Del mismo período de Los nombres

No siempre (25)

No siempre el agua quieta es memorable

como en el lago sucio de la noche

donde las ramas besan sus maderas

y el cielo con el suelo se confunde

por eso cuando veo en inscripciones

infiernos y retratos que proponen

una posible eternidad abyecta

pienso en el cuello largo de los cisnes

que en mis sueños guerrean contra el mal

cuyos gritos retumban y salpican

el espectro la gloria en las tinieblas

repitiendo los signos de ese lago

contemplado en la orilla predilecta

donde vivo asociada a las hormigas

que bajan del barranco sobre el barro

para comer los pétalos violáceos

de las clemátides con sus estambres.

25- En Silvina Ocampo, Pequeña antología, Buenos Aires, Ene Editorial, 1954.