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El alma de las bestias
El comienzo. De natura rerum
1. Se quejó mientras se sentaba y miraba alrededor
2. Nunca más tendría suficiente
3. Son capaces de ver ángeles
4. Ecos de su propia voz desesperada
Primera parte. Locus Agresti
5. Serpenteando por unos bosques
6. Herodes el Grande sintió una punzada de dolor
7. Alimentó a la criatura con las sobras
8. Sintió de nuevo el deseo
9. Se había dejado devorar por la sospecha
10. Encaramado sobre su montura
11. Me han dicho que vienes de Persia
12. Miró de arriba abajo a la hermana de su marido
13. Las mujeres siempre lo habían recibido bien
14. Agnes detestaba aquella tierra
15. Quizá podría haber salido huyendo
16. A pesar de que su cuerpo no era recio
17. Entraba la luz del día
18. Nadie podría quitarle eso
19. Se lo decía a sus hombres
20. Se perdió por las calles de la ciudad
21. Alfonso hubiese preferido que fuesen soldados
22. Miró atentamente la figura del legionario romano
23. Prefería la compañía de sus hombres
24. Mientras se encaminaba a la audiencia con el rey
25. Tiene algo más de seis meses
26. Con la mirada perdida en el camino
27. Leyendo los rollos que se acumulan allí
28. Todo el mundo sabía
29. Ya no viajan a la hermosa Seforis
30. Todos sus sentidos estaban alerta
31. Le gusta hablar con su padre
32. Sometiéndose a la obediencia
33. Ha viajado junto con su padre
34. A media mañana
35. La familia se dispone a viajar
36. No podía olvidar su verdadera misión
37. Va hablando con su hermana y se queja amargamente
38. Aquel día quedaba ya muy lejos en el pasado
39. Se siente como un fariseo
40. Encogida por la edad y las preocupaciones
Segunda parte. Locus sanctum
41. Toda la mañana deambulando por el encinar
42. Debe de tener su edad
43. Había que atravesar un rodal de hierbas
44. Se dirige a la parte oriental de la ciudad
45. En compañía de sus hombres
46. Eran otros tiempos
47. Un joven que tiene una herida
48. Rodeada de un pequeño ejército
49. La mujer del escriba de Nazaret
50. La comitiva hace un alto en el camino
51. Aquella mañana, cuando se levantó
52. Cumple años un día de verano
53. No dejaba nada al azar
54. Cuando aparece la visión de la ciudad
55. Mientras esperaba a la reina
56. Los dos hermanos caminan juntos
57. Miraba hacia lo alto con la vista perdida
58. Se alojaba en una humilde pensión
59. Una noche gélida y ventosa
60. Siendo la menor de los diez hijos
61. Mira con atención a su hermana
62. Cuando abandonaron la estancia
63. Se ha considerado responsable de ella
64. Lo acompañó de vuelta a la pensión
65. Ayuda a su madre a preparar la cena
66. A pesar de la pobreza de sus vestidos
67. Que vive en una tierra prometida
68. Cuando llegó al monasterio
69. Hijo de la segunda mujer de su padre
70. Estuvo a punto de olvidarse
71. Vuelve sus pensamientos de nuevo a la ciudad
72. Ella desconfiaba de sus métodos
73. Es un edificio imponente
74. Oyendo el roer de las ratas
75. Se permite un ejercicio de nostalgia
76. Ahora dormía en el monasterio
77. Ya está dispuesto y preparado
78. Si algo abundaba en su vida
79. Antes de la salida del sol
80. En un camino que conducía a la montaña
81. También el reino de la piedra
82. Soñaba con los mismos ojos
83. Y sus dos hijos pequeños
84. No solo los días
Tercera parte. Locus amoenus
85. Distintos tipos de gente que van y vienen
86. Como una plaga cuando quiere castigar
87. En el interior del Patio de las Mujeres
88. Estaba segura de lo que había visto
89. Por los sacerdotes en el gran altar
90. Demasiado inquieto para ser buena compañía
91. La primera noche duermen en casa de su prima
92. Acompañaron a la joven a su casa
93. La mujer alta, madura y perfecta
94. Amaba los bosques
95. Ha pasado un año
96. La impaciencia lo quemaba
97. Un hombre de aspecto imponente
98. Una mañana oscura y gélida
99. En un rincón del huerto
100. Se hacía preguntas que no se atrevía a responder
101. Te convertirás en una señora
102. Más de lo que él había imaginado
103. Me gustaría ser médico
104. Mientras se encaminaba a la casa del mercader moro
105. Sin una pizca de luz en sus ojos
106. Mezcla de paja y lana negra
107. La llegada de la primavera
108. El momento de su cita con la beguina
109. Una casa grande, llena de esclavos
Cuarta parte. Hortus conclusus
110. Ya no recordaba el rostro de su madre
111. Empeñado en hacer de él un hombre de letras
112. Se siente como un pájaro dentro de una casa
113. Cuando entró en la estancia
114. La antesala de la ira
115. Toda su vida había huido de ella
116. Lo primero que hace
117. Antes de despedirse de ella
118. Flores que crecen en el valle del Jordán
119. Más rápidas que el vuelo de los pájaros
120. La caravana que debe conducirles al más lejano Oriente
121. Él jamás había reparado en ella
122. Los primeros días de su nueva aventura
123. Prefería emplear sus recursos en construcciones
124. La caravana se pone otra vez en marcha
Quinta parte. Sola locum
125. Siempre de noche
126. Tumbado en el lecho
127. Bosques de robles y hayas
128. El original y la copia
129. Llevaba todo el día llorando
130. Había tardado tiempo en poder comprender
131. Lo que había ido a decirle
132. En marcha antes del amanecer
133. Cruel y arbitrario
134. Cuando los apresaron
135. Habían pasado más de quince veranos
136. Si me molesta el pelo para luchar, me lo cortaré
137. Se prepararon para cazar al lobo
138. Pensó que no sabía llorar
139. Y el lobo no cae en la trampa
140. ¿Por qué no se ha casado?
141. Su pensamiento y su deseo se encontraban muy lejos
142. La ciudad aguardaba impaciente la ordalía
143. La ruta final hacia Santiago
Epílogo
144. Le pidió a su visir que leyera
145. Por la fuerza de sus espadas
146. Cerca de donde las dos niñas habían sido abandonadas
Aclaraciones históricas
Agradecimientos
Bibliografía básica
Sobre este libro
Sobre Ángela Vallvey
Créditos
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