Carmen, Carmela, Carmiña

Carmen Formoso Lapido está marcada por la época que le tocó vivir. En su juventud sufrió las consecuencis de ser mujer en el sistema social diseñado por la dictadura, al que nunca logró adaptarse. Cuando por fin se siente libre, quiso dejar escrita su historia, y para ello diseñó un argumento con un esquema temporal inverso a su propia vida. Ella es "Mamita Carmen", la sabia, la que conoce el destino y acepta como inevitable la infelicidad de su nieta, pero con la certeza de que su biznieta habrá de recuperar la dignidad de ser mujer, de ser libre para elegir su propio camino. Ella es "Carmela", la angustiada mujer que intenta en vano ser libre en un mundo en el que sólo a los hombres les está permitido elegir su propio destino. Y ella es "Carmiña", la afortunada, la mujer que podrá mirar de igual a igual a los hombres, inteligente y bella, que será dueña de su propia existencia. El pecado de la autora fue presentar su primera novela al premio Planeta. No es difícil de imaginar el enorme daño que ha tenido que sufrir, viendo como la mayor empresa editorial del país se apropia de su primera novela larga, cuyo resultado es la publicación de una novela, "La Cruz de San Andrés" de Camilo José Cela, en la cual han sido utilizados los elementos fundamentales de su obra, o lo que en el caso es igual, sus propias vivencias personales, la historia de su propia familia, los recuerdos novelados de toda su vida, además del producto de tres años de recopilación de la documentación utilizada en su novela.