La Ciudad Vampiro
La Ciudad Vampiro es una obra maestra del humor negro, hasta un grado tan exacerbado que hace pensar en los cuentos de Apollinaire o los delirios de bande dessiné propios de Jean-Pierre Jeunet o Marc Caro y que a pesar de su tono paródico funciona como una alucinada narración fantástica, como novela de horrores grotescos y estrambóticos, como una pesadilla surreal y gozosamente absurda.
Ya desde los orígenes de la novela gótica, cuando El Monje , Vathek , Melmoth el errabundo y sobre todo las obras de Ann Radcliffe gozaban de un amplio público, surgieron réplicas irónicas y salaces como La mansión de las pesadillas de Thomas Love Peacock o La abadía de Northanger de Jane Austen. Pero nada más lejos de estas amables sátiras que el espíritu delirante y surrealista de La Ciudad Vampiro , de Paul Féval, autor de folletines y novelas de gran éxito en su tiempo, como Los misterios de Londres o El caballero de Lagardère.