DE LUIS GÁLVEZ DE MONTALVO[32] AL AUTOR

 

Soneto

 

Mientra[33] del yugo sarracino anduvo

tu cuello preso y tu cerviz domada,

y allí tu alma, al de la fe amarrada,

a más rigor, mayor firmeza tuvo,

gozóse el cielo; mas la tierra estuvo

casi viuda sin ti, y, desamparada

de nuestras musas, la real morada

tristeza, llanto, soledad mantuvo.

Pero después que diste al patrio suelo

tu alma sana y tu garganta suelta

dentre las fuerzas bárbaras confusas,

descubre claro tu valor el cielo,

gózase el mundo en tu felice vuelta

y cobra España las perdidas musas.

 

 

DE DON LUIS DE VARGAS MANRIQUE[34]

 

Soneto

 

Hicieron muestra en vos de su grandeza,

gran Cervantes, los dioses celestiales,

y, cual primera, dones inmortales

sin tasa os repartió naturaleza.

Jove[35] su rayo os dio, que es la viveza

de palabras que mueven pedernales;

Dïana, en exceder a los mortales

en castidad de estilo con pureza;

Mercurio, las historias marañadas;

Marte, el fuerte vigor que el brazo os mueve;

Cupido y Venus, todos sus amores;

Apolo, las canciones concertadas;

su sciencia, las hermanas todas nueve;[36]

y, al fin, el dios silvestre,[37] sus pastores.

 

 

DE LÓPEZ MALDONADO[38]

 

Soneto

 

Salen del mar, y vuelven a sus senos,

después de una veloz, larga carrera,

como a su madre universal primera,

los hijos della largo tiempo ajenos.

Con su partida no la hacen menos,

ni con su vuelta más soberbia y fiera,

porque tiene, quedándose ella entera,

de su humor siempre sus estanques llenos.

La mar sois vos, ¡oh Galatea estremada!,

los ríos, los loores, premio y fruto

con que ensalzáis la más ilustre vida.

Por más que deis, jamás seréis menguada,

y menos cuando os den todos tributo,

con él vendréis a veros más crescida.