Madama Galdona

Parece que hubiese en Sassari una rica dama, muy pía y devota, llamada madama Galdona, que, llegada la muerte, cedió en su testamento una posesión suya a los frailes de no sé más cuál orden. Despojados estos de sus bienes por el Gobierno, se dice, echaron la excomunión sobre la posesión. De hecho, todos aquellos que la compraron, uno tras otro, sufrieron muchas desgracias. Y la dama (anteriormente propietaria) es decir su espíritu, vaga de vez en cuando entre los árboles de ese coto mascullando maldiciones y conjuros contras los expoliadores de sus adorados y predilectos herederos.

Estas son las leyendas sardas serie8 y tradicionales. Como ya he dicho, en Cerdeña las leyendas son infinitas, todas marcadas por la imaginación meridional de los pueblos que en cada tiempo vinieron a mezclarse con el nuestro. A recogerlas todas se formarían grandes volúmenes, y yo aquí he expuesto solo algún ejemplar, escogido entre los más cortos, los más amables y los menos complicados.

8 Nota del traductor: serias