centenares de excavaciones arqueológicas modernas, que han demostrado la solidez de sus informaciones topográficas. Si bien el autor no declara la aspiración que le movió a emprender tamaña empresa, pues la Descripción carece de un prólogo programático, hay que imaginar que le impulsó el simple deseo de conocimiento y el encanto de la aventura. El principio conductor es de índole topográfico (lugares y monumentos), y al hilo del desplazamiento, de cada libro dedicado a una región, se enhebran las explicaciones acerca de mitos e historias, cultos y religiones. El planteamiento habitual es referirse primero a la historia y la topografía de las ciudades y después a los cultos religiosos y de la mitología. El libro III está dedicado a Laconia, el IV a Mesenia y el V y VI a Élide.