POLLO FRITO y CRUJIENTE AL HORNO con COLES

Para 4 personas

Las coles se utilizan mucho en Suramérica y son un verdadero elemento básico de nuestra cocina. Las comemos ligeramente selladas con mucho ajo y hierbas, haciéndolas muy diferentes del estilo sureño estadounidense, que es de larga cocción. Son un complemento natural para el pollo horneado. Las hojuelas de maíz hacen que la corteza quede más crujiente. Puede hacer que el pollo sea atractivo para los niños preparándoles bocados de pollo sin hueso. ¡Lleve esto un paso más allá y haga que los niños participen, invitándolos a que agiten el pollo en la bolsa!

PARA EL POLLO

4 pechugas de pollo sin piel ni hueso, partidas a la mitad, u 8 muslos sin piel

1 cucharadita de sal kosher

½ cucharadita de pimienta negra recién molida

4 tazas de hojuelas de maíz, ligeramente machacadas

1½ cucharadas de ajo en polvo

1½ cucharadas de cebolla en polvo

1 cucharadita de jengibre molido

1 cucharadita de pimienta roja en hojuelas (opcional)

1 cucharadita de condimento de aves de corral

2 tazas de suero de leche (buttermilk) o de leche sin grasa

1 cucharada de aceite vegetal

Algunas pizcas de pimentón dulce

PARA LAS COLES

2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen

6 dientes de ajo, picados en pedazos muy pequeños

2 libras de coles, sin los tallos gruesos, con las hojas apretadas, enrolladas y cortadas en rodajas finas en sentido transversal

1 cucharada de hojas frescas de perejil liso, finamente picadas

1 cucharada de cilantro fresco, finamente picado

1 cucharadita de sal kosher

1 cucharadita de pimienta negra recién molida

1. Enjuague el pollo con agua fría y seque. Coloque en una bandeja para hornear con bordes o en un plato grande, condimente con la sal y la pimienta negra y déjelo a un lado.

2. Coloque las hojuelas de maíz machacadas en una bolsa plástica y resellable con capacidad de un galón. Añada el ajo en polvo, la cebolla en polvo, el jengibre, la pimienta roja en hojuelas en caso de que desee usarlas y ½ cucharadita de condimento de aves. Selle la bolsa y agite para mezclar. Vierta el suero de leche en un tazón grande, agregue la ½ cucharadita restante de condimento de aves y añada los trozos de pollo, mezclando con el líquido hasta cubrir. Agregue las presas de pollo a la mezcla de hojuelas de maíz de una en una, selle la bolsa y agite para cubrir el pollo de manera uniforme. Retire el pollo de la bolsa y regréselo a la bandeja para hornear. Repita con el resto de las presas de pollo. Refrigere el pollo en la bandeja durante 1 hora.

3. Precaliente el horno a 350°F.

4. Retire del refrigerador la bandeja para hornear. Coloque el pollo en un plato grande y engrase la bandeja con el aceite vegetal. Regrese el pollo a la bandeja, espolvoree con el pimentón, cubra la bandeja con papel de aluminio y hornee el pollo durante 40 minutos.

5. Retire la bandeja del horno y deseche el papel aluminio. Regrese el pollo al horno y hornee de 30 a 40 minutos más hasta que la corteza esté crujiente y la carne de pollo se desprenda fácilmente del hueso.

6. Prepare las coles mientras el pollo se cocina. Caliente el aceite de oliva a fuego alto en una sartén grande. Agregue el ajo y cocine por alrededor de 1 minuto hasta que esté fragante, revolviendo con frecuencia. Agregue las coles a la sartén y mezcle con unas pinzas para cubrir uniformemente con el aceite y el ajo. Cocine por alrededor de 5 minutos revolviendo ocasionalmente, hasta que estén un poco marchitas. Apague el fuego y añada el perejil, el cilantro, la sal y la pimienta negra, revolviendo con unas pinzas.

7. Retire el pollo del horno y déjelo enfriar 5 minutos antes de servir con las coles a un lado.

adelgazando Después de mudarme a Estados Unidos, empecé a subir de peso lentamente. Adaptarme a mi nuevo país también implicó adaptarme a la comida y, al igual que muchas personas, me aficioné bastante a la comida rápida y a las porciones grandes. Estar en la escuela de gastronomía tampoco me ayudó exactamente a perder los kilos de más porque estaba pagando bastante dinero para aprender, comer y disfrutar durante todo el día.

Después de terminar mi programa culinario, se hizo evidente que para ser una persona más saludable tenía que perder esos kilos de más. Cocinar consiste en tener control, y como chef, me pareció fácil perder peso una vez que comencé a prestar atención a lo que estaba sucediendo con mi cuerpo. No hay calorías ocultas o grasas trans cuando estás cocinando tu propia comida. Monitoreé mi consumo de grasas y carbohidratos y comencé a tomar mi porción de comida más abundante en el desayuno o en el almuerzo, y no comía después de las seis de la tarde. Sin embargo, seguí dándome gusto; ante todo, me encanta la comida y me daba gusto una o dos veces por semana en lugar de una o dos veces al día.

En el camino, aprendí a modificar los platos para crearme un futuro más saludable, como con el pollo «frito» (vea aquí), que es asado en el horno para darle un sabor más ligero y un perfil nutricional más magro, y la Boloñesa de mariscos que está repleta de salmón y de calamares deliciosos y saludables, pero que no tiene nada de carne roja. Para mí, cocinar saludablemente consiste en cocinar con ingredientes reales que sean satisfactorios y deliciosos.