Las cubiertas de los pisos se desgastan más rápido que cualquier otra superficie al interior de la vivienda, y los daños pueden afectar mucho más que la sola apariencia. Los rayones sobre los pisos elásticos, y las grietas en las uniones de masilla de la baldosa pueden dejar que la humedad penetre al interior. Cuando los pisos de madera pierden la cubierta de acabado, podrían quedar permanente descoloridos. Los listones también pueden comenzar a crujir.
La humedad por debajo de los pisos también puede arruinar la base de madera y finalmente el subsuelo. Los baños son las áreas más afectadas por la humedad. El subsuelo puede desprenderse de las vigas de soporte causando que los pisos se desnivelen y comiencen a chirriar.
Usted puede arreglar este tipo de problemas, incluyendo pisos crujientes, bases averiadas y molduras, y daños menores sobre las cubiertas de pisos, utilizando las herramientas y técnicas presentadas en las siguientes páginas.
Reemplazar molduras de los bordes
Los pisos crujen cuando los maderos friccionan entre sí, o contra las puntillas que los aseguran contra el subsuelo, o cuando no han sido clavados correctamente. Los cambios normales en la madera la hace crujir en forma inevitable, pero los pisos ruidosos pueden indicar serios problemas estructurales. Si un área del piso es muy suave o extremadamente crujiente, inspeccione las vigas de enmarcado y la estructura que sostiene el piso.
En lo posible arregle los chirridos a partir de la base del piso. Las vigas de más de ocho pies de largo deben tener soportes en forma de X entre cada par de piezas para ayudar a distribuir el peso. Si no tiene este tipo de soportes, instálelos cada seis pies para reforzar la base y para ayudar a silenciar los pisos ruidosos.
Para encontrar exactamente el sitio del crujido, pídale a alguien que camine sobre la superficie mientras escucha por debajo de la estructura (o en el piso inferior). Marque con un lápiz sobre el cielo raso el lugar donde está ocurriendo el ruido. Es posible que el subsuelo se mueva sobre las vigas cuando escuche el ruido. Si no ve ningún movimiento, el piso terminado se ha desprendido del subsuelo. En este caso, pida a quien esté parado sobre el piso que coloque algo pesado, como la pata de un sofá o un bloque en el sitio del crujido. Si viene directamente de la viga, use un martillo para clavar una estaca entre la viga y el subsuelo.
Los espacios entre el subsuelo y las vigas del piso son las causas principales de los pisos crujientes. Si tiene acceso a los pisos por debajo, ubique el espacio y clave una estaca en el lugar para eliminar el ruido.
Si tiene acceso a las vigas del piso por debajo, clave tornillos de madera hacia arriba a través del subsuelo para unirlo con la superficie del piso. Perfore agujeros guía y asegúrese que los tornillos no sean muy largos porque podrían atravesar los listones hasta llegar a la superficie. Determine el espesor del piso y el subsuelo midiendo el espesor en los cortes de las tuberías.
Instale soportes de madera en X si cree que las vigas están moviéndose (la falta de rigidez puede causar crujidos o rebote al caminar sobre la superficie). Puede usar maderos de 2 × 4 con las puntas cortadas en ángulo de 45° para empatar la inclinación de las vigas al instalarse en forma diagonal, o puede instalar soportes de metal disponibles en cualquier almacén de materiales para construcción.
Construya un bloque para golpear. Si las puntillas sueltas son el problema, puede golpear los pisos donde esté escuchando el crujido. Envuelva un trozo de madera de 2 × 4 (puede ser de un pie de largo) en un retazo de alfombra para evitar rayar la superficie del piso. Clave la alfombra con puntillas a la parte de arriba del madero.
Coloque el madero en el ángulo correcto sobre el área del piso crujiente. Golpee el madero para acomodar los listones o para clavar las puntillas sueltas. Mueva el bloque en forma rectangular hasta llegar al centro.
Debido a que los crujidos pequeños pueden ser causados por la acumulación de mugre entre los listones, o por sequedad, limpie el piso al menos una vez por semana.
Los crujidos de los pisos causados por la fricción entre los listones, o contra las puntillas, pueden ser eliminados por semanas o incluso meses, sólo con agregar un lubricante para pisos en el lugar del crujido. Primero, remueva la mugre y polvo entre los listones usando un viejo cepillo de dientes. Luego aplique el lubricante con un cepillo nuevo o un trapo limpio.
Los accesorios para eliminar los crujidos en los pisos están diseñados para sujetar el subsuelo a las vigas de soporte. Esta es la perfecta solución para los ruidos causados en pisos con superficies que no pueden ser ajustadas con tornillos (como los pisos de cerámica). El soporte aquí instalado consiste de una placa de montura, una barra de rosca, y un tirante de ajuste en forma de “J” que aferra la superficie contra la viga.
Inserte la cabeza de la barra de rosca dentro del orificio de la placa de anclaje. Utilice un destornillador de estrella para atornillar la placa sobre la parte inferior del subsuelo (los cuatro tornillos vienen por lo general con la placa). Coloque la placa al lado de la viga más cercana al sitio donde se produce el ruido.
Deslice la parte superior del soporte al interior de la barra con rosca y sobre la parte inferior de la viga.
Deslice la arandela y coloque la rosca dentro de la barra. Utilice una llave para apretar la tuerca hasta que el subsuelo es halado en forma ajustada contra la viga. Evite apretar demasiado la tuerca.
La forma más fácil de clavar de nuevo los listones sueltos o brotados es desde arriba. Perfore agujeros guía para varias puntillas sólo sobre el listón. La puntilla se aferrará mejor si no abre huecos al interior de la base.
Use un martillo y un juego de punzones para clavar las cabezas de las puntillas bien adentro de la superficie del piso. La idea es dejar el suficiente espacio por encima de la cabeza para llenarlo con masilla para madera.
Llene los huecos de las puntillas con masilla para madera. La mejor solución es usar masilla pre-pintada para empatar el color de la madera, en lugar de usar masilla normal que debe ser pintada después de secarse. Presione la masilla al interior para que llegue bien al fondo del hueco. Llene el agujero un poco más arriba de la superficie.
Lije la masilla seca para dejarla a ras con la superficie del tablón. Utilice papel de lija de grado fino (180 ó 220) y evite lo más que pueda lijar más allá de los huecos. Después de lijar el parche, limpie el área con un trapo limpio y seco y luego aplique barniz de poliuretano sobre el mismo esparciéndolo hacia las áreas adyacentes. Esto protegerá el remiendo y lo oscurecerá un poco (ver foto anexa).
No hay razón para descuidar las molduras de los pisos y dejarlas que le resten mérito a la apariencia de una superficie bien mantenida. Utilizando las herramientas correctas y con un poco de atención al detalle, podrá reemplazar las molduras fácil y rápidamente.
Los almacenes especializados y los centros de depósito de materiales para construcción venden muchos estilos de molduras, pero es posible que no encuentre los usados en casas antiguas. Si tiene problemas para encontrar las piezas exactas, busque en sitios de venta de materiales de demolición. A veces estos sitios tienen piezas que ya no se fabrican. También puede combinar varias molduras para duplicar una versión más detallada.
Si no puede encontrar la moldura exacta para reemplazarla, puede tratar de recrearla con múltiples piezas.
A veces sólo un poco de presión aplicada con una barra puede averiar la base o la pared. Utilice un trozo de madero largo para proteger la pared. Inserte una barra por debajo de la moldura y coloque la otra entre la moldura y la pared. Fuerce las barras en direcciones opuestas para sacar la moldura.
Para quitar las molduras sin dañar la pared, utilice palancas en lugar de fuerza. Quite la cubierta de la base primero con una barra plana. Cuando sienta que unas cuantas puntillas se han soltado, mueva las barras un poco y repita la acción.
Comience en la esquina interior clavando un trozo de moldura contra la pared. Abra agujeros guía, luego clave la pieza con dos puntillas 6d alineadas verticalmente sobre cada viga de la pared. Corte un trozo de moldura para que las puntas queden bien cuadradas. Corte la punta de la pieza en forma cuadrada. Coloque el retazo detrás de la pieza dejando el borde a ras con la punta de la moldura. Trace una línea en el borde del retazo sobre la parte trasera de la moldura a instalar.
Corte a lo largo de la línea trazada sobre la moldura a instalar. Use una sierra de calar y manténgala perpendicular sobre la base mientras que hace el corte. Pruebe la pieza en la esquina y córtela de nuevo si es necesario.
Para cortar la moldura para las esquinas exteriores, marque la punta donde se encuentra con la esquina exterior. Haga el corte en 45° usando una sierra ingletadora. Clave las uniones en ángulo abriendo primero agujeros guía. Use puntillas 4d en cada esquina.
Instale la cubierta de la base a lo largo del borde inferior de la moldura de base. Clávela en forma angular en las esquinas interiores y exteriores y ajústela con puntillas 2d. En lo posible sólo use una sola pieza para completar cada lado. En distancias largas, junte las piezas en ángulos paralelos de 45°. Clave la punta de las puntillas al interior de las molduras usando un punzón, luego llene los huecos con masilla para madera.
Un piso de madera oscurecido o algo deslucido quizás sólo necesite una buena limpieza para revelar de nuevo su atractivo acabado. Si tiene un piso con pre-acabado relativamente nuevo, consulte con el fabricante o con instaladores profesionales antes de aplicar productos de limpieza o ceras sobre su superficie. La mayoría de los pisos pre-acabados no deben ser encerados.
El agua u otros líquidos pueden penetrar al interior de las vetas de la madera dejando manchas oscuras. Algunas veces estas manchas son imposibles de remover con lijas. En estos casos, trate de limpiar la madera con ácido oxálico, disponible en forma cristalina, en los centros de construcción o almacenes de ventas de pinturas. Cuando las grietas, golpes o rajaduras no son suficientemente dañinos para justificar cambiar el piso, repare las áreas averiadas con masilla de látex para madera que empate con el color del resto del piso.
Identifique el tipo de acabado aplicando solventes. Escoja un área escondida para aplicar diferentes solventes para ver si el acabado se disuelve, suaviza o es removido. El alcohol desnaturalizado remueve resinas (shellac), mientras que la laca disolvente quita la laca. Si ninguno de estos químicos funciona, use un quitaesmalte con acetona que remueve el barniz pero no el poliuretano.
Aspire todo el piso. Mezcle agua caliente con detergente que no contenga blanqueador (lejía), fosfato sódico tribásico, o amoníaco. Cepille el piso en secciones de 3 pies2 usando una brocha o almohadilla de nylon. Limpie el agua y la cera con una toalla antes de continuar con la siguiente sección.
Si al agua con el detergente no remueve la cera vieja, use un equipo de limpieza para el piso. Utilice sólo solventes para limpieza ya que ciertos productos a base de agua pueden oscurecer la madera. Aplique los limpiadores siguiendo las instrucciones del fabricante.
Cuando el piso esté limpio y seco, aplique una cera para pisos de buena calidad. La pasta es más difícil de aplicar que el líquido, pero dura mucho más. Aplique la cera con la mano y luego pula o brille la superficie con una pulidora equipada con almohadillas sintéticas.
Remueva la mancha lijando el área afectada. Disuelva la cantidad recomendada de cristales de ácido oxálico con agua en un vaso desechable. Use guantes de caucho y vierta la mezcla sobre la mancha (sólo cubra la madera oscurecida).
Deje sentar la mezcla por una hora. Repita el proceso si es necesario. Lave el área con dos cucharadas de bórax disueltas en una pinta de agua para neutralizar el ácido. Enjuague con agua y deje secar la madera. Lije suavemente el área.
Aplique varias capas de restaurador de madera hasta que el color del área limpiada empate con el resto de la superficie.
Antes de llenar los huecos, compruebe que las puntillas estén bien clavadas. Use un martillo y un punzón para clavar las puntillas sueltas al interior de la superficie. Aplique masilla sobre las áreas averiadas con una espátula. Presione la masilla al interior de los huecos con la hoja de la espátula.
Quite el exceso de masilla de los bordes y deje secar el remiendo por completo. Lije los arreglos a ras con el resto del piso. Use una lija de grado fino y lije en dirección de la veta de la madera.
Aplique el restaurador de madera sobre las áreas lijadas hasta empatar el color con el resto del piso.
Aún cuando la durabilidad y capacidad para ser restaurados es muy reconocida, los pisos a veces sufren daños que no pueden ser reparados con un simple retoque. Un rayón profundo o una rajadura al interior de la placa no pueden lijarse sin hacer una marca notoria sobre la superficie del piso. En estos casos es necesario remover la pieza averiada por completo.
En lo posible es mejor reemplazar toda la pieza. Si va a cambiar un tablero largo, o va a hacer una reparación más conspicua, utilice un formón para cortar la sección averiada para luego instalar una nueva pieza (esta es una de las razones por la cual siempre se aconseja guardar material de sobra después de instalar el piso original).
Reemplazar una sección pequeña del piso consiste en encontrar la pieza correcta de reemplazo, cortar las partes de ensamble machihembrado, e instalarla sobre el piso manteniendo el patrón de la veta de la madera.
Use una escuadra para trazar las líneas de corte arriba y abajo de la sección afectada del madero. Para evitar encontrarse con puntillas, trace las marcas al menos ¾" al interior del borde extremo de las vigas. El objetivo es no cortar toda la sección del madero, pero sí remover la tira hacia el medio para tener campo para usar una barra.
Establezca el espesor de los maderos a cortar. Use un taladro y una broca de punta plana de ¾" y perfore lentamente al interior de la pieza averiada. Perfore hasta encontrar la base del piso. Mida la profundidad del hueco (la profundidad normal es de 5/8 ó ¾"). Cuadre el disco de la sierra circular a esa medida.
Para evitar que las piezas se astillen, pegue cinta para pintar por fuera de las líneas de corte. Clave un trozo de madero derecho al interior del área a cortar para crear una guía de corte. Deje las puntillas un poco salidas de la superficie para facilitar la removida del madero. Coloque el madero de guía dejando espacio para la guía de la máquina.
Alinee la sierra circular con la guía de madera. Encienda la máquina, introduzca el disco hacia el interior de la marca de corte. No corte el último ¼” al llegar a las esquinas. Quite la guía de madera y repita la acción en los lados opuestos del madero.
Complete los cortes. Utilice un martillo y un formón afilado para madera para completar el corte y desprender por completo los maderos del piso. La parte angular del formón debe estar de frente hacia el área averiada para hacer un corte derecho.
Remueva los tableros sueltos. Use un trozo de madero de 2 × 4 como palanca para proteger el piso. Golpee la barra con un martillo al interior y por debajo de la pieza averiada. La mayoría de las piezas salen con facilidad, pero a veces requieren de un poco de presión. Saque las puntillas expuestas con la cabeza trasera del martillo.
Utilice un formón para quitar las dos tiras restantes. Una vez más, el lado angular del formón debe quedar de frente hacia el área averiada. Clave las puntillas expuestas con un punzón.
Corte las nuevas piezas de madera al ancho y largo correcto y colóquelas al interior del área en reparación. Forme el ensamble machihembrado en el borde de la abertura. Si sólo va a instalar una pieza, corte el borde inferior de la ranura (vea el Consejo en la página anterior).
Para instalar el último madero, conecte la lengüeta dentro de la ranura del piso ya instalado y golpéelo suavemente con un mazo para acomodarlo en el madero anterior.
Perfore agujeros guía inclinados hacia afuera: abra dos huecos, uno al lado del otro, a más o menos ½” del borde de cada madero, y un hueco cada 12” a lo largo del lado de la ranura en cada uno. Clave puntillas de acabado 8d de 1½” en los huecos. Penetre las puntillas con un punzón. Llene los orificios con masilla para madera.
Después que la masilla se haya secado, lije el parche con una lija de grado fino. Lije un poco los maderos contiguos. Aspire y limpie todo con un trapo limpio. Aplique tintura para restaurar y empatar el color de la madera y luego dos capas de acabado. Para establecer qué tipo de acabado tiene el piso, vea la página 242.
En el caso que necesite reemplazar una pieza de un piso prefabricado, debe primero determinar cómo va a remover dicha pieza. Si va a trabajar sobre un piso “flotante” (sin adhesivo), es mejor desensamblar y quitar cada pieza comenzando desde la pared hasta llegar a la pieza averiada. Sin embargo, si esa pieza está muy lejos de la pared, puede ahorrar tiempo cortando sólo la parte que va a reemplazar.
Las piezas prefabricadas adheridas por completo tienen adhesivo por debajo de cada tablero y están aseguradas directamente contra la base del piso. Cuando quita esta clase de placas corre el riesgo de averiar el subsuelo y en este caso es recomendable contratar un profesional para hacer la labor.
Aún cuando los pisos laminados parecen indestructibles, es imposible evitar los rayones y averías causadas por el uso diario. Sin importar si el daño está ubicado contra una pared o en la mitad del piso, el siguiente ejemplo le mostrará cómo repararlo.
Para quitar la cubierta de la base del piso, introduzca un formón entre la cubierta y la base para crear un espacio y mantenerlo abierto con estacas. Haga lo mismo cada 6" a lo largo de la pared. Ubique las puntillas que sostienen la pieza contra la base y use una barra en esos sitios para sacar con cuidado la cubierta de la base (ver foto anexa).
Para quitar la primera pieza más cercana a la pared, use la barra para levantarla sólo lo suficiente para meter la mano por debajo y luego separarla de la pieza adyacente. Continúe removiendo los tableros entre la cubierta de la base y la pieza averiada con las manos. Remueva finalmente la parte que va a reemplazar.
Ajuste la nueva pieza en su posición y continúe reemplazando el resto de los tableros hasta llegar a la pared de la misma forma.
Instale de nuevo la cubierta de la base a lo largo de la pared. Utilice un martillo y un punzón para clavar las puntillas sobre la cubierta cada 6 a 12” de distancia. Llene los huecos con masilla para madera.
Dibuje un rectángulo en medio de la pieza averiada dejando un borde de 1½" entre el rectángulo y los bordes originales del tablero. Utilice un martillo y un formón para hacer cortes en cada esquina del rectángulo y al interior de cada esquina de la pieza. Perfore agujeros de 3/16" de diámetro en cada uno de los cortes. Sólo perfore hasta la profundidad de la pieza.
Para evitar que el piso se astille, pegue cinta para pintar a lo largo de las líneas de corte. Cuadre el disco de la sierra circular a la profundidad del tablero. Si no tiene una pieza de reemplazo, vea la página 245, paso 2, para establecer el espesor de la misma. Para cortar la pieza averiada, encienda la máquina y coloque el disco lentamente sobre la línea de corte hasta que la guía descanse por completo sobre el piso. Empuje la máquina desde el centro de la línea hacia cada extremo. Deténgase a ¼" de cada esquina. Coloque un formón afilado entre los dos agujeros en cada esquina y golpéelo con un martillo para completar cada corte. Levante y remueva la sección del medio. Aspire la mugre.
Para quitar los bordes restantes del área averiada, coloque un retazo de madero de 2 × 4 a o largo de la parte de afuera de un corte y úselo como palanca para empujar una barra por debajo del piso. Introduzca una segunda barra por debajo del piso (directamente debajo de la unión de la placa adyacente) y use unos alicates para agarrar la tira del borde de 1½" al frente de la barra. Presione hacia abajo hasta que aparezca un espacio en la unión. Quite la pieza de borde. Quite la tira opuesta y los bordes más cortos en las puntas de la misma forma.
Coloque un retazo de cartón en la abertura para proteger la base mientras remueve todo el adhesivo de los bordes originales usando un formón. Aspire toda la mugre y los desperdicios de pegamento sobrantes.
Para quitar las lengüetas en una punta en la parte larga y corta de una pieza final, colóquela boca abajo sobre una pieza de contrachapado para protegerla (o sobre un madero de 2 × 4). Sujete una guía de corte sobre la pieza de reemplazo dejando la distancia necesaria para cortar la pieza con la broca. Presione la sierra ingletadora contra la guía de corte y mueva la máquina lentamente a lo largo de todo el borde de la nueva pieza para quitar la lengüeta. Suavice los bordes con papel de lija.
Conecte las ranuras de la pieza de reemplazo al interior de las lengüetas de las piezas adyacentes. Si la pieza se ensambla en forma ajustada con los otros tableros adyacentes, levántela con una copa de succión suministrada por el fabricante. Si la placa no se ajusta a ras con el resto de la superficie, revise los cortes hechos con la ingletadora para comprobar que estén parejos. Lije los sitios ásperos que deben ser removidos por completo y ensaye la pieza de nuevo.
Coloque en su lugar la pieza de reemplazo usando el adhesivo recomendado a los bordes removidos y al interior de las canales de las piezas existentes. Presione con firmeza la placa en su lugar.
Limpie el adhesivo con un trapo mojado. Coloque una tira de papel de cera sobre la nueva pieza y distribuya unos bloques pesados sobre el papel. Deje secar el adhesivo entre 12 y 24 horas.
Los métodos de reparación de los pisos elásticos depende del tipo de material y la clase de daño. Con las tiras de pisos elásticos, es posible unir la superficie y parchar el nuevo material. Con el linóleo, un parche es por lo general la única solución para reparar un daño serio.
Los pequeños cortes y rasgones pueden ser corregidos permanentemente y hacerlos casi que invisibles usando un líquido sellador o un compuesto transparente disponible en cualquier lugar donde vendan pisos de vinilo. Las rasgaduras mayores y quemaduras pueden ser cubiertas con un parche. Si es necesario, quite un trozo de vinilo de un área escondida, como debajo de un electrodoméstico, y utilícelo para remendar el daño. Los rayones y pequeños daños sobre el linóleo pueden ser reparados con una pasta hecha con adhesivo para madera y partículas del linóleo.
Cuando los pisos están muy gastados o el daño es muy grande, la respuesta es cambiar todo el piso. Aunque en algunos casos es posible agregar capas de pisos, examine las opciones con cuidado. Tenga en cuenta que viejos materiales hechos de asfalto pueden contener fibras de asbesto.
Cuando la superficie del piso elástico está averiada, la mejor solución es cortar la parte del daño y reemplazarla con nuevo material sellando los bordes con cuidado.
Mida el largo y ancho del área averiada. Coloque el retazo del piso nuevo sobre una superficie donde pueda hacer cortes sobre ella (como un retazo de contrachapado). Utilice una escuadra como guía para el corte. La pieza de reemplazo debe ser un poco más grande que el área averiada.
Coloque la pieza sobre el área afectada empatando las líneas del diseño. Asegure la pieza con cinta de tela. Usando una escuadra como guía, corte a través del vinilo nuevo (arriba) y sobre el vinilo viejo (abajo). Presione la navaja con firmeza para cortar ambas superficies.
Utilice cinta para marcar el borde del nuevo remiendo usando el borde del piso viejo como marca de guía. Quite la cinta alrededor del perímetro y levante el parche.
Despegue el adhesivo por debajo con una pistola de calor. Quite la sección averiada del piso. Trabaje a partir de los bordes. Cuando el piso se haya soltado, inserte una espátula y utilícela como barra de palanca para levantar el área averiada.
Raspe el adhesivo restante con una espátula o un formón. Trabaje desde los bordes hacia el centro. Esparza un poco de diluyente mineral o agua burbujeante caliente sobre el piso para disolver el pegamento (no use demasiada agua porque puede despegar el área adyacente). Use un raspador con filo para raspar la superficie hasta la base.
Aplique adhesivo a la parte trasera del parche con un palustre con muescas de 1/8" en forma de “V”. Sostenga el palustre en un ángulo de 45° a medida que esparce el adhesivo.
Coloque un borde del parche en su lugar. Baje la pieza sobre la base. Presiónela en su lugar. Aplique presión con el rodillo pequeño en forma de “J” (J Roller) para crear una adhesión sólida. Comience desde el centro y mueva el rodillo hacia los bordes para sacar las burbujas de aire. Limpie el adhesivo que brota de los bordes con un trapo limpio y húmedo o con una esponja.
Deje secar el adhesivo toda la noche. Utilice un paño suave humedecido en laca diluyente para limpiar toda el área. Mezcle el sellador siguiendo las instrucciones del fabricante. Utilice una botella de atomizador para aplicar una capa delgada de sellador a lo largo de las líneas de corte.
Utilice una pistola de calor para calentar la pieza averiada y así poder despegarla del piso. Mantenga moviendo la pistola para no derretir la pieza. Cuando el borde comience a voltearse, inserte una espátula para levantarla hasta remover toda la pieza. Nota: Si puede ver claramente la unión entre las piezas, haga un corte alrededor para evitar que otras piezas se levanten.
Quite el adhesivo restante con una espátula o con un raspador en las áreas más pegadas. Trabaje de los bordes hacia el centro para evitar dañar las piezas adyacentes. Utilice disolventes minerales para remover los sobrantes del adhesivo. No deje que los disolventes penetren por debajo de las piezas alrededor. Aspire la mugre, el polvo y los sobrantes del pegamento. Limpie todo por completo.
Cuando el piso esté seco, utilice palustre con muescas de 1/8" en forma de “V” sostenido en un ángulo de 45° y aplique una capa delgada y pareja de adhesivo para vinilo sobre la base. Nota: Sólo siga estos pasos si está trabajando con piezas que no vienen con pegamento pre-instalado.
Coloque un borde de la pieza en su lugar. Baje el resto del tablero sobre la base y presiónelo. Aplique presión con el rodillo pequeño en forma de “J” (J Roller) para crear una adherencia sólida. Comience en el centro y muévase hacia los bordes para sacar las burbujas de aire. Si el adhesivo se sale por los bordes, límpielo con un trapo mojado o una esponja. Cubra la pieza con papel de cera y unos bloques pesados y déjelo secar 24 horas.
Las quemaduras y las manchas son los daños más comunes en las alfombras. Las quemaduras superficiales pueden corregirse cortando las fibras del área afectada con unas tijeras pequeñas. Las quemaduras más profundas o las manchas indelebles requieren de remover por completo el daño y repararlo con un parche.
Otro problema común, tratado en la página opuesta, tiene que ver con los bordes o uniones de la alfombra que se desprenden. Es posible alquilar las herramientas necesarias para arreglar este tipo de problema.
La alfombra quemada o manchada puede ser reparada con herramientas especiales y técnicas presentadas en estas páginas.
Use un cortador de moldes para cortar el parche de reemplazo de un retazo de alfombra. Presione el cortador sobre el área afectada y gírelo para cortar la alfombra.
Remueva la alfombra con daños o manchas más grandes con una herramienta especial para cortar (disponible en sitios de venta de alfombras). Coloque cinta de doble cara al interior del corte dejando que los bordes traslapen las uniones del parche.
Presione el parche en su lugar. La dirección de la fibra debe seguir el mismo patrón del resto de la alfombra. Aplique adhesivo alrededor de los bordes del parche para sellar las uniones en forma correcta.
Ajuste el botón en la cabecera del extensor manual de alfombra para que los dientes de la misma sujeten la parte trasera del material sin penetrar en la espuma de base. Comenzando desde una esquina, o cerca del punto donde la alfombra esté firmemente sujetada, presione la cabeza del extensor sobre la alfombra a unas 2" de distancia de la pared.
Empuje la rodilla sobre el lado acolchonado del extensor para forzar la alfombra contra la pared. Introduzca el borde de la alfombra en el espacio entre la tira de clavado y la moldura de base usando una cuchilla especial de 4" de ancho. Si la alfombra todavía queda suelta, corte el borde con una navaja y extiéndala de nuevo.
Quite la cinta instalada por debajo de la unión de la alfombra. Corte una tira de cinta nueva y colóquela debajo de la alfombra dejándola centrada sobre la unión y con la cara con adhesivo mirando hacia arriba. Conecte la plancha para las uniones y déjela calentar.
Hale ambas puntas de la alfombra y coloque la plancha correctamente sobre la cinta. Espere unos 30 segundos hasta que el adhesivo se derrita. Mueva la plancha unas 12" hacia adelante a lo largo de la cinta. Presione los bordes de la alfombra con rapidez sobre el adhesivo derretido por detrás de la plancha. Separe las fibras para evitar que se peguen al adhesivo y para dejar la unión ajustada. Coloque tableros pesados sobre la unión para mantenerla plana hasta que el pegamento se siente. Sólo tiene 30 segundos para repetir el proceso.
Aún cuando la cerámica es una de las cubiertas para pisos más resistente, a veces sufre daños y debe reemplazarla. Las grietas pronunciadas en la masilla de las uniones indican que el movimiento del piso ha deteriorado la capa de adhesivo por debajo. En este caso el adhesivo debe ser reemplazado para crear un arreglo permanente.
Cada vez que remueva una pieza revise el estado de la base. Si no está sólida, nivelada o lisa, debe cambiarla o repararla antes de reparar la baldosa. Cuando remueva la masilla o la baldosa averiada, tenga cuidado en no afectar el área a su alrededor. Siempre use protección para los ojos cuando trabaje con un martillo o un formón.
El arreglo de la baldosa debe llevarse a cabo tan pronto como el daño es descubierto. Sin importar si el piso está cubierto con piezas grandes de cerámica o con material de estilo mosaico, tan pronto como el agua penetra en el interior de una o dos piezas, el daño se extenderá con rapidez. Reemplace las piezas necesarias y aplique nueva masilla tan pronto como empiece a decolorarse o desprenderse.
Quite la masilla vieja con una sierra especial o con otro tipo de herramienta. Tenga cuidado en no rayar las piezas adyacentes o quebrar los bordes. Puede aplicar nueva masilla sólo en las uniones de la pieza reemplazada, pero para un acabado más uniforme, quite la masilla alrededor de todas las baldosas y aplique nueva en todo el piso.
Lave todo el piso con una mezcla 1:1 de agua y vinagre blanco poniendo atención especial a las áreas alrededor de las uniones. Aspire primero la superficie para quitar toda la mugre y desperdicios.
Aplique la nueva masilla. Prepare la masilla granulada siguiendo las instrucciones estampadas en el paquete. Use una llana para incrustar bien la masilla al interior de las uniones. Sostenga la llana inclinada sobre la superficie en un ángulo de unos 30°.
Limpie en forma diagonal a través de las uniones para remover el exceso de masilla y suavizar también las uniones. Nota: Sellar todas las uniones ayudará a dejar un color de masilla más parejo en todo el piso si va aplicar la mezcla sólo en unas uniones.
Usando una sierra para cortar masilla con punta de carbono, aplique firme pero suave a lo largo de la unión hasta exponer los bordes opacos de la baldosa. No raje la superficie vidriosa de la cerámica. Si la masilla está muy pegada, utilice un martillo y un destornillador para golpear la baldosa primero (ver paso 2).
Si la baldosa no está quebrada, use un martillo y un punzón para golpear en el centro de la misma. Si la pieza ya está muy rajada, utilice un formón para levantar la pieza.
Inserte el formón dentro de una de las rajaduras y luego golpee suavemente la pieza. Comience en el centro y corte hacia los bordes para no averiar las piezas adyacentes. Tenga en cuenta que la base de la cerámica es muy parecida al cemento cuando esté quitando las piezas. Descarte todas las piezas rotas.
Utilice una espátula para remover la capa delgada de adhesivo y un formón para quitar el cemento usado en la instalación. Si la base está cubierta con una malla, no será posible dejar el área completamente lisa, sólo límpiela lo mejor que pueda. Después de quitar el adhesivo, use papel de lija para suavizar las partes burdas. Si hay vacíos sobre la base, llénelos con cemento delgado a base de resina epóxica (para la placa de cemento), o con nivelador para pisos (para contrachapados). Deje secar el área por completo.
Utilice un palustre con muescas de ¼" para untar la parte trasera de la pieza con cemento delgado. Coloque la pieza en su posición y presiónela hasta dejarla a nivel con las piezas contiguas. Gírela un poco a medida que la presiona para sentarla bien sobre el cemento.
Utilice un mazo de caucho y un bloque de madera cubierto con un retazo de alfombra para golpear por encima la pieza de cerámica. Use el nivel torpedo para revisar el nivel de la pieza con la superficie alrededor. Golpee la pieza hasta dejarla nivelada. Use separadores de plástico para centrar la pieza al interior de la abertura.
Cuando el cemento se haya sentado, quite los separadores con pinzas de punta. Quite el cemento de las uniones con un destornillador pequeño y un trapo, y luego limpie los sobrantes de cemento sobre la superficie con una esponja humedecida. Deje secar el área por lo menos una 24 horas (o según las recomendaciones del fabricante).
Aplique la masilla en las uniones con una espátula. Llene los espacios vacíos aplicando más masilla con la punta del dedo. Utilice la parte redonda de la punta de un cepillo de dientes para crear una superficie cóncava en las uniones, si lo desea.