Jhs.
1. El Espíritu Santo sea siempre con vuestra merced, amén. No sería malo encarecer a vuesa merced este servicio por obligarle a tener mucho cuidado de encomendarme a nuestro Señor, que sigún lo que he pasado en verme escrita y traer a la memoria tantas miserias mías, bien podría; anque con verdad puedo decir que he sentido más en escribir las mercedes que el Señor me ha hecho que las ofensas que yo a Su Majestad.
2. Yo he hecho lo que vuestra merced me mandó en alargarme, a condición que vuestra merced haga lo que me prometió en romper lo que mal le pareciere. No había acabado de leerlo después de escrito, cuando vuestra merced envía por él. Puede ser vayan algunas cosas mal declaradas y otras puestas dos veces; porque ha sido tan poco el tiempo que he tenido, que no podía tornar a ver lo que escribía. Suplico a vuestra merced lo enmiende y mande trasladar, si se ha de llevar a el P. Maestro Ávila, porque podría ser conocer alguien la letra. Yo deseo harto se dé orden en cómo lo vea, pues con ese intento lo comencé a escribir; porque, como a él le parezca voy por buen camino, quedaré muy consolada, que ya no me queda más para hacer lo que es en mí. En todo haga vuestra merced como le pareciere, y ve está obligado a quien ansí le fía su alma.
3. La de vuestra merced encomendaré yo toda mi vida a nuestro Señor. Por eso dése priesa a servir a Su Majestad para hacerme a mí merced, pues verá vuestra merced, por lo que aquí va, cuán bien se emplea en darse todo —como vuestra merced lo ha comenzado— a quien tan sin tasa se nos da.
4. Sea bendito por siempre, que yo espero en su misericordia nos veremos adonde más claramente vuestra merced y yo veamos las grandes que ha hecho con nosotros y para siempre jamás le alabemos. Amén. Acabóse este libro en junio, año de MDLXII.
«Esta fecha se entiende la primera vez que le escribió la madre Teresa de Jesús, sin distinción de capitulos. Después hizo este traslado, y añadió muchas cosas que acontecieron después desta fecha, como es la fundación del monesterio de San Joseph de Ávila, como en la oja 169 pareze. Fray D.º Bañes.»1