CAPÍTULO 11

Métodos y sustancias para mejorar el rendimiento

Bill Campbell*

A la conclusión del capítulo, el lector:

•Podrá proporcionar a los atletas información fiable y actual sobre los riesgos y beneficios de las sustancias para mejorar el rendimiento, entre otros, de los esteroides anabolizantes.

•Comprenderá la eficacia y los efectos indeseables de los suplementos dietéticos sin receta médica que se venden a los atletas con el fin de mejorar su rendimiento físico y deportivo.

•Determinará qué suplementos para mejorar el rendimiento son beneficiosos para el rendimiento de fuerza y potencia, para el rendimiento de fondo, o para ambos.

•Distinguirá entre aquellos suplementos que mejoran el rendimiento imitando los efectos de las hormonas del cuerpo y los que mejoran el rendimiento por otros medios.

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* El autor agradece la significativa aportación de Jay R. Hoffman y Jeffrey R. Stout en la redacción de este capítulo.

Los atletas que toman la decisión de consumir sustancias para mejorar el rendimiento lo hacen con la esperanza de potenciar sus adaptaciones al entrenamiento y, en todo caso, aumentar su rendimiento deportivo (198). Idealmente, las sustancias que mejoran el rendimiento también refuerzan la salud del atleta y cumplen las pautas éticas establecidas en su deporte. Debido a los aspectos éticos relacionados con la ventaja ilícita que pudiesen otorgar durante la competición, así como sus potenciales efectos indeseables, la mayoría de los órganos rectores del atletismo han establecido una lista de sustancias prohibidas para las competiciones nacionales e internacionales. Los atletas pillados consumiendo estas sustancias quedan suspendidos de toda participación, son obligados a devolver sus medallas o ambas cosas. En situaciones en que los atletas dan positivo en una sustancia prohibida repetidas ocasiones, se arriesgan a quedar apartados de por vida de toda competición deportiva. No obstante, existen numerosas ayudas ergogénicas y suplementos nutricionales permitidos que los atletas consumen con frecuencia para potenciar las mejoras del rendimiento. A menudo el consumo de estas sustancias se promociona sobre la base de afirmaciones infundadas (198), por lo que es imperativo que los atletas se informen bien sobre la legalidad de las sustancias, conozcan los riesgos asociados con su consumo y sepan si hay estudios científicos que respalden la eficacia del producto. Los especialistas de la fuerza y el acondicionamiento físico pueden ser de gran ayuda a los atletas en este sentido suministrándoles información relevante sobre estos temas, así como derivándolos a especialistas en nutrición. Aunque ayuda ergogénica sea cualquier sustancia, ayuda mecánica o método de entrenamiento que mejoren el rendimiento deportivo, por lo que a este capítulo respecta, el término se refiere específicamente a las ayudas farmacológicas.

Los atletas pueden intentar adquirir ventaja en la competición consumiendo suplementos que gocen de buena reputación como ayudas ergogénicas y no estén prohibidos, aunque también se dan casos en que consumen a sabiendas sustancias prohibidas con la creencia de que no son todavía detectables por los análisis antidopaje (198). Una consecuencia tal vez sea que los atletas que normalmente se abstienen del consumo de estas sustancias sientan la presión de consumirlas para no estar en inferioridad de condiciones respecto a sus competidores. Sin embargo, los atletas bien informados están seguros cuando evitan productos inútiles y posiblemente dañinos pese a lo que sus compañeros puedan decir. También es posible evitar que los atletas consuman sustancias prohibidas si son conscientes de los riesgos para su salud y seguridad, y si saben que los competidores tramposos corren un gran riesgo de ser detectados.

Los atletas se deben centrar en aplicar métodos de acondicionamiento físico periodizados apropiadamente y en seguir prácticas nutricionales concebidas para mejorar el rendimiento. Si se solucionan estos dos factores, será el momento de que el atleta se plantee usar suplementos deportivos o ayudas ergogénicas. Es importante que los deportistas busquen orientación de profesionales apropiados con el fin de asegurarse de que la elección es legal y eficaz.

La primera prioridad de un atleta debe ser guiarse por unos principios seguros del entrenamiento, como una nutrición adecuada, antes de usar suplementos nutricionales o ayudas ergogénicas. Antes de comprar o consumir un producto, los atletas deben buscar el asesoramiento de profesionales cualificados con el fin de asegurarse de que la elección es legal y eficaz.

Tipos de sustancias que mejoran el rendimiento

En este capítulo se exponen las dos categorías de sustancias que mejoran el rendimiento: (1) hormonas y fármacos que reproducen sus efectos, y (2) suplementos dietéticos. Ciertas hormonas, como la testosterona, desempeñan un papel integral en la respuesta adaptativa a las actividades de fuerza y acondicionamiento; otras, como la adrenalina, son importantes para la movilización de energía durante el entrenamiento. Estos y otros tipos de hormonas se analizan con más detalle en este capítulo. La distinción entre droga o fármaco y suplemento dietético no es fácil ni intuitiva. Por ejemplo, la cafeína, presente en muchas bebidas como el café, se considera una droga. La distinción entre una droga y un suplemento dietético influye en si un producto cumple las consideraciones de seguridad y eficacia dictadas por la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (Food and Drug Administration o FDA). Si un producto no se clasifica como droga o fármaco ni se publicita como poseedor de valor terapéutico, la normativa de la FDA respecto a su venta es relativamente laxa. Esto significa que cualquier fabricante puede introducir en el mercado nuevos suplementos dietéticos sin contar con una aprobación especial y sin que la FDA investigue su seguridad y eficacia a menos que algún peligro para la salud llame la atención de la agencia (87). La definición que hace la FDA de droga abarca todas sustancias que cambien la función o estructura del cuerpo, lo cual incluye las sustancias que estimulan la secreción de hormonas. Además, si se administra un compuesto de manera distinta a como se consumen los alimentos, tal vez también se clasifique como una droga.

La distinción entre una droga y un suplemento dietético depende del visto bueno de la FDA sobre su seguridad y eficacia.

En general, los suplementos dietéticos son productos muy refinados que no hay forma de confundir con los alimentos. Tal vez no tengan un valor nutricional positivo, razón por la cual no reciben el nombre de suplementos nutricionales. La carga de hidratos de carbono para reabastecer las reservas de glucógeno antes de una competición atlética se considera nutrición deportiva, porque consiste en un comprimido que contiene un aminoácido purificado (y que no se ha publicitado por tener propiedades médicas); pese a ello, el comprimido se considera un suplemento dietético.

Definición de productos que se pueden vender como suplementos dietéticos

Los puntos siguientes definen los productos que se pueden vender como suplementos dietéticos en Estados Unidos:

1.Productos (que no sean tabaco) cuya finalidad sea complementar la dieta y que contengan uno o más de los siguientes ingredientes dietéticos:

a.Vitamina A.

b.Algún mineral.

c.Alguna hierba o producto botánico.

d.Algún aminoácido.

e.Alguna sustancia dietética para el consumo por seres humanos y para suplementar la dieta incrementando la ingesta dietética total.

f.Algún concentrado, metabolito, componente, extracto o combinación de ingredientes identificados y pertenecientes a los puntos a-e .

2.El producto también se tiene que ingerir por vía oral y no se puede promocionar como un alimento convencional o como el único producto aconsejable para una comida o dieta.

La FDA regula los productos que se comercializan como suplementos dietéticos y también los ingredientes dietéticos. La FDA regula los suplementos dietéticos siguiendo una serie de pautas distintas a las que regulan los alimentos convencionales y las drogas (véase la web de la FDA: www.fda.gov/food/dietarysupplements/default.htm ). En 1994, el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley innovadora, llamada «Ley de salud y educación sobre los suplementos dietéticos» (The Dietary Supplement Health and Education Act o DSHEA). Bajo esta ley, fabricantes y distribuidores de suplementos dietéticos tienen prohibido comercializar productos que estén adulterados o cuyas etiquetas mientan. Esto significa que dichas empresas son responsables de valorar la seguridad y etiquetar sus productos antes de comercializarlos para asegurarse de que cumplen todos los requisitos de la DSHEA y las normativas de la FDA. No obstante, las empresas pueden hacer propaganda de los efectos sobre la función y estructura del cuerpo siempre y cuando los fabricantes demuestren que las afirmaciones son ciertas y no engañosas; esta es una exigencia mucho menos severa que las que evalúan la verdad de las afirmaciones que se hacen sobre fármacos y drogas.

Las sustancias ergogénicas suelen estar prohibidas en las competiciones atléticas cuando se llega a un consenso según el cual aportan alguna ventaja competitiva improcedente o suponen un riesgo para la salud. Esta prohibición no se tiene que basar en datos concluyentes de que una sustancia aporte alguna ventaja; simplemente representa un acuerdo entre los administradores y médicos de que ese podría ser el caso. Como se mencionó previamente, todos los órganos rectores de los deportes publican su propia lista de sustancias prohibidas. Probablemente, la organización internacional reguladora del dopaje a nivel mundial que goza de más reconocimiento sea la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que supervisa los controles antidopaje y elabora la lista de sustancias prohibidas para el Comité Olímpico Internacional (69). Todos los países cuentan con una agencia afiliada (p. ej., la Agencia Antidopaje de Estados Unidos [USADA] o la Agencia Antidopaje de Australia [ASADA]). La ASADA no solo supervisa el tema del dopaje en los deportes olímpicos, sino también los controles antidopaje en los deportes profesionales de Australia. La lista de sustancias prohibidas se coteja y pone al día todos los años por la AMA. Mientras que la lista de la AMA es la norma internacional, otras organizaciones, como los deportes universitarios y profesionales de Estados Unidos, cuentan con listas distintas de sustancias prohibidas, así como diversos castigos para los casos de dopaje. Con independencia de la organización que regule los controles antidopaje, es a los atletas, entrenadores, especialistas de la fuerza y el acondicionamiento físico, así como a todo el personal de apoyo, a quienes incumbe garantizar que cumplan la normativa de sus respectivas organizaciones. La figura 11.1 presenta una lista de las clases de drogas prohibidas en 2013-2014 por la National Collegiate Athletic Association (Asociación Nacional Atlética Universitaria). Muchas universidades aplican en Estados Unidos esta lista, la cual experimenta cambios todos los años.

Listas de sustancias prohibidas de las principales organizaciones deportivas

Major League Baseball

http://mlbplayers.mlb.com/pa/info/cba.jsp

National Collegiate Athletic Association

www.ncaa.org/health-and-safety/policy/2013-14-ncaa-banned-drugs

National Football League

www.nflplayers.com/About-us/Rules--Regulations/Player-Policies/Banned-Substances

National Hockey League (utiliza la lista de sustancias prohibidas por la AMA)

www.nhl.com/ice/page.htm?id=26397

Agencia Mundial Antidopaje (AMA)

https://www.wada.ama.org/en

FIGURA 11.1 Lista de la Asociación Nacional Atlética Universitaria de sustancias prohibidas para los atletas universitarios de Estados Unidos. Hay que consultar con la institución y el órgano rector de nuestro deporte para contar con una lista específica.

Algunas de las sustancias son ilegales y su consumo está prohibido por el gobierno. Los esteroides anabolizantes son una sustancia de clase III, lo cual hace que su posesión, si no es para fines médicos, sea castigable con una pena máxima de un año en prisión y una multa mínima de 1.000 dólares por un primer delito de posesión de estupefacientes. La pena máxima por traficar con drogas (o por comerciar con productos ilegales) son cinco años de cárcel y una multa de 250.000 dólares si es el primer delito grave por tráfico de estupefacientes. Si es el segundo delito, la multa y la pena en prisión se doblan. Aunque estas penas son para delitos federales, cada Estado impone multas y penas de cárcel por el consumo ilegal de esteroides anabolizantes.

Hormonas

Para mejorar el rendimiento deportivo se utilizan diversas hormonas endógenas, de las cuales la más empleada es la testosterona , junto con sus derivados sintéticos (121). La testosterona es la principal hormona andrógena que interactúa con el tejido del músculo esquelético. Además de la testosterona, los atletas han empleado otras hormonas producidas por el cuerpo como ayudas ergogénicas que estimulan los testículos para que produzcan testosterona, o porque tienen propiedades anabólicas; la hormona del crecimiento es un ejemplo. La eritropoyetina, secretada por los riñones, estimula la producción de glóbulos rojos con el fin de mejorar la capacidad de resistencia aeróbica; y las catecolaminas, como la adrenalina, poseen efectos sobre el metabolismo y el sistema nervioso, y se usan a menudo para acelerar la pérdida de peso y aportar una mayor activación durante el ejercicio.

Esteroides anabolizantes

Los esteroides anabolizantes son los derivados sintéticos (artificiales) de la hormona sexual masculina, la testosterona. A nivel fisiológico, la elevación de las concentraciones de testosterona estimula la síntesis de proteínas, lo cual potencia el aumento del tamaño muscular, la masa corporal y la fuerza (27). Además, la testosterona y sus derivados sintéticos son responsables del desarrollo y maduración de las características sexuales secundarias del varón (proliferación del vello corporal; voz grave; aparición de la calvicie de patrón masculino, aumento de la libido, producción de esperma y agresividad). Estas propiedades andrógenas comprenden el desarrollo completo de las características sexuales primarias del varón. Por tanto, es más preciso referirse a los derivados sintéticos de la testosterona como esteroides anabolizantes-andrógenos; sin embargo, también reciben el nombre de andrógenos, esteroides andrógenos o esteroides anabolizantes.

La secreción de testosterona ocurre sobre todo en las células intersticiales de Leydig en los testículos. Aunque se producen otras hormonas esteroides con propiedades anabólicas-andrógenas en los testículos (p. ej., dihidrotestosterona y androstenediona), la testosterona se sintetiza en cantidades mucho mayores. La testosterona y esas otras hormonas sexuales masculinas también se secretan en cantidades significativamente menores en las glándulas suprarrenales (en hombres y mujeres) y en los ovarios (en las mujeres). Muchas de las ayudas ergogénicas en el mercado son precursores de la testosterona (androstenediona) y se analizan con más detalle más adelante en este capítulo.

No fue hasta la década de 1930 cuando se aisló la testosterona, se sintetizó y más tarde se investigaron sus efectos en el ser humano (61). Los cambios fisiológicos que regula la testosterona la han convertido en una de las drogas de elección para los atletas de fuerza y potencia u otros atletas interesados en aumentar la masa muscular (121). No obstante, la testosterona en sí es una ayuda ergogénica muy deficiente. Se produce una rápida degradación cuando la testosterona se administra por vía oral o inyectada (256). Por tanto, fue necesaria la modificación química de la testosterona para retardar el proceso de degradación a fin de lograr efectos anabolizantes y andrógenos con menores concentraciones y aportar durante más tiempo concentraciones eficaces en la sangre (256). Se desarrollaron muchos derivados de la testosterona desde 1940 hasta 1960 (207); una vez se producen estas modificaciones, el consumo de esteroides anabolizantes por vía oral o inyectados resulta posible. En años recientes, la administración de esteroides anabolizantes mediante cremas, geles de aplicación tópica y parches cutáneos ha crecido en popularidad, sobre todo por razones médicas. Sin embargo, las vías más usadas para la administración a los atletas son por vía oral e inyectada (121). En la tabla 11.1 aparece una lista de esteroides anabolizantes inyectables.

TABLA 11.1 Tipos de esteroides anabolizantes usados por atletas

Nombre genérico o categoría

Ejemplos de nombres comerciales

Esteroides oralmente activos

Metandrostenolona

Dianabol

Oxandrolona

Anavar

Estanozolol

Winstrol

Oximetolona

Anadrol 50

Fluoximesterona

Halotestin

Metiltestosterona

Metandren

Mesterolona

Proviron

Esteroides inyectables

Esteres de testosterona*

Depo-testosterone

Esteres de nandrolona*

Deca-Duurabolin

Estanozolol

Winstrol

Enantato de metenolona

PrimobolanDepot

Undecilenato de boldenona

Equipoise

Acetato de trenbolona

Finaject

*Estas son categorías genéricas de sustancias; existen muchas preparaciones diferentes.

Dosis

Los atletas suelen utilizar esteroides anabolizantes en un régimen de « apilamiento », en que se administran al mismo tiempo varios fármacos simultáneamente (187). La razón del apilamiento es aumentar la potencia de cada droga por su efecto aditivo. Es decir, la potencia de un agente anabolizante mejora en ocasiones cuando se consume simultáneamente con otro agente anabolizante. La investigación sobre este tema es limitada y todavía no se ha demostrado la eficacia de una forma u otra. Las personas consumen compuestos orales e inyectables. La mayoría de los consumidores toman esteroides anabolizantes siguiendo un patrón cíclico, lo que significa que consumen los fármacos durante varias semanas o meses y alternan esos ciclos con períodos de consumo discontinuo (187). A menudo los usuarios se administran el fármaco siguiendo un patrón en pirámide por el cual las dosis se incrementan de forma continuada durante las horas siguientes (121). Hacia el final del ciclo, el atleta «disminuye escalonadamente» las dosis para reducir la posibilidad de que haya efectos secundarios negativos. En este punto, algunos atletas interrumpen el consumo de drogas o inician otro ciclo con distintos fármacos (p. ej., drogas que aumentan la producción de testosterona endógena con el fin de prevenir el descenso indeseable en las concentraciones de testosterona que sigue a la retirada de los agentes farmacológicos). Un estudio demostró que el típico régimen de esteroides implicaba una media de 3,1 agentes, con un típico ciclo de 5 a 10 semanas (187). La dosis administrada al atleta varió entre 5 y 29 veces por encima de las dosis de reposición fisiológica (187). Estas dosis farmacológicas más altas parecen ser necesarias para que se manifiesten las mejoras que desean los atletas. En uno de los primeros estudios sobre la curva de respuesta a la dosis de los esteroides anabolizantes, Forbes (81) demostró que la dosis total de esteroides anabolizantes presentaba una relación logarítmica respecto a los incrementos de la masa corporal magra; dosis bajas solo obtenían ligeros efectos, aunque había un aumento progresivo de la masa corporal magra con dosis cada vez mayores. Estos resultados reforzaron la convicción entre los atletas de que si una dosis baja era eficaz, una dosis mayor tenía que ser mejor.

Los atletas suelen emplear dosis más altas de las sustancias que se prescriben a varones con niveles bajos de testosterona. La metandrostenolona, por ejemplo, mantiene las características sexuales secundarias normales de los hombres hipogonadales mediante una dosis de reposición de aproximadamente 15 mg/día; los atletas han registrado un consumo de hasta 300 mg/día (88). Esta droga oralmente activa no está disponible para uso médico en Estados Unidos desde hace más de una década, pero sigue estando disponible en el mercado negro. El enantato de testosterona es un éster de testosterona y también un esteroide inyectable disponible en Estados Unidos, el cual se usa clínicamente en algunas enfermedades poco corrientes y para tratamientos de reposición. Una dosis de reposición consiste aproximadamente en 75 a 100 mg/semana, administrada cada una o dos semanas. Los esteroides inyectables se administran por vía intramuscular, habitualmente con inyecciones profundas en los glúteos. También son más potentes que los esteroides orales por su vía de administración, y quizá también porque no requieren una modificación adicional para protegerlos de su metabolización inmediata en el hígado. Los compuestos inyectables presentan gran diversidad de hemividas. Entre los ésteres de testosterona, el propionato de testosterona sigue en circulación aproximadamente 1,5 días, mientras que el buciclato de testosterona aún se mantiene tres meses después con una sola inyección (18).

¿Quién consume esteroides anabolizantes?

Se cree que los atletas (sobre todo los atletas de fuerza) cuyos objetivos son mejorar el rendimiento atlético son los principales usuarios de los esteroides anabolizantes. George J. Mitchell, exsenador de Estados Unidos, en el famoso «Informe Mitchell» de 2007 afirmó que el consumo de esteroides andrógenos-anabolizantes por jugadores de la Liga Nacional de Béisbol en Estados Unidos era generalizado (49). Antes de esta revelación sobre el consumo de esteroides anabolizantes entre los atletas, informes previos que se remontan a los Juegos Olímpicos de 1952 y 1956 ya denunciaban el uso sistemático de andrógenos entre los miembros del equipo soviético de halterofilia (49). También se ha documentado en otros países el consumo de esteroides anabolizantes amparado por el Estado. En la antigua República Democrática Alemana, tras la caída del gobierno comunista en 1990, documentos desclasificados revelaron la existencia de un programa secreto que se inició en 1966 para mejorar el rendimiento atlético nacional mediante el consumo de andrógenos (49, 86). En Estados Unidos también se ha documentado un consumo extendido entre powerlifters (59), jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano (125) y atletas universitarios (167). Aunque los resultados de varias encuestas sugieren que el consumo de esteroides anabolizantes parece haber declinado las últimas décadas (133, 238), hoy en día son uno de los principales problemas en el deporte por las acusaciones sobre un consumo extendido en muchos deportes durante los últimos años (84).

Los atletas de fuerza no son los únicos usuarios de los esteroides anabolizantes. Las personas ajenas a los deportes organizados emplean los esteroides para mejorar su aspecto y no el rendimiento (66). Las encuestas nacionales a varones universitarios estadounidenses en último año de carrera demostraron que aproximadamente el 7% estaban consumiendo, o habían consumido, esteroides anabolizantes (14, 39). Un tercio de los usuarios confesos de consumir esteroides no practicaban deportes universitarios y más de una cuarta parte de ellos afirmaron que su principal razón para consumir esteroides fue mejorar su aspecto y no su rendimiento atlético. Pope (191, 193) describió una subserie de fisioculturistas con una imagen alterada de sí mismos, ya que se veían pequeños y débiles a pesar de ser corpulentos y musculosos. Estas personas utilizaron sustancias ergogénicas y entrenamiento con pesas para aumentar el tamaño corporal. Pope llama a esta afección «anorexia nerviosa inversa», que también se conoce como dismorfia muscular . Estos fisioculturistas parecen ser sustancialmente distintos de los atletas competitivos en lo que se refiere a sus objetivos, a los riesgos sustanciales para la salud que algunos están dispuestos a correr y a sus estrategias por usar dosis extremadamente grandes de esteroides anabolizantes. Este fenómeno tal vez sugiere por qué las enfermedades más graves asociadas con el consumo de esteroides se han concentrado casi exclusivamente entre los fisioculturistas y no en otros atletas que consumen esteroides (88).

Eficacia

Los supuestos beneficios ergogénicos habitualmente atribuidos al consumo de esteroides anabolizantes son el aumento de la masa muscular, la fuerza y el rendimiento atlético, sobre todo en deportes que exigen niveles máximos de fuerza. Cuando se consumen esteroides anabolizantes en dosis suprafisiológicas, se manifiestan estos beneficios ergogénicos (27, 240). El grado y la incidencia de estos cambios son variables, dependiendo en gran medida, entre otros factores, del estado de entrenamiento del individuo (27).

Masa muscular y fuerza Una de las razones principales por la que atletas y no atletas consuman esteroides anabolizantes es que aumenta la masa muscular y la fuerza máxima. Si se producen tales mejoras, el rendimiento mejora en el terreno de juego, aunque todas las demás variables se mantengan constantes. Cuando los esteroides anabolizantes se administran en dosis parecidas a las empleadas por los atletas de competición y los que siguen un entrenamiento recreativo, se aprecian incrementos en la síntesis de proteínas musculares (106). Estos incrementos en la síntesis de proteínas probablemente sean responsables de los aumentos observados en la masa corporal magra de atletas entrenados recreativos y competitivos que consumían esteroides anabolizantes (111, 113, 153, 240, 250). Incluso cuando se administraron esteroides anabolizantes a hombres adultos normales que no practicaban ningún entrenamiento intenso de fondo, se observaron incrementos en la masa corporal, como el tejido magro (27, 82, 88, 252). La extensión que alcanzan las mejoras de la masa corporal magra y de la fuerza máxima con el consumo de esteroides anabolizantes se ha documentado en la literatura científica en el estudio de un caso (2). En este estudio, un fisioculturista varón, adulto y de nivel internacional se inyectó hormonas andrógenas (en dosis de 53 mg/día) durante un año de entrenamiento que solo incluyó un período de abstinencia de cuatro semanas a mitad de año. Durante este período, el fisioculturista ganó unos 7 kg de tejido magro, aumentó en seis meses un 11% el área media de las fibras del músculo vasto lateral, e incrementó significativamente su fuerza máxima. Pese a estas mejoras en la masa y fuerza musculares, la salud del individuo se vio afectada negativamente. En concreto, después de la retirada del fármaco, el sujeto experimentó atrofia testicular y niveles bajos de hormona luteinizante, hormona folicular y testosterona. También bajó significativamente el nivel de colesterol ligado a las lipoproteínas de alta densidad (HDL), lo cual manifiesta un mayor riesgo de aterogénesis. (Véase más información sobre las consecuencias para la salud derivadas del consumo de esteroides anabolizantes en el apartado «Efectos indeseables»).

Durante cierto tiempo se postuló que los incrementos en la masa corporal con el consumo de andrógenos se debían a un aumento de la presencia de agua en el cuerpo (113). Es de esperar un aumento del agua corporal total con un incremento de la masa muscular, dado que el agua es responsable de la mayor parte del peso celular; sin embargo, se ha postulado que los esteroides anabolizantes tal vez también causen retención de agua al aumentar el volumen intersticial y extracelular. Aunque la retención de agua tal vez explique por qué no todo el aumento de peso se mantiene al cesar el consumo de esteroides anabolizantes, este aspecto todavía no se comprende del todo. En un estudio con fisioculturistas experimentados, la administración durante un ciclo de ocho semanas de decanoato de nandrolona (200 mg/semana, intramuscular) posibilitó un aumento significativo de 2,2 kg en la masa corporal, un incremento de 2,6 kg en la masa magra y un decremento de 0,4 kg en la masa adiposa, sin cambio en la hidratación de la masa magra (240). Por lo demás, la relación de agua extracelular e intracelular no sufrió ningún cambio. Incluso después de seis semanas de consumo discontinuo de andrógenos, la masa corporal de los fisioculturistas siguió siendo significativamente mayor que la de los niveles iniciales de referencia (1,6 kg más), aunque no se apreciaron cambios en la hidratación. El aumento de la masa magra y la posible reducción de la masa adiposa tal vez duren varios meses tras el cese de su consumo (82) (figura 11.2 ). Por tanto, los atletas tal vez obtengan beneficios del consumo de esteroides incluso si dejan de tomar las drogas el tiempo suficiente antes de la competición para dar negativo en las pruebas antidopaje. Esta es la razón de que las pruebas antidopaje sin avisar a lo largo del año para ciertos atletas de elite sean importantes para la prevención de un consumo ilegal de fármacos.

FIGURA 11.2 Cambios en la masa corporal magra con la administración de esteroides anabolizantes y tras la retirada del fármaco.

Fuente: Datos de Forbes, Porta, Herr y Griggs, 1992 (82).

Rendimiento atlético En principio, los investigadores que examinaron la ergogenicidad de los esteroides anabolizantes administrados exógenamente no fueron capaces de apreciar efectos significativos en el rendimiento (75, 85, 161, 223). Por consiguiente, la comunidad científica y médica sugirió que los esteroides anabolizantes tenían poca influencia sobre el rendimiento atlético. Esto, sin embargo, contradecía los informes anecdóticos procedentes de gimnasios y centros de entrenamiento, que mostraban grandes mejoras en la fuerza de los atletas. Al examinar más a fondo los estudios iniciales, fueron evidentes varios fallos metodológicos. Varios de estos estudios emplearon dosis fisiológicas, al contrario que las dosis suprafarmacológicas habitualmente consumidas por los atletas que se autoadministran andrógenos. En lo esencial, estos sujetos fueron suprimiendo su producción endógena y la remplazaron por un esteroide anabolizante exógeno. Otro fallo en alguna de estas investigaciones fue el método de evaluación de la fuerza. En varios estudios se evaluó el rendimiento de la fuerza mediante un modo de ejercicio diferente al estímulo del entrenamiento. Esta falta de especificidad probablemente enmascaró cualquier posible efecto del entrenamiento. Además, varios estudios usaron sujetos con una mínima experiencia en el entrenamiento resistido (85, 223). Cuando se administran andrógenos exógenos a deportistas con experiencia en el entrenamiento resistido, se registran habitualmente mejoras significativas de la fuerza (3, 113, 217, 250). Las mejoras de la fuerza en atletas de fuerza con experiencia por lo general son más pequeñas respecto a las documentadas en halterófilos novatos; sin embargo, cuando los atletas de fuerza consumen esteroides anabolizantes, sus mejoras en la fuerza en ocasiones doblan o triplican las habituales en atletas similarmente entrenados pero que no toman suplementos (113, 240, 250).

Los supuestos beneficios ergogénicos habitualmente atribuidos al consumo de esteroides anabolizantes son el aumento de la masa muscular, la fuerza y el rendimiento atlético, aunque estos cambios dependen del estado de entrenamiento del individuo.

Efectos psicológicos

El consumo de esteroides anabolizantes también se asocia con cambios en los niveles de agresividad, motivación e irritabilidad (174). En la Alemania del Este supuestamente se usaron esteroides anabolizantes con este fin, suministrando altas dosis de esteroides al sistema nervioso central por la nariz. El tema todavía no ha sido bien estudiado, pero informes anecdóticos sugieren que esta práctica aumentaba mucho la agresividad y mejoraba el rendimiento de los atletas (65). Una mayor motivación y autoestima pueden ser un efecto secundario positivo del empleo de esteroides anabolizantes. El aumento de la agresividad tal vez también se considere un beneficio, sobre todo para los atletas que practican deportes de contacto.

Sin embargo, es posible que el aumento de la agresividad no se confine solo al rendimiento atlético. Los consumidores de esteroides anabolizantes que experimentan un aumento de la agresividad tal vez supongan un peligro para sí mismos y para aquellos con los que conviven (183, 192). Los esteroides anabolizantes también se asocian con cambios bruscos de humor y con episodios psicóticos. Los estudios han demostrado que casi el 60% de los consumidores de esteroides anabolizantes experimentan incrementos de la irritabilidad y la agresividad (192). Pope (194) registró un aumento significativo de la agresividad y de las puntuaciones en la escala para la evaluación de la manía tras 12 semanas de administración de inyecciones de cipionato de testosterona en un estudio transversal a doble ciego. Resulta interesante que los resultados de este estudio no fuesen uniformes entre los sujetos. La mayoría de los individuos mostraron pocos efectos psicológicos y pocos de ellos manifestaron efectos destacados. Todavía hay que identificar una relación de causa y efecto en los consumidores de esteroides anabolizantes, aunque parece ser que las personas que experimentan cambios psicológicos o de la conducta se recuperan cuando se interrumpe el consumo de esteroides (91).

TABLA 11.2 Signos y síntomas del consumo abusivo de ayudas ergogénicas

Sistema afectado

Efectos indeseables

Cardiovascular

Cambios en el perfil lipfdico

Hipertensión arterial

Disminución de la función miocárdica

Endocrino

Ginecomastia

Disminución del recuento de

espermatozoides

Atrofia testicular

Impotencia e infertilidad transitoria

Genitourinario

Hombres

Disminución del recuento de espermatozoides

Atrofia testicular

Disminución del tamaño de los testiculos

Mujeres

Irregularidades en el ciclo menstrual

Clitoromegalia

Voz más grave

Masculinismo

Hombres y mujeres

Ginecomastia

Cambios en la libido

Dermatológico

Acné

Calvicie de patrón masculino

Hepático

Aumento del riesgo de daños y tumores hepáticos

Musculo-esquelético

Cierre prematuro de las láminas epifisarias

Aumento del riesgo de roturas tendinosas

Abscesos intramusculares

Psicológico

Manías

Depresión

Agresividad

Hostilidad

Cambios bruscos de humor

Efectos indeseables

En la tabla 11.2 se expone una relación de los efectos indeseables asociados con el consumo de esteroides anabolizantes. Es importante reparar en que existen diferencias entre los efectos secundarios del consumo de esteroides anabolizantes bajo supervisión médica y los asociados con su consumo abusivo (es decir, el consumo de muchos fármacos en dosis altas). La mayor parte de la información concerniente a los cuadros clínicos adversos asociados con el consumo de esteroides anabolizantes se ha documentado en atletas que se autoadministraron dichos fármacos. A su vez, parte de la literatura ha sugerido que quizá se hayan exagerado un tanto los problemas médicos relacionados con los esteroides anabolizantes (26, 258), teniendo en cuenta que muchos de los efectos indeseables relacionados con su abuso son reversibles al cesar su consumo. A nivel anecdótico parece evidente la magnitud desproporcionada del consumo y la incidencia de episodios adversos entre los fisioculturistas (conocidos también por el consumo de otros fármacos —como diuréticos, hormonas tiroideas, insulina y antiestrógenos— que alivian parte de los efectos secundarios, pero que también potencian otros factores de riesgo) en comparación con los atletas de fuerza y potencia.

Precursores de la testosterona (prohormonas)

Las prohormonas son precursores de la síntesis de otras hormonas, y se apunta la hipótesis de que aumentan la capacidad del cuerpo para producir una hormona específica. La base para el consumo de prohormonas como ayuda ergogénica evolucionó a partir de un estudio que mostró un incremento tres veces superior en los niveles de testosterona en mujeres sanas a las que se administraron 100 mg de androstenediona o de dehidroepiandrosterona (163). Es probable que los atletas que se han seguido administrando estos precursores de la testosterona (androstenediona, androstenediol y dehidroepiandrosterona [DEHA]) hagan lo mismo con la idea de aumentar las concentraciones de testosterona, la fuerza, el tamaño muscular y las ganas de entrenar, además de obtener mejoras generales en el rendimiento físico similares a las experimentadas por personas que toman esteroides anabolizantes. Sin embargo, estos precursores poseen unas propiedades andrógenas relativamente débiles; la androstenediona y la DEHA solo tienen respectivamente una quinta y una décima parte de la actividad biológica de la testosterona (175). No obstante, los precursores de la testosterona pasaron oficialmente a formar parte de la lista de sustancias controladas en la Ley de Control de Esteroides Anabolizantes de 2004 aprobada por el Congreso de Estados Unidos, la cual exige contar con receta médica para consumir estas sustancias.

Los estudios que examinaron la eficacia de los precursores de la testosterona han obtenido resultados variables. Ninguna diferencia significativa en la fuerza o la composición corporal se apreció en hombres de mediana edad sometidos a un entrenamiento resistido suplementado, bien con DHEA, bien con androstenediona (100 mg) o bien con un placebo durante tres meses (248). Cuando se examinó la suplementación con DHEA (150 mg) en un grupo de varones jóvenes (19-29 años) que siguieron dicha suplementación durante dos semanas sí, dos semanas no durante ocho semanas, no hubo mejoras en la fuerza ni en el tejido magro (37). Por lo demás, los investigadores no fueron capaces de apreciar en los casos con suplementación ningún cambio en los niveles de concentración sérica de testosterona, estrona, estradiol o lípidos. Incluso en estudios en que se emplearon dosis más altas (300 mg) de androstenediona durante ocho semanas, siguiendo un protocolo parecido de dos semanas sí y dos semanas no, no se observó ningún efecto significativo en la fuerza, el tamaño muscular ni en las concentraciones de testosterona (144). Sin embargo, la suplementación con androstenediona sí causó un incremento de las concentraciones séricas de estradiol y estrona, y se asoció con niveles más bajos de lipoproteínas de alta densidad (HDL). Estos resultados sugieren que, aunque no se produzcan cambios en el rendimiento de los atletas que toman este suplemento, tal vez corran un mayor riesgo de sufrir alguno de los efectos secundarios negativos asociados con el consumo de esteroides anabolizantes. Broeder (34), en la conclusión de su estudio del Andro Project, en el cual se investigaron las influencias hormonales y fisiológicas de la androstenediona junto con un programa de entrenamiento resistido de alta intensidad, hace la siguiente afirmación:

Los precursores de la testosterona no estimulan adaptaciones al entrenamiento resistido cuando se consumen en las dosis recomendadas por los fabricantes. La suplementación con precursores de la testosterona no causa incrementos significativos de los compuestos afines a los estrógenos, de las concentraciones de sulfato de dehidroepiandrosterona, de la regulación decreciente en la síntesis de testosterona ni alteraciones desfavorables de la lipemia y los perfiles de riesgo de arteriopatía coronaria en hombres de 35 a 65 años de edad.

Basándonos en las pruebas científicas, parece como si las prohormonas no llegaran a proporcionar los efectos anabolizantes por lo general asociados con los andrógenos (36). Sin embargo, los estudios científicos se han centrado casi exclusivamente en solo unos pocos suplementos de prohormonas, como DHEA, androstenediol, 19-norandrostenediona y 19-norandrostenediol. Hay muchos otros suplementos de prohormonas en el mercado que no se han estudiado en atletas muy entrenados. Por lo demás, la administración oral ha sido el método primario para el consumo de prohormonas. El consumo oral de prohormonas tal vez no sea tan eficaz como otros medios de consumo (p. ej., inyecciones), todo lo cual sugiere que todavía se necesitan estudios continuados de la eficacia de los precursores de la testosterona con el fin de mejorar el rendimiento, específicamente, la exploración de otras vías de ingestión en atletas competitivos entrenados.

Gonadotropina coriónica (HCG)

La gonadotropina coriónica humana (HCG, Human Chorionic Gonadotropin ) es una hormona obtenida de la placenta de las mujeres embarazadas y está estrechamente relacionada en su estructura y función con la hormona luteinizante. De hecho, es el indicador del embarazo usado por los kits de prueba de embarazo que venden en las farmacias, dado que habitualmente no se encuentra en el cuerpo en ningún otro momento. En la población general, a veces se inyecta HCG a mujeres con sobrepeso y bajo supervisión médica junto con dietas hipocalóricas con el propósito de adelgazar (99). Los estudios de investigación sugieren que, cuando se usa con este propósito, la HCG no es eficaz para inducir la pérdida de peso. La restricción calórica que acompaña a las inyecciones de HCG parece ser el principal factor contribuyente a la pérdida de peso asociada (99).

Ejemplos de suplementos con prohormonas prohibidos

Esta lista contiene algunos ejemplos de prohormonas que han sido prohibidas como parte de la Ley de Control de Esteroides Anabolizantes de 2004, si bien no es una lista exhaustiva.

•Androstanediol

•Androstanediona

•Bolasterona

•Metiltestosterona

•Norandrostenediol

•Norandrostenediona

•19 nor-4-androstenediol

•19-nor-5-androstenediol

•1-testosterona

Eficacia

Mientras que la HCG no ofrece a las mujeres la posibilidad de mejorar el rendimiento, se cita anecdóticamente su utilidad para los hombres que consumen esteroides anabólicos. Cuando se inyecta en hombres, la HCG incrementa la producción de testosterona testicular; los niveles de testosterona casi se doblan cuatro días después de recibir una inyección intramuscular grande (54). La actividad de la HCG en el cuerpo del hombre se debe a su capacidad para imitar la hormona luteinizante, una hormona de la hipófisis que estimula a las células de Leydig presentes en los testículos para que fabriquen testosterona (160). La razón por la que los hombres querrían inyectarse HCG para aumentar los niveles de testosterona endógena es que la producción de esta se suprime al final de un ciclo de esteroides (173, 176). Por esa razón, si se usa HCG, probablemente lo hagan quienes están acabando un ciclo de esteroides anabolizantes con la intención de activar su propia producción de testosterona endógena.

Efectos indeseables

La gonadotropina coriónica se administra en forma de inyección subcutánea o intramuscular; los efectos secundarios habituales tras su administración son dolor, edema y sensibilidad dolorosa al tacto en el lugar de la inyección. Hay muy pocos estudios sobre los efectos secundarios de las inyecciones de HCG. En una investigación en que se inyectó HCG a mujeres obesas, no se registraron efectos indeseables respecto a la tensión arterial o el hemograma de rutina (218).

Insulina

La insulina es una potente hormona anabólica. Es secretada por el páncreas en respuesta a elevaciones de la glucemia o las concentraciones de un aminoácido específico (p. ej., leucina). Su papel es facilitar la captación de glucosa y aminoácidos dentro de la célula. Como la insulina incrementa la síntesis de proteínas, se considera una hormona anabólica.

Eficacia

Cuando las concentraciones de insulina se elevan de forma natural (es decir, endógenamente por el páncreas tras la ingestión de hidratos de carbono), no hay problemas de seguridad en personas por lo demás sanas. Además, varios informes revelan que la ingestión de hidratos de carbono tras el entrenamiento suprime el catabolismo de las proteínas musculares a través de los efectos anticatabólicos de la insulina (32, 201). En teoría, si se anula la destrucción de proteínas durante varias semanas o meses, resulta posible el aumento de la masa muscular magra.

Efectos indeseables

Debido a las propiedades anabólicas de la insulina y su rumoreada capacidad para potenciar los efectos de la hormona del crecimiento y de los factores de crecimiento insulinoides, algunas personas (sobre todo los fisioculturistas) se la administran mediante inyecciones. El consumo de insulina de esta manera conlleva consecuencias graves. Posibles resultados en atletas previamente sanos son muerte inminente, coma o desarrollo de diabetes insulinodependiente (160).

Hormona del crecimiento humano

La hormona del crecimiento humano (HGH, Human Growth Hormone ) o somatotropina, una proteína secretada por la adenohipófisis, cumple varias funciones fisiológicas importantes que mejoran su efecto ergogénico. Es anabólica debido a que estimula el crecimiento óseo y del músculo esquelético, pero también desempeña importantes funciones metabólicas, como mantener la glucemia, aumentar la captación de glucosa y aminoácidos por las células musculares (80), y estimular la liberación de ácidos grasos de los adipocitos.

La fuente farmacológica primaria de la hormona del crecimiento es una molécula relativamente complicada que se puede sintetizar usando la tecnología del ADN recombinante. Sin embargo, hasta 1986, la única fuente de la hormona era la hipófisis de cadáveres. Como los receptores de la HGH son incapaces de tener una reacción cruzada con la hormona del crecimiento de fuentes animales, el coste financiero de la HGH era muy alto antes de 1986. Aunque el uso de la hormona del crecimiento de cadáveres no estaba libre de riesgos significativos para la salud, estas consecuencias no impidieron que los atletas tomaran el suplemento, aunque solo de manera sustancialmente restringida (121). El desarrollo de la HGH recombinante proporcionó a los médicos un fármaco de riesgo relativamente bajo a un coste menor (comparado con la hormona del crecimiento de cadáveres) y una mayor disponibilidad. Los médicos ahora pueden prescribir HGH recombinante para aumentar la estatura de niños bajos con un déficit de la hormona del crecimiento y alterar la composición corporal de los adultos. Se cree que el empleo de HGH como sustancia para mejorar el rendimiento está extendido entre los atletas profesionales; se toma sola o combinada con esteroides anabolizantes (17). Aunque la tecnología recombinante haya aumentado la disponibilidad de la HGH, su coste, sobre todo en el mercado negro, es muy elevado: entre varios cientos y algunos miles de dólares al mes. Humatrope, Nutropin, Norditropin, Genotropin, Serostim, Saizen y Protropin son marcas comerciales de HGH habitualmente consumidas en Estados Unidos.

Eficacia

Parece ser que no hay estudios sobre la eficacia de la HGH en los atletas profesionales. La mayoría de las investigaciones sobre la HGH se han centrado en ella como terapia sustitutiva para adultos o niños con déficit de la hormona del crecimiento, o para personas ancianas sanas. Estos estudios han mostrado de forma sistemática alteraciones positivas de la composición corporal (incrementos del tejido corporal magro y disminución de la grasa corporal) (79, 120, 204, 228). En hombres con déficit confirmado de la hormona del crecimiento, las inyecciones por la noche de HGH recombinante durante seis meses consiguieron un incremento medio de 5,4 kg de la masa corporal magra y una cantidad similar de pérdida de grasa (204). La mayoría de los estudios no han abordado el efecto del tratamiento con la HGH sobre la fuerza muscular y el rendimiento. Un estudio no registró cambios en la fuerza isocinética después de 12 meses de tratamiento (120). Sin embargo, los sujetos de ese estudio no realizaron ningún entrenamiento resistido durante el curso del tratamiento. Un estudio con adultos entrenados a los que se administró la hormona del crecimiento (tres días semanales durante seis semanas) registró cambios modestos en la composición corporal, si bien no se practicó ninguna evaluación inicial de la fuerza (58). Aunque la literatura científica no respalde la eficacia de la HGH en poblaciones atléticas, es probable que la incapacidad para realizar tales estudios (debido a restricciones éticas) limite mucho nuestro conocimiento de la HGH y el rendimiento humano. Años atrás, el consumo de HGH por atletas tal vez fuera prevalente en algunos deportes profesionales por su eficacia percibida y por el hecho de que no se podía detectar en análisis antidopaje aleatorios . En la actualidad, la HGH no es detectable en la orina con estos análisis y tal vez los atletas opten por su empleo por este motivo; sin embargo, fue en los Juegos Olímpicos de verano de 2004 en Atenas, Grecia, cuando se introdujo por vez primera un análisis de sangre para detectar la HGH.

La hormona del crecimiento es una molécula proteica. Su inyección es necesaria para evitar su completa metabolización y para mantener su eficacia. Su ingesta oral no aporta ningún beneficio. Muchas de las acciones de la hormona del crecimiento son mediadas por el factor de crecimiento insulinoide tipo I (IGF-I), otra hormona péptida que produce y secreta el hígado como respuesta a la estimulación de la hormona del crecimiento. El factor de crecimiento insulinoide tipo I se está sintetizando actualmente mediante tecnología de ADN recombinante y es probable que produzca los mismos efectos que la HGH.

Efectos indeseables

El consumo de HGH presenta, sin embargo, algunos riesgos potenciales significativos para la salud. La secreción excesiva de la hormona del crecimiento durante la infancia provoca gigantismo, una afección que hace que las personas crezcan hasta una talla anormal. Pasada la pubertad, una vez terminado el crecimiento lineal, la secreción excesiva de la hormona del crecimiento causa acromegalia , una enfermedad desfigurante caracterizada por el ensanchamiento de los huesos, artritis, engrandamiento de los órganos y anomalías metabólicas. Este es un riesgo potencial para los atletas que consumen HGH como ayuda ergogénica. Además, estos efectos secundarios tal vez indiquen qué atletas pueden estar consumiendo este fármaco. En los estudios clínicos sobre adultos con déficit de la hormona del crecimiento, los efectos secundarios parecen ser mínimos durante hasta dos años de terapia sustitutiva (1, 120, 237). Sin embargo, los atletas que toman suplementos con HGH suelen consumir dosis que superan con mucho las dosis habitualmente administradas en los tratamientos sustitutivos (17). Por tanto, no hay que asumir que el consumo de HGH sea benigno respecto a cuadros clínicos adversos en las dosis habitualmente usadas por la población atlética. Los efectos secundarios indeseables del consumo abusivo de HGH son diabetes en personas con propensión, disfunción cardiovascular, dolor muscular, óseo o articular, hipertensión, crecimiento anormal de los órganos y osteoartritis acelerada (17).

Aunque la hormona del crecimiento humano como terapia sustitutiva para personas con déficit de IGF-I pueda resultar eficaz y tenga mínimas consecuencias indeseables, las dosis que es probable que usen los atletas suponen un riesgo significativo de sufrir acromegalia.

Eritropoyetina

Uno de los factores limitadores para el rendimiento de fondo es la capacidad de los atletas para suministrar oxígeno al músculo esquelético que se contrae. A lo largo de los años se han desarrollado varios métodos con el fin de aumentar la capacidad del cuerpo para suministrar oxígeno. Algunos métodos comprenden programas de entrenamiento novedosos que elevan naturalmente los niveles de glóbulos rojos y hemoglobina (es decir, entrenamiento en altura), mientras que otros métodos implican medios sintéticos para elevar la capacidad transportadora de oxígeno de la sangre (es decir, dopaje en sangre). El dopaje sanguíneo aumenta la masa celular de eritrocitos y se suele practicar mediante transfusiones sanguíneas o consumiendo una hormona llamada eritropoyetina. Mediante transfusiones de sangre, dos son las formas de dopaje sanguíneo: autólogo y homólogo. El dopaje sanguíneo autólogo es la transfusión de la propia sangre, que se almacena (refrigerada o congelada) hasta que es necesaria. El dopaje sanguíneo homólogo es la transfusión de sangre de otra persona con el mismo tipo sanguíneo. Desde finales de la década de 1980, el dopaje en sangre mediante transfusiones de sangre autóloga ha dado un paso atrás frente a otro método más popular, la administración de eritropoyetina humana recombinante (47).

La eritropoyetina (EPO) se produce en los riñones y estimula la producción de eritrocitos nuevos. También es una hormona proteica que es posible fabricar con técnicas de ADN recombinante y que se sabe que ha sido objeto de un consumo abusivo por atletas (72). El consumo de eritropoyetina fue uno de los métodos de dopaje que Lance Armstrong admitió haber utilizado en su vida de ciclista. El nivel de EPO en la sangre aumenta como respuesta al ejercicio crónico de resistencia aeróbica. En ciertos tipos de anemia, sobre todo en pacientes con afección renal con una producción inadecuada de EPO, la EPO humana recombinante mejora la calidad de vida de estas personas.

Eficacia

Las inyecciones de EPO se asocian por lo general con elevaciones del hematocrito y la hemoglobina. Cuando se administró EPO a hombres normales durante seis semanas de tratamiento, los niveles del hematocrito se incrementaron del 44,5% al 50%; las concentraciones del hematocrito aumentaron un 10%; la capacidad aeróbica aumentó entre un 6% y un 8%, y el plazo de tiempo hasta el agotamiento mejoró hasta un 17% (25, 73). La mejora de la capacidad transportadora de oxígeno de la sangre hace de la EPO una ayuda ergogénica eficaz para los atletas de resistencia aeróbica.

Efectos indeseables

Aunque el uso supervisado médicamente de EPO aporte un beneficio terapéutico para el tratamiento de la anemia relacionada con pacientes con nefropatías, su administración incorrecta conlleva graves riesgos para la salud de los atletas que consumen esta sustancia tan solo para lograr una ventaja competitiva. El aumento del hematocrito con inyecciones de EPO representa un riesgo significativo para la salud. El aumento del número de glóbulos rojos eleva la viscosidad de la sangre (espesamiento). Esto presenta varios problemas, como el aumento del riesgo de coagulación sanguínea, la elevación de la tensión arterial sistólica y casos de embolia cerebral o pulmonar (95). Durante pruebas de resistencia aeróbica, el problema adicional de la deshidratación elevaba los riesgos cardiovasculares al eliminar cualquier margen de seguridad en el equilibrio entre las ventajas para el rendimiento generadas por un aumento artificial del hematocrito y los inconvenientes por el aumento de la viscosidad de la sangre. Las muertes de varios ciclistas de competición se han vinculado con la administración de EPO (95). El riesgo primario asociado con la EPO es su falta de previsibilidad en comparación con la infusión de glóbulos rojos. Una vez que se inyecta EPO en el cuerpo, el estímulo para producir glóbulos rojos ya no está bajo control. Por consiguiente, los atletas de resistencia aeróbica deberían evitar este fármaco por el significativo riesgo cardiovascular y por ser una posible causa de defunción.

Agonistas adrenérgicos ß

Los agonistas adrenérgicos ß sintéticos o agonistas ß , son sustancias químicamente relacionadas con la adrenalina, una hormona producida en la médula suprarrenal que regula los efectos fisiológicos, como la lipólisis (el catabolismo de grasas) y la termogénesis (aumento del gasto de energía que deriva en la producción de calor). Los agonistas ß se desarrollaron originalmente para el tratamiento del asma y otras enfermedades potencialmente mortales. Se ha hallado que algunos de estos compuestos tienen efectos específicos sobre la composición corporal, como incrementos en la masa magra y decrementos de la grasa almacenada (195); por eso estos fármacos a veces reciben el nombre de agentes de partición (24). Uno de los agonistas ß más populares que consumen los atletas es el clembuterol (195).

Eficacia

El clembuterol es un agonista ß2 y también un broncodilatador ampliamente usado (para invertir la restricción bronquial) en muchas partes del mundo. Los atletas consumen clembuterol como ayuda ergogénica para aumentar la masa muscular magra y reducir la grasa subcutánea (195). Los datos sobre la eficacia del clembuterol se han basado, no en los atletas sanos, sino en sujetos con insuficiencia cardíaca (138), pacientes que experimentan atrofia muscular progresiva (165) y modelos animales (162, 164). Aunque los estudios en humanos sean limitados, varios datos han revelado el potencial ergogénico de los agonistas ß2 para la mejora de la fuerza (164, 166). Los atletas suelen consumir clembuterol en dosis que doblan la cantidad recomendada y administrada con fines clínicos, de una forma cíclica (tres semanas alternando con tres semanas sin dosis, con un ciclo de dos días sí y dos días no, durante las semanas de tratamiento) (195). Se cree que este régimen cíclico evita la regulación decreciente de los receptores ß2 (160).

Efectos indeseables

Los atletas consumen clembuterol en cápsulas, a diferencia de la vía de inhalación que a menudo se emplea para aliviar la constricción bronquial. Aunque se han sugerido diversos potenciales efectos secundarios (taquicardia transitoria, hipertermia, temblores, mareos, palpitaciones e insomnio), los episodios documentados son bastante limitados (160). La escasez de datos sobre la capacidad ergogénica potencial del clembuterol en los humanos hace difícil determinar su eficacia.

Bloqueadores ß

Los bloqueadores ß son una clase de fármacos que bloquean los receptores adrenérgicos ß, impidiendo la unión de las catecolaminas (noradrenalina y adrenalina). Los cardiólogos suelen prescribir bloqueadores ß para el tratamiento de gran variedad de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión. Los beneficios ergogénicos de estos fármacos radican en su capacidad para reducir la ansiedad y los temblores durante las actuaciones (155). Por tanto, los atletas que precisan movimientos firmes y controlados durante sus actuaciones (arqueros o tiradores) deberían beneficiarse de estos fármacos. Además, los bloqueadores ß tal vez mejoren las adaptaciones fisiológicas del entrenamiento de resistencia aeróbica mediante una regulación creciente de los receptores ß. Si esto fuese cierto, se produciría una respuesta exagerada a la descarga simpática durante un ejercicio intenso tras el cese de la suplementación.

Eficacia

Varios estudios han demostrado que los bloqueadores ß mejoran la precisión de los tiradores al disparar rápido o lento (7, 152). Además, la dosis consumida parece tener efectos significativos sobre la magnitud de la mejoría. En tiradores a quienes se administraron bloqueadores ß en dos dosis diferentes (80 mg frente a 40 mg de oxprenolol), el grupo que tomó la dosis más alta disparó con más precisión (7). En algunos deportes, cierto grado de ansiedad puede ser importante. Tesch (229) documentó que los jugadores de bolos cuyo rendimiento mejoró durante el bloqueo con oxprenolol tuvieron una frecuencia cardíaca significativamente más elevada antes, durante y después de la competición que los sujetos cuyo rendimiento no mejoró con los bloqueadores ß.

Efectos indeseables

Los bloqueadores ß tal vez también tengan un efecto ergolítico (merman el rendimiento). Los estudios han demostrado que alteran la respuesta cardiovascular al ejercicio al reducir la frecuencia cardíaca máxima, el consumo de oxígeno y la marca en carreras de 10 km (6). Además, se asocian con un aumento del índice de percepción del esfuerzo (229). Los riesgos asociados con estos fármacos comprenden broncoespasmo, insuficiencia cardíaca, hipoglucemia prologada, bradicardia, bloqueo cardíaco y claudicación intermitente (89).

Suplementos dietéticos

La industria de los suplementos deportivos en todo el mundo sigue creciendo; el mercado global de la nutrición deportiva alcanzó un total de 20,7 mil millones de dólares en 2012 y se espera que alcance un valor de más de 37 mil millones de dólares en el año 2019 (235). Algunas compañías de nutrición deportiva hacen afirmaciones sin fundamento sobre la eficacia de sus productos. En ocasiones, empresas con pocos escrúpulos han puesto en circulación y a sabiendas sustancias análogas a otras prohibidas en sus productos para mejorar sus efectos (50). Como resultado, ha reinado la confusión entre los atletas para discernir los suplementos apropiados y las empresas éticas. Esta sección describe los suplementos dietéticos que suelen consumir los atletas y presenta un análisis científico de su eficacia.

Aminoácidos esenciales, aminoácidos de cadena ramificada

Los aminoácidos esenciales (AAE) no se producen en el cuerpo y se deben obtener de los alimentos. Aminoácidos esenciales son la isoleucina, leucina, valina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina y triptófano. Se hallan niveles altos de AAE en muy diversas proteínas de origen animal o como suplementos sin receta médica. La leucina también se encuentra en plantas como las espinacas y el brécol, pero en cantidad mínima en comparación con las fuentes de origen animal.

Eficacia

Los científicos han sido capaces de diferenciar varias categorías de aminoácidos, así como aminoácidos individuales y su papel para estimular la síntesis de proteínas musculares. Por ejemplo, Tipton (230, 231) registró que los aminoácidos no esenciales no eran necesarios para estimular la síntesis de proteínas musculares, y que solo era necesaria la presencia de AAE. En este estudio (230), seis adultos sanos (tres varones y tres mujeres) participaron en un ejercicio resistido (ocho series de ocho repeticiones al 80% de 1 repetición máxima [1RM]) y luego consumieron 40 g de aminoácidos mixtos (esenciales y no esenciales), 40 g de AAE o un placebo. Aunque los aminoácidos mixtos y los AAE indujeron una respuesta anabólica que fue significativamente mayor que la del placebo, no hubo diferencia entre los tratamientos con aminoácidos. Como no hubo diferencia, se llegó a la conclusión de que los aminoácidos no esenciales no son necesarios para estimular la síntesis de proteínas musculares. En un estudio de seguimiento en que se empleó el mismo protocolo (pero con solo 6 g de AAE y 35 g de azúcar), Rasmussen (197) demostró que había un estímulo anabolizante significativamente mayor —es decir, la creación de tejido muscular nuevo— con el suplemento de AAE (cuando se administró poco antes de un ejercicio resistido) en comparación con el placebo.

Por consiguiente, Tipton (232) examinó los efectos de consumir 6 g de AAE más 36 g de azúcar, antes o después de un entrenamiento resistido, sobre el metabolismo de las proteínas musculares. Informó de que cuando se consumían AAE más azúcar 30 minutos antes de un entrenamiento resistido, la respuesta anabólica aguda (3 horas después del ejercicio) era un 158% mayor que cuando el suplemento de AAE y azúcar se consumió después del entrenamiento. Como resultado de estos hallazgos, Tipton (232) y Rasmussen (197) apuntaron la hipótesis de que una persona que consumiera AAE antes o después (o tanto antes como después) de cada sesión de entrenamiento resistido durante varias semanas experimentaría mayores cambios en la masa muscular que solo con el entrenamiento. Es importante reparar en que aunque los aminoácidos no esenciales no son necesarios para estimular la síntesis de proteínas musculares, esto no significa que no sean importantes para potenciar las adaptaciones al entrenamiento del atleta. Los aminoácidos condicionales esenciales y no esenciales actúan como sustratos que se incorporan en las proteínas musculares recién formadas; pero también ahorran la conversión de estos aminoácidos a partir de otros esenciales, con lo cual aumentan de manera eficaz los niveles de AAE.

El trabajo previo realizado con modelos animales identificó que, de los ocho AAE, los aminoácidos de cadena ramificada (AACR) —isoleucina, leucina y valina— son los responsables de aumentar la síntesis de proteínas musculares (96). De los AACR, parece que la leucina es el aminoácido clave para estimular la síntesis de proteínas musculares (42, 139, 199), a través de la vía de la diana mecánica de la rapamicina en células de mamíferos (TORm) (figura 11.3 ). Norton (180) demostró en roedores que existe un umbral de leucina para estimular la síntesis de proteínas musculares. Basándose en muchos estudios pioneros, un elevado número de estudiosos de la nutrición creen ahora que el contenido de leucina en cualquier ingesta dada de proteínas es el factor limitante en lo que se refiere a la potenciación de la síntesis de proteínas musculares en el músculo esquelético, en vez de simplemente la cantidad total de proteínas ingeridas. Para respaldar esta teoría sobre la importancia del contenido de una comida proteica, Pasiakos (185) documentó que una bebida con AAE enriquecida con leucina producía una elevación significativa de la síntesis de proteínas musculares en comparación con una bebida con AAE y un contenido normal de leucina. En este estudio, hombres entrenados ingirieron una de dos bebidas distintas con 10 g de AAE durante un ejercicio de pedaleo — una que contenía 3,5 g de leucina (46 mg/kg de peso corporal) y otra con 1,87 g de leucina (~25 mg/kg de masa corporal). Después de la tanda de ejercicio (durante un período de evaluación de 3 horas), la síntesis de proteínas musculares fue un 33% mayor en los que tomaron la bebida de AAE enriquecida con leucina. La importancia de la ingesta de leucina y su papel en la respuesta anabólica del músculo esquelético después de un entrenamiento resistido es un tema popular en los estudios actuales de investigación sobre nutrición deportiva.

Efectos indeseables

No hay informes ni estudios científicos conocidos que hayan investigado los efectos indeseables de la suplementación con aminoácidos de cadena ramificada o con AAE.

La leucina, un aminoácido de cadena ramificada, es un regulador clave para estimular la síntesis de proteínas musculares. La leucina activa directamente la vía de la Akt/TORm en el músculo esquelético, que es una vía clave en la síntesis de proteínas musculares del tejido muscular esquelético.

Arginina

La arginina es un aminoácido condicional y desempeña funciones esenciales en la nutrición y el metabolismo. La arginina es necesaria para la síntesis de proteínas y creatina, y su metabolismo causa la producción de óxido nítrico. Los beneficios atribuidos a menudo a la suplementación con arginina son su capacidad para elevar los niveles de óxido nítrico, el aumento del riego sanguíneo de los músculos y la mejora del rendimiento físico. Cada una de estas proclamas se dirige a deportistas y personas físicamente activas, puesto que todos estos resultados serían beneficiosos para mejorar el rendimiento deportivo o potenciar las adaptaciones al entrenamiento. Por desgracia, hay muy pocas pruebas científicas que respalden estas afirmaciones sobre la suplementación con arginina en las poblaciones a las que beneficiarían estos resultados.

Eficacia

La suplementación oral con arginina se suele comercializar por su potencial para elevar los niveles de óxido nítrico. El óxido nítrico desempeña muchos papeles fisiológicos en el cuerpo humano, aunque sus efectos sobre la vasodilatación (es decir, la ampliación de la luz de los vasos sanguíneos) son los que lo vuelven importante durante los estados de ejercicio. Durante el ejercicio, los niveles de óxido nítrico aumentan de forma natural para que fluya más sangre por las arterias y arteriolas y suministren oxígeno y sustratos de energía a los músculos esqueléticos activos (30). Aunque el óxido nítrico sea esencial para la vasodilatación, la abrumadora mayoría de la literatura científica no respalda la afirmación de que la suplementación oral con arginina aumente la producción del óxido nítrico hasta niveles superiores a los obtenidos con el ejercicio por sí solo en personas sanas (5, 159, 208). Al contrario que las personas sanas, quienes tengan factores de riesgo de enfermedad cardiovascular o los diabéticos tal vez se beneficien del aumento de la producción del óxido nítrico mediante la suplementación oral con arginina (135, 136).

Un resultado natural de la producción de óxido nítrico es el incremento del riego sanguíneo de los músculos. Por tanto, una afirmación habitual sobre la arginina es que tiene este efecto. A pesar de la percepción común entre los atletas y consumidores de suplementos dietéticos de que la suplementación con arginina aumenta el riego sanguíneo muscular, casi todas las investigaciones científicas en esta área están de acuerdo en que la suplementación con arginina no aumenta el riego sanguíneo muscular de las personas sanas (76, 77, 226). También se ha propuesto que la suplementación oral con arginina mejora el rendimiento en el ejercicio resistido. Sin embargo, en los estudios sobre la eficacia de la arginina en poblaciones sanas, se registró que durante el tiempo transcurrido hasta el agotamiento, la resistencia de musculatura localizada y el rendimiento en un ejercicio anaeróbico intermitente no mejoraban con la suplementación (104, 159, 239). Debido a su incapacidad para aumentar la producción de óxido nítrico, incrementar el riego sanguíneo muscular o mejorar diversos modos de ejercicio de fondo, no se recomienda la suplementación oral con arginina en personas sanas.

FIGURA 11.3 Papel de la leucina en la síntesis de proteínas musculares.

Efectos indeseables

En la mayoría de las investigaciones científicas en que se administró arginina a los participantes para mejorar el rendimiento físico se usó una dosis de 6 g. Aunque esta dosis de arginina no fue eficaz para mejorar el rendimiento de fondo, esta cantidad se toleró bien y no causó efectos secundarios indeseables. La suplementación oral con dosis de hasta 13 g se suele tolerar bien. Las reacciones indeseables más habituales a dosis más elevadas (13 a 30 g) son molestias gastrointestinales, como náuseas, calambres abdominales y diarrea (51).

Debido a su incapacidad para aumentar la producción de óxido nítrico, incrementar el riego sanguíneo o mejorar el rendimiento del ejercicio de fondo, no se recomienda la suplementación oral con arginina a atletas sanos.

ß-hidroxil-ß-metilbutirato

El ß-hidroxil-ß-metilbutirato (HMB) es un derivado del AAE leucina y de su metabolito el ácido α-cetoisocaproato. Los datos muestran que el HMB estimula la síntesis de proteínas (74) y disminuye el catabolismo de las proteínas inhibiendo la vía de la ubiquitina-proteosoma (211). Debido al papel del HMB en la regulación del catabolismo de las proteínas, tal vez sea un suplemento eficaz para reducir las pérdidas de masa muscular magra en situaciones que favorecen estados catabólicos. El ß-hidroxil-ß-metilbutirato no está en la actualidad prohibido, ni tampoco está restringido su consumo por las organizaciones deportivas.

Eficacia

El primer estudio de investigación que puso de manifiesto el potencial anticatabólico del HMB estuvo a cargo de Nissen (179). En este estudio, sujetos sin entrenar ingirieron uno de tres niveles de HMB (0, 1,5 o 3 g al día) y dos niveles de proteínas (117 o 175 g al día), y se sometieron a entrenamiento resistido tres días por semana durante tres semanas. Como una medida del catabolismo de las proteínas miofibrilares, se midieron los niveles de 3-metil-histidina en la orina (niveles altos de 3-metil-histidina significan que se están catabolizando más proteínas musculares). Pasada la primera semana del protocolo de entrenamiento resistido, el nivel de 3-metil-histidina en la orina aumentó un 94% en el grupo de controles y un 85% y un 50% en los grupos que ingirieron 1,5 y 3 g de HMB al día, respectivamente. Durante la segunda semana del estudio, los niveles de 3-metil-histidina en la orina siguieron elevándose un 27% en el grupo de controles, pero solo un 4% y un 15% por debajo de los niveles basales en los grupos de 1,5 y 3 g de HMB al día. Al final de la tercera semana de entrenamiento resistido, los niveles de 3-metil-histidina en la orina no fueron significativamente distintos entre los tres grupos (179).

Estudios en otros ámbitos que inducen el catabolismo también han demostrado la eficacia de la suplementación con HMB. Por ejemplo, cuando adultos mayores se vieron confinados en cama haciendo reposo completo (un estado catabólico) durante 10 días, se documentó que los sujetos que recibieron un suplemento de 3 g de HMB al día perdieron una cantidad significativamente menor de masa corporal magra (solo 0,17 kg) en comparación con los sujetos a quienes se administró un placebo (perdieron 2,05 kg) (64). Otros datos de la investigación concuerdan con estas observaciones y han demostrado que el HMB ejerce un efecto anticatabólico y suprime los daños musculares (146, 241).

En personas previamente no entrenadas que iniciaron un programa de entrenamiento resistido durante cuatro a ocho semanas, el HMB ha demostrado ejercer mejoras significativamente mayores en la fuerza y la masa corporal magra en comparación con un placebo (94, 179, 184). Los daños y dolores musculares producto del entrenamiento resistido son predeciblemente mayores en quienes tienen poca experiencia con el entrenamiento en comparación con los que llevan más tiempo implicados en un entrenamiento resistido. Dada la capacidad del HMB para suprimir los daños musculares y el catabolismo de las proteínas musculares, no sorprende que el HMB sea eficaz para las personas que inician un programa nuevo de entrenamiento.

Los efectos ergogénicos del HMB en personas entrenadas son menos concluyentes. Los estudios con atletas competitivos o que siguen un entrenamiento resistido no consiguieron duplicar los resultados apreciados en una población que desarrollaba entrenamiento recreativo usando calendarios similares de suplementación (150, 181, 196). Sin embargo, muchos de los estudios que investigaron los efectos del HMB sobre la fuerza y la masa corporal magra en personas entrenadas fueron de corta duración (menos de cinco semanas) y carecieron de la presencia de un programa de entrenamiento periodizado de alta intensidad. Para que el HMB sea eficaz, tal vez sea esencial proporcionar estímulos nuevos a los individuos para inducir daños musculares o estimular un elevado catabolismo de las proteínas.

Los estudios de investigación sugieren que las personas entrenadas a quienes se pidió que no cambiaran sus programas no se beneficiaron con el HMB (150). En una reciente investigación quedó registrado que los hombres entrenados con un programa de resistencia elevada que ingirieron suplementos de HMB obtuvieron mejoras significativas en la fuerza total y en la masa corporal magra en comparación con el grupo que tomó un placebo y participó en un programa de entrenamiento idéntico (257). Otras investigaciones que han proporcionado un estímulo adecuado de entrenamiento a personas entrenadas también han documentado incrementos de la fuerza máxima y la masa corporal magra en comparación con los tratamientos con placebos (179, 184).

Efectos indeseables

La duración, dosis y sincronización de la suplementación con HMB han variado notablemente en la literatura científica. En casi todas las investigaciones publicadas sobre la suplementación con HMB se ingirieron de 3 a 6 g al día. Tres gramos al día (a menudo divididos en varias dosis) es la dosis más corriente usada en los estudios publicados. La mayoría de los estudios que han investigado el HMB lo han empleado en forma de sal de calcio (HMB-Ca). Recientemente, otra forma de HMB, el ácido libre de HMB, también ha sido objeto de investigación (257). La seguridad de la suplementación con HMB ha sido ampliamente estudiada y hasta la fecha existe consenso sobre que este no presenta efectos indeseables conocidos.

El ß-hidroxil-ß-metilbutirato es muy eficaz cuando se aporta un estímulo adecuado de entrenamiento. En las personas no entrenadas, esto suele requerir un entrenamiento de elevado volumen. En el caso de personas entrenadas, es probable que se necesite un programa de entrenamiento resistido de elevado volumen y alta intensidad para que se manifiesten beneficios con la suplementación con HMB.

Tampones musculares de origen nutricional

Durante el ejercicio anaeróbico de alta intensidad, una significativa acumulación de iones de hidrógeno (H+ ) se acompaña de una reducción del pH en el músculo esquelético y se ha demostrado que afecta negativamente al rendimiento (200). La capacidad para regular la concentración de H+ en el músculo esquelético durante un ejercicio de alta intensidad se ha denominado capacidad de tamponamiento muscular (CTM) (22, 178). Existe una poderosa relación positiva entre la CTM y el rendimiento en el ejercicio (capacidad para esprintar repetidamente, la capacidad de ejercicio de alta intensidad, el umbral anaeróbico y el volumen de entrenamiento) (70, 71). De hecho, los investigadores han demostrado una relación positiva entre el rendimiento en el ejercicio y la CTM de los atletas que practican deportes como baloncesto, fútbol, hockey, ciclismo, remo, triatlón y esprines (29, 70, 71). En teoría, la mejora de la CTM mediante el entrenamiento o por medios nutricionales (ß-alanina, bicarbonato sódico o citrato) debería mejorar el rendimiento en deportes y actividades que tal vez se vean limitados por la acumulación de H+ . Por lo tanto, a continuación presentamos una sucinta revisión de la ß-alanina, el bicarbonato sódico y el citrato sódico, y sus efectos sobre el rendimiento del ejercicio de alta intensidad.

ß-alanina

La ß-alanina es un aminoácido no esencial presente en muchos alimentos que comemos, como el pollo. En sí misma, la ß-alanina tiene propiedades ergogénicas limitadas. Sin embargo, en los miocitos es el sustrato limitante de la síntesis de carnosina (68). Harris (110) registró que la suplementación con ß-alanina (4 a 6 g/día) durante cuatro semanas causaba un incremento medio del 64% de las concentraciones de ß-alanina en el músculo esquelético. En el ser humano, la carnosina se localiza sobre todo en las fibras musculares de contracción rápida (tipo II) y se calcula que contribuye con hasta el 40% de la CTM de H+ producida durante el ejercicio anaeróbico intenso, con lo cual se favorece un descenso del pH (110, 114). En teoría, el incremento de los niveles de carnosina en el músculo esquelético mediante el entrenamiento crónico o la suplementación con ß-alanina (o ambos) mejoraría la CTM, y lo más probable es que también lo hiciese con el rendimiento anaeróbico. Lo interesante es que las concentraciones de carnosina en atletas como velocistas y fisioculturistas parecen ser significativamente más altas que en los maratonianos, personas no entrenadas y personas mayores (110, 224).

Suzuki (224) examinó la relación entre los niveles de carnosina en el músculo esquelético y el rendimiento en el ejercicio de alta intensidad de ciclistas entrenados. Este autor documentó una relación positiva y significativa entre la concentración de carnosina y la potencia media en un esprín máximo de 30 segundos sobre un cicloergómetro. Este hallazgo respaldó la teoría de que los niveles de carnosina en el músculo esquelético mantienen una correlación positiva con el rendimiento anaeróbico por la relación entre carnosina y CTM.

Eficacia Se ha estudiado la ß-alanina por sus efectos sobre la fuerza, la potencia aeróbica y los ejercicios a corto plazo de alta intensidad intercalados con intervalos cortos de recuperación. En contraste con la creatina, parece que la ß-alanina no aumenta la fuerza máxima (140, 122, 123). De forma similar, la potencia aeróbica no parece mejorar con la suplementación con ß-alanina (123, 140). Aunque no aumente la potencia aeróbica, los datos justificativos revelan que el umbral anaeróbico mejora con la suplementación con ß-alanina (221, 259). Prácticamente, esta mejora (midiendo los umbrales del lactato y ventilatorio) significa que las actividades de fondo se pueden practicar a intensidades relativamente mayores durante períodos más largos. Hill (114) examinó los efectos de la suplementación con ß-alanina sobre los niveles de carnosina en el músculo y sobre el rendimiento del ejercicio en sujetos no entrenados. En un ensayo a doble ciego, se dio a 25 hombres (de 19 a 31 años) una suplementación con 4 g de ß-alanina o un placebo con azúcar durante la primera semana, y luego con hasta 6,4 g durante nueve semanas más. Los niveles de carnosina muscular (mediante biopsia muscular) y el trabajo total (kilojulios) se midieron en las semanas 4 a 10 durante una actividad ciclista hasta el agotamiento con la potencia máxima establecida a partir de un test en cicloergómetro de ejercicio graduado. Los niveles medios de carnosina aumentaron un 58% en la semana 4 y un 15% más en la semana 10. Adicionalmente, se documentaron incrementos de un 13% y un 16% en el trabajo total de cicloergometría en las semanas 4 y 10 respectivamente.

En una revisión general que resumió los efectos de la suplementación con ß-alanina sobre el rendimiento de alta intensidad, Artioli (9) afirmó que la ingestión de ß-alanina es capaz de mejorar el rendimiento en los ejercicios generando un entorno extremadamente acidótico en los músculos, como el que se produce con múltiples tandas de ejercicios de alta intensidad de más de 60 segundos, así como con tandas realizadas cuando la fatiga ya es manifiesta. Es poco probable que los ejercicios de alta intensidad practicados con un nivel inferior de acidosis se beneficien de la suplementación con ß-alanina.

Efectos indeseables En la literatura publicada, la ingesta de ß-alanina ha oscilado entre 2,4 y 6,4 g diarios. En muchos ensayos con ß-alanina, la cantidad diaria total de ß-alanina se dividió en dos a cuatro dosis más pequeñas. La razón de esta estrategia de suplementación con dosis menores es la de prevenir el único efecto indeseable documentado, que fue el síntoma de parestesia (hormigueo, pinchazos o entumecimiento de la piel de una persona) (9). Los síntomas de parestesia se desencadenan con una sola dosis elevada y aguda, y desaparecen aproximadamente 1 hora después de la ingesta (9, 110).

Bicarbonato sódico

El bicarbonato sódico es un antiácido (agente alcalinizante), lo cual significa que contrarresta o neutraliza el ácido (pH bajo). El bicarbonato sódico se forma naturalmente en el cuerpo y también está presente en el bicarbonato. La suplementación con bicarbonato sódico ha demostrado aumentar el pH de la sangre (219). Se crea una diferencia en el pH entre el interior y el exterior de las células musculares, lo cual causa un movimiento acelerado de H+ fuera del músculo en contracción, ayudando a regular el pH intramuscular. La suplementación con bicarbonato sódico ha demostrado mejorar la capacidad de tamponamiento muscular y, a su vez, el rendimiento del ejercicio de alta intensidad.

Eficacia La mayoría de los estudios de investigación sobre la eficacia del bicarbonato sódico para mejorar el rendimiento deportivo se han centrado en tandas cortas de ejercicio de alta intensidad de 60 segundos a 6 minutos de duración (172). McNaughton (169, 171), y Coombes y McNaughton (55) han demostrado que se produce una mejora de la capacidad de trabajo total, de los picos de potencia, de los picos de torque y de la fuerza con la suplementación de bicarbonato sódico en hombres y mujeres. Recientemente, Hobson (117) examinó los efectos de la ingesta de bicarbonato sódico durante una prueba cronometrada de 2.000 m en remo ergómetro en remeros expertos. Antes del ejercicio se suplementó a los remeros con 0,3 g/kg de masa corporal de bicarbonato sódico o un placebo. Se registró el tiempo para completar los 2.000 m y el tiempo invertido en los parciales de 500 m. Aunque no hubo diferencias significativas en el tiempo de la prueba general de 2000 m, los individuos que tomaron bicarbonato sódico presentaron mejoras significativas en los parciales tercero y último de 500 m. Algunas investigaciones (28, 157), aunque no todas (10), han registrado mejoras parecidas en el ejercicio de alta intensidad después de una suplementación de 0,3 g de bicarbonato sódico/kg de masa corporal. En muchas investigaciones científicas, la ingesta de bicarbonato sódico se lleva a cabo de 60 a 90 minutos antes de la tanda de ejercicio.

Efectos indeseables Parece ser que una dosis de 0,3 g/kg de masa corporal de bicarbonato sódico ingerido aproximadamente de 60 a 90 minutos antes de la actividad mejora el rendimiento de un ejercicio de alta intensidad y corta duración (117, 172). Las dosis superiores a esta cantidad se han asociado con efectos secundarios indeseables como diarrea, calambres, náuseas y emesis. Una dosis más tolerable (0,2 g/ kg de peso corporal) ha demostrado reducir estos efectos secundarios; sin embargo, los estudios de investigación han revelado que esta dosis no mejora el rendimiento en el ejercicio (156). Parece ser que una dosis mínima de bicarbonato sódico de 0,3 g/kg de masa corporal, de 60 a 90 minutos antes del ejercicio, es necesaria para mejorar el rendimiento (126, 251). Debido a la gravedad de los efectos secundarios (que tal vez experimenten algunos atletas incluso cuando ingieren 0,3 g/kg de masa corporal), muchos científicos del deporte recomiendan que los deportistas prueben la suplementación con bicarbonato sódico durante los entrenamientos antes de usarlo como ayuda antes de la competición.

Citrato sódico

Aunque el citrato sódico no sea realmente una base, sí que puede aumentar el pH sanguíneo sin las molestias gastrointestinales que se suelen producir con la suplementación con bicarbonato sódico (242). Se cree que una vez en la sangre, el citrato sódico se descompone en bicarbonato y aumenta el pH extracelular (233). Como resultado, el citrato sódico ayuda a regular el pH intramuscular durante el ejercicio de alta intensidad mediante el mismo mecanismo que el bicarbonato sódico.

Eficacia Los datos son equívocos respecto a la eficacia del potencial ergogénico del citrato sódico durante un ejercicio de alta intensidad y corta duración, y algunos investigadores no han documentado ningún beneficio (15, 57, 203, 242) mientras que otros han observado un efecto ergogénico (158, 170). Por ejemplo, una dosis de 0,44 g por kilogramo de peso corporal de 60 a 90 minutos antes del ejercicio produjo mejoras significativas (en torno a un 20% más) en la tolerancia física de la musculatura de las piernas durante extensiones isométricas máximas de rodilla (112). Se necesitan más estudios para poder recomendar la administración de citrato sódico antes de un entrenamiento o una competición para mejorar el rendimiento.

Efectos indeseables Quizá el citrato sódico posea capacidad de tamponamiento muscular y se ha usado sin las típicas molestias gastrointestinales asociadas con la ingesta de bicarbonato sódico (15, 158). Aunque parezca que los efectos indeseables de la suplementación con citrato sódico son menores que los del bicarbonato sódico, la ingesta de 0,4 a 0,6 g/kg de masa corporal de citrato sódico posiblemente cause molestias gastrointestinales (182, 205). La respuesta gastrointestinal parece variar entre individuos; por lo tanto, los atletas deben probar la suplementación de citrato sódico antes de consumirlo en la competición.

L-carnitina

La L-carnitina se sintetiza a partir de los aminoácidos lisina y metionina, y es responsable del transporte de ácidos grasos del citosol presente en las mitocondrias para someterse a oxidación y generar energía (142). El papel de la carnitina en la oxidación de lípidos ha generado interés por su eficacia como suplemento dietético, sobre todo para mejorar el rendimiento del ejercicio aumentando la utilización de grasas y ahorrando glucógeno muscular. Sin embargo, los estudios que examinan el papel de la L-carnitina como ayuda ergogénica para aumentar la oxidación de lípidos no han demostrado una eficacia clara en seres humanos o en modelos de ratas (8, 33). Aunque Bacurau (13) demostró una mejora de la oxidación de los ácidos grasos después de tres semanas de suplementación con L-carnitina, que se atribuyó a un mayor contenido de carnitina en el músculo, la mayoría de los estudios han sido incapaces de demostrar niveles elevados de carnitina muscular después de la suplementación (16, 247). Esto tal vez guarde relación con los límites en la cantidad de carnitina que es posible absorber mediante suplementación oral (131), o quizá esté potencialmente relacionado con los límites en la cantidad de grasas que se pueden transportar a las mitocondrias mediante el sistema de la carnitina debido a los reguladores de la retroalimentación presentes en el músculo, como la malonil-coenzima A, que es un producto del metabolismo.

Eficacia

Lo interesante es que varios estudios han sugerido que la L-carnitina tal vez mejore la recuperación del ejercicio (116, 129, 245). También se han demostrado decrementos del dolor y los daños musculares (97), descensos de los marcadores del estrés metabólico (214) y una mejora de la recuperación (245) después de un ejercicio resistido de alta intensidad en personas no entrenadas o con entrenamiento recreativo que recibieron un suplemento de L-carnitina. Se ha propuesto que en su actuación median mecanismos que aumentan la regulación del riego sanguíneo por la mejora del efecto vasodilatador que reduce la magnitud de la hipoxia inducida por el ejercicio (130). Además, Kraemer apuntó que la suplementación con L-carnitina (2 g/día durante tres semanas) provoca una regulación ascendente de los receptores de andrógenos (147) e incrementos en las proteínas transportadoras de IGF que preservan las concentraciones de IGF-I (148). Estas adaptaciones endocrinas causadas por el suplemento tal vez desempeñen un papel importante en la mejora de la recuperación registrada después de un ejercicio de alta intensidad.

Efectos indeseables

Hasta 3 g de suplementación diaria de L-carnitina (durante tres semanas) parecen tolerarse bien en el caso de voluntarios sanos, sin que se hayan documentado episodios metabólicos, hematológicos ni subjetivos indeseables (202). Sin embargo, tal y como sucede con la mayoría de los suplementos, esta información no se debería extrapolar ni sugerir que dosis más grandes son seguras o que se puede consumir durante largos períodos.

Creatina

La creatina es un compuesto orgánico nitrogenado que se sintetiza naturalmente en el cuerpo, sobre todo en el hígado, y ayuda a suministrar energía a todas las células del cuerpo. También se puede sintetizar en cantidades más pequeñas tanto en los riñones como en el páncreas. Los aminoácidos arginina, glicina y metionina son los precursores para la síntesis de creatina en esos órganos. La creatina también se puede obtener por medio de fuentes dietéticas. Se halla en relativa abundancia en la carne y el pescado. Aproximadamente el 98% de la creatina se almacena en el músculo esquelético en su forma libre (40%) o en su forma fosforilada (60%). Cantidades más pequeñas de creatina también se almacenan en el corazón, el cerebro y los testículos. La creatina se transporta de su lugar de síntesis al músculo esquelético por medio de la circulación sanguínea.

Importancia de la creatina para el ejercicio

La creatina, en forma de fosfato de creatina (CP; también llamada fosfocreatina [PCr]), cumple un papel esencial en el metabolismo energético como sustrato para la formación de trifosfato de adenosina (ATP) mediante la refosforilación de difosfato de adenosina (ADP), sobre todo durante el ejercicio de alta intensidad y corta duración. La capacidad para refosforilar ADP rápidamente depende de la enzima creatincinasa y de la disponibilidad de CP en el músculo. A medida que se agotan las reservas de CP, declina la capacidad para realizar ejercicio de alta intensidad. En esprines de corta duración (p. ej., esprín de 100 m), la energía para mantener la actividad deriva sobre todo de la hidrólisis de CP (93). Sin embargo, a medida que aumenta la duración del ejercicio de alta intensidad, se reduce drásticamente la capacidad del CP para servir de fuente de energía.

La depleción de CP muscular durante el ejercicio de alta intensidad es el mecanismo primario que causa fatiga en tales momentos. Durante una tanda de 6 segundos de ejercicio máximo, los niveles de CP en el músculo se reducen de un 35% a un 57% respecto a los valores en reposo (93). A medida que la duración del ejercicio de alta intensidad aumenta hasta 30 segundos, los niveles de CP en el músculo se reducen aún más, aproximadamente de un 64% a un 80% respecto a los niveles en reposo (31, 48); durante tandas de ejercicio repetido de alta intensidad, los niveles de CP en el músculo están casi totalmente agotados (168). A medida que disminuyen las concentraciones de CP muscular, la capacidad para realizar un ejercicio máximo se reduce. Hirvonen (115) demostró que las marcas en los esprines fueron más lentas a medida que se redujeron las concentraciones de CP. Tiene sentido que si las concentraciones de CP muscular se pudiesen mantener, mejoraría la capacidad para mantener un ejercicio de alta intensidad. Esta es la base para la suplementación con creatina para atletas.

Suplementación con creatina

Hay informes que sugieren que el 37,2% de los atletas universitarios consumen, o han consumido, creatina durante su preparación para la competición (90). Sin embargo, la prevalencia del consumo entre los atletas de fuerza y potencia tal vez se aproxime a más del 80% en ciertos deportes (154). La creatina también ha ganado popularidad entre los deportistas de instituto; el 90% de los atletas que toman suplementos optan por la creatina (225). Como resultado de su amplio consumo, los suplementos de creatina tal vez sean la ayuda ergogénica que más se ha estudiado en la historia reciente. Se ha registrado que la suplementación con creatina aumenta aproximadamente un 20% el contenido de creatina en los músculos (40, 78, 132). Sin embargo, parece que existe un límite de saturación para la creatina en el músculo. Una vez que las concentraciones de creatina en el músculo alcancen de 150 a 160 mmol/kg de peso del tejido desecado, cualquier suplementación adicional parece ser incapaz de aumentar más dichas concentraciones (102). Representa una de las implicaciones importantes para la filosofía de «más es mejor» que gobierna el pensamiento de algunos atletas, y tal vez afecte al desarrollo de esquemas de dosis correctos y realistas.

Un régimen típico de suplementación con creatina implica una dosis de carga de 20 a 25 g diarios durante cinco días, o 0,3 g/kg de masa corporal si una persona quiere establecer las dosis respecto al peso corporal, seguido por una dosis de mantenimiento de 2 g/día (132). Si se ingiere creatina sin una dosis de carga inicial, el contenido de la creatina muscular alcanzará niveles similares a los observados en personas que inicialmente empleen una dosis de carga (~30 días frente a 5 días). Los niveles musculares de creatina se mantendrán elevados siempre y cuando se conserve la dosis de mantenimiento (2 g/día o 0,03 g/kg de masa corporal al día) (132). Una vez que se interrumpe la suplementación con creatina, los niveles de creatina muscular volverán a los niveles iniciales en aproximadamente cuatro semanas (78, 132).

La suplementación con creatina ha demostrado aumentar la fuerza máxima, la potencia y la masa corporal magra de poblaciones entrenadas y no entrenadas. Además, esta suplementación es segura y relativamente barata.

Eficacia

La mayoría de los estudios que han examinado el efecto de la suplementación con creatina sobre el rendimiento de la fuerza han sido bastante consistente a la hora de mostrar beneficios ergogénicos significativos (23, 141, 186, 243, 246) (figura 11.4 ). Los incrementos de la fuerza en el press de banca, la sentadilla y la cargada de fuerza tal vez sean dos o tres veces más altos en atletas entrenados suplementándose con creatina en comparación con el grupo que tomó un placebo (122, 186). Estos resultados tal vez pongan de relieve el beneficio de la suplementación con creatina en atletas experimentados con entrenamiento resistido cuyo potencial para mejorar la fuerza tal vez sea limitado. En atletas de fuerza experimentados, la suplementación con creatina tal vez también mejore la calidad de los entrenamientos (menos fatiga, mejora de la recuperación), lo cual quizá sea crucial para aportar un mayor estímulo de entrenamiento a los músculos.

FIGURA 11.4 Cambios aproximados en las variables del rendimiento tras suplementación con creatina (149).

La mayoría de los estudios que examinan los efectos de la suplementación con creatina sobre una sola tanda de ejercicio explosivo (rendimiento en un salto o un esprín) no han mostrado ninguna mejora significativa del rendimiento (62, 145, 177, 212). No obstante, en muchos de estos estudios, los sujetos recibieron una dosis de carga durante solo cinco días (145, 177, 212). Mientras que la ingesta de creatina con una dosis de carga durante cinco días aumentará significativamente las reservas intramusculares de creatina, lo más probable es que no sea tiempo suficiente para que ocurran adaptaciones al entrenamiento y que se manifiesten en mejoras en el rendimiento de un ejercicio explosivo. Cuando los sujetos han recibido el suplemento durante un período largo de tiempo (28-84 días), se han apreciado significativas mejoras en el rendimiento de salto y potencia (108, 243). Parece que la creatina es más eficaz como suplemento para el entrenamiento que como un potenciador directo del rendimiento.

Cambios en la masa corporal

La suplementación prolongada con creatina se ha asociado con aumento del peso corporal, que parece estar relacionado sobre todo con incrementos en la masa magra. Se cree que el aumento de la masa corporal está parcialmente relacionado con un incremento de la cantidad total de agua corporal. Se cree que un aumento del contenido de creatina dentro del músculo mejora el gradiente osmótico intracelular, provocando que el agua llene la célula (244). Además, aumentar el contenido de creatina en el músculo parece que implica un incremento de la tasa de síntesis de proteínas contráctiles del músculo (246, 255). En general, la suplementación con creatina durante el entrenamiento se suele asociar con 0,5 a 2 kg de incremento en la masa corporal o la masa magra (151) durante un período de varias semanas a varios meses.

Efectos indeseables

En ocasiones se ha referido que el aumento de la masa corporal es un potencial efecto secundario indeseable de la suplementación con creatina (206), sobre todo en relación con la relación entre fuerza y masa o entre potencia y masa. Sin embargo, en atletas que toman suplementos de creatina, el aumento de peso a menudo es un resultado deseado. Cuando la gente habla de los efectos secundarios de un fármaco o un suplemento, por lo general se están refiriendo a un efecto potencialmente debilitador. Ha habido muchos informes anecdóticos de problemas musculares, cardiovasculares o gastrointestinales, como calambres musculares, asociados con la ingesta de creatina. Sin embargo, estudios controlados no han sido capaces de documentar efectos secundarios significativos por la suplementación con creatina. Incluso durante una suplementación prolongada (desde varias semanas hasta muchos meses), no se apreciaron incrementos en los efectos secundarios registrados en sujetos que tomaron suplementos de creatina, fueran atletas competitivos o personas con entrenamiento recreativo (60, 103, 151).

Otro problema con cualquier suplemento son los efectos a largo plazo para la salud. Un estudio retrospectivo sobre las variables de la salud en 26 atletas competitivos antiguos o actuales que han consumido creatina durante un periodo de hasta cuatro años reveló solo algún trastorno gastrointestinal ocasional durante la fase de carga (206). Estos trastornos variaron desde gases hasta diarrea leve. Otros problemas principales que han sido objeto de hipótesis durante la suplementación con creatina comprenden una sobrecarga renal debido al elevado contenido de nitrógeno de la creatina y el aumento de la excreción de creatina durante su ingesta a corto plazo. Sin embargo, no se ha registrado ninguna disfunción renal con un consumo a corto plazo (cinco días) o a largo plazo (hasta cinco años) (189, 190).

A pesar de ciertos medios e informes anecdóticos que relacionan la suplementación con creatina con la deshidratación y los calambres, no hay razón para creer que la creatina aumenta el riesgo de sufrir estos efectos secundarios.

Estimulantes

Pocas dudas hay sobre la utilidad de los estimulantes para muchos tipos de actividades atléticas; los efectos de los estimulantes comprenden reducción de la fatiga, aumento de la receptividad, aumento de la confianza e incluso euforia. Como se han usado estimulantes en la competición para conferir alguna ventaja ergogénica, las pruebas antidopaje inmediatamente después de la competición reducen eficazmente su consumo abusivo (128). No obstante, muchos estimulantes (como la cafeína) también están presentes en alimentos, mientras que otros (como la efedrina) a veces se encuentran en descongestivos y otros medicamentos.

Cafeína

La cafeína es un suplemento polifacético consumido por los atletas y popular entre los deportistas de fondo y resistencia. Está presente en el café, el té, los refrescos, el chocolate y otros alimentos. Es un estimulante del sistema nervioso central y sus efectos son parecidos, aunque más débiles, que los asociados con las anfetaminas. La cafeína se ha consumido como potenciador del rendimiento durante más de 40 años y es una de las pocas ayudas ergogénicas que se consumen casi en el mismo grado por atletas aeróbicos y anaeróbicos.

El mecanismo que mejora el rendimiento de fondo no está claro. Uno de los mecanismos que se ha propuesto comprende un aumento de la oxidación de las grasas mediante la movilización de ácidos grasos libres, desde tejido adiposo hasta las reservas de grasa intramuscular (215). El mayor uso de grasas como fuente primaria de energía ralentiza la depleción de glucógeno y difiere la fatiga. Las alteraciones del metabolismo muscular por sí solas no explican por completo el efecto ergogénico de la cafeína. Durante un ejercicio de alta intensidad y corta duración, el principal efecto ergogénico atribuido a la suplementación con cafeína es que mejora la producción de potencia. Se cree que es el resultado de potenciar el mecanismo de excitación-contracción, que afecta a la transmisión neuromuscular y la movilización de iones de calcio intracelular del retículo sarcoplasmático (227). Además, se cree que la ingesta de cafeína mejora la cinética de enzimas reguladoras de la glucólisis como la fosforilasa (215).

Eficacia Para los atletas aeróbicos, se cree que la cafeína prolonga el ejercicio de resistencia aeróbica (56). Los primeros estudios que abordaron el efecto de la suplementación con cafeína sobre el rendimiento de resistencia aeróbica registraron una mejora de 21 minutos en el tiempo de ejercicio hasta el agotamiento (de 75 minutos en un ensayo con un placebo hasta 96 minutos en el ensayo con cafeína) durante una prueba ciclista al 80% del O2 máx (56). Estos resultados se confirmaron con otros estudios adicionales que demostraron el efecto ergogénico de la cafeína durante una actividad prolongada de resistencia aeróbica (101, 216). Estos estudios demostraron que la cafeína en dosis entre 3 y 9 mg/kg (el equivalente a 1,5 a 3,5 tazas de máquina automática dispensadora de café en una persona de 70 kg) tuvo un efecto ergogénico significativo. Efectos similares de la cafeína sobre el rendimiento también se han registrado durante un ejercicio de alta intensidad y corta duración (38, 67).

Sin embargo, cuando se examinan los efectos de la ingesta de cafeína sobre el rendimiento de potencia o esprines, los beneficios ergogénicos resultan menos claros. Varios estudios han demostrado que la ingesta de cafeína no mejora el rendimiento de potencia (52, 105), si bien estos estudios se hicieron con atletas recreativos. En yudocas de elite que ingirieron cafeína (5 mg/kg), se documentó que el pico de potencia mejoraba significativamente en comparación con un tratamiento con placebo (213).

De forma parecida, en nadadores competitivos, la ingesta de cafeína (250 mg) demostró mejorar como media un 3% las marcas de velocidad durante esprines de 100 m repetidos (53). El número de estudios sobre la ingesta de cafeína y el rendimiento de potencia y en esprines es limitado en comparación con el número de los que midieron el efecto de la cafeína sobre el rendimiento de la resistencia aeróbica. Por tanto, los resultados de los estudios sobre el beneficio ergogénico de la cafeína para el rendimiento de potencia son poco concluyentes. Si hay algún beneficio para el rendimiento, es probable que se manifieste en atletas entrenados.

La cafeína procedente de algún alimento (consumo de café) y la cafeína anhídrica han demostrado tener efectos significativos sobre el rendimiento; sin embargo, el grado de las mejoras sobre el rendimiento parece ser mayor cuando se ingiere la cafeína en forma de pastilla (101). Cuando se toma cafeína en forma de un suplemento de cafeína pura, se ha documentado que el beneficio ergogénico respecto a la mejora del rendimiento de resistencia aeróbica oscila entre un 28% y un 43% (101). Sin embargo, cuando se administra en alguna fuente alimenticia como el café (sea café cafeinado o café descafeinado con cafeína añadida), tal vez no se aprecie el beneficio ergogénico para el ejercicio de resistencia aeróbica (46, 101) o solo a nivel reducido (56, 236, 253). Graham (101) sugirió que, aunque la biodisponibilidad de la cafeína es la misma tanto si se consume en algún alimento como en su forma anhídrica, algún compuesto del café antagoniza la acción de la cafeína.

En dosis de 3 a 9 mg/kg de peso corporal consumidas ~60 minutos antes del ejercicio o durante un ejercicio prolongado, la cafeína es ergogénica. No tiene otros beneficios cuando se consume en dosis más elevadas (>9 mg/ kg). Puede mitigar la sensación de esfuerzo percibido, mejorar la capacidad de trabajo y aumentar la receptividad mental. La literatura científica no respalda que haya diuresis inducida por la cafeína durante el ejercicio o ningún cambio dañino en el equilibrio osmótico que afecte negativamente al rendimiento.

Efectos indeseables Los efectos secundarios asociados con la cafeína comprenden ansiedad, trastornos gastrointestinales, inquietud, insomnio, temblores y arritmias cardíacas. La cafeína también genera adicción física, y la interrupción de su consumo puede causar algunos síntomas de abstinencia, como cefaleas, fatiga, humor disfórico, dificultad para concentrarse y síntomas similares a los de una gripe (222). Las ingestas de cafeína superiores a 9 mg/kg parece que presentan un mayor riesgo de sufrir efectos secundarios (98). La sobredosis de cafeína es un problema que puede tener consecuencias potencialmente mortales. Una dosis letal de cafeína suele superar los 5 g, lo cual equivale a 42 tazas de café con una media de 120 mg de cafeína por taza (143) o 25 pastillas de 200 mg de cafeína.

Bebidas energéticas previas al entrenamiento

El consumo de bebidas que contienen cafeína antes de los entrenamientos (bebidas energéticas) ha aumentado su popularidad durante los últimos años. Los estudios han demostrado que las bebidas energéticas son uno de los suplementos dietéticos más populares consumidos por los jóvenes estadounidenses (90). Las principales razones para la ingesta de bebidas energéticas son la mejora de los entrenamientos y del rendimiento deportivo y la facilitación de adaptaciones más rápidas al entrenamiento (188). Los ingredientes más habituales en las bebidas energéticas comercializadas son cafeína, hidratos de carbono, vitaminas B, tirosina y gingko biloba, entre otras. De estos ingredientes, la cafeína y los hidratos de carbono son los principales nutrientes ergogénicos de las bebidas energéticas (43).

Eficacia Las bebidas energéticas previas al entrenamiento han sido objeto de estudio por su eficacia en diversos modos de ejercicio, incluyendo el ejercicio resistido, el ejercicio anaeróbico y el ejercicio de resistencia aeróbica. En relación con el rendimiento en el ejercicio resistido, Forbes (83) administró a 15 estudiantes universitarios físicamente activos una bebida energética comercializada o un placebo no cafeinado e isocalórico 60 minutos antes del ejercicio. La bebida energética se estandarizó con 2 mg de cafeína/kg de masa corporal. La tanda de ejercicio consistió en tres series de press de banca al 70% de 1RM ejercitado hasta el fallo en cada serie con 1 minuto de descanso entre series. La bebida energética aumentó significativamente el rendimiento en el press de banca en comparación con el tratamiento con un placebo. Otros estudios que investigaron los efectos del consumo de una bebida energética previa al entrenamiento también han documentado mejoras en el volumen total de peso levantado con los hemicuerpos superior e inferior (63, 100). Aunque parezca que la ingesta de una bebida energética previa al entrenamiento es eficaz para aumentar el rendimiento con el volumen de entrenamiento resistido, otros tipos de ejercicio anaeróbico (incluyendo las pruebas de Wingate y el rendimiento de agilidad/velocidad) no responden tanto al consumo de bebidas energéticas (11, 83, 118). Respecto al rendimiento en el ejercicio de fondo, la mayoría de las investigaciones (4, 134, 249), pero no todas (44), han registrado que las bebidas energéticas que contienen aproximadamente 2 mg de cafeína/kg de masa corporal, consumidas una hora antes del ejercicio, mejoran el rendimiento en carrera y en bicicleta de ciclistas entrenados y personas activas recreativamente (43). Lo interesante es que la cantidad de cafeína (2 mg/kg de masa corporal) presente en las bebidas energéticas es inferior a la cantidad recomendada para obtener una mejora del rendimiento en el ejercicio (3-9 mg/kg de masa corporal). Esto contribuye a la hipótesis de que los efectos sinérgicos de los distintos ingredientes de las bebidas energéticas tal vez sean responsables de las mejoras documentadas en el rendimiento (43).

Efectos indeseables Los problemas de seguridad respecto al consumo de bebidas energéticas parecen estar relacionados con un consumo excesivo de cafeína (209) y los efectos perniciosos de la mezcla de bebidas energéticas con alcohol (127). La mezcla de bebidas energéticas con alcohol es más prevalente en ciertos contextos sociales y no es una práctica habitual entre aquellos que consumen bebidas energéticas antes de los entrenamientos para mejorar la capacidad de trabajo o para facilitar una mayor rapidez de las adaptaciones al entrenamiento. Debido a la presencia de cafeína en la mayoría de las bebidas energéticas, los efectos indeseables potenciales que tiene la cafeína también existen en las bebidas energéticas. Sin embargo, la mayoría de estas bebidas solo contienen cantidades moderadas de cafeína, habitualmente menos de 300 mg (234). A pesar de que las bebidas energéticas suelan contener dosis bajas a moderadas de cafeína, hay que ser conscientes de que es posible tomar una sobredosis de cafeína por el consumo de bebidas energéticas (124). Aunque hay información relacionada con los efectos secundarios de la ingesta excesiva de cafeína, las bebidas energéticas contienen otros ingredientes y estimulantes. En la actualidad, no se sabe si la inclusión de otros estimulantes en las bebidas energéticas pueda aumentar o reducir el umbral para experimentar efectos secundarios. Por lo tanto, se necesitan más estudios de investigación para determinar los efectos a largo plazo de la ingesta habitual de bebidas energéticas antes de llegar a conclusiones definitivas.

Efedrina

Otro ß-agonista, la efedrina, se ha consumido ampliamente por todo el mundo para el alivio temporal de los síntomas de asma bronquial, bronquitis, alergias, disnea, síntomas de resfriado y gripe, entre otras dolencias. La efedrina también es muy popular entre los fisioculturistas por su potente calidad termógena (41). Un fármaco o suplemento termógeno actúa elevando el índice metabólico basal, con lo cual aumenta el gasto energético y finalmente produce la pérdida de grasa. A menudo se consume con un agente de apilamiento como la cafeína para mejorar el efecto termógeno.

Eficacia Los estudios que examinan el efecto ergogénico de la efedrina han demostrado ser eficaces solo cuando se toma en combinación con cafeína (21). Estos resultados han sido bastante consistentes con respecto a la mejora del rendimiento de resistencia aeróbica (19, 20). Respecto al rendimiento del ejercicio anaeróbico, la literatura científica es equívoca (137, 254). Sin embargo, se han registrado efectos secundarios (emesis y náuseas) después del ejercicio en el 25% de los sujetos que ingieren una mixtura de 5 mg/kg de cafeína y 1 mg/kg de efedrina (19). Un estudio posterior realizado por los mismos investigadores demostró que con una dosis menor (4 mg/kg de cafeína y 0,8 mg/ kg de efedrina) se obtuvieron beneficios ergogénicos similares sin efectos secundarios (20). La mezcla de cafeína-efedrina parece generar un mayor beneficio que cualquier suplemento consumido solo (12).

Efectos indeseables La efedra, también llamada mahuang , es una planta que contiene efedrina. En Estados Unidos antes de 2004, la mayoría de los productos deportivos y adelgazantes sin receta médica contenían efedra. Sin embargo, en abril de 2004, la FDA prohibió todos los productos que contenían efedra tras determinar que planteaba un riesgo poco razonable para aquellos que la consumían. La prohibición de la FDA se basó en un informe publicado por el Rand Institute (210) que mostraba 16.000 episodios indeseables vinculados con el consumo de suplementos dietéticos que contenían efedra. Además, Shekelle (210) documentó que el consumo de suplementos dietéticos que contenían efedra o efedrina más cafeína se asociaba con un aumento de los casos de náuseas, vómitos, síntomas psiquiátricos como ansiedad y cambios de humor, hiperactividad del sistema nervioso autónomo, palpitaciones y, en unos pocos casos, la muerte. Como resultado de tantos efectos indeseables, el consumo de efedrina se ha prohibido por la mayoría de los órganos directivos, incluido el Comité Olímpico Internacional.

Resumen de los suplementos dietéticos ergogénicos y no ergogénicos, y su aplicación

Aminoácidos esenciales y aminoácidos de cadena ramificada . Capacidad para estimular la síntesis de proteínas musculares, sobre todo por medio de los efectos anabolizantes del aminoácido leucina.

Arginina . No es eficaz para inducir el flujo sanguíneo muscular ni de óxido nítrico en personas sanas. Además, no parece tener ningún efecto sobre la mejora del rendimiento de fondo en poblaciones sanas.

ß-hidroxil-ß-metilbutirato (HMB) . Muy eficaz para las personas entrenadas que participan en un programa de entrenamiento resistido de alto volumen y alta intensidad.

ß-alanina . Eficaz para mejorar el rendimiento en ejercicios que inducen un nivel elevado de ácido láctico, como múltiples tandas de ejercicios de alta intensidad que duren más de 60 segundos.

Bicarbonato sódico . Ha demostrado mejorar el rendimiento en el entrenamiento y en el ejercicio de alta intensidad, pero se asocia con efectos secundarios indeseables como molestias gastrointestinales.

Citrato sódico . Los datos científicos no son concluyentes en relación con el potencial ergogénico del citrato sódico durante el ejercicio de alta intensidad y corta duración.

L -carnitina . Tal vez mejore la recuperación después de un ejercicio resistido de alta intensidad.

Creatina . Eficaz para aumentar la fuerza máxima, la potencia y la masa corporal magra en poblaciones entrenadas y no entrenadas.

Cafeína . Eficaz para el ejercicio de fondo prolongado, aunque sus efectos sobre el rendimiento de potencia o en esprines son menos claros.

Bebidas energéticas previas al entrenamiento . Eficaces para aumentar el volumen del entrenamiento resistido y el rendimiento de fondo, pero no son ergogénicas respecto a su capacidad para mejorar el ejercicio anaeróbico (ciclismo de alta intensidad y rendimiento de velocidad/agilidad).

Efedrina . Cuando se combina con cafeína, es capaz de mejorar el rendimiento de resistencia aeróbica. No es tan eficaz para mejorar el rendimiento del ejercicio anaeróbico.

Citrus aurantium . Cuando se combina con cafeína y otros productos a base de plantas, se han documentado mejoras en el tiempo de ejercicio hasta la fatiga (una medida del rendimiento de fondo).

Citrus aurantium

El citrus aurantium procede de una fruta habitualmente conocida como «naranja amarga» y a menudo se usa como remedio herbal de la medicina china para tratar problemas digestivos (92, 107). Sin embargo, también es un estimulante leve y se cree que contribuye a la supresión del apetito y que aumenta el índice metabólico y la lipólisis (92, 107).

Eficacia

Cuando el citrus aurantium se combina con cafeína y otros productos procedentes de hierbas, se han documentado mejoras significativas en el tiempo que transcurre hasta la aparición de fatiga (220). El citrus aurantium contiene sinefrina, un agente simpaticomimético que algunos han sugerido que estimula receptores ß adrenérgicos específicos (ß3 , pero no ß1 ni ß2 ), que a su vez estimulan el metabolismo de las grasas sin ninguno de los efectos secundarios negativos generalmente asociados con compuestos que estimulan los otros receptores adrenérgicos (45). Se cree que la sinefrina, un componente activo del citrus aurantium , interactúa con receptores ß3 para aumentar la lipólisis (el catabolismo de grasa corporal) y reducir al mínimo el efecto cardiovascular típico de las aminas adrenérgicas (45). En la actualidad, no hay suficientes datos publicados sobre el citrus auratium solo como para recomendar su consumo como un suplemento para mejorar el rendimiento.

Efectos indeseables

Se ha demostrado que la sinefrina estimula los receptores α1 periféricos, lo cual provoca vasoconstricción y elevaciones de la tensión arterial (35). Sin embargo, otros estudios de investigación han demostrado que cuando se ingiere sol citrus aurantium , no se aprecia ningún efecto sobre la tensión arterial (109), aunque en combinación con otros productos a base de plantas tal vez cause elevaciones significativas de la tensión arterial sistólica (109, 119). Hay que reparar en que la sinefrina está actualmente en la lista de la National Collegiate Athletic Association de sustancias prohibidas que mejoran el rendimiento.

Conclusión

Los atletas con frecuencia están expuestos a recibir información sobre ayudas ergogénicas. Los especialistas de la fuerza y el acondicionamiento físico desempeñan un papel integral en el proceso de toma de decisiones respecto a qué ayudas ergogénicas eligen los atletas. Por tanto, es imperativo que estos profesionales estén siempre al día sobre los últimos hallazgos científicos en relación con qué ayudas ergogénicas son seguras, eficaces y legales. Si ellos fracasan en esta área, los atletas a los que sirven serán presa fácil de la propaganda y de los anuncios potencialmente falsos, y pueden ser más influenciables por otros que tal vez no antepongan los intereses del atleta. La información contenida en este capítulo es de utilidad al especialista de la fuerza y el acondicionamiento físico ya que aporta información fundamental sobre las sustancias que mejoran el rendimiento, incluidas aquellas que están prohibidas, las que son eficaces o ineficaces y las que son seguras.

TÉRMINOS CLAVE

acromegalia

agonista ß

aminoácido

de cadena ramificada

esencial

análisis antidopaje aleatorios

apilamiento

ayuda ergogénica

capacidad de tamponamiento muscular (CTM)

dismorfia muscular

ergolítico

eritropoyetina (EPO)

esteroide anabolizante

hormona del crecimiento humano (HGH)

lipólisis

suplemento dietético

termogénesis

testosterona

vasodilatación

PREGUNTAS DE REPASO

(respuestas en la página 657)

1.¿Cuál de los siguientes suplementos dietéticos se considera estimulante?

I. Creatina.

II. Cafeína.

III. HMB.

IV. Citrus aurantium .

a.I y II.

b.II y IV.

c.III y IV.

d.I y III.

2.¿Cuál de las siguientes acciones NO es parte del papel del café en la mejora del rendimiento atlético?

a.Aumento de la producción de potencia.

b.Disminución de la depleción de glucógeno.

c.Aumento de la oxidación de grasas.

d.Disminución de la producción de orina.

3.¿Cuál de las siguientes razones es la MEJOR para que los atletas de resistencia aeróbica eviten el consumo de eritropoyetina?

a.Tal vez disminuyan los niveles del hematocrito y la hemoglobina.

b.Tal vez cause un aumento no regulado de la producción de glóbulos rojos.

c.Tal vez se altere la resistencia a las enfermedades infecciosas.

d.Tal vez se reduzca la capacidad transportadora de oxígeno de la sangre.

4.La suplementación con creatina mejora todas las siguientes variables MENOS:

a.Masa corporal magra.

b.Fuerza máxima.

c.Rendimiento de fondo.

d.Potencia.

5.¿Cuál de las siguientes sustancias que mejoran el rendimiento probablemente aumente la masa corporal magra?

a.Esteroides anabolizantes.

b.Arginina.

c.Efedrina.

d.ß-alanina