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Las naves caza siguen el rastro que la fiebre infecciosa ha dejado en varios planetas y han descubierto vuestra loca carrera por escapar.Ya ha corrido la voz y los escudos protectores evitan que vuestra nave penetre en la atmósfera de los diferentes planetas.Tres miembros de tu tripulación mueren víctimas de la fiebre, pero al parecer tú no empeoras; incluso parece que estés mejorando.Y entonces tienes una idea soprendente.

—Mirad, regresemos a Axle,donde empezó la fiebre. Solo podremos encontrar la cura allí donde comenzó la enfermedad.

Los miembros de la tripulación que aún siguen vivos aceptan a regañadientes y tú pones rumbo a Axle. Siguen tu consejo porque has demostrado ser valiente y actuar con sabiduría en momentos de estrés.

Si de verdad crees que puedes encontrar una cura, ve al capítulo 130 e

Si no crees que pueda hacerse nada, ve al capítulo 125 e