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Portada
Dedicatoria
Agradecimientos
Como un álbum, para que me entiendas
1. LA VERDADERA MUERTE DE FRANCISCO FRANCO
Es verdad: aquel día se bebió mucho cava
Brindis en la Residencia de la Paz
Esta vez porque sí
El misterio de la Plaza de Oriente
Los corruptos se indultan a sí mismos
El juicio en Burgos. ¿Qué está pasando aquí?
El espectáculo se vuelve en contra de su autor
Adhesión inquebrantable
La comunión en los ideales de la Cruzada
El franquismo ya no es lo que era
Sálvese quien pueda
«No queremos apertura, queremos mano dura»
La leyenda del Opus Dei
Lo de Matesa
Las cenas son muy malas para el régimen
Bienvenido, míster Ford
El impuesto Garrigues
La Iglesia le quita el palio al dictador
«18 de julio… ¿de qué año?»
2. LAS PUERTAS Y EL AIRE
Todo empezó cuando vinieron a España los hombres de negro
¿Dónde estarán mis pollos?
El contubernio de Múnich
La tranquila huelga de los mineros
Bronca en Bucarest: «Con esos tendremos que pactar nosotros»
Togas contra uniformes
En el país del miedo, el amor se paga caro
La primera bofetada no se olvida nunca
El primer despido tampoco se olvida
Un jersey llamado marcelino
La historia pasa por Carabanchel
La guerra de los mil curas
Los hijos del silencio aprenden deprisa
La libertad está en Bélgica
«Si no hubiera ido a Alemania no hubiera aprendido tanto»
Le llamaban sor intrépida
Las misses financian la revista más combativa
Cambio 16: periodismo contra cainismo
Haz el amor y no la guerra
Las ondiñas de lennon veñen e van
«Mi hijo es como usted: maricón»
Máster en TV para un político con ambiciones
El largo mayo español
Un servicio secreto para estudiantes, curas y obreros
Rebelión en las aulas
Se hace camino al andar
Dos años de cárcel en cárcel por un poema
Los versos van más deprisa que la política
La invención del bocata y… el tuit
El día que el censor se fue a la playa
Del cineclub al arte y ensayo, pasando por Perpiñán
Ni las esquelas escapan al control de don Manuel
Ley Fraga, mecanismo diabólico
El gobernador, el obispo, el pornógrafo y el ministro
¿Qué cantan los poetas andaluces?
«No te preocupes, que yo te lo consigo»
Un beso en la luna
3. NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA
El mejor día para atravesar Madrid
La increíble muerte del guardián del franquismo
«Que no se mueva ni un capote»
El ministro Rodríguez quiere vengar a Carrero
¡Tarancón al paredón!
El espíritu evangélico
A los franquistas se les atragantó el pan
¿Cómo van a exigir austeridad si no la practican?
Proceso 1001: otro escarmiento fallido
TOP: una condena diaria durante catorce años
El misterio del hotel mindanao y algunos más
Voló, voló, Carrero voló y hasta el alero llegó
Así planchaba, así, así, así planchaba que yo la vi
No hay mal que por bien no venga
El príncipe discurre cómo llegar a rey sin que lo echen
Torcuato, el franquista de camisa blanca
El poder menguante de la collares
Efectos colaterales de la muerte de carrero
Picasso se cae del cartel
No es país para ateos
España pierde al padre de Crónicas de un pueblo
4. LA PROMOCIÓN LENIN (Y OTRAS)
Diguem no
La promoción Lenin
Entre chinos y curas: ¿matarías a tu padre?
Saca esa mano de ahí, guarro
¡Ese loro, al cuartelillo!
La «longa noite de pedra» no puede durar siempre
La foto de la Cruzcampo mal llamada de la tortilla
El pacto del Betis se cierra junto al Sena
La pana se abre paso en los pasillos del poder
El viejo profesor se resiste a pactar con el joven abogado
Tiene que llover… a cántaros
Sin ética no hay estética
Camada negra
Dinamita para un periódico difunto
¿Podrá seguir adelante el anciano general?
El faro de Chile lo apagan de mala manera
Para hacer esta muralla tráiganme todas las manos
Jueces de día, delincuentes de noche
A don Francisco no le gustan las faldas cortas
Ni María Dolores Pradera se libra de la censura
Famosos contra Franco
¡Lola, tú sola!
«Que los divierta su puta madre»
Revolución sin palabras
«Que las agüitas vuelvan a sus cauces»
El arte de lo cotidiano
El Athletic se queda de piedra en Extremadura
Ni toros ni burritos: en el coche va Penélope
«Me llamo Eva Serra y daré las clases en catalán»
«A un capitán español no se le dice si us plau»
La guerra del instituto
La Vaguada es nuestra
Si tú la estiras por aquí y yo la estiro por allá…
5. LA LARGA MARCHA DEL DICTADOR
El espíritu del 12 de febrero
El retorno a la Edad Media
El obispo, la boina y el avión
El pequeño general se la envaina ante el papa
Los claveles del vecino
El búnker, el gironazo y los enanos infiltrados
La primera muerte del Caudillo
A la guerra solo se va una vez
«Arias, ya estoy curao»
El príncipe busca refuerzos
Los capitanes rebeldes y el efecto Queipo de Llano
Los inquietos oficiales de Barcelona
Agua en la pólvora de los golpistas
Un general quiere matar a los de la UMD y un capitán quiere bombardear El Pardo
Las ratas abandonan el barco
Suárez, político del mes
El dictador que quiere morir matando
Franco se olvida de los judíos
El fusilamiento que nadie podrá contar
Operación Lucero
En la tortura también hay clases
Marcha verde en el Sahara Montiel
«El príncipe va a traer la democracia a España»
Un bingo en el puticlub de el Aiún
Victoria Vera se desnuda y excita a los ultras
La espera se cobra sus víctimas
Los sucesores de Franco
Arias le dobla el pulso a Juan Carlos
Una mano de ida y vuelta
Los últimos chistes de Franco
«Franco ha muerto»
El hecho biológico
Mil años tardó en morirse pero por fin la palmó
La cola más larga del mundo
El general se despide pidiendo apoyo para el rey
Saber vivir
«Donde haya lío no hay que estar»
Preparados para la segunda parte del partido
Operación Lolita
6. LOS 574 DÍAS QUE VIVIMOS PELIGROSAMENTE
Muerto el perro, no se acaba la rabia
Tenga usted cuidado con lo que habla
El rey se da un respiro y arias cancela un crucero
Arias, Fraga y Peter: desastre sin paliativos
Se busca presidente joven, ambicioso y maleable
«Si tú eres el rey, yo soy Nicolás Redondo»
¡Taxi, a la Zarzuela!
Simpático, preparado… ¡y no parece franquista!
Un encuentro en la nieve que Xabier Arzalluz olvida
El vasco que se siente maltratado en la capital
Yibertat, amnistía y astatú d’autonomía
¡La calle es mía!
«Campanades a morts» en Vitoria
La noche que fraga tienta a Felipe
El terrorismo de estado se echa al monte
«Tengo lo que el rey me ha pedido»
Qué error, qué inmenso error
El gobierno de los penenes
El rey de la puerta giratoria
«Pan, T…»: un crimen sin resolver
Mus entre charlas de café y ruido de sables
Gutiérrez Mellado: «el ejército está para servir»
Los siete magníficos y el pelo de la dehesa
Quieren matar al cerdo de Carrillo
¡Sí, sí, sí, Dolores a madrid!
El barbero de picasso pone pelo al líder del PCE
El año de la peluca
Los sevillanos quieren gobernar
De «poquísimos militantes» a 60.000 en las listas
El suspiro de Suárez
Habla, pueblo, habla
Los telediarios del cambio
Que se abstengan ellos
Haga usted como yo, no se meta en política
Siete días de enero
Una gran mancha de gran espesor en Atocha 55
Unos pistoleros no pueden cambiar la historia
La fuerza del silencio
Chinchín sin chinchón
Cinco horas que cambiarán España
Enhorabuena, amigo, ya sois legales
El día que legalizan Viridiana y… el PCE
El epicentro conspirativo de celuloide
Santiago se ha vuelto loco. ¡una bandera nacional!
El pacto roto que nunca existió
Suárez puede prometer y promete
El miedo vence al yugo y las flechas
«Nos hemos equivocado de partido»
7. LIBERTAD, LIBERTAD
La «apertura corporal» preocupa al gobierno
La ola de erotismo nos invade muchísimo
Entre el landismo y el destape
Marisol en interviú: la libertad termina con la inocencia
Prueba pericial sobre la marcha
Del penalti a la universidad
Orgasmos de papel
«Pobretico, lo tenía tó»
Regalo para una novia
Libre te quiero, pero no mía
Los músicos dan la nota
El conservatorio es vuestro, chavales
¿Con quién está Blas de Otero?
Camelamos naquerar
San Camarón de la Isla
Barcelona: ni los tirantes de Fraga ni la barretina de Pujol
El día que Paul Bocuse descubre las patatas a la riojana
Ciudadanos y ciudadano
Las fábricas de gaseosas empiezan a cerrar
Una especie prolífica: de tres asociaciones a ochocientas
El amigo Félix
Travestis, guardias civiles, montoneros y tupamaros
Desnudos ante el juez
Vengan a ver lo que no quieren ver
¿Han matado a un capitán? algo habrá hecho
Del Cordobés a Antoñete, de Franco a la movida
La ce, la a y la i… ¡Cai!
Terror contra humor
¡Ha parado hasta el ABC!
El último «parte» de Radio Nacional de España
Termina la protesta, ¡que no pare la música!
El mundo por montera
El pacto de Sacha
El pariente más raro de la libertad
Tiempo de certezas
La canción que hiere de muerte a la censura
Su pan, su hembra y la fiesta en paz
8. HUBO UN TIEMPO EN EL QUE AMÁBAMOS A NUESTROS POLÍTICOS
Tarradellas y el triunfo de la palabra: ¡ja soc aquí!
El anterior jefe de estado dura más que Franco
Pactos de la Moncloa I: unidad en tiempos revueltos
Pactos de la Moncloa II: la pequeña Constitución
Los españoles empiezan a pagar impuestos
«Señorías, moderen su entusiasmo»
«Yo lo que realmente soy es profesor»
Hubo un tiempo en el que amábamos a nuestros políticos
¿Dónde está la izquierda?
La Taberna del Cojo
El fascista regala su voto al proetarra
El pacto de los desconfiados
Siete padres y ninguna madre para ciento setenta mandamientos
¿Quién rompió el secreto de la Constitución?
Silencio, pan y vino «para conciliar las diferencias»
¿Qué es el consenso? Entender al otro
Las corbatas que quieren durar cien años
En aquel tiempo los partidos pagaban sus deudas
Ahora somos todos de la UCD
Encarnita Polo: «yo soy de los nuestros»
Pina López-Gay: el diablo sin cuernos
Ruido de sables en la estación de Sestao
Suárez va por libre y le da un corte a Torcuato
María, coge las riendas a la autonomía
¡Habla en andaluz, habla en andaluz!
Sevilla: las orejas del lobo
Málaga: la fiesta se vuelve tragedia
El sentimiento andaluz (y otros)
Labordeta: la cultura hace la historia
El mapa local de España vuelve a ser rojo
Intenta tirar a Marx por la borda, pero no lo dejan
Termina el marxismo, empieza el felipismo
El pacto de las diez cruces
«Si no aceptan el estatuto nos veremos las caras»
Pacto, sudor y lágrimas en La Moncloa
Escuredo, la maldita pregunta y la ley retorcida
O estatuto dos dezaseis y o aldraxe
Canarias, secreto de Estado
Madrid, redonda y sola
«Hay que hacer algo, lo que sea»
Sangrienta reunión en La casa de la pradera
Dirán tantas cosas sobre su despedida…
«No quiero que la democracia sea un paréntesis»
9. CABOS SUELTOS
Los jefes de la banda deciden seguir matando…
… y la población no ve a sus víctimas como propias
El brazo político
Suárez rechaza atacar a ETA «en su madriguera»
Una bandera nazi en la catedral de Valencia
Nadie quiere juzgar los crímenes del franquismo
Los jueces regalan a un asesino 3.855 días de libertad
Treinta y cinco años de condena para los capitanes demócratas
La democracia está en deuda con la UMD
¿Dónde han ido a parar los sociales?
El caso Almería
La ilusión malgastada
Los cimientos no se tocan
Sensibilidad, oportunismo, agravio, identidad…
El reino del enchufe
Los militantes se hacen afiliados
Lo que es bueno para el partido…
«Es nacionalista vasco y se emborracha con frecuencia»
Mi primer viaje en avión
El ejército vuelve a las andadas
Diez años de golpes: hasta el magnicidio fallido de 1985
Los viejos censores nunca mueren
La mujer que termina con el landismo
No era aixó, companys, no era aixó
Los españoles tienen las patas cortas
10. EL DÍA QUE APRENDIMOS PARA QUÉ SIRVE UN PARLAMENTO
«Esto va contra el sistema, contra ETA»
¿Qué está pasando ahí fuera?
Un héroe que no debe ser anónimo: Pedro Francisco Martín
Otro héroe que no debe ser anónimo: Paco Laína
«Hay veces que pienso que yo no estuve allí»
«Señorita, tiene usted un culo precioso»
Tranquil, Jordi, tranquil, que es la Guardia Civil
«O está el rey o no hay golpe»
El sargento Paloma viene a salvaros
El rey da por televisión la orden de retirada
El día que Suárez se ofrece para ser ministro
El espía que pidió consejo al Che quedará libre
¿Cómo es posible que no vieran la luz roja?
«Pase usted, don Manuel, que lo vea el pueblo»
11. EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ
El rey Alfonso XIII vuelve con honores de Estado
El presidente Alcalá-Zamora regresa a escondidas
«De entrada, no» pero entramos en la OTAN
Negociación sobre ETA en el despacho de Rosón
El «bichito» letal del ministro Sancho Rof
«Nos ha quitado el dinero y nos quiere quitar las mujeres»
Suárez sigue poniendo firmes a los militares
La soledad del duque: «Me odian mucho… muchos»
La noche de todos. TVE tira la casa por la ventana
¿Qué es el cambio? Que España funcione
La democracia sustituye a la revolución
«¿Cómo no voy a votar, después de la que ha caído?»
«Nunca pensé que yo volvería a ver esto»
El futuro ya está aquí
Escuela de caminos, canales y canito
Enamorado de la moda juvenil
Las tres preguntas que se hace el ser humano
Epílogo. candados
Créditos
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