Tiempo de preparación: 15 minutos
Como siempre, en mi nevera hay pollo cocinado, pero también me encanta preparar la pizza con aceitunas, rúcula fresca, peperoncino (picante), albahaca fresca y orégano. Tengo un horno que las hace en cinco minutos. Claro está que en casa puedes hacerlas en el horno convencional o incluso en una sartén con tapa.
Me gusta acompañarla con una deliciosa copa de vino tinto. El vino me relaja, me aporta antioxidantes y un montón de beneficios que me ayudan a sentirme mejor, además de ser la medida perfecta para mí. Si estoy con amigos, quizás sean dos, ¡jajaja!
Esta es una de mis preparaciones preferidas y te la comparto para que también la disfrutes. Sin embargo, la idea es que te atrevas a experimentar y que pruebes las combinaciones de alimentos que más te gusten.
Toma la base cruda de la pizza, agrega la pasta de tomate seguida por el queso que vayas a utilizar, el de cabra es mi favorito, por ser alcalino y bajo en grasa, ¡Le dan un balance que no te imaginas!
Luego, añade el pollo desmenuzado, y métela al horno, previamente recalentado a 350 °F. Espera a que se cocine, echando ojo para que no se pase de cocción. Saca la pizza, espera a que se repose y agrega orégano y albahaca, ¡mis favoritos! En mi caso, le agrego peperoncino porque me gusta el picante, pero este es opcional. Finalmente, añade encima rúcula fresca. Esta mezcla de sabores y texturas es ¡inigualable!
Si quieres atreverte a hacer tu propia masa, ¡aventúrate!, yo prefiero no complicarme y comprarla lista, pues hay muy buenas opciones en el mercado.