CAPÍTULO XII

 

En que refiere la sobreburla que se le hizo al licenciado, y cómo dejó Teresa a Córdoba y se fue a Málaga.

 

Mientras pasó la borrasca del capón no salí de casa de don Jerónimo, llevándome él las nuevas de todo lo que pasaba, y asimismo de la figura con que quedó, que era motivo para mofar todos del; no salía sino a la iglesia, a su coro, y luego se volvía a la posada. No quiso don Jerónimo, con haber logrado su venganza, dejar de pasar con la burla adelante; y así, con la ocasión de estar allí un autor de comedias, escribió un entremés en que acomodó la burla. Diósele al autor, y él le repartió entre los compañeros y ensayó hasta saberle muy bien. Llegose el día en se que representaba, y éste me llevó don Jerónimo, embozada, a la comedia. Púseme un manto de tres suelas[133] y mi sombrerillo, y así, sin que nadie me conociese, pude estar en el teatro y ver representar el entremés que, por dármele después don Jerónimo y saberle de memoria, quiero que el lector se entretenga un rato. Era éste.

 

EL BARBADOR

 

FIGURAS

 

 

PIRUÉTANO

CALVO

 

 

PESCAÑO

CAPÓN

 

 

LAMPIÑO

LAMPIÑO

 

 

MÚSICOS

 

Salen PIRUÉTANO Y PESCAÑO.

 

PIRUÉTANO¿Te admiras?

PESCAÑO                  Sí, que siento de que trates

emprender tan notables disparates.

PIRUÉTANOTú no sabes, Pescaño, a cuánto obliga

esta necesidad, fiera enemiga.

¿Pusiste ya los rótulos?

PESCAÑO                                Sí, amigo;

ya los dejo en esquinas bien fijados,

y a todos sus lectores admirados.

En ellos dice que Ozmín Piruétano

de Bochinchina, de nación griego,

ha llegado del Asia a aquesta corte,

trayendo del Gran Turco pasaporte;

el cual, con cierta confección se atreve

a que, en espacio breve,

barbas hará nacer al más lampiño

y al que fuere castrado desde niño,

ítem al que tuviere la mollera

más lisa que su loza en Talavera.

Esto ¿podrás cumplirlo?

PIRUÉTANO                                En ningún modo,

mas con la industria yo saldré de todo.

PESCAÑOEl cielo me asegure los temores

de verdugo, borrico y chilladores.[134]

PIRUÉTANO¡Qué necio estás, Pescaño! Emprende osado,

que al atrevido favorece el hado.[135]

Dime: un amolador ¿no se sustenta

echando aquí a perder toda herramienta?

Y con ver todos que hace aqueste daño

no le falta quehacer en todo el año.

Yo vi un hombre en Madrid que se ofrecía,

con dos unturas, a dejar preñada,

dentro de un mes, la vieja más pasada.

Acudió a su posada mucha gente,

y el picarón, más cauto que inocente,

antes de ver del mes el día postrero,

acogióse y llevóles el dinero.

Como esas cosas en la corte vemos

que se sufren y pasan, hoy tendremos,

Pescaño amigo, aquí moneda fresca,

y verás con el modo que se pesca.

¿Tienes todo recaudo prevenido?

PESCAÑOTodo lo tengo aquí.

PIRUÉTANO                           Dame el vestido.

PESCAÑOPóntele presto, y toma este tocado.

PIRUÉTANOAdvierte que has de ser hoy mi criado.

¿Los músicos?

PESCAÑO                    Ya quedan ahí fuera.

PIRUÉTANO¿Dónde, Pescaño?

PESCAÑO                        Al pie de la escalera.

PIRUÉTANO¿Está buena la barba?

PESCAÑO                             Está extremada.

¿Y yo?

PIRUÉTANO       Tienes rarísima fachada.

Mi intérprete has de ser; yo hablaré a bulto.

PESCAÑO¿En qué lenguaje?

PIRUÉTANO                        Bien pudiera en culto,

mas quiérole más claro.

PESCAÑO                                 ¿De qué suerte?

PIRUÉTANOYo me daré a entender, atento advierte.

 

stense como está dicho. Entra el LAMPIÑO 1º.

 

LAMPIÑO¿Está en casa el señor Ozmín Piruétano

de Bochinchina?

PESCAÑO                      Aquí le veis presente.

LAMPIÑOEl alto cielo [su] salud aumente.

PIRUÉTANO¡Gorgotón!

PESCAÑO               Mi señor...

PIRUÉTANO                              Mesques meschafete.

PESCAÑOQue se cubra vosted[136] dice.

LAMPIÑO                                              ¿Lo entiende?

PESCAÑOSí, aunque no hable español; mas ya lo aprende.

LAMPIÑOSeis años ha, señor, que soy casado,

por mi desdicha. Y como no he barbado

en todo aqueste tiempo, le prometo

que no me tiene mi mujer respeto:

ello lo manda todo, ella gobierna,

y yo lo sufro con paciencia eterna.

Barbas pide, señor, mi desventura.

PESCAÑO¿Hasta dónde?

LAMPIÑO                    Hasta el pecho o la cintura,

que si en esto consiste el respetarme,

de una vez, no de dos, he de barbarme.

PIRUÉTANOBrinche parchaz.

LAMPIÑO                       ¿Qué dice?

PESCAÑOQue un ducado

le dé primero, y se verá barbado.

LAMPIÑOAquí tiene un doblón.

PIRUÉTANO[137]                              ¡A la capacha!

LAMPIÑO¡Que sea el ser lampiño tan gran tacha!

PIRUÉTANOAchombo, achombo, achombo.

PESCAÑO                                            Llegue, encaje

el parche de barbar.

LAMPIÑO                            Eso deseo.

Nunca hizo doblón tan buen empleo

 

Poníanle una barbilla colorada, arrimose a un lado, y salió el CALVO.

 

CALVO¡Dios le prospere y guarde dos mil años,

al gran reparador de ajenos daños!

PIRUÉTANOMosborotón, mosborotón.

CALVO                                     No entiendo.

PESCAÑODice que es descortés, ¿entiende?

CALVO                                               Es cierto,

mas por ser calvo no me he descubierto.

Ya mi defecto a vuesarced he dicho,

deseo que me cubra de pelusa,

que para vivir quieto no se excusa;

porque mi calva, viéndomela todos,

es el blanco a que tiran sus apodos.

PIRUÉTANOPitón bolee, pitón.

PESCAÑO                         Con dos doblones

aliviará el buen calvo sus pasiones.

CALVOVelos aquí, y aún más si me pidiera,

a trueque de excusar la cabellera.

PIRUÉTANOCasquitilinguacoz.

PESCAÑO                         Baje el casquete,

que le quieren poner un capacete.

CALVOEsto sí que es echar por el atajo,

para no ser de niños espantajo.

 

Pónenle un birrete colorado, arrímase, y sale el CAPÓN, que le hacía una mujer.

 

CAPÓN¿Quién es aquí el señor Ozmín Piruétano?

PESCAÑOEl que ocupa esa silla.

CAPÓN                               Dios le guarde.

PIRUÉTANOÉste para barbar ya llega tarde.

CAPÓNSeñor, yo fuera un hombre consumado

si, con ser yo capón, fuera barbado.

Yo soy el alegría de las damas,

quien las divierte allá en sus soledades,

y, en fin, el ruiseñor de sus beldades.

Tengo buen talle, buena voz y cara,

escapóme de ser un mentecato,

y calzo siete puntos de zapato.

Barbas pretendo, sólo barbas quiero.

PIRUÉTANOEste, con ser capón, es majadero.

Trexicoscón, trexicoscón.

CAPÓN                                    ¿Qué dice?

PESCAÑOQue con trescientos reales luego en plata,

le pondrá el barbacacho de escarlata.

CAPÓNEn este bolso ofrezco cuatrocientos

Y, si me barba bien, daré quinientos.

PIRUÉTANOAchombo.

PESCAÑO              Llegue.

CAPÓN                       Excuse la zalea.

PESCAÑOUna barba tendrá como desea.

 

Pónenle la barbilla colorada, arrímase con los otros, y sale el LAMPIÑO 2º.

 

LAMPIÑO¿Yace el barbador insigne

en esta mansión?

PESCAÑO                        ¿Qué quiere?

LAMPIÑOBarbimostachar, señor.

PESCAÑOAhí le tiene presente.

LAMPIÑO¡Oh, barbipleno diluvio,

cerdosísima torrente

de materia zaleosa,

archibarbado de réquiem!

Refugio, asilo y amparo

de tanto lampiño estéril,

que se tuerce en profecía

lo que no palpa ni tuerce.

PIRUÉTANOCostricón, costricón.

PESCAÑO                             Dice

que se explique brevemente,

sin preámbulos[138] prolijos,

lo que en su causa pretende.

LAMPIÑOQue me place. Ha siete lustros,

o cinco, si no son siete,

puede hacer que me engendró

mi padre, Onofre Gutiérrez.

Preñada de mí mi madre,

diole un mal de madre[139] un viernes,

de comerse un melón de agua,[140]

que quiso todo comerle.

Dos médicos, no muy doctos,

la recetan que la echen,

para aplacársele el mal,

una ayuda[141] de agua fuerte.

Recibióla, y yo que estaba

descuidado y en su vientre,

recibí el escopetazo

del jiringal pistolete.

Como era el séptimo mes

de su preñado, le vienen

al instante los dolores,

y nací en el mismo viernes[142]

con la barba desollada.

Sané della en tiempo breve,

y al darme el bautismo santo,

por que helarme no pudiese

el agua, mandó el padrino

mezclarla con más caliente;

echóse hirviendo en la pila,

chapuzóme el doctor Lesmes[143]

abrasándose las manos,

y yo de nuevo péleme.

Ésta es la causa, señor,

de que mi barba remede

a un guijarro de Torote.[144]

Si barbas, como prometen

tus rótulos, dame barbas.

PIRUÉTANOQuatri corchaz.

LAMPIÑO                     ¡Entendedle!

¿Cuatri qué?

PESCAÑO                Dice que cuatro

cientos reales merece,

por dejarle bien barbado.

LAMPIÑOSoy poeta, y no se entiende

con ellos que den moneda,

pues siempre della carecen.

Si cura pobres de balde

como los potreros, este

rostro me pueble de barbas.

PIRUÉTANOZammacotón.

PESCAÑO                  Que llegue.

 

Pónenle la barbilla colorada.

 

De balde encaje el poeta.

Barbará, Deo volente,

más que un armenio bribón.[145]

Baile y música comiencen.

LAMPIÑO¿Baile?

PESCAÑO        Es cosa inexcusable,

porque el ejercicio expele

porosidades cerdosas.

LAMPIÑONadie excusarse pretende.

CALVOYa mujeres han venido

para bailar.

LAMPIÑO               Si hay mujeres

en el baile, me hago rajas;[146]

toquen y canten voarcedes.

 

Salgan mujeres y músicos; comienza el baile.

 

A aumentar barbados

vino a aquesta corte

un maestro insigne

de lejas regiones.

A todo lampiño

da barba y bigotes,

que no se le escapan

aunque sean capones.

Toda lisa barba

hace que se forre

de cabello espeso,

si el casquete coge.

Aquí ponen barbas,

llegad, mirones;

que en trayendo moneda,

todo se pone.

 

Estando bailando vanse PIRUÉTANO y PESCAÑO.

 

LAMPIÑO¿Dónde se fue el barbador?

LAMPIÑOAllá dentro.

LAMPIÑO                ¿Si se fuese

y nos dejase burlados?

CALVOBurlados no, que el casquete

me levanta ya el cabello.

CAPÓNVeamos cómo encabelleces.

 

Quítale el birrete y halla un papel.

 

La calva está como de antes

y un papel sobre ella tienes.

CALVOVeamos.

CAPÓN            Éste es el papel.

Dice así, en razones breves:

“Quien de ligero se cree,

téngase la burla que le viniere.”

CALVO¡Por Dios, que ha sido gran burla!

CAPÓN¡Que cuatrocientos me cueste!

LAMPIÑOA mí un doblón.

CALVO                     A mí cuatro.

MÚSICOCon nosotros se consuelen,

que también nos ha estafado

en no pagarnos.

LAMPIÑO                      Pues éste

es daño tan general,

bailando y cantando pueden

entrarse con la letrilla

del barbador insolente:

“Aquí ponen barbas,

llegad, mirones;

que en trayendo moneda,

todo se pone.”

 

Acabóse el entremés con este baile, dando grandísima risa a todos, con que se renovó la burla del desollado capón, con lo cual le obligó a irse de Córdoba, acomodándose en Jaén con menos partido, por huir de que no le corriesen por las calles.