YOGANIDRA

Una de las cosas esenciales que se debe aprender en la práctica del yoga es el arte de la relajación profunda. Para la mayoría de las personas que se aventuran en programas para reducir la tensión, cursos de biorretroalimentación, o clases de relajación, la meta es simplemente aprender a relajarse. Para un practicante del yoga, la relajación profunda es tanto una habilidad esencial como una puerta de entrada para hacer mayores esfuerzos, inclusive el sueño consciente, la autocuración y la exploración de lo desconocido. Estas habilidades basadas en la práctica de la relajación profunda forman parte del proceso conocido como yoganidra. Conocido como el sueño de los practicantes del yoga, el yoganidra es algo que armoniza con y que ejerce control sobre las fuerzas energéticas que fluyen por el cuerpo y que son parte del océano energético universal.

RELAJACIÓN PROFUNDA

La clave principal para el yoganidra es aprender a relajarse de una manera profunda e intensa. El hecho de haber impartido clases de yoga durante casi dos décadas me ha enseñado lo difícil que puede ser algo tan sencillo como relajarse. He visto a los estudiantes de yoga irritados, molestos y tensos, y en un estado de mucha ansiedad, cuando se suponía que debían estar relajados. La relajación es un proceso volitivo que implica abandonar el control, dejando salir la tensión. No es posible relajarse y conservar el control al mismo tiempo, pero puede relajarse voluntariamente conservando un estado de alerta y lucidez de conciencia mientras su cuerpo parece escabullirse. La relajación profunda implica cierta cantidad de confianza, pues es necesario que usted quiera eliminar la tensión y creer que todo estará bien.

Para comenzar a practicar la relajación profunda lleve a cabo lo siguiente: póngase en posición de muerto, yaciendo sobre su espalda con las piernas totalmente extendidas y los pies con una separación de aproximadamente treinta centímetros. Sus brazos también deben estar separados con las palmas hacia arriba y a una distancia de aproximadamente 30 cm del cuerpo (figura 14). Los ojos cerrados. Asegúrese de no tener frío y de que sus ropas estén flojas y no impidan el movimiento. En esta posición practique la respiración larga y lenta. Con cada exhalación permita que su cuerpo se asiente más profundamente en el piso, como si aumentara la fuerza de gravedad.

Después de algunos minutos podrá comenzar un ejercicio sistemático de relajación. Comience por llevar su atención a los pies. Con respiración lenta y natural sienta sus pies tan completamente como pueda. Mientras el aire fluye hacia adentro y hacia afuera, permita conscientemente que se vaya la tensión de sus pies. Ahora mueva su atención a la parte inferior de sus piernas. Con cada respiración natural deje que los músculos de la parte inferior de sus piernas se relajen completamente. Repita este proceso con sus rodillas, muslos, pelvis, parte baja del abdomen, glúteos y parte baja de la espalda, parte media del abdomen y de la espalda, cuello y parte alta de la espalda, parte alta de los brazos, antebrazos, manos, cuello y cara. Emplee todo el tiempo que necesite en cada parte de su cuerpo para aplicar totalmente su atención. Si lo hace lenta, cuidadosa y sistemáticamente, se sorprenderá de la relajación tan profunda que puede lograr.

Figura 14: Relajación profunda en posición de hombre muerto. Acuéstese de espaldas con las piernas completamente estiradas y los pies separados a una distancia de treinta centímetros aproximadamente. Los brazos extendidos, con las palmas de las manos hacia arriba y a una distancia del cuerpo de unos treinta centímetros. Los ojos cerrados. Practique la respiración suave y profunda. Con cada exhalación deje que su cuerpo se hunda más en el suelo como si la fuerza de gravedad fuera cada vez mayor.

Después de haber pasado sistemáticamente por todo su cuerpo y de haber relajado conscientemente cada parte de él, deje que su respiración se torne lo más suave y ligera posible. Permita que su atención se pose en la respiración como si fuera una pluma ligera. No se concentre intensamente, tan sólo ponga atención de la manera más natural posible. Al principio le parecerá difícil, pero con la práctica se volverá algo natural.

En este punto puede ser arrastrado al sueño. No existe peligro en ello, ya que muchas personas han descubierto que el proceso progresivo de relajación, como ha sido descrito, es un preludio excelente de una noche de sueño reparador. En especial si usted es una persona muy tensa, relajarse y después pasar al sueño puede ser exactamente lo que necesite hacer en su práctica inicial de yoganidra. Practique diariamente esta técnica de relajación profunda durante un mes o dos, cuando menos, antes de pasar a las siguientes etapas.

SUEÑO CONSCIENTE

La siguiente etapa del yoganidra es un poco más difícil que la primera e implica pasar por todo el proceso de relajación avanzada, como fue descrito, pero conservando todo el tiempo su mente totalmente despierta y alerta. Esto es difícil, ya que la mayoría de las personas el recostarse y el relajarse la relacionan con el sueño. Por lo tanto éste es un acto de voluntad. Tiene que poner atención en la forma sutil en la que libera su cuerpo, pero al mismo tiempo tiene que mantener un núcleo despierto—una parte de su mente que permanece clara y despierta—sin quedar dormido.

Si puede lograr una relajación profunda y conservar alerta la mente, tarde o temprano le sorprenderá descubrir que en realidad su cuerpo está completamente dormido pero que usted está despierto. Yo lo descubrí cómicamente. Debido a que ocasionalmente ronco ligeramente cuando estoy dormido sobre la espalda, la primera vez que lo hice con la mente despierta pensé que era lo más divertido del mundo yacer ahí y escuchar los suaves sonidos del roncar de mi cuerpo.

Desarrollar la capacidad para dormir conscientemente es una forma de comenzar a tener control voluntario sobre las funciones involuntarias. Si continúa practicando profundamente el yoga, con el tiempo observará que puede cambiar voluntariamente su presión arterial, ondas cerebrales, latidos del corazón y muchos otros procesos corporales que supuestamente son involuntarios. Por medio del control consciente de estas funciones se puede tener la ventaja de alargar la vida y mejorar la energía. El desarrollo de la habilidad para dormir conscientemente es esencial para pasar a las siguientes etapas del yoganidra. Es posible que le tome meses convertirse en un adepto de esta práctica, pero si se dedica a ello descubrirá que puede poner su cuerpo a dormir, conservar su mente en un estado de meditación relajada y despertarse en diez o veinte minutos, sintiéndose muy descansado y fresco, como si hubiera tomado una siesta y meditado.

AUTOCURACIÓN

Cuando haya encontrado el camino a un estado de relajación profunda en el que su mente esté totalmente alerta, estará listo para aprender la autocuración. Existe un adagio que dice: “Si puede sentirlo, puede moverlo”. Este es un principio fundamental de la autocuración. Supongamos que sufre congestión nasal y dolor de garganta. Después de ponerse en un estado de relajación profunda, como describimos anteriormente, ubique su conciencia en sus senos nasales y en su garganta, poniendo mucha atención en cómo siente esos lugares. Dedique tiempo, tal vez varios minutos, para sentir perfectamente esas áreas. Sin tratar de forzarlo, simplemente intente que esas áreas vuelvan a su funcionamiento correcto y saludable. Conserve su concentración natural, no violente nada, tan sólo intente que la curación se lleve a cabo de manera sencilla y natural. Posteriormente ponga atención a sus sensaciones sin forzar más la situación.

Aquí es donde entra en juego el control sobre las corrientes energéticas del cuerpo. Si se encuentra en un estado de relajación profunda, una intención bien direccionada será suficiente para alterar la energía que fluye por su cuerpo y para restablecer una condición de salud. Esto puede sonar sencillo, y de hecho lo es, pero no debe confundir lo sencillo con lo fácil. Tiene que estar en estado de relajación profunda, pues de lo contrario intentará este método y asumirá que no funciona. Debe estar tan relajado que no exista tensión que interfiera con su intención mental para devolver la salud y el equilibrio. Después de todo, la salud es un estado de energía dinámico, equilibrio y vitalidad; es una condición de bienestar dinámico y no sólo de ausencia de una enfermedad. Una de las cosas que comprende cualquier persona que practique el yoga con tenacidad es que la salud del cuerpo se puede manipular y dirigir por medio de una mente bien enfocada. Descubrirá que por medio de la práctica correcta del método de curación yoganidra usted puede alterar positivamente su salud en tiempos de enfermedad o de dolor. No podrá realizar una curación total, pero sí será capaz de mejorar considerablemente su condición para estar más cómodo. La clave es la práctica. Si invierte tiempo en capacitarse bien, se sorprenderá de cómo puede lograr la autocuración. Es un acto maravilloso para proporcionarse poder.

EXPLORANDO LO DESCONOCIDO

Más allá de la relajación, del sueño consciente y de la autocuración está lo desconocido. Hay poco que se pueda decir al respecto, excepto lo siguiente. Todos vivimos en el mundo con un sentido de la normalidad, una creencia de que las cosas son de cierta manera y de que existe algo de previsibilidad en la vida, lo cual es muy cierto. El pasto crece largo y verde en lugar de en cuadros morados, y el sol sale y se pone todos los días. De esta manera existe cierta previsibilidad en la vida, pero ésta desmiente el inmenso misterio que nos rodea.

Después de haber aprendido todas las etapas anteriores del yoganidra usted está preparado para experiencias que yo simplemente no puedo predecir, ya que será usted quien esté ahí y las experiencias serán suyas y no mías. Puedo decir que he estado en algunos lugares realmente salvajes, si es que existen los “lugares”. He estado rodeado de llamas de fuego azules y anaranjadas, he conocido deidades y seres de todos los tipos y he pasado por bandas largas de doble hélice del DNA hacia regiones que no puedo describir porque simplemente no tengo las palabras adecuadas para tales viajes. He sido testigo de lo que parecen ser galaxias surgiendo del obscuro nada del espacio profundo y que se disuelven nuevamente para formar la nada, como si miles de millones de años se pudieran condensar en minutos de experiencia.

La clave para los viajes de aventuras en el yoganidra es desarrollar la habilidad para rendirse. La verdad saldrá a la luz, no importa que tan relajado esté, se encontrará tensándose automáticamente si comienza a atravesar un túnel largo y con luz brillante a velocidad ultrarrápida. Eso es perfectamente entendible, tal vez decida en ese momento que tales aventuras simplemente no son para usted. Pero, si su sentido de la curiosidad y de la aventura sobrepasa sus miedos y su sentido del pánico frente a las experiencias agobiantes y frecuentemente extrañas, entonces dejarse ir es esencial para continuar. Para ayudarme a entrar en las exploraciones salvajes del yoganidra me recordaba que el universo es un lugar amistoso, y lo es. Por supuesto también está lleno de peligros, pero el universo es básicamente de apoyo, no hostil. Ayuda saber ésto.

Las escrituras del yoga están llenas con insinuaciones de este tipo de experiencias, pero los relatos no son las experiencias en sí. Lo que le sucederá y a donde irá, si se lo permite, es algo que solamente usted descubrirá. Si practica el yoganidra, estará lo mejor preparado para algunas aventuras maravillosas en el espacio interno. Vivimos en un universo muy grande con realidades paralelas y otras innumerables regiones, seres y estados, aparte de aquellos a los que nos enfrentamos normalmente durante el despertar, el dormir y el sueño. Ya que vive aquí, también puede salir y husmear un poco.