El Ojo
Habiendo aparecido originalmente en una publicación para rusos emigrados en Alemania, el escenario es, curiosamente, ese mismo, que es a la vez el de las primeras novelas de Nabokov, el los emigrados rusos en la Alemania de entreguerras. En ese universo cerrado de burgueses ilustrados, Smurov, el protagonista de la historia y suicida frustrado, es unas veces espía bolchevique y otras héroe de la guerra civil; enamorado sin fortuna un día y homosexual al día siguiente. De modo que, sobre una base de novela de misterio (en la que sobresalen dos escenas memorables, excelsamente nabokovianas: la del librero Weinstock invocando a los espíritus de Mahoma, César, Pushkin y Lenin, y el desgarrador y sospechoso relato de Smurov acerca de su huida de Rusia), Nabokov constituye una narración que va mucho más lejos, porque el enigma a desvelar es el de una identidad capaz de mudar de color con la misma frecuencia que un camaleón. Orgía de la confusión, baile de las identidades, celebración del guiño, "El ojo" es una inquietante y deliciosa novela corta de Nabokov.