Aquellos que anuncian que luchan en favor de Dios, son siempre los hombres menos pacíficos de la Tierra. Como creen percibir mensajes celestiales, tienen sordos los oídos para toda palabra de humanidad.
STEFAN ZWEIG
Como es probable que la afición a las drogas de Ynestrillas le alejase de las simpatías de algunos de sus colaboradores, el MCE terminaría desgajándose de la férula impuesta por AUN para reconvertirse en 1996 en Acción Juvenil Española (AJE). A partir de esa fecha, AJE comenzaría a extenderse como una mancha de aceite por casi todas las provincias españolas captando a jóvenes adolescentes. ¿Quién mueve los hilos en este siniestro entramado?
COMO SE HA MENCIONADO ANTES, Acción Juvenil Española surge dentro de la camada neofascista liderada por AUN, coalición asesorada por el siniestro Le Pen y Jorge Cesarsky, terrorista militante de la Triple A. Si aplicamos el viejo adagio de “dime con quien andas y te diré quién eres” ya podemos obtener una primera impresión acerca de la naturaleza ideológica de este colectivo. De constituir apenas un grupúsculo de nostálgicos del antiguo Régimen, AJE se convertirá en una plataforma que, en muy poco tiempo, ha logrado captar a más de cinco mil miembros y simpatizantes de todo el territorio español, pudiendo considerarse como una de las organizaciones “ultra” más numerosa.
La fecha oficial del desembarco de AJE se produce el 17 de diciembre de 1995, después de desempolvarse las rancias siglas de Movimiento Católico Español (MCE), una de las principales ramificaciones de Fuerza Nueva, desaparecida de la escena política en 1982. A partir de ahí, su estrategia de captación, orientada a reclutar jóvenes y adolescentes dentro del ambiente skin próximo a las peñas deportivas, le permitiría conseguir un espectacular incremento de su militancia. De hecho, en el discurso ideológico de la organización, el culto al fútbol es considerado una especie de “manifestación patriótica”. En sus documentos internos se evidencia la relación de AJE con las peñas Ultra Sur y Frente Atlético.
Este es el mensaje propagandístico con el que AJE desplegó su estrategia de captación entre la juventud más inconformista: “Nos presentamos ante vosotros, somos jóvenes con fuerza de futuro, jóvenes cargados de ilusión que, frente a los problemas de la juventud, como el paro, la delincuencia, la inseguridad, la crisis política y social, tomamos una postura de compromiso y acción y acción, renunciando a la tentación de la juventud que es el pasotismo, la inconsciencia y la indiferencia… Y tened seguro una cosa: ¡Triunfaremos, ganaremos contra viento y marea, exista el PP, exista el PSOE, exista la democracia y exista quien exista!”203.
Claro y explícito, el mensaje de AJE cubre un vacío en las frustraciones de muchos jóvenes que, dentro de un ambiente marginal, se enfrentan diariamente a un futuro desalentador. Arropados por la promesa de un mundo mejor y la heroicidad que significa luchar contra un sistema –identificado en este caso con la democracia– que les arrincona en un marco carente de ilusiones y expectativas no debe extrañarnos que muchos jóvenes se sienta seducidos ante el “canto de sirenas” del neofascismo.
Como se refleja en uno de los discursos de su portavoz durante la conmemoración del 20-N, fecha clave para las reivindicaciones de los más nostálgicos neofascistas: “Se ha puesto fin al pleno empleo, la seguridad en el trabajo y la participación en las empresas, con una enorme clase media y una infinidad de pequeñas y medianas empresas, para que se instalaran en su lugar las multinacionales, el capitalismo especulativo y explotador, una legión de parados y de empleados discontinuos que firman uno o varios contratos de trabajo por semana con total precariedad, sin olvidar la nueva trata de esclavos que ahora vienen en pateras voluntariamente sin que a sus explotadores les preocupe lo más mínimo su dignidad personal en el presente ni la bomba demográfica de relojería que nos preparan para el futuro masas de gentes de distinta cultura, religión y mentalidad, de las que ya tuvimos triste experiencia durante diez siglos…”
“Nos reclamamos –continúa vociferando el dirigente “ultra”– los legítimos continuadores de la Historia de España, de su profundo sentido, de su misión providencial. Porque España no las representa quien ostenta el poder. España no era el Califato de Córdoba, sino Covadonga y la Reconquista… Os aseguro que de estos ideales participan miles de jóvenes, la mayor parte de los cuales no pueden estar hoy aquí por impedimentos familiares, la distancia o la falta de medios. La juventud española, a la que represento por AJE, siente la necesidad de comprometerse con su Patria y se alista en nuestras filas…”
“Caminemos –finaliza su discurso en el Valle de los Caídos- por la ruta del Imperio, aunque atravesemos una etapa dura y árida, al aire las banderas, en los labios el canto y en el alma la verdad y la justicia, y que este 20-N sea la primicia de la feliz resurrección de España”204.
El crecimiento de AJE, que abraza la más descarada estética neofascista –culto al cuerpo, banderas preconstitucionales y saludo nazi en sus reuniones internas–, termina generando inevitables suspicacias entre las familias de algunos de sus miembros que se preguntan qué es lo que hacen sus hijos en dicha organización. En algún momento, esta preocupación de padres y educadores pudo haber llegado a oídos de alguna esfera policial.
Sin pudor alguno, el portavoz de AJE nos explica algunos detalles de esta situación: “En Castellón la persecución es muy fuerte porque están alarmados por nuestra presencia en la calle. A pesar de que no nos queremos hacer notar de momento. Les tuvimos que decir a los de la prensa que sólo éramos ciento veinte miembros en toda la provincia, para que se calmen, porque si saben la verdad, les da un patatús. La policía está cacheando al salir de casa a varios de los nuestros y los ‘guarros’ –refiriéndose a los antifascistas– han sufrido varias derrotas estrepitosas”.
Considerando los antecedentes de este grupo, no es de extrañar que algunos indicios apunten a la posibilidad de que la Policía Judicial pudiera haber estado realizando un seguimiento de sus actividades. Así lo confirma el propio José Cuadras205, líder y máximo responsable de la organización. Pero, ¿cuál es la vinculación de Cuadras con el entramado neofascista internacional?
203 Cfr. Cuadernos Patrióticos: revista de Acción Juvenil Española, n.º 2, pág. 7
204 Cfr. José Luis C. (1999, 1 al 14 de diciembre). “España, 20-N” en La Nación: semanario nacional independiente, n.º 307, pág. 7
205 José Cuadras es el pseudónimo de José Luis C. F. nacido en Madrid en 1953. Aunque su nombre aparece citado en numerosas ocasiones tanto en recortes de prensa como en la bibliografía existente sobre el neofascismo español, hemos preferido salvaguardar su identidad. Cfr. Moyano, A. L. (2004, abril). “Neonazis: los nuevos hijos de la svástica”. Enigmas n.º 101, pp. 8-13.