Noel Claraso

Noel Claraso
Authors
miguelangel
Publisher
Editorial Acervo
ISBN
9788470020032
Date
2016-09-12T00:00:00+00:00
Size
0.79 MB
Lang
es
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826 paginas, 3.100 anecdotas, mas de 500 personajes. Contadas con el estilo y sentido del humor inigualable de Noel Claraso. Esta ANTOLOGIA DE ANECDOTAS esta dividida en tres partes: ANECDOTAS DE PERSONAJES DE TODO EL MUNDO, MENOS DE ESPANA. ANECDOTAS DE PERSONAJES ESPANOLES y ANECDOTAS SIN PROTAGONISTA CONOCIDO. En las dos primeras las anecdotas se han dispuesto por orden alfabetico de los nombres de los protagonistas y llevan los correspondientes indices, de forma que pueda localizarse de inmediato el personaje que se desee. En la tercera, el tema de que se trata cada anecdota esta indicada al margen de la misma. De todos los personajes se senala la fecha de nacimiento, y antes de su anecdota o anecdotas se incluyen algunos datos como breve resumen historico o de su obra. Los personajes con anecdotas son mas de quinientos, antiguos y modernos. Se da preferencia a las anecdotas de personajes muy conocidos. De estos, algunos: Diogenes, Alejandro Magno, Rivarol, Napoleon Bonaparte, Oscar Wilde, Tristan Bernard, G.B. Shaw, tienen muchas anecdotas, otros muy pocas. Las anecdotas son independientes y el libro, por consiguiente, puede leerse escogiendo el personaje o tema que en un momento dado interesen, o bien de manera continuada. Su lectura resulta no solo amena sino tambien formativa pues contiene un verdadero caudal de erudicion y de conocimientos historicos. Una de las 3.100: El doctor Jose de Letamendi fue catedratico de Patologia en la Universidad de Barcelona. Se cuenta de el que una de sus primeras lecciones fue llevar a los alumnos a ver un cadaver. Una vez ante el, les dijo: -Dos condiciones ha de tener un buen medico: no sentir repugnancia por nada de lo que a los enfermos se refiere y poseer en alto grado lo que, entre nosotros, llamamos ojo clinico, que es una especie de intuicion profesional que nos hace darnos cuenta, sin error, del tipo de afeccion que padece el enfermo. Despues les invito a poner el cadaver en posicion de decubito supino y les dijo: -Van a hacer ahora ustedes lo mismo que me vean hacer a mi. Introdujo el dedo indice en el orificio posterior del cadaver y, sin limpiarlo, se lo introdujo despues en la boca. Los alumnos, para quedar bien, todos, uno a uno, repitieron la doble operacion. Y, entonces, el doctor Letamendi les dijo: -Muy bien y muy mal a la vez, puesto que queda probado que saben ustedes vencer la repugnancia natural; pero tambien queda probado que en ojo clinico andan muy mal, ya que ustedes han usado siempre el mismo dedo, sin darse cuenta de que yo he usado dos: uno para introducirlo en el cadaver y el otro para introducirmelo en la boca."