Imagínate una vez más recostado sobre una losa de mármol blanco. La losa puede parecer incómoda, pero no lo es. Donde podrías esperar que se sintiera dura y fría, se siente más bien como que estás sumergiéndote en un espacio celestial de amor infinito. Es un colchón suave en el cual ahora puedes relajarte de formas que jamás lo habías hecho, en una paz que jamás habías experimentado. No estás solo, sino más bien rodeado de fuerzas invisibles. Por doquier, hay ángeles y personas que te aman.
Esta imagen es tan real como la silla donde estás sentado. No solamente está describiendo un lugar o una experiencia particular, está describiendo la realidad espiritual de tu vida. La mente temerosa proclama con audacia que tiene la realidad de su lado: la realidad del tamaño de tu cuerpo, la realidad de tu obsesión, la realidad de tus fracasos pasados. Pero ahí es donde se equivoca la mente temerosa, pues el mundo que te revela es una pura ilusión. Ahora te estás despertando de tus ilusiones, y el plano material tal como lo experimentas está comenzando a transformarse.
Cada vez que veas a alguien, cada vez que vayas a algún lugar y experimentes algo, estás siendo invitado por el universo a tomar una decisión en beneficio de tu ser real. Ahora experimenta todo bajo la luz del amor, y mientras lo haces, tu luz interior resplandecerá. Te recordará tu conocimiento esencial, activará tus poderes espirituales y le traerá paz a tu reino interior.
En presencia de tu verdadero ser, cualquier palabra, cualquier elección, cualquier apetito, cualquier energía, toda manifestación que no refleje su belleza..., simplemente caerá por un costado. No dirás “no” a las decisiones erróneas respecto a la comida; sencillamente, ni siquiera las considerarás. Ya no te sentirás atraído por ellas.
Una vez que te alineas con la ligereza de tu ser verdadero, las energías pesadas y densas de la adicción y la compulsión caerán por su propio peso muerto. Ya no estarán respaldadas por la fuerza emocional de tus asuntos sin procesar, ya no tendrán ninguna fuerza vital. Habrán sido extraídos de ti, sus tentáculos ya no serán capaces de aferrarse a un sistema que no tiene nada a qué aferrarse. Has tomado tu decisión, y como cualquier otra decisión tomada bajo la fuerza del verdadero amor, todas las energías contrarias se anulan y se cancelan.
Has comenzado el proceso de introspección que yace en el corazón de la verdadera sanación: has adoptado el proceso; lo has resistido, te has alejado de él; y aún así, por momentos, te has abierto con humildad a la posibilidad del milagro. Como cualquier adicto, has implorado la sanación y luego le has cerrado la puerta, algunas veces al mismo tiempo. Pero has hecho el esfuerzo.
Has seguido este curso con amor en tu corazón, y el amor que has implorado viene en camino. Has pedido ser liberado. Has invocado una sanación espiritual y has abierto tu corazón para recibirla. Prepárate ahora para la cirugía espiritual, la alquimia de la Mente Divina, una vez que le has brindado el acceso a tu ser total.
El Médico Divino te quitará todo aquello que no deseas. Retirará el peso de tu corazón y conocerás la ligereza que tanto has deseado. Limpiarás tu corazón con este fin, igual que limpiarías tu cuerpo antes de unas cirugía física. Respira profundo varias veces, inhalando perdón y amor, y exhalando resentimiento y miedo de la mejor forma que puedas. Debes estar dispuesto a abrirte a ti mismo para una operación milagrosa.
Lee la siguiente visualización, y luego cierra tus ojos para verla. Pide la presencia de Dios, e imagina que el Médico Divino viene hacia ti. Mientras yaces sobre la losa de mármol recibe su amor, y con tu ojo interior observa lo que ocurre mientras Él coloca Sus manos sobre ti.
Siente el láser espiritual de Su amor mientras penetra en ti. Permítete sentir el asunto emocional que está almacenado en cada parte de tu cuerpo y experimenta Su sanación.
Pueden aparecer personas en tu mente para pedirte perdón o para recibir tu disculpa; puedes recibir una visión a la que antes no habías tenido acceso; pueden entrar en tu mente dirección y guía para tu vida. Mientras esto ocurre, el exceso de carne comienza a desaparecer. En la carne están impresas palabras y asuntos, esperanzas y miedos, recuerdos y traumas, nombres y situaciones...: palabras que solo tú y Él conocen.
Aflicciones que todavía guardas…, debilidades que deseas eliminar…, problemas que has tratado de resolver sin la ayuda divina..., situaciones que has tratado de manejar sin la guía divina..., metas que has tratado de lograr sin la bendición divina..., preguntas que has tratado de responder sin rezar pidiendo por sabiduría..., relaciones que no están funcionando..., relaciones por las cuales no has sentido suficiente gratitud..., situaciones que sabes que podrían estar mejor..., áreas de tu vida donde solamente estabas pensando en ti mismo..., el nombre de una persona que todavía no has perdonado..., un evento que no puedes sacar de tu mente..., una relación con la cual no puedes dejar de sentirte obsesionado... Los lugares en tu mente que han estado cerrados por el dolor, ahora descansarán bajo las manos del Médico Divino.
Todo aquello que te causa ansiedad comienza ahora a disolverse. Conforme el peso es eliminado de tu psiquis, a la vez es eliminado invisiblemente de tu cuerpo. Por un milagro, su energía se convierte en sabiduría y la sabiduría se convierte en luz.
Él ha escuchado todos tus ruegos en las profundidades de tu dolor y desespero. Él ha escuchado todas tus oraciones y ha observado todos los esfuerzos que has hecho para liberarte. Ahora, con esta cirugía en tu alma, Él reprograma tu mente y extirpa desde la raíz tu oscuridad. Vergüenza... extirpada. Juicio y reproche... extirpados. Duelo... extirpado. Miedos y cargas... extirpados. Auto juicio... extirpado. Aislamiento... extirpado. Obsesión... extirpada. Ira... extirpada. Antojos... extirpados.
Lo que queda es tu ser esencial. Cuando al fin regresas a tu realidad divina —al amor inmaculado e incuestionable en tu interior— se sanan todos los pensamientos, emociones y apetitos. Aquello que no existe para el amor, ya no existe en ti.
En el espacio de este proceso milagroso, en el silencio de esta operación sagrada, permítete experimentar verdaderamente el movimiento de la mano del Médico Divino. Él elimina la carne de tu cuerpo eliminando el dolor de tu corazón. Esta operación es tan real como tú elijas que sea. Tu cuerpo ha sido sanado y tu mente ha sido restaurada. Tu milagro ha ocurrido.
Reflexión y oración
Toda esta lección es una reflexión sobre la realidad espiritual. Pasa tanto tiempo como te sea posible con ella, y luego recita esta oración.
Querido Dios:
Estoy listo para sanarme.
Estoy listo para dejar ir.
Por favor toma mi voluntad,
débil o fuerte,
y úsala para transformar mi vida.
Entra en mí, en cada célula de mi ser.
Extirpa todas mis disfunciones y enfermedades.
Elimina toda compulsión
e ilumina mi corazón.
Te entrego mi oscuridad,
por favor lléname con tu luz.
Retira de mí lo que está mal
y déjame solo lo que está bien.
Que pueda finalmente conocer
quién soy en verdad.
Amén