Para 4 personas
La quinua, un cereal originario de Suramérica, tiene una textura maravillosamente esponjosa, un sabor dulce y a nuez y una consistencia a medio camino entre el cuscús y el arroz integral. En esta receta, su sabor terroso es realzado con higos dulces y grosellas secas. En primer lugar, las grosellas se suavizan en el jerez para que queden mantequillosas y almizcladas. La vinagreta cítrica le da viveza y carácter a la ensalada.
1 taza de jerez seco
½ taza de grosellas secas
1 taza de quinua
2½ tazas de Caldo de pollo o de caldo de pollo comprado
2 cebollines, sólo la parte blanca y la verde clara, finamente picados
1 taza de higos frescos, sin las puntas y picados
1 zanahoria, finamente picada
¼ de pimentón verde, finamente picado
¼ de pimentón rojo, finamente picado
¼ de pimentón amarillo, finamente picado
¼ de taza de cilantro fresco, finamente picado
⅓ de taza de Vinagreta fuerte de cítricos
1. Vierta el jerez en un tazón mediano. Añada las grosellas y deje rehidratar a un lado durante 20 minutos. Escurra las grosellas, deseche el jerez y colóquelas a un lado.
2. Coloque la quinua en un colador de malla fina y enjuague bajo un chorro de agua fría. Hierva el caldo de pollo a fuego alto en una cacerola mediana. Añada la quinua y vuelva a hervir. Tape, reduzca el fuego a bajo y cocine de 20 a 25 minutos hasta que la quinua esté tierna. Vierta la quinua en un tazón grande y deje enfriar.
3. Añada el cebollín, los higos, las zanahorias, los pimentones y el cilantro a la quinua fría. Vierta la vinagreta de cítricos sobre la ensalada y revuelva suavemente para mezclarla. Sirva de inmediato o refrigere por un máximo de 3 días. La ensalada se puede servir fría o a temperatura ambiente.