8. LAS AMBIGÜEDADES DE LA REESTRUCTURACIÓN POLÍTICA, 1150-1300
1. R. W. Southern, Saint Anselm, Cambridge, 1990, pp. 191, 232 y sigs., 274-304.
2. Para los cánones, véase N. P. Tanner (comp.), Decrees of the ecumenical councils, vol. 1, Londres, 1990, vol. 1, pp. 230-271. Para mayor contexto, véase por ejemplo C. Morris, The papal monarchy, Oxford, 1989, sobre todo las pp. 417-438. Para el escaso efecto inicial de los decretos, véase P. B. Pixton, The German episcopacy and the implementation of the decrees of the Fourth Lateran Council, 1216-1245, Leyden, 1995, especialmente pp. 437-459. Para la efectividad que acabaron teniendo, véase R. Bartlett, Trial by fire and water, Oxford, 1986, pp. 98-102, 127-135, donde se habla de la relativa velocidad con la que se abandonó, en un país tras otro, la práctica de las ordalías en las décadas posteriores a la condena conciliar.
3. Véanse, entre las muchas obras publicadas, las de J. W. Baldwin, The government of Philip Augustus, op. cit., fundamentalmente pp. 152-175 y 220-258; y W. C. Jordan, Louis IX and the challenge of the Crusade, Princeton, 1979, pp. 45-64, 159-171. Compárese también con lo que se señala en J. Le Goff, Saint Louis, Nueva York, 2009, pp. 45-64, 159-171 —un libro muy particular que, pese a no interesarse especialmente en los extremos que aquí tratamos, es una obra de inexcusable lectura—. Para Felipe IV, véase J. R. Strayer, The reign of Philip the Fair, Princeton, 1980, sobre todo pp. 36-99.
4. Véase por ejemplo, M. T. Clanchy, England and its rulers, 1066-1307, op. cit., pp. 181-283; R. Bartlett, England under the Norman and Angevin kings, op. cit.; M. Prestwich, Plantagenet England 1225-1360, Oxford, 2005, pp. 81-187; J. R. Maddicott, The origins of the English parliament, 924-1327, Oxford, 2010, pp. 157-331; D. A. Carpenter, The reign of Henry III, Londres, 1996, pp. 75-106, 183-197, 381-408. Y para la relación entre estos procesos y las estructuras de la aristocracia, véase P. Coss, The origins of the English gentry, Cambridge, 2003.
5. Tanto S. Barton, «Spain in the eleventh century», NCMH, vol. 4.2, 2004, pp. 154-190, como P. Linehan, «Spain in the twelfth century», id. loc., pp. 475-509, ofrecen un conjunto de rápidos perfiles políticos. S. Barton, The aristocracy in twelfthcentury León and Castile, Cambridge, 1997, pp. 104-147, e I. Álvarez Borge, La plena edad media: siglos XII-XIII, Madrid, 2003, pp. 247-284, presentan en cambio sendos estudios generales de más amplio desarrollo. A. J. Kosto, «Reconquest, Renaissance and the histories of Iberia, ca. 1000-1200», en T. F. X. Noble y J. Van Engen (comps.), European transformations, Notre Dame, Indiana, 2012, pp. 93-116, expone una eficaz argumentación contra el corsé de la reconquista. Para la imaginería cruzada, véase W. J. Purkis, Crusading spirituality in the Holy Land and Iberia, c. 1095-c. 1187, Woodbridge, 2008, pp. 120-178. Para los primeros merinos, véase I. Álvarez Borge, Clientelismo regio y acción política, Murcia, 2014; C. Jular, Los adelantados y merinos mayores de León (siglos XIII-XV), León, 1990, pp. 56-159. Compárese también con lo que se señala en idem, «The king’s face on the territory», en I. Alfonso et al. (comps.), Building legitimacy, Leyden, 2004, pp. 107-137.
6. Para saber más acerca de Fernando III, véase A. Rodríguez López, La consolidación territorial de la monarquía feudal castellana, Madrid, 1994. M. González Jiménez, en Alfonso X el Sabio, Barcelona, 2004, se muestra muy optimista. Para las complejidades de las revueltas de la década de 1270, véase I. Alfonso, «Desheredamiento y desafuero, o la pretendida justificación de una revuelta nobiliaria», Cahiers de linguistique et de civilisation hispaniques médiévales, n.º 25, 2002, pp. 99-129. Para la estructura fiscal, véase sobre todo M. A. Ladero Quesada, Fiscalidad y poder real en Castilla (1252-1369), Madrid, 1993; junto con E. S. Prater, Curia and cortes in León and Castile, Cambridge, 1980, pp. 186-202. Y para mayor información sobre los inicios del régimen fiscal, véase I. Álvarez Borge, «Soldadas, situados y fisco regio en el reinado de Alfonso VIII de Castilla (1158-1214)», Journal of Medieval Iberian Studies, n.º 7, 2015, pp. 57-86.
7. P. Engel, The realm of St Stephen, Londres, 2001, pp. 37-107; N. Berend, P. Urbańczyk y P. Wiszewski, Central Europe in the high middle ages, op. cit., pp. 147-160, 176-181, 189-194, 208-211, 226-236, 244-249, 286-288, 425-432. Para el sistema impositivo, véase W. M. Ormrod y J. Barta, «The feudal structure and the beginnings of state finance», en R. Bonney (comp.), Economic systems and state finance, Oxford, 1995, pp. 76-79, junto con G. Barta y J. Barta, «Royal finance in medieval Hungary», en W. M. Ormrod et al. (comps.), Crises, revolutions and self-sustained growth, Stamford, 1999, pp. 22-37.
8. Para una buena introducción, véase H. Takayama, The administration of the Norman kingdom of Sicily, Leyden, 1993; D. Abulafia, Frederick II, Londres, 1988, especialmente pp. 321-339; J. Dunbabin, Charles I of Anjou, Harlow, 1998, sobre todo pp. 55-76; y S. Carocci (comp.), Signorie di Mezzogiorno, op. cit.
9. Los textos introductorios clave son los de D. Waley y T. Dean, The Italian city-republics, cuarta edición, Harlow, 2010; F. Menant, L’Italie des communes (1100-1350), op. cit.; G. Milani, I comuni italiani, secoli XII-XIV, op. cit.; y P. J. Jones, The Italian city-state, op. cit. Véase también el importante estudio monográfico de J. C. Maire Vigueur, Cavaliers et citoyens, París, 2003. Para la guerra contra Federico Barbarroja, véase G. Raccagni, The Lombard league, 1167-1225, Oxford, 2010; y P. Grillo, Legnano 1176, Bari, 2010. Para una comparación con el caso de las ciudades del sur de Italia, véase P. Oldfield, City and community in Norman Italy, Cambridge, 2009; junto con P. Skinner, Medieval Amalfi and its diaspora, 800-1250, Oxford, 2013.
10. El texto de R. W. Southern, Western society and the church in the middle ages, Londres, 1970, pp. 105-121, 184-185, es una excelente introducción. Para el desarrollo de la justicia papal previa a Inocencio III, véase por ejemplo, I. S. Robinson, The papacy 1073-1198, Cambridge, 1990, pp. 179-208. Para la utilización política del control que ejercían los pontífices sobre las leyes matrimoniales, véase D. L. d’Avray, Papacy, monarchy and marriage, 860-1600, Cambridge, 2015.
11. Para el siglo XIII, véase R. W. Southern, Western society and the church in the middle ages, op. cit., pp. 122-133, 188-213; R. Brentano, Two churches, Berkeley, 1968; A. Paravicini Bagliani, Il trono di Pietro, Rome, 1996; y J. Sayers, Innocent III, Londres, 1994.
12. Puede encontrarse un juicioso estudio de conjunto de todas estas transformaciones en H. Keller, Zwischen regionaler Begrenzung und universalem Horizont, op. cit., pp. 375-500.
13. Dos textos importantes para quien desee comprender en profundidad el sentido de este párrafo son los de B. Arnold, Princes and territories in medieval Germany, op. cit., y L. Scales, The shaping of German identity, Cambridge, 2012.
14. P. Moraw, Von offener Verfassung zu gestalteter Verdichtung, Berlín, 1985, p. 175. Para las ciudades, véase T. Scott, The city-state in Europe, 1000-1600, Oxford, 2012, pp. 56-63, 129-164.
15. Para Meissen, véase H. Helbig, Der wettinische Ständestaat, Münster, 1955, pp. 1-53; véase también O. Brunner, Land and lordship, Filadelfia, 1992, sobre todo pp. 36-94, 139-199 y 296-324.
16. Para un estudio de conjunto, véase C. Wickham, «Lineages of western European taxation, 1000-1200», en M. Sánchez y A. Furió (comps.), Actes, Coŀloqui Corona, municipis i fiscalitat a la baixa Edat Mitjana, Lérida, 1997, pp. 25-42.
17. J. France, Western warfare in the age of the Crusades, 1000-1300, op. cit., pp. 70-75, 131-134. Para las cifras de la riqueza relativa de los reyes, véase J. Pryor, «Foreign policy and economic policy», en L. O. Frappell (comp.), Principalities, powers and estates, Adelaide, 1980, pp. 45-46. Véase en general, M. Ginatempo, «Esisteva una fiscalità a finanziamento delle guerre del primo “200?”», en XXXVII semana de estudios medievales, Pamplona, 2011, pp. 279-342, donde se nos advierte que no debemos dar por supuesto que los sistemas fiscales sirvieran para sufragar otra cosa que una minoría de contiendas antes del año 1250 aproximadamente.
18. W. C. Jordan, Louis IX and the challenge of the Crusade, op. cit., pp. 78-104; J. R. Strayer, The reign of Philip the Fair, op. cit., pp. 250-260.
19. G. H. Martin, «Merton, Walter of (c. 1205-1277)», Oxford dictionary of national biography, Oxford, 2004.
20. L. Thomas, «La vie privée de Guillaume de Nogaret», Annales du Midi, n.º 16, 1904, pp. 161-207; J. R. Strayer, The reign of Philip the Fair, op. cit., especialmente pp. 52-62.
21. Véase M. T. Clanchy, From memory to written record, tercera edición, Chichester, 2013, pp. 61-64 —y para una información de orden más general, véanse pp. 46-82—.
22. En el Libri dell’entrata e dell’uscita della repubblica di Siena, detti del camarlingo e dei quattro provveditori della Biccherna, vol. 1 y sigs., Siena, 1903, se recogen los primeros registros documentales de Siena. Para Bolonia, Perusa y sus sucesoras, véase A. Zorzi, «Giustizia criminale e criminalità nell’Italia del tardo medioevo», Società e storia, n.º 46, 1989, pp. 942-945. Para los más recientes trabajos que estudian el empleo de textos escritos en las comunas italianas, véase H. Keller, «Die italienische Kommune als Laboratorium administrativen Schriftgebrauchs», en S. Lepsius et al. (comps.), Recht - Geschichte - Geschichtsschreibung, Berlín, 2014, pp. 67-82.
23. Véase la nota 23 del capítulo 4.
24. Lope de Ferrières, Epistolae, edición de E. Dümmler, MGH, Epistolae, vol. 6, Berlín, 1925, pp. 1-126, nn. 121, 124. Para la Inglaterra de Enrique I, véase W. Map, De nugis curialium, op. cit., pp. 470-472. Para la política de comunicación oral, véase M. Billoré y M. Soria (comps.), La rumeur au moyen âge, Rennes, 2011.
25. El texto de J. Sabapathy, Officers and accountability in medieval England 1170-1300, Oxford, 2014, pp. 47-52, 86-91, 113-120, es actualmente el mejor punto de partida para comprender lo sucedido en Inglaterra. Para Francia, véase W. C. Jordan, Louis IX and the challenge of the Crusade, op. cit., pp. 51-64, 236-245; así como M. Dejoux, «Mener une enquête générale, pratiques et méthodes», en T. Pécout (comp.), Quand gouverner c’est enquêter, París, 2010, pp. 133-155. Para una información de orden general, véase C. Gauvard (comp.), L’Enquête au moyen âge, Roma, 2009; y T. Pécout (comp.), Quand gouverner c’est enquêter, op. cit. Para las indagaciones carolingias, véase J. R. Davis, Charlemagne’s practice of empire, op. cit., pp. 260-278.
26. Dialogus de Scaccario: Richard FitzNigel, edición y traducción inglesa de E. Amt., y Constitutio domus regis: Disposition of the King’s Household, edición y traducción inglesa de S. D. Church, Oxford, 2007, 1.1, 5 (la cita se encuentra en la página 10); Joinville, Juan señor de, Histoire de Saint Louis, edición de N. de Wailly, París, 1868, c. 140; V. Crescenzi, «Il sindacato degli ufficiali nei comuni medievali italiani», en A. Giuliani y N. Picardi (comps.), L’educazione giuridica, vol. 4.1, Perusa, 1981, pp. 406-451. Aquí es fundamental la consulta de la obra, ya citada, de J. Sabapathy, Officers and accountability in medieval England 1170-1300, passim (pp. 91-110 discuten el relato de Ricardo Fitz Nigel); junto con idem, «Accountable rectores in comparative perspective», en A. Bérenger y F. Lachaud (comps.), Hiérarchie des pouvoirs, délégation de pouvoir et responsabilité des administrateurs dans l’antiquité et au moyen âge, Metz, 2012, pp. 201-230. Y para un análisis más general, véase T. N. Bisson, The crisis of the twelfth century, op. cit., pp. 316-349, donde se muestra que en toda la Europa occidental de finales del siglo XII la teneduría de libros de cuenta constituyó el requisito previo de la responsabilidad pública.
27. C. E. Bosworth, «Muṣādara», en P. J. Bearman et al. (comps.), Encyclopedia of Islam, segunda edición electrónica, Leyden, 2002-, http://referenceworks.brillonline.com/entries/encyclopaedia-of-islam-2/mus-a-dara-COM_0804?s.num=0&s.f.s2_parent=s.f.book.encyclopaedia-of-islam-2&s.q—usadara, último acceso, 2 de enero de 2015.
28. Sorprendentemente, no existe ningún análisis comparativo de calidad que nos hable de la utilización de textos jurídicos emanados de los códices legales europeos de la Edad Media central. El libro de A. Padoa-Schioppa, Il diritto nella storia d’Europa, vol. 1, Padua, 1995, es mejor que la mayoría de las obras sobre el particular. Puede encontrarse una adecuada y breve introducción a la situación de Escandinavia en R. M. Karras, Slavery and society in medieval Scandinavia, New Haven, 1988, pp. 167-178.
29. Para Oberto, véase M. G. di Renzo Villata, «La formazione dei “Libri Feudorum”», Settimane di studio, n.º 47, 2000, pp. 651-721; junto con S. Reynolds, Fiefs and vassals, op. cit., pp. 215-230. Véase en general, A. Watson, The evolution of law, Oxford, 1985, pp. 66-97. Un excelente estudio para examinar el derecho romano y los procedimientos legales que operaban en la práctica en el norte de Italia es el de M. Vallerani, Medieval public justice, Washington, D. C., 2012.
30. Véase en general, C. Wickham, Sleepwalking into a new world, op. cit.
31. Para Ricardo de Ilchester y los rollos citatorios de la década de 1160, véase M. T. Clanchy, From memory to written record, op. cit., p. 65 y Dialogus de Scaccario: Richard FitzNigel, op. cit., 2.2 (p. 112). Para las reformas administrativas que emprendió Gualterio de Stapledon en la década de 1320, véase T. F. Tout, Chapters in the administrative history of mediaeval England, vol. 2, Manchester, 1920, vol. 2, pp. 258-267. Cabe añadir aquí que el Dialogus es un texto en el que se emplea el método mayéutico de preguntas y respuestas para exponer el funcionamiento del gobierno inglés. El simple hecho de tener que dar explicaciones acerca de los procedimientos gubernamentales va ya hacia la idea de pensar en cómo mejorarlos. No obstante, véase también U. Kypta, Die Autonomie der Routine, Gotinga, 2014, especialmente pp. 208-222 y 245-250 —una referencia bibliográfica que debo a John Sabapathy y que permite comprender que el habitus [en el sentido sociológico de Pierre Bourdieu] de los amanuenses del gobierno inglés favorecía fundamentalmente el surgimiento de innovaciones fortuitas—. De hecho, esos cambios involuntarios se perpetuaban, constituyendo así el telón de fondo de ulteriores transformaciones de carácter más deliberado.
32. Annali genovesi di Caffaro e de’ suoi continuatori, vol. 2, edición de L.T. Belgrano y C. Imperiale di Sant’Angelo, Roma, 1901, p. 36; C. Wickham, Medieval Rome, op. cit., pp. 442-445; P. Vignoli (comp.), I costituti della legge e dell’uso di Pisa (sec. XII), Roma, 2003.
33. Véase sobre todo T. N. Bisson, The crisis of the twelfth century, op. cit. Tanto este párrafo como el siguiente deben buena parte de sus afirmaciones a las acertadas intuiciones de la citada obra de Bisson (The crisis), así como a las observaciones que hacen S. Reynolds en Kingdoms and communities in western Europe, 900-1300, op. cit., y J. Watts en The making of polities. Europe, 1300-1500, op. cit., pese a que seguramente discrepan entre ellos.
34. P. Freedman, The origins of peasant servitude in medieval Catalonia, op. cit., pp. 89-118; T. N. Bisson, The crisis of the twelfth century, op. cit., pp. 508-512. Una obra fundamental para el estudio de Aragón desde un punto de vista más general es la de T. N. Bisson, The medieval crown of Aragon, Oxford, 1991.
35. Para saber más acerca de los señoríos, véase sobre todo C. Estepa Díez, Las behetrías castellanas, 2 vols., Valladolid, 2003, especialmente pp. 39-87 y 181-229 del primer volumen.
36. Para la noción de «comunidad del reino», véase S. Reynolds, Kingdoms and communities in western Europe, 900-1300, op. cit., pp. 268-287.
37. Para los enfados regios, véase J. E. A. Jolliffe, Angevin kingship, Londres, 1955, pp. 96-109, y G. Althoff, «Ira regis», en B. H. Rosenwein (comp.), Anger’s past, Ithaca, Nueva York, 1998, pp. 59-74. Véase también W. Map, De nugis curialium, op. cit., pp. 2-24, 498-512. Para la coreografía política que se instaura a partir de los otónidas, véase G. Althoff, Spielregeln der Politik im Mittelalter, op. cit.
38. G. Klaniczay, Holy rulers and blessed princesses, Cambridge, 2002, pp. 9699, 123-155, 158-161, 171-173, 296-298. Otros reyes a los que también se atribuyó la condición de santos fueron, entre otros, Canuto III de Dinamarca, Erico IX de Suecia y Olaf Haraldsson de Noruega.
39. C. Valente, «The deposition and abdication of Edward II», English historical review, n.º 113, 1998, pp. 852-881 —la cita se encuentra en la página 880—.
40. Para la evolución que lleva a las primeras escuelas a convertirse en universidades, véase C. S. Jaeger, The envy of angels, Filadelfia, 1994. En relación con la idea del estudiante necesitado, sería difícil no citar a H. Waddell, The wandering scholars of the middle ages, Londres, 1932, especialmente pp. 156-158, dado que emplea un conjunto de imágenes sumamente evocadoras. Para una serie de paralelismos ocurridos por esta misma época en las regiones bizantinas, véase la nota 21 del capítulo 9.
41. Véase en general, S. C. Ferruolo, The origins of the university, Stanford, 1985, sobre todo pp. 11-66; R. W. Southern, Scholastic humanism and the making of Europe, 2 vols., Oxford, 1995-2001. Para Bolonia, véase E. Cortese, Il diritto nella storia medievale, 2 vols., Roma, 1995, vol. 2, pp. 57-214, y R. G. Witt, The two Latin cultures and the foundation of Renaissance humanism in medieval Italy, Cambridge, 2012, pp. 235-259 —este libro es actualmente el punto de partida fundamental para el estudio de la cultura intelectual vigente en el norte de Italia entre los años 900 y 1250—. Para Abelardo, véase, entre otras muchas obras, las de M. T. Clanchy, Abelard, Oxford, 1997, y D. Luscombe (comp.), The letter collection of Peter Abelard and Heloise, Oxford, 2013; compárese también con lo que se señala en M. Colish, Peter Lombard, Leyden, 1994, especialmente pp. 96-131 y 254-263.
42. Véase S. C. Ferruolo, The origins of the university, op. cit., pp. 279-315. Para lo que acabamos de exponer y cuanto sigue, véase I. P. Wei, Intellectual culture in medieval Paris, Cambridge, 2012, especialmente pp. 87- 124. (Obsérvese que, por el contrario, las universitates de Bolonia no eran gremios de profesores, sino de estudiantes.)
43. B. Stock, The implications of literacy, Princeton, 1983, pp. 90-92.
44. M. Rubellin, Église et société chrétienne d’Agobard à Valdès, Lyon, 2003, pp. 455-500; para épocas posteriores, véase P. Biller, «Goodbye to Waldensianism?», Past and present, n.º 192, 2006, pp. 3-33, texto en el que se defiende la relativa coherencia de la secta. Algo muy parecido habría de sucederle a otro grupo de predicadores laicos conocidos con el nombre de humiliati, aunque la mayoría de ellos volvería al redil, convertidos prácticamente en frailes, entre los años 1199 y 1201: véase F. Andrews, The early Humiliati, Cambridge, 1999, pp. 38-98. Para un caso práctico relacionado con el nuevo movimiento monástico de los gilbertinos, véase K. Sykes, Inventing Sempringham, Berlín, 2011.
45. Véase sobre todo, W. Simons, Cities of ladies, Filadelfia, 2001, junto con D. Elliott, Proving woman, Princeton, 2004, pp. 47-84.
46. Véase, de entre las obras más recientes, la de A. Vauchez, Francis of Assisi, New Haven, 2012. Para saber más acerca del carácter liminal que aún conservan tanto los franciscanos como otras órdenes de frailes, véase G. Geltner, The making of medieval antifraternalism, Oxford, 2012.
47. En este aspecto, el debate es extensísimo. Entre las obras recientes —cuyo enfoque difiere de forma muy considerable, pese a tener invariablemente en cuenta las fuentes textuales— cabe destacar las siguientes: M. Zerner (comp.), Inventer l’hérésie?, Niza, 1998; C. Bruschi y P. Biller (comps.), Texts and the repression of heresy, Woodbridge, 2003; J. H. Arnold, Inquisition and power, Filadelfia, 2001; C. Bruschi, The wandering heretics of Languedoc, Cambridge, 2009; L. Sackville, Heresy and heretics in the thirteenth century, York, 2011; Cl. Taylor, Heresy, crusade and inquisition in medieval Quercy, Woodbridge, 2011; G. Zanella, Hereticalia, Espoleto, 1995, especialmente pp. 127-143; C. Lansing, Power and purity, Nueva York, 1998; M. G. Pegg, The corruption of angels, Princeton, 2001; R. I. Moore, The war on heresy, op. cit. (y véase también la revisión crítica de P. Biller, junto con la respuesta de Moore, en Reviews in history, revisión n.º 1546, 2014, http://www.history.ac.uk/reviews/review/1546, último acceso, 4 de enero de 2015). J. H. Arnold resume con toda claridad el debate en «The Cathar middle ages as an historiographical problem», en D. d’Avray y A. Sennis (comps.), Catharism (en preparación). Todas estas obras se hallan a la base de los siguientes párrafos.
48. Lansing, Power and purity, op. cit., pp. 92-96; J. L. Peterson, «Holy heretics in later medieval Italy», Past and present, n.º 204, 2009, pp. 3-31.
49. Para una reciente, y muy enojada, crónica de esta cruzada, véase M. G. Pegg, A most holy war, Oxford, 2008.
50. Véase D. L. d’Avray, The preaching of the friars, Oxford, 1985, sobre todo pp. 15-28; A. Vauchez, «The Church and the laity», NCMH, vol. 5, 1999, pp. 183-194. Para los siglos anteriores, véase S. Hamilton, Church and people in the medieval west, 900-1200, op. cit., pp. 10-15, 172-177.
51. Para los sucesos del año 1233, véase A. Thompson, Revival preachers and politics in thirteenth-century Italy, Oxford, 1992.
52. Véase G. Rosser, The art of solidarity in the middle ages, op. cit.
53. En este aspecto, el texto clásico es el de R. I. Moore, The formation of a persecuting society, segunda edición, Oxford, 2007 [hay publicación castellana: La formación de una sociedad represora, traducción de Enrique Gavilán, Crítica, Barcelona, 1989. (N. de los t.)], aunque el libro de C. Rawcliffe, Leprosy in medieval England, Woodbridge, 2006, muestra que las actitudes frente a la lepra presentan una complejidad muy notable a lo largo de toda la Edad Media y que la segregación fue solo relativa. Para los homosexuales de la época (utilizo el término moderno a pesar de que en esos años las categorizaciones sexuales fueran bastante distintas), véase J. Boswell, Christianity, social tolerance and homosexuality, Chicago, 1981, pp. 269-302 (una extraña obra en la que se mezcla el meticuloso trabajo textual con la presentación de hipótesis aventuradas) [hay publicación castellana: Cristianismo, tolerancia social y homosexualidad. Los gays en Europa occidental desde el comienzo de la era cristiana hasta el siglo XIV, traducción de Marco Aurelio Galmarini, El Aleph, Barcelona, 2007].
54. Pueden verse algunos ejemplos en C. Bruschi, «Familia inquisitionis», Mélanges de l’École française de Rome. Moyen âge, n.º 125, 2013, disponible en la siguiente dirección electrónica: https://mefrm.revues.org/1519, último acceso, 15 de noviembre de 2015.
55. Véase en general, J. H. Arnold, Belief and unbelief in medieval Europe, op. cit. Para una serie de buenos ejemplos relacionados con las complejas creencias microculturales que figuran en las actas elaboradas por los inquisidores en el período comprendido entre 1240 y 1330, véase M. G. Pegg, The corruption of angels, op. cit.; junto con E. Le Roy Ladurie, Montaillou, Londres, 1978; y también, para épocas posteriores, J. Edwards, «Religious faith and doubt in late medieval Spain», Past and present, n.º 120, 1988, pp. 3-25; así como C. Ginzburg, The night battles, Londres, 1983.
9. 1204: EL FRACASO DE LAS ALTERNATIVAS
1. P. Magdalino, Constantinople médiévale, París, 1996, pp. 55-57, tiende a aceptar la estimación que ofrece Godofredo de Villehardouin al señalar que Constantinopla tenía cuatrocientos mil ciudadanos en 1204. No obstante, y aun en el caso de que su demografía fuera inferior, es casi seguro que la capital bizantina superaba a sus principales rivales del siglo XIII —París y Milán—, en las que se calcula que vivían doscientas mil personas (véase el capítulo 7).
2. Para los carolingios, véase C. Wickham, «Ninth-century Byzantium through western eyes», en L. Brubaker (comp.), Ninth-century Byzantium: dead or alive?, Aldershot, 1998, pp. 245-256; y para los otónidas, véase A. von Euw y P. Schreiner (comps.), Kaiserin Theophanu, Colonia, 1991, junto con A. Davids (comp.), The empress Theophano, Cambridge, 1995. Una juiciosa introducción al período que abarca este capítulo es la de J. Shepard (comp.), The Cambridge history of the Byzantine empire, c. 500-1492, Cambridge, 2008.
3. M. Whittow, The making of Orthodox Byzantium, 600-1025, Basingstoke, 1996, pp. 310-391; C. Holmes, Basil II and the governance of empire (976-1025), Oxford, 2005, pp. 448-543.
4. J. Haldon, Warfare, state and society in the Byzantine world, 565-1204, Londres, 1999, pp. 112-120, 217-225; A. Dain, «Les stratégistes byzantins», Travaux et mémoires, n.º 2, 1967, pp. 317-392; J. Haldon, A critical commentary on the Taktika of Leo VI, Washington, D. C., 2014, pp. 3-87.
5. M. Psellos, Chronographia, traducción inglesa de E. R. A. Sewter, Fourteen Byzantine rulers, Londres, 1966, pp. 45-46. Para el sistema fiscal de este período, véase —ya que sigue siendo la referencia básica—, F. Dölger, Beiträge zur Geschichte der byzantinischen Finanzverwaltung, besonders des 10. und 11. Jahrhunderts, Leipzig, 1927, pp. 9-112; junto con M. F. Hendy, Studies in the Byzantine monetary economy, c. 300-1450, op. cit., pp. 157-242 (obra que abarca una época histórica más extensa que la que aquí tratamos); y V. Prigent, «The mobilisation of fiscal resources in the Byzantine empire (eighth to eleventh centuries)», en J. Hudson y A. Rodríguez (comps.), Diverging paths, Leyden, 2014, pp. 182-229.
6. M. Angold (comp.), The Byzantine aristocracy, IX to XIII centuries, Oxford, 1984; M. Kaplan, Les hommes et la terre à Byzance du VIe au XIe siècle, op. cit., pp. 331-373; J.-C. Cheynet, Pouvoir et contestations à Byzance (963-1210), París, 1996, pp. 207-248; e idem, «Les Phocas», en Le traité sur la guérilla de l’empereur Nicéphore Phocas (963-969), edición y traducción de G. Dagron y H. Mihăescu, París, 1986, pp. 289-315. Para saber más acerca del mundo de las provincias, véase, L. Neville, Authority in Byzantine provincial society, 950-1100, Cambridge, 2004.
7. To eparchikon biblion. The Book of the Eparch. Le livre du préfet, Londres, 1970.
8. Liutprando de Cremona, Liudprandi Cremonensis opera, edición de P. Chiesa, Turnhout, 1998, Antapodosis, 6.10; Constantino VII Porfirogéneta, Le livre des cérémonies, edición y traducción francesa de A. Vogt, París, 1935-1939; A. Cameron, «The construction of court ritual», en D. Cannadine y S. Price (comps.), Rituals of royalty, Cambridge, 1987, pp. 106-136; M. McCormick, Eternal victory, Cambridge, 2001, p. 144; y G. Dagron, Emperor and priest, op. cit., pp. 84-124, 204-219.
9. Para Nicéforo, véase Le traité sur la guérilla de l’empereur Nicéphore Phocas (963-969), op. cit. Véase también Cecaumeno, Consilia et narrationes, edición y traducción inglesa de C. Roueché, 2013, disponible en la siguiente dirección electrónica: www.ancientwisdoms.ac.uk/library/kekaumenos-consilia-et-narrationes/, último acceso, 21 de noviembre de 2015. Para Boilas, véase P. Lemerle, Cinq études sur le XIe siècle byzantin, París, 1977, pp. 15-63 (y 24-25 para la referencia textual de los libros citados.
10. Constantino VII Porfirogéneta, Le livre des cérémonies, vol. 1, 2, op. cit. Para saber qué partes es probable que escribiera Constantino, véase I. Ševčenko, «Re-reading Constantine Porphyrogenitus», en J. Shepard y S. Franklin (comps.), Byzantine diplomacy, Aldershot, 1992, pp. 167-195.
11. Véase por ejemplo, P. Lemerle, Byzantine humanism, Canberra, 1986; junto con H. Maguire (comp.), Byzantine court culture from 829 to 1204, Washington, D. C., 1997; y M. T. Fögen, «Reanimation of Roman law in the ninth century», en L. Brubaker (comp.), Ninth-century Byzantium: dead or alive?, Aldershot, 1998, pp. 11-22.
12. A. Kaldellis, The argument of Psellos’ Chronographia, Leyden, 1999; S. Papaioannou, Michael Psellos: rhetoric and authorship in Byzantium, Cambridge, 2013. La Cronografía es publicada en Gredos con el título de Vidas de los emperadores de Bizancio, traducción de Juan Signes, Madrid, 2005. (N. de los t.)
13. Véase en general, F. Curta, Southeastern Europe in the middle ages, 500-1250, op. cit., pp. 119-124, 147-179, 213-247; J. Shepard, «Bulgaria», NCMH, vol. 3, 1999, pp. 567-585; y P. Stephenson, Byzantium’s Balkan frontier, Cambridge, 2000, pp. 18-23.
14. Para este párrafo y los dos siguientes, véase fundamentalmente J. Shepard y S. Franklin, The emergence of Rus, 750-1200, Londres, 1996, junto con J. Martin, Medieval Russia, 980-1584, op. cit.
15. S. Franklin, Writing, society and culture in early Rus, c. 950-1300, Cambridge, 2002.
16. Véase J. Haldon, «Approaches to an alternative military history of the period ca. 1025-1071», en Ē autokratoria se krisē, Atenas, 2003, pp. 45-74. Véase también, en general, M. Angold, The Byzantine empire, 1025-1204, Londres, 1984, pp. 12-91. No obstante, carecemos de un análisis reciente que estudie este período en su conjunto.
17. P. Frankopan, The First Crusade: the call from the east, Londres, 2011, pp. 57-172; P. Magdalino, The empire of Manuel I Komnenos, 1143-1180, Cambridge 1993, pp. 95-98, 123-132.
18. Digenis Akritis, edición y traducción inglesa de E. Jeffreys, Cambridge, 1998 —los textos de que disponemos son en realidad tardomedievales—.
19. P. Magdalino, The empire of Manuel I Komnenos, 1143-1180, op. cit., pp. 180-266. Para la noción de pronoia, véase M. C. Bartusis, Land and privilege in Byzantium, Cambridge, 2012, pp. 64-111, 165-170; junto con N. Choniates, Historia, traducción inglesa de H. J. Magoulias, O city of Byzantium: annals of Niketas Choniates, Detroit, 1984, pp. 118-119 (cc. 208-209).
20. A. Harvey, Economic expansion in the Byzantine empire, 900-1200, Cambridge, 1989; P. Magdalino, The empire of Manuel I Komnenos, 1143-1180, op. cit., pp. 140-171; A. E. Laiou y C. Morrisson, The Byzantine economy, Cambridge, 2007, pp. 90-165 (obra en la que se sintetiza el contenido del monumental texto de A. E. Laiou (comp.), The economic history of Byzantium from the seventh through the fifteenth century, Washington, D. C., 2002). Para algunas precauciones, véase también M. Whittow, «The Byzantine economy (600-1204)», en J. Shepard (comp.), The Cambridge history of the Byzantine empire, c. 500-1492, Cambridge, 2008, pp. 465-492; junto con G. D. R. Sanders, «Corinth», en A. E. Laiou (comp.), The economic history of Byzantium from the seventh through the fifteenth century, op. cit.; y To eparchikon biblion. The Book of the Eparch. Le livre du préfet, op. cit.
21. R. Beaton, «The rhetoric of poverty», Byzantine and Modern Greek studies, n.º 11, 1987, pp. 1-28. Para Nicéforo Brienio, véase L. Neville, Heroes and Romans in twelfth-century Byzantium, Cambridge, 2012. Para Ana Comneno —cuya relevancia literaria es superior a la de su marido—, véase T. Gouma-Peterson (comp.), Anna Komnene and her times, Nueva York, 2000.
22. P. Magdalino, The empire of Manuel I Komnenos, op. cit., pp. 56-108.
23. T. M. Kolbaba, The Byzantine lists, Urbana, 2000, pp. 35 y sigs.
24. Liutprando de Cremona, Antapodosis, libro 6; Relatio, passim. Para la ciudad de portentos, véase I. Seidel, Byzanz im Spiegel der literarischen Entwicklung Frankreichs im 12. Jahrhundert, Fráncfort, 1977, pp. 49-54, 95-99; junto con B. Ebels-Hoving, Byzantium in westerse ogen, 1096-1204, Assen, 1971, pp. 119-123, 170-181, 253-254, 263-269; y M. Angold, The Fourth Crusade and the sack of Constantinople, Londres, 2005, pp. 58-74.
25. C. M. Brand, Byzantium confronts the west, 1180-1204, Cambridge, Massachusetts, 1968; M. Angold, The Fourth Crusade and the sack of Constantinople, op. cit.; y J. Phillips, The Fourth Crusade and the sack of Constantinople, Londres, 2005.
26. Para la historia política del período, véase el texto de D. M. Nicol, The last centuries of Byzantium, 1261-1453, segunda edición, Cambridge, 1993, que todavía sigue siendo vigente. Para saber más acerca del monasterio de la Cora, véase R. Ousterhout, The art of the Kariye Camii, Londres, 2002, donde se resumen todos los conocimientos de que disponemos actualmente. Para una explicación narrativa de la evolución de serbios y búlgaros, véase J. V. A. Fine, The late medieval Balkans, Ann Arbor, Michigan, 1987.
27. Para un estudio de conjunto, véase C. Imber, The Ottoman empire, 1300-1650, Basingstoke, 2002, pp. 7-37 [hay publicación castellana: El imperio otomano, 1300-1650, traducción de Jordi Vidal Sabata, Ediciones B, Barcelona, 2005. (N. de los t.)].
28. En este sentido, M. C. Bartusis, Land and privilege in Byzantium, op. cit., pp. 579-596, se muestra extremadamente prudente. Para saber más acerca del ejército otomano, véase Gy. Káldy-Nagy, «The first centuries of the Ottoman military organization», Acta Orientalia Academiae Scientiarum Hungaricae, n.º 31, 1977, pp. 147-183. C. Kafadar, en Between two worlds, Berkeley, 1995, especialmente pp. 118-150, y H. W. Lowry, en The nature of the early Ottoman state, Albany, Nueva York, 2003, nos ofrecen una importante información contextual.
29. H. İnalcık, «The policy of Mehmed II towards the Greek population of Istanbul and the Byzantine buildings of the city», Dumbarton Oaks papers, 23/4, 1969-1970, pp. 229-249. Para los límites del reconocimiento que Mehmed estaba dispuesto a conceder a sus predecesores y las respuestas de los bizantinos, véase K. Moustakas, «Byzantine “visions” of the Ottoman empire», en A. Lymberopoulou (comp.), Images of the Byzantine world, Farnham, 2011, pp. 215-229. Para la fragmentación posterior al año 1402, véase D. J. Kastritsis, The sons of Beyazid, Leyden, 2007.
30. J. Johns, Arabic administration in Norman Sicily, op. cit., especialmente p. 38.
31. R. O. Crummey, The formation of Muscovy, 1304-1613, Harlow, 1987, pp. 29-93; y J. Martin, Medieval Russia, op. cit., pp. 174-254.
32. D. Ostrowski, Muscovy and the Mongols, Cambridge, 1998, pp. 36-63, 177-180, 219-143.
33. N. Choniates, Historia, traducción inglesa de H. J. Magoulias, O city of Byzantium, op. cit., p. 167 (c. 301).
10. LA DEFINICIÓN DE LA SOCIEDAD: GÉNERO Y COMUNIDAD EN LA EUROPA TARDOMEDIEVAL
1. Véase E. Dupré Theseider, «Caterina da Siena, santa», en Dizionario biografico degli Italiani, vol. 22, Roma, 1979, pp. 361-379; y C. W. Bynum, Holy feast and holy fast, Berkeley, 1987, pp. 165-180, 204-207. Para la imagen de la barrica de vino (que el autor asocia con las imágenes sexuales que invoca Catalina al señalar que la apertura del tonel —construido en este caso con la cruz de Cristo— se realiza con un pincho), véase también la valiosísima obra de F. T. Luongo, The saintly politics of Catherine of Siena, Ithaca, Nueva York, 2006, pp. 97, 109. Para la comparación con el árbol injertado, véase el Epistolario di Santa Catarina da Siena, edición de E. Dupré Theseider, vol. 1, Roma, 1940, n. 41.
2. The Book of Margery Kempe, edición de B. Windeatt, Cambridge, 2004, traducción inglesa de A. Bale, Oxford, 2015 —para las palabras del alcalde de Leicester, véase la c. 48, y la c. 52 para la exculpación de la presunta actividad predicadora— [hay publicación castellana: Libro de Margery Kempe. La mujer que se reinventó a sí misma, traducción de Salustiano Moreta, Publicacions de la Universitat de València, Valencia, 2007]. Me han parecido particularmente útiles los textos de J. H. Arnold y K. J. Lewis, A companion to the book of Margery Kempe, Cambridge, 2004, y A. Goodman, Margery Kempe and her world, Harlow, 2002.
3. Para un estudio de carácter general, véase R. N. Swanson, Religion and devotion in Europe, c. 1215-c. 1515, Cambridge, 1995.
4. Véase fundamentalmente, J. H. Van Engen, Sisters and brothers of the common life, Filadelfia, 2008.
5. Para conocer mejor la situación en que se encontraba Inglaterra, véase P. J. P. Goldberg, Women, work and life cycle in a medieval economy, Oxford, 1992, sobre todo pp. 324-361. Compárese también con lo que se señala tanto en J. M. Bennett, History matters, Manchester, 2006, pp. 82-107; como en idem, Ale, beer, and brewsters in England, Oxford, 1996, por ejemplo pp. 37-43 y 58-59 —el hecho de que la autora exponga un punto de vista más pesimista no altera la relevancia del argumento general—. Para un estudio panorámico en el que se aborda el examen de lo que sucedía en el conjunto de Europa, véase K. Reyerson, «Urban economies», en Bennett, J. M. y R. M. Karras (comps.), The Oxford handbook of women and gender in medieval Europe, Oxford, 2013, pp. 295-310.
6. N. Caciola, Discerning spirits, Ithaca, Nueva York, 2003, pp. 87-98.
7. Para los patrones que rigen la santidad femenina y sus problemas, véase C. W. Bynum, «Women’s stories, women’s symbols», en idem, Fragmentation and redemption, Nueva York, 1992, pp. 27-51; junto con N. Caciola, Discerning spirits, op. cit., pp. 309-319 y passim; D. Elliott, Proving woman, op. cit.; y A. Vauchez, The laity in the middle ages, Notre Dame, Indiana, 1993, pp. 171-264. Para los sentimientos de angustia relacionados con las manifestaciones demoníacas y la sexualidad (sobre todo la femenina), véase D. Elliott, Fallen bodies, op. cit., especialmente pp. 3560. Para Juana de Arco, véase H. Castor, Joan of Arc, Londres, 2014, donde se ofrece un compendio de la extensa bibliografía sobre el particular (fundamentalmente en inglés, lo que no deja de resultar sorprendente); la obra de Cr. Taylor, Joan of Arc: la Pucelle, Manchester, 2006, es algo más que una buena colección de textos. Para las brujas, véase más adelante la nota 42.
8. Dante, Monarchia, edición y traducción inglesa de P. Shaw, Cambridge, 1995, 1. 5. 5 [hay publicación castellana: Monarquía, traducción de Laureano Robles Carcedo y Luis Frayle Delgado, Tecnos, Madrid, 2009. (N. de los t.)]. Le ménagier de Paris, edición de J. Pichon, París, 1846. Existe un gran número de trabajos sobre las relaciones de género en la Edad Media y la historia de las mujeres, pero el libro de J. M. Bennett y R. M. Karras (comps.), The Oxford handbook of women and gender in medieval Europe, Oxford, 2013, es actualmente, y con mucho, la mejor introducción colectiva para el seguimiento de todo este apartado —con la ventaja añadida de que se citan las obras anteriores—. Para saber más acerca de la fragilidad de la reputación femenina, véase por ejemplo el estudio de un caso práctico de la Inglaterra tardomedieval en el que se vierten acusaciones destempladas en S. Bardsley, Venomous tongues, Filadelfia, 2006. Para el contexto familiar del patriarcado, véase R. E. Moss, Fatherhood and its representations in Middle English texts, Woodbridge, 2013.
9. Andreas aulae regiae capellanus, De amore, edición de E. Trojel, Berlín, 2006, 1. 11. 3. Véase en general, K. Gravdal, Ravishing maidens, Filadelfia, 1991, pp. 104-121 y passim. Para Griselda, véase G. Boccaccio, Decamerone, edición de V. Branca, Tutte le opere di Giovanni Boccaccio, vol. 4, Milán, 1976, 10. 10 [hay publicación castellana: Decamerón, edición y traducción de María Hernández Esteban, Cátedra, Madrid, 2014. (N. de los t.)].
10. D. Herlihy, Opera muliebria, Nueva York, 1990, pp. 75-102. J. M. Bennett muestra en Ale, beer, and brewsters in England, op. cit., pp. 51-76, que los varones del período tardomedieval también se ocuparon de la producción a gran escala de cerveza. Por su parte, D. Cardon señala en La draperie au moyen âge, París, 1999, que en la Europa continental el número de hombres y mujeres dedicados a la actividad textil de carácter comercial era bastante parejo. Para saber más acerca de la familia Fugger, véase M. Häberlein, The Fuggers of Augsburg, Charlottesville, Virginia, 2012, pp. 12-20 (aunque tampoco puede decirse que los Fugger constituyeran una excepción en este sentido: véase E. Ennen, The medieval woman, Oxford, 1989, pp. 165-184, 201, 209-210); en cambio, en el siglo XVI, la sociedad mercantil de los Fugger impedía a las mujeres el acceso a los puestos directivos de la compañía: M. Häberlein, id. loc., pp. 34-35, 204.
11. Para el tema de la medicina, véase por ejemplo M. H. Green, «Women’s medical practice and health care in medieval Europe», Signs, n.º 14, 1989, pp. 434-473; junto con H. Skoda, «La Vierge et la vieille», en T. Kouamé (comp.), Experts et expertise au Moyen Âge, París, 2012, pp. 299-311. Para la Reforma, véase L. Roper, The holy household, Oxford, 1989, obra en la que se subraya que las normativas también afectaban a los maridos; véase también idem, Oedipus and the Devil, Londres, 1994, pp. 37-52.
12. Para una rápida introducción a la vida de Margarita, véase J. E. Olesen, «Inter-Scandinavian relations», en K. Helle (comp.), The Cambridge history of Scandinavia, vol. 1, Cambridge, 2003, pp. 720-729. Para las reinas en general, véase T. Earenfight, Queenship in medieval Europe, Basingstoke, 2013; y A. Rodríguez, La estirpe de Leonor de Aquitania, Barcelona, 2014, editorial Crítica.
13. E. Cavell, «Intelligence and intrigue in the March of Wales», Historical research, n.º 88, 2015, pp. 1-19; J. C. Parsons, «Isabella (1295-1358)», Oxford dictionary of national biography, Oxford, 2004. El hecho de que la relación entre Isabel y Mortimer fuese pública era algo totalmente insólito. Sin embargo, cuando la iniciaron, ambos se hallaban exiliados en Francia, y lo cierto es que, en la corte de su marido, Isabel jamás habría podido permitirse una cosa semejante.
14. R. Gilchrist, Gender and material culture, Londres, 1994.
15. E. Ennen, The medieval woman, op. cit., pp. 170, 180-187, 230.
16. Véase por ejemplo, J. A. McNamara y S. Wemple, «The power of women through the family in medieval Europe: 500-1100», Feminist studies, n.os 3/4, 1973, pp. 126-141; G. Duby, «Women and power», en T. N. Bisson (comp.), Cultures of power, Filadelfia, 1995, pp. 68-85. Yo prefiero atenerme a la interpretación, más continuista, que ha expuesto J. Bennett en Medieval women in modern perspective, Washington, D. C., 2000.
17. Para sendos estudios de conjunto sobre el tema de la dote y el contrato matrimonial, véase S. M. Stuard, «Brideprice, dowry, and other marital assigns», en J. M. Bennett y R. M. Karras (comps.), The Oxford handbook of women and gender in medieval Europe, Oxford, 2013, pp. 148-162, y M. C. Howell, The marriage exchange, Chicago, 1998, pp. 196-228. El caso práctico que analiza Howell, centrado en la región de Douai, muestra que el control que ejercían las mujeres en el plano de la propiedad podía ser más complejo, y en algunos aspectos más duradero, de lo que se ha supuesto en muchos de los trabajos anteriores.
18. M. T. Clanchy, «Did mothers teach their children to read?», en C. Leyser y L. Smith (comps.), Motherhood, religion and society in medieval Europe, 400-1400, Farnham, 2011, pp. 139-153.
19. Cristina de Pisán, Le livre de la cité des dames, edición de E. J. Richards, La città delle dame, Milán, 1997, especialmente 1. 11, 27, 2. 50, 3. 9 [hay publicación castellana: La ciudad de las damas, traducción de Marie-José Lemarchand Malantain, Siruela, Madrid, 2015. (N. de los t.)]. Para un comentario —de los muchos existentes—, véase R. Brown-Grant, Christine de Pizan and the moral defence of women, Cambridge, 2000, pp. 128-174.
20. Para saber más acerca del complejo significado del Pseudo-Turpín en Francia (en particular en sus retraducciones al francés), véase fundamentalmente G. M. Spiegel, Romancing the past, Berkeley, 1993, pp. 69-98.
21. Para Alemania, véase por ejemplo, M. H. Jones y R. Wisbey (comps.), Chrétien de Troyes and the German middle ages, Woodbridge, 1993; para Inglaterra, W. R. J. Barron (comp.), The Arthur of the English, Cardiff, 2001; y para Gales, R. Bromwich et al. (comps.), The Arthur of the Welsh, Cardiff, 1991.
22. Para las primeras citas de La divina comedia, véase G. Petrocchi, «Biografia», Enciclopedia dantesca: appendice, Roma, 1978, pp. 45-49. Para el ascendiente de Dante en el extranjero, véase M. Caesar, Dante: the critical heritage, Londres, 1989, pp. 15-18.
23. Para las distintas cortes europeas y su dramaturgia social, véase por ejemplo, M. Vale, The princely court, Oxford, 2001, sobre todo pp. 179-246; junto con S. Gunn y A. Janse (comps.), The court as a stage, Woodbridge, 2006. Para los romances bizantinos, véase E. Jeffreys, Four Byzantine novels, Liverpool, 2012.
24. Para una rápida introducción al conjunto de la literatura medieval francesa, véase F. Lestringant y M. Zink (comps.), Histoire de la France littéraire, vol. 1, París, 2006. Para saber más acerca de los tres órdenes sociales, véase G. Duby, The three orders: Feudal Society Imagined, Chicago, 1980, pp. 271-353 [hay publicación castellana: Los tres órdenes o lo imaginario del feudalismo, traducción de Arturo Firpo, Taurus, Barcelona, 1992. (N. de los t.)]. Para la caballería, véase J. Flori, L’essor de la chevalerie, XIe-XIIe siècles, Ginebra, 1986, aunque D. Barthélemy corrige algunas de sus tesis en The serf, the knight, and the historian, Ithaca, Nueva York, 2009, pp. 137-153. Para las complejidades prácticas de la vida caballeresca, véase por ejemplo, M. Keen, Chivalry, New Haven, 1984. Para la virtud religiosa de los aristócratas (y su habitual acceso a la santidad por la vía rápida), véase A. Murray, Reason and society in the middle ages, Oxford, 1978, pp. 331-382 [hay publicación castellana: Razón y sociedad en la Edad Media, traducción de Joaquín Fernández Bernaldo Quirós, Taurus, Barcelona, 1982. (N. de los t.)].
25. Véase en general, P. Coss, The origins of the English gentry, op. cit.; D. Crouch, The birth of nobility, op. cit.; K. B. McFarlane, The nobility of later medieval England, Oxford, 1973; y J. Morsel, L’aristocratie médiévale, París, 2004, cuyo análisis abarca la totalidad de Europa. Para la utilización altomedieval del término «nobilis», véase H.-W., «“Nobilis”: der Adel im Selbstverständnis der Karolingerzeit», op. cit. Para Alice Chaucer, véase R. E. Archer, «Chaucer, Alice, duchess of Suffolk (c. 1404-1475)», Oxford dictionary of national biography, Oxford, 2004.
26. R. C. Trexler, Public life in Renaissance Florence, Nueva York, 1980, pp. 218-223, 450-452; J.-C. Maire Vigueur, L’autre Rome, París, 2010, pp. 178-184; M. Rubin, Corpus Christi, Cambridge, 1991, pp. 164-184, 271-287. Para las ceremonias asociadas con la entrada en las ciudades, véase A. Brown y G. Small, Court and civic society in the Burgundian Low Countries c. 1420-1530, Manchester, 2007, pp. 2328, junto con pp. 165-209 para textos sobre el particular. Véase también P. Arnade, Realms of ritual, Ithaca, Nueva York, 1996, especialmente pp. 127-158; E. Lecuppre-Desjardin, La ville des cérémonies, Turnhout, 2004, sobre todo pp. 103-197 y 259-302.
27. J. Catto, «Andrew Horn», en R. H. C. Davis y J. M. Wallace-Hadrill (comps.), The writing of history in the middle ages, Oxford, 1981, pp. 387-391; compárese también con lo que se señala en Q. Skinner, The foundations of modern political thought, vol. 1, The Renaissance, Cambridge, 1978, pp. 27-48 [hay publicación castellana: Los fundamentos del pensamiento político moderno, vol. 1, El Renacimiento, traducción de Juan José Utrilla, FCE, México, 1993. (N. de los t.)], y B. Latini, Li livres dou tresor, edición de S. Baldwin y P. Barrette, Tempe, Arizona, 2003 —véase la página xxxii para España—. Para las demostraciones de duelo, véase C. Lansing, Passion and order, Ithaca, Nueva York, 2008. Para las velas, consúltese por ejemplo, Statuta sive leges municipales Arelatis, edición de C. Giroud, Essai sur l’histoire du droit français au Moyen Âge, vol. 2, París, 1846, pp. 221, c. 93, donde se habla del caso de Arles.
28. Un buen estudio de conjunto es el de P. J. Jones, The Italian city-state, op. cit., pp. 440-476.
29. Boccaccio, G., Decamerone, op.cit.. Para Chaucer, véase por ejemplo, P. Strohm, Social Chaucer, Cambridge, Massachusetts, 1989, pp. 84-91. Para el hecho de que no haya demasiadas referencias a Londres, véase D. Wallace, Chaucerian polity, Stanford, 1997, pp. 156-181.
30. Diario bolognese di Gaspare Nadi, edición de C. Ricci y A. Bacchi della Lega, Bolonia, 1886. Para los ricordanze, véase por ejemplo, P. J. Jones, «Florentine families and Florentine diaries in the fourteenth century», Papers of the British School at Rome, n.º 24, 1956, pp. 183-205. En el Decamerone, 5. 8, 9; 10. 1, Boccaccio parece intentar una tímida asociación de los valores de la literatura caballeresca con los de las élites urbanas, pero apenas da unos cuantos pasos en esa dirección; obsérvese también el poema cuasi épico en el que se cantan los lances de un partido de fútbol y cuya autoría se atribuye a Giovanni Frescobaldi, en L. Avellini, «Artigianato in versi del secondo Quattrocento fiorentino», en G.-M. Anselmi, et al., La «memoria» dei mercatores, Bolonia, 1980, pp. 178-181, 213-229.
31. Para poder cotejar el texto original y la traducción en inglés, véase la reciente edición sinóptica de casi la mitad del corpus de este tipo de obras en N. E. Dubin, The fabliaux, Nueva York, 2013 —aunque la decisión literaria de imitar la forma versificada francesa haya dado lugar a una traducción inglesa más imaginativa que literal—; la historia de La damoisele qui n’oït parler de fotre qui n’aüst mal au cuer se encuentra en pp. 872-885. Los libros que mejor me han dado a conocer el contexto social de los fabliaux han sido los de P. Ménard, Les fabliaux, París, 1983 —para la comida véanse pp. 65-72—; C. Muscatine, The Old French fabliaux, New Haven, 1986 —pp. 73-83 para el tema culinario—; y N. J. Lacy, Reading fabliaux, Nueva York, 1993.
32. Para el contexto espiritual de la comida en las obras de Margarita Kempe, véase M. Raine, «Fals flesch», New Medieval Literatures, n.º 7, 2005, pp. 101-126. Para las distintas actitudes que mantenían los campesinos respecto de la buena comida, véase por ejemplo, J. Birrell, «Peasants eating and drinking», The agricultural history review, n.º 63, 2015, pp. 1-18.
33. Le vilain asnier (en N. E. Dubin, The fabliaux, op. cit., pp. 176-180). En líneas generales, el texto más importante en este aspecto es el de P. Freedman, Images of the medieval peasant, op. cit., pp. 133-156. Para los sucesos de 1381, véase S. Justice, Writing and rebellion, Berkeley, 1994, pp. 102-139, 181-190, y más adelante el capítulo 12.
34. D. Balestracci, La zappa e la retorica, Florencia, 1984.
35. Véanse los testimonios en C. Wickham, Courts and conflict in twelfth-century Tuscany, op. cit., y G. Brucker, Giovanni and Lusanna, Londres, 1986, pp. 2125. Para un ejemplo clásico no muy posterior al año 1500, pese a haber sido alterado en parte por los comentaristas, véase N. Z. Davis, The return of Martin Guerre, Cambridge, Massachusetts, 1983.
36. E. Le Roy Ladurie, Montaillou, op. cit. Las críticas más importantes a esta obra son las de L. E. Boyle, «Montaillou revisited», en J. A. Raftis (comp.), Pathways to medieval peasants, Toronto, 1981, pp. 119-140, y N. Z. Davis, «Les conteurs de Montaillou», Annales ESC, n.º 34, 1979, pp. 61-73. Para ejemplos posteriores, véase la nota 55 del capítulo 8.
37. Véase J. Birrell, «Manorial custumals reconsidered», Past and present, n.º 224, op. cit.; junto con G. Algazi, «Lords ask, peasants answer», en G. Sider y G. Smith (comps.), Between history and histories, Toronto, 1997, pp. 199-229; y S. Teuscher, Lords’ rights and peasant stories, Filadelfia, 2012. G. Brunel y O. Guillotjeannin ofrecen un estudio comparativo con bibliografía en «Les préambules des chartes de franchises», en M. Bourin y P. Martínez Sopena, Pour une anthropologie du prélèvement seigneurial dans les campagnes médiévales (XIe-XIVe siècles), vol. 2, 2004-2007, pp. 161-309. Para una lista de los estatutos de las aldeas medievales italianas, véase A. Rizzi (comp.), Statuta de ludo, Roma, 2012, pp. 29-76. Uno de los pocos estudios analíticos de esos estatutos se encuentra en P. Toubert, «Les statuts communaux et l’histoire des campagnes lombardes au XIVe siècle», Mélanges d’archéologie et d’histoire, n.º 72, 1960, pp. 397-508.
38. Para un relevante conjunto de casos prácticos centrados en el período posterior a la fecha del 1500, véase A. Walsham, The Reformation of the landscape, Oxford, 2011; B. Kümin, The shaping of a community, Aldershot, 1996; A. Torre, Il consumo di devozioni, Venice, 1995; y W. A. Christian, hijo, Local religion in sixteenth-century Spain, Princeton, 1981 [hay publicación castellana: Religiosidad local en la España de Felipe II, traducción de José Luis Gil Aristu y Javier Calzada, Editorial Nerea, San Sebastián, 1991. (N. de los t.)].
39. J. Whittle, The development of agrarian capitalism, Oxford, 2000; G. Cherubini y R. Francovich, «Forme e vicende degli insediamenti nella campagna toscana dei secoli XIII-XV», Quaderni storici, n.º 24, 1973, pp. 877-904.
40. Para el caso de Islandia véase fundamentalmente W. I. Miller, Bloodtaking and peacemaking, op. cit.; así como J. Byock, Viking age Iceland, op. cit.; y Jón Viðar Sigurðsson, Chieftains and power in the Icelandic commonwealth, Odense, 1999. Uno de los trabajos de referencia para precisar la historicidad de las sagas familiares es el de C. Callow, «Reconstructing the past in medieval Iceland», EME, vol. 14, 2006, pp. 297-324. Los textos clásicos son la Brennu-Njáls saga, edición de Einar Ó. Sveinsson, Íslenzk Fornrit, vol. 12, Reikiavik, 1954, traducción inglesa de Magnús Magnússon y Hermann Pálsson, Njal’s saga, Londres, 1960 —para cuyo examen detallado es aconsejable consultar el escrito de W. I. Miller titulado «Why is your axe bloody?», Oxford, 2014—; y la Laxdæla saga, edición de Einar Ó. Sveinsson, Íslenzk fornrit, vol. 5, Reikiavik, 1934, traducción inglesa de Magnús Magnússon y Hermann Pálsson, Laxdæla saga, Londres, 1969 —obra que contiene la cita de Guðrún en c. 78—.
41. Para Londres, véase fundamentalmente F. Rexroth, Deviance and power in late medieval London, Cambridge, 2007, pp. 27-187. Para las prostitutas en general, véase R. M. Karras, Common women, Nueva York, 1996. Para París (en relación con la represión de los indigentes, pero no de las prostitutas), compárese también con lo que se señala en B. Geremek, The margins of society in late medieval Paris, Cambridge, 1987, pp. 199-215. Y para las citas relativas al conjunto de Europa, véase T. Dean, Crime in medieval Europe, Harlow, 2001, pp. 47-72.
42. Para un examen de los distintos puntos de partida de la fobia generalizada a las brujas del siglo XV, véase L. Stokes, Demons of urban reform, Basingstoke, 2011.
43. Para las contradicciones de la política pontificia, véase R. Rist, Popes and Jews, 1095-1291, Oxford, 2016. Para los sucesos del siglo XIV, véase D. Nirenberg, Communities of violence, Princeton, 1996 —en pp. 200-230 se habla del carácter recurrente de la violencia antijudía de la semana de Pascua— [hay publicación castellana: Comunidades de violencia, traducción de Tony Cardona Castellà, Península, Barcelona, 2001. (N. de los t.)]; junto con S. K. Cohn, «The Black Death and the burning of Jews», Past and present, n.º 196, 2007, pp. 3-36; P. Wolff, «The 1391 pogrom in Spain», Past and present, n.º 50, 1971, pp. 4-18; y A. MacKay, «Popular movements and pogroms in fifteenth-century Castile», Past and present, n.º 55, 1972, pp. 33-67. Para el mito de la profanación de la hostia de la Eucaristía, véase M. Rubin, Gentile tales, Filadelfia, 1999. Para un estudio de conjunto, véase R. Chazan, The Jews of medieval western Christendom, 1000-1500, Cambridge, 2006. J. M. Elukin, Living together, living apart, Princeton, 2007, resalta el carácter relativamente pacífico de las relaciones entre judíos y cristianos, aunque a mi juicio se excede un poco.
44. Pueden verse varias observaciones sensatas a este respecto en S. K. Cohn, The Black Death transformed, Londres, 2002, pp. 223-246.
11. DINERO, GUERRA Y MUERTE, 1350-1500
1. El mejor estudio es ahora mismo el de S. K. Cohn, The Black Death transformed, op. cit. El autor no cree que se tratara de la peste bubónica (causada por Yersinia pestis), pero reciente estudios bioarqueológicos nos han dado razones de peso para pensar que sí lo fue —para una bibliografía actualizada, véase M. H. Green (comp.), Pandemic disease in the medieval world, 1, 2014, disponible en la siguiente dirección electrónica: http://scholarworks.wmich.edu/medieval_globe/1/, último acceso, 7 de abril de 2015—. De todas formas, ni el desarrollo ni la transmisión de la peste negra medieval guardan demasiado parecido con los de la peste bubónica moderna. En É. Carpentier, Une ville devant la peste, París, 1962, puede encontrarse un estudio del caso práctico de la ciudad de Orvieto. Véanse también algunas observaciones críticas sobre la historiografía en D. C. Mengel, «A plague on Bohemia?», Past and present, n.º 200, 2011, pp. 3-34.
2. Para un reciente estudio panorámico, véase C. Allmand, The Hundred Years War, edición revisada, Cambridge, 2001. El pormenorizado relato que presenta J. Sumption en The Hundred Years War, 4 vols., Londres, 1990-2015 —obra que todavía se halla en curso—, ha llegado hasta el momento al año 1422. Para mayor información sobre la estructura interna (y sorprendentemente reducida) de los ejércitos ingleses, véase A. R. Bell et al., The soldier in later medieval England, Oxford, 2013.
3. Véase en general, D. Abulafia, The western Mediterranean kingdoms, 1200-1500, Harlow, 1997.
4. Para la dimensión europea de la guerra, véase L. J. A. Villalon y D. J. Kagay (comps.), The Hundred Years War: a wider focus, Leyden, 2005.
5. Para un estudio tan elemental como juicioso, véase H. Kaminsky, «The great schism», NCMH, vol. 6, 2000, pp. 674-696. Para una respuesta de nivel académico, véase R. N. Swanson, Universities, academics and the Great Schism, Cambridge, 1979. Para unas cuantas indicaciones novedosas, véase J. Rollo-Koster y T. M. Izbicki (comps.), A companion to the great western schism (1378-1417), Leyden, 2009.
6. P. Partner, «The “budget” of the Roman church in the Renaissance period», en E. F. Jacob (comp.), Italian Renaissance studies, Londres, 1960, pp. 256-278.
7. Véase J. Watts, The making of polities. Europe, 1300-1500, op. cit., donde se ofrece la bibliografía previa.
8. Para Inglaterra, véase R. Britnell, The commercialisation of English society, 1100-1500, op. cit., pp. 155-203; junto con idem, Britain and Ireland, 1050-1530: Economy and society, Oxford, 2004, pp. 320-506; C. Dyer, Making a living in the middle ages, op. cit., pp. 265-362; idem, An age of transition?, Oxford, 2005; e idem, «England’s economy in the fifteenth century», The fifteenth century, n.º 13, 2014, pp. 201-225. Los estudios clásicos que asumen la teoría de la depresión económica se encuentran en The Cambridge economic history of Europe, vol. 2, edición de M. M. Postan et al., Cambridge, 1963-1987; y P. Contamine (comp.), L’économie médiévale, París, 1993, pp. 329-405.
9. Para la Hansa, véase P. Dollinger, The German Hansa, Londres, 1964, que todavía hoy resulta esencial. Para una actualización de sus tesis, véase E. Isenmann, Die deutsche Stadt im Spätmittelalter 1250-1500, Stuttgart, 1988, pp. 341-402, obra que abarca también el sur de Alemania. Para un trabajo reciente sobre los tejidos ingleses, véase por ejemplo, R. Britnell, Britain and Ireland, 1050-1530: Economy and society, op. cit., pp. 326-331, 351-354.
10. Véase en general, B. van Bavel, Manors and markets, Oxford, 2010, pp. 242-371. Para Flandes, véase D. Nicholas, Medieval Flanders, op. cit., pp. 273-285, 378-391.
11. Hay dos estudios monográficos importantes que utilizan las pruebas italianas: me refiero a R. A. Goldthwaite, The economy of Renaissance Florence, Baltimore, 2009, y a S. R. Epstein, Freedom and growth, op. cit. Para una serie de síntesis breves pero notablemente eficaces sobre la actividad habitual en el conjunto de Italia, véase F. Franceschi y L. Molà, «L’economia del Rinascimento», en M. Fantoni (comp.), Il Rinascimento italiano e l’Europa, vol. 1, Treviso-Vicenza, 2006, pp. 185-200; junto con idem, «Regional states and economic development», en A. Gamberini e I. Lazzarini, The Italian Renaissance state, Cambridge, 2012, pp. 444-466; y T. Scott, «The economic policies of the regional city-states of Renaissance Italy», Quaderni storici, n.º 49, 2014, pp. 219-263.
12. Para Valencia, véase por ejemplo, A. Furió, Història del país valencià, Valencia, 1995, pp. 204-210. Para Sicilia, véase S. R. Epstein, An island for itself, op. cit., pp. 162-313. Para Ragusa, véase S. M. Stuard, A state of deference, Filadelfia, 1992, pp. 171-202.
13. R. Brenner, «Agrarian class structure and economic development in pre-industrial Europe», Past and present, n.º 70, 1976, pp. 30-75.
14. Véanse distintos ejemplos en C. Dyer, An age of transition?, op. cit., pp. 194-229 —el autor destaca que, en Inglaterra, la práctica del trabajo asalariado es algo más antigua—; J. Whittle, The development of agrarian capitalism, op. cit.; R. Brenner, «Agrarian class structure and economic development in pre-industrial Europe», Past and present, n.º 70, op. cit., pp. 61-75; B. van Bavel, Manors and markets, op. cit., pp. 242-246; G. Bois, The crisis of feudalism, op. cit., pp. 300-368.
15. Para el estudio de un caso práctico en el que se aprecia la evolución de estas cuestiones en Inglaterra, véase por ejemplo, C. Dyer, Standards of living in the later middle ages, op. cit., pp. 211-233.
16. Para una obra reciente sobre Egipto, véase S. J. Borsch, The Black Death in Egypt and England, Austin, Texas, 2005, pp. 23-54. Para un texto anterior que también trata del país del Nilo, véase M. W. Dols, The Black Death in the Middle East, Princeton, 1977, pp. 255-280. Para la India y China, véase P. Parthasarathi, Why Europe grew rich and Asia did not, Cambridge, 2011; junto con K. Pomeranz, The great divergence, Princeton, 2000 —un texto que, en este sentido, ha logrado sobrevivir a sus críticos—. Las dos últimas obras se centran en acontecimientos ocurridos en siglos posteriores, pero algunas de sus observaciones también se ajustan adecuadamente a lo sucedido en el período anterior al año 1500.
17. Para una guía global con la que orientarse en el estudio de todas las organizaciones políticas tardomedievales, véase The new Cambridge medieval history (NCMH), volúmenes 6 y 7, Cambridge, 1995-2005 —son textos que ofrecen un análisis político panorámico de estilo bastante tradicional y buen nivel académico en general—. J. Watts ofrece, en The making of polities. Europe, 1300-1500, op. cit., un enfoque novedoso y explícitamente comparativo. Para las estructuras fiscales, véase R. Bonney (comp.), Economic systems and state finance, Oxford, 1995, junto con idem, The rise of the fiscal state in Europe, c. 1200-1815, Oxford, 1999 —ambas obras son un punto de partida clave, como también lo es el análisis crítico de S. Carocci y S.M. Collavini, «Il costo degli stati», Storica, n.º 52, 2011, pp. 20-48. En cambio, la calidad de parte de la bibliografía local sobre los sistemas impositivos que habré de citar más adelante es bastante menor.
18. Para el conjunto de la Edad Media, véase M.-T. Caron, Noblesse et pouvoir royal en France, XIIIe-XVIe siècle, París, 1994. P. S. Lewis ofrece en Later medieval France, Londres, 1968, un pionero estudio sociopolítico. Para el sistema fiscal, véase G. Small, Late medieval France, Basingstoke, 2009; junto con J. B. Henneman, «France in the middle ages», en R. Bonney (comp.), The rise of the fiscal state in Europe, c. 1200-1815, op. cit., pp. 101-122; y W. M. Ormrod, «The west European monarchies in the later middle ages», en Bonney, R. (comp.), Economic systems and state finance, Oxford, 1995, sobre todo pp. 136-155. Puede encontrarse un importante estudio comparativo de las situaciones de Francia e Inglaterra en C. Fletcher et al. (comps.), Government and political life in England and France, c. 1300-c. 1500, Cambridge, 2015.
19. Véase el sucinto análisis que presenta K. B. McFarlane en The nobility of later medieval England, op. cit., pp., 19-40.
20. Véase en general (entre otras muchas obras), G. Harriss, Shaping the nation: England, 1360-1461, Oxford, 2005; J. Watts, Henry VI and the politics of kingship, Cambridge, 1996; C. Carpenter, The Wars of the Roses, Cambridge, 1997; y R. Davies, The revolt of Owain Glyn Dŵr, Oxford, 1995.
21. Para el sistema fiscal, véase W. M. Ormrod, «England in the middle ages», en Bonney, R. (comp.), The rise of the fiscal state in Europe, c. 1200-1815, op. cit.; e idem, «The west European monarchies in the later middle ages», en Bonney, R. (comp.), Economic systems and state finance, op. cit., sobre todo pp. 136-155.
22. A. Grant, Independence and nationhood, Edimburgo, 1984; J. Wormald, «Scotland: 1406-1513», NCMH, vol. 7, 1998, pp. 513-541; K. Stevenson, Power and propaganda, Edimburgo, 2014 —todas estas obras beben de la narrativa de R. Nicholson, Scotland: the later middle ages, Edimburgo, 1974—. Para la política fiscal, véase R. Tanner, The late medieval Scottish parliament, East Linton, 2001, pp. 7-30, 51-54, 197-222. Para las comparaciones con Inglaterra, véase M. Brown, Disunited kingdoms, Harlow, 2013.
23. Véase fundamentalmente A. H. de Oliveira Marques, Portugal na crise dos séculos XIV e XV, Lisboa, 1987, sobre todo pp. 81-86 (para las tierras) y 298-316 (para la justicia y la fiscalidad).
24. Véase en general, A. MacKay, Spain in the middle ages, Londres, 1977, pp. 133-159 [hay publicación castellana: La España de la Edad Media, traducción de Salustiano Moreta, Cátedra, Madrid, 1985. (N. de los t.)]: este texto todavía conserva su vigencia. Véase también los libros de M. A. Ladero Quesada, Fiscalidad y poder real en Castilla (1252-1369), op. cit., pp. 331-344; e idem, «Castile in the middle ages», en Bonney (comp.), The rise of the fiscal state in Europe, c. 1200-1815, 1999, pp. 177-199, y W. M. Ormrod, «The west European monarchies in the later middle ages», en Bonney, R. (comp.), Economic systems and state finance, op. cit., sobre todo pp. 144-155. Compárese también con lo que se señala en J. F. O’Callaghan, The cortes of Castile-León, 1188-1350, Filadelfia, 1989, pp. 130-151 [hay publicación castellana: Las cortes de Castilla y León, 1188-1350, traducción de Carlos Herrero Quirós, Ámbito Ediciones, Valladolid, 1989. (N. de los t.)], trabajo en el que se examinan las circunstancias del período anterior, y P. Wolff, «The 1391 pogrom in Spain», Past and present, n.º 50, op. cit., pp. 4-18.
25. Véase por ejemplo, J. Edwards, The Spain of the Catholic monarchs, 1474-1520, Oxford, 2000, especialmente pp. 38-141 [hay publicación castellana: Isabel y Fernando. Constructores de un régimen, traducción de Nellie Manso de Zúñiga, Biblioteca Nueva, Madrid, 2007]. Para el sistema fiscal, véase M. A. Ladero Quesada, El siglo XV en Castilla, Barcelona, 1982, pp. 58-113. Para el siglo XV y parte del XVI, véanse los bien orientados estudios de D. Menjot y M. Sánchez Martínez (comps.), Fiscalidad de estado y fiscalidad municipal en los reinos hispánicos medievales, Madrid, 2006, donde también se examina el caso de Aragón.
26. Véase en general, T. N. Bisson, The medieval crown of Aragon, op. cit. Para Eiximenis, véase Ll. Brines i Garcia, La filosofia social i política de Francesc Eiximenis, Sevilla, 2004, sobre todo pp. 130-135, 143-158.
27. J. Pryor, «Foreign policy and economic policy», en L. O. Frappell (comp.), Principalities, powers and estates, op. cit., especialmente pp. 45-46.
28. D. Abulafia ofrece en The western Mediterranean kingdoms, 1200-1500, op. cit., una explicación política. Algunos textos útiles recientes, en los que puede encontrarse un estudio estructural de conjunto, citan también la bibliografía italiana: F. Titone, «The kingdom of Sicily», en A. Gamberini e I. Lazzarini, The Italian Renaissance state, Cambridge, 2012, pp. 9-29; y F. Senatore, «The kingdom of Naples», en A. Gamberini e I. Lazzarini, The Italian Renaissance state, Cambridge, 2012, pp. 30-49. Para la fiscalidad, véase S. Morelli, «Note sulla fiscalità diretta e indiretta nel Regno angioino», en C. Massaro y L. Petracca (comps.), Territorio, cultura e poteri nel Medioevo e oltre, vol. 1, Galatina, 2011, pp. 389-413.
29. Véase la reciente y muy notable colección de artículos que figura en A. Gamberini y I. Lazzarini, The Italian Renaissance state, Cambridge, 2012, en donde se citan también textos anteriores. Más antiguos, pero igualmente válidos, son los trabajos comparativos recogidos en F. Salvestrini (comp.), L’Italia alla fine del medioevo, vol. 1, Florencia, 2006, y los breves estudios de conjunto en J. M. Najemy (comp.), Italy in the age of the Renaissance: 1300-1550, Oxford, 2004, que siguen siendo sobresalientes. Para un análisis monográfico, véase I. Lazzarini, L’Italia degli stati territoriali, secoli XIII-XV, Roma, 2003. Para el sistema fiscal, véase P. Mainoni (comp.), Politiche finanziarie e fiscali nell’Italia settentrionale (secoli XIII-XV), Milán, 2001; y M. Ginatempo, «Finanze e fiscalità», en Salvestrini, F. (comp.), L’Italia alla fine del medioevo, Florencia, 2006, vol. 1, pp. 241-294. Para el catasto florentino, véase D. Herlihy y C. Klapisch-Zuber, Tuscans and their families, New Haven, 1985, especialmente pp. 10-27.
30. Véase en general, L. Scales, The shaping of German identity, op. cit.; P. Moraw, Von offener Verfassung zu gestalteter Verdichtung, op. cit., sobre todo pp. 183-194; E. Isenmann, Die deutsche Stadt im Spätmittelalter 1250-1500, op. cit. Para los impuestos, véase idem, «The Holy Roman Empire in the middle ages», en Bonney (comp.), The rise of the fiscal state in Europe, c. 1200-1815, 1999, pp. 243-280. Debo decir que, en este terreno, he aprendido mucho de la obra inédita de Duncan Hardy. Para el nombre del imperio en 1474, véase J. Whaley, Germany and the Holy Roman Empire, vol. 1, Oxford, 2012, p. 17.
31. Para una guía general con la que orientarse en el estudio de la historia de Bohemia, véase el texto de F. Seibt, «Die Zeit der Luxemburger und der hussitischen Revolution», en K. Bosl (comp.), Handbuch der Geschichte der böhmischen Länder, vol. 1, Stuttgart, 1967, pp. 351-568, que no obstante empieza a mostrar signos de envejecimiento. Para los husitas, al menos hasta el año 1436, véase la nota 27 del capítulo 12.
32. R. Sablonier, «The Swiss confederation», NCMH, vol. 7, 1998, pp. 645-670; T. Scott, The city-state in Europe, 1000-1600, pp. 164-192; G. P. Marchal, Sempach 1386, Basilea, 1986 —un trabajo local sobre el caso de Lucerna—; e idem, «Die Antwort der Bauern», Vorträge und Forschungen, n.º 31, 1987, pp. 757-790. Para el impacto de la iniciativa suiza en otras comunidades, véase T. A. Brady, Turning Swiss, Cambridge, 1985.
33. Véase en general la eficaz síntesis de W. Blockmans y W. Prevenier, The promised lands, Filadelfia, 1999. Para la economía de la región, véase M. Mollat, «Recherches sur les finances des ducs valois de Bourgogne», Revue historique, n.º 219, 1958, pp. 285-321, y W. Blockmans, «The Low Countries in the middle ages», en Bonney (comp.), The rise of the fiscal state in Europe, c. 1200-1815, 1999, pp. 281-308.
34. P. Engel, The realm of St Stephen, op. cit., ofrece una crónica narrativa tan reciente como adecuada. Para el sistema fiscal, véase W. M. Ormrod y J. Barta, «The feudal structure and the beginnings of state finance», en Bonney, R. (comp.), Economic systems and state finance, op. cit.; junto con G. Barta y J. Barta, «Royal finance in medieval Hungary», en W. M. Ormrod et al. (comps.), Crises, revolutions and self-sustained growth, op. cit.
35. Para la situación de Lituania hasta el año 1345, véase S. C. Rowell, Lithuania ascending, Cambridge, 1994. Para la rapidez con la que se verificó la conversión en el siglo XV, véase, D. Baronas y S. C. Rowell, The conversion of Lithuania, Vilna, 2015. Para Polonia, véase N. Nowakowska, Church, state and dynasty in Renaissance Poland, Aldershot, 2007, pp. 11-36, 65-67, obra en la que se explica el reinado de Casimiro IV. Para una narrativa, véase R. Frost, The making of the Polish-Lithuanian union, 1385-1569, Oxford, 2015, pp. 267-276, 286-290, 354-373 —además, este libro es actualmente una buena guía introductoria para el estudio de la política lituana del siglo XV—. Para las cuestiones fiscales, véase por ejemplo, J. Bardach, «La formation des Assemblées polonaises au XVe siècle et la taxation», Anciens pays et assemblées d’états: Standen en landen, n.º 70, 1977, pp. 251-296.
36. Los trabajos de K. Helle (comp.), The Cambridge history of Scandinavia, vol. 1, op. cit., pp. 581-770, son un buen manual para el examen de todas estas cuestiones. Para los levantamientos campesinos, véase K. Katajala, «Against tithes and taxes, for king and province», en idem (comp.), Northern revolts, Helsinki, 2004, pp. 39-49.
37. Vuelvo a seguir en esto a J. Watts, The making of polities. Europe, 1300-1500, op. cit., a cuyas intuiciones debe mucho el presente capítulo.
12. LA RECONSIDERACIÓN DE LA POLÍTICA, 1350-1500
1. Véase respectivamente, T. Wright (comp.), Political poems and songs relating to English history, composed during the period from the accession of EDW. III to that of RIC. III, vol. 2, Londres, 1861, pp. 157-205 —esta colección contiene un gran número de textos similares, todos ellos en lengua vernácula, en los que se reacciona a determinados acontecimientos específicos o se argumenta en favor de cambios políticos concretos—; J. P. Gilson, «A defence of the proscription of the Yorkists in 1459», English historical review, n.º 26, 1911, pp. 512-525; M. Bateson, George Ashby’s poems, Londres, 1899, pp. 12-41 —los pasajes que más nos interesan se encuentran en las pp. 19, 24-26, 33 y 40—; y sir John Fortescue, On the laws and governance of England, edición de S. Lockwood, Cambridge, 1997, pp. 92-93, 100-114. Compárese también con lo que se señala en G. A. Holmes, «The “libel of English policy”», English historical review, n.º 76, 1961, pp. 193-216, para el primer texto; y M. Kekewich, «The attainder of the Yorkists in 1459», Historical research, n.º 55, 1982, pp. 25-34, para el segundo. Véase asimismo J. Watts, Henry VI and the politics of kingship, op. cit., especialmente s pp. 39-51; idem, «The pressure of the public on later medieval politics», en L. Clark y C. Carpenter (comps.), Political culture in late medieval Britain, Woodbridge, 2004, pp. 159-180, e idem, «Ideas, principles and politics», en A. J. Pollard (comp.), The Wars of the Roses, Basingstoke, 1995, pp. 110-133, 234-237; así como A. Pollard, «The people, politics and the constitution in the fifteenth century», en R. W. Kaeuper (comp.), Law, governance and justice, Leyden, 2013, pp. 311-328, donde pueden consultarse cuestiones de orden general.
2. J. Watts, «Ideas, principles and politics», op. cit., p. 110 —para la muerte de Suffolk, véanse pp. 92-93—. Para la revuelta de Cade, véase I. M. W. Harvey, Jack Cade’s rebellion of 1450, Oxford, 1991 —la cita se encuentra en la página 190—. Hay un poema en lengua vernácula que ensalza la muerte de Suffolk con tonos extremadamente mordaces: véase T. Wright (comp.), Political poems and songs relating to English history, vol. 2, op. cit., pp. 232-234. Para los carteles y noticias que colocaban los activistas populares, véase W. Scase, «Strange and wonderful bills», en R. Copeland et al. (comps.), New medieval literatures, vol. 2, Oxford, 1998, pp. 225-247.
3. Véase F. Šmahel, Die hussitische Revolution, 3 vols., Hanóver, 2002, por ejemplo pp. 1735-1781; junto con Bartolo, Tractatus de tyranno, en D. Quaglioni, Politica e diritto nel Trecento italiano, Florencia, 1983, pp. 175-213 —la cita se encuentra en la página 199—; y N. Maquiavelo, De principatibus, edición de G. Inglese, Roma, 1994, c. 17 [hay publicación castellana: El Príncipe, edición y traducción de Helena Puigdomènech, Cátedra, Madrid, 2012. (N. de los t.)].
4. Para Egidio Romano, véase M. S. Kempshall, The common good in late medieval political thought, Oxford, 1999, pp. 130-155. Para los demás autores, véase J. H. Burns (comp.), The Cambridge history of medieval political thought, c. 350-c. 1450, Cambridge, 1988, y A. Black, Political thought in Europe, 1250-1450, Cambridge, 1992 —ambas obras constituyen una buena introducción en la materia—. El texto que más se aproxima a la argumentación que yo mismo he ofrecido aquí es el de J. Dunbabin, «Government», en J. H. Burns (comp.), The Cambridge history of medieval political thought, op. cit., pp. 477-519.
5. Para un estudio de carácter general sobre las diferencias estructurales que separaban a las asambleas, véase W. P. Blockmans, «A typology of representative institutions in late medieval Europe», Journal of medieval history, n.º 4, 1978, pp. 189-215; véase también idem, «Representation (since the thirteenth century)», NCMH, vol. 7, 1998, pp. 29-64. Para Francia e Inglaterra, véase C. Fletcher, «Political representation», en idem et al., Government and political life in England and France, c. 1300-c. 1500, Cambridge, 2015, pp. 217-239. Para un importante análisis comparativo del habitus de los parlamentos en la Europa occidental, véase M. Hébert, Parlementer: assemblées représentatives et échanges politiques en Europe occidentale à la fin du moyen âge, París, 2014.
6. Véase R. Bartlett, England under the Norman and Angevin kings, 1075-1225, op. cit., pp. 143-159. Para profundizar en los detalles de esta cuestión, la mejor guía para el examen de las asambleas que implicaban a la totalidad del reino de Inglaterra es la de J. R. Maddicott, The origins of the English parliament, 924-1327, op. cit., aunque su posición es más continuista que la que yo planteo aquí. Para estudiar los condados y los cientos, véase F. Pollock y F. W. Maitland, The history of English law before the time of Edward I, 2 vols., Cambridge, 1898, vol. 1, pp. 532-560.
7. T. N. Bisson, The medieval crown of Aragon, op. cit., pp. 76-81. Para el caso de Inglaterra, véase R. Maddicott, The origins of the English parliament, op. cit., pp. 204-205, 299-300, 316-320. Para un análisis de carácter más general, véase M. Hébert, Parlementer, op. cit., pp. 175-184.
8. Véase en general, por ejemplo, H. R. Oliva Herrer et al. (comps.), La comunidad medieval como esfera pública, Sevilla, 2014; junto con A. Gamberini et al. (comps.), The languages of political society, Roma, 2011. Para las tierras del ducado de Borgoña, véase J. Dumolyn, «Justice, equity and the common good», en D’A. J. D. Boulton y J. R. Feenstra (comps.), The ideology of Burgundy, Leyden, 2006, pp. 1-20. Debo añadir que la imagen de que la gente tuviera ocasión de ejercer un poder colectivo —al menos la de Constantinopla— en la res publica o la politeia es una característica que ya estaba presente en el imperio bizantino del siglo XI (y también en el de épocas anteriores): véase A. Kaldellis, The Byzantine republic, especialmente pp. 89-164.
9. G. Dodd, Justice and grace, Oxford, 2007, pp. 207-211 para los campesinos, y pp. 266-278 para las poblaciones. No obstante, la mayoría de esas peticiones procedían de personas relativamente prósperas.
10. Para los textos de difusión limitada, véase Cr. Taylor, «War, propaganda and diplomacy in fifteenth-century France and England», en C. Allmand (comp.), War, government and power in late medieval France, Liverpool, 2000, pp. 70-91; junto con J. A. Doig, «Political propaganda and royal proclamations in late medieval England», Historical research, n.º 71, 1998, pp. 253-280; y, para el caso de Italia —donde los textos políticos de carácter publicitario habían comenzado a difundirse ya en el siglo XIII—, véase P. Cammarosano, Le forme della propaganda politica nel Due e nel Trecento, Roma, 1994, pese a que no todos los ejemplos incluidos en la obra vayan realmente dirigidos al gran público, sea de la clase que sea.
11. Para la interrelación entre todos esos espacios, al menos hasta el año 1300, véase S. Reynolds, Kingdoms and communities in western Europe, 900-1300, op. cit.
12. Véase por ejemplo, P. Lantschner, The logic of political conflict in medieval cities, Oxford, 2015.
13. En este sentido, el texto de consulta tradicional es el de F. Lot y R. Fawtier, Histoire des institutions françaises au moyen âge, vol. 2, París, 1958, pp. 201-285, 472-508. Para profundizar en la cuestión, véase P. S. Lewis, Later medieval France, op. cit., pp. 245-264, 328-374, junto con idem, «The failure of the French medieval estates», Past and present, n.º 23, 1962, pp. 3-24, donde se discute los burgos y las asambleas.
14. J. Valdeón Baruque, Los conflictos sociales en el reino de Castilla en los siglos XIV y XV, Madrid, 1975, pp. 65-81, 192-200; E. Fuentes Ganzo, «Pactismo, cortes y hermandades en Léon y Castilla: siglos XIII-XV», en F. Foronda y A. I. Carrasco Manchado (comps.), El contrato político en la Corona de Castilla, Madrid, 2008, pp. 415-452: el punto de apogeo de estas organizaciones se sitúa a principios del siglo XIV, pero también es cierto que, en lo sucesivo, la idea de la hermandad habrá de promover y estructurar diversas revueltas, tanto campesinas como urbanas —para el caso de la Galicia del siglo XV, véase C. Barros, Mentalidad justiciera de los irmandiños, siglo XV, Madrid, 1990—.
15. Para Basilea, véase en general, A. Black, Council and commune, Londres, 1979. Para Nicolás de Cusa, véase M. Watanabe, The political ideas of Nicholas of Cusa, Ginebra, 1963. Para estudiar las poderosas monarquías del siguiente período, véase J. Watts, The making of polities, op. cit., pp. 339-419.
16. M. Ryan, «Bartolus of Sassoferrato and free cities», Transactions of the Royal Historical Society, sexta serie, n.º 10, 2000, pp. 65-89; J. Canning, The political thought of Baldus de Ubaldis, Cambridge, 1987. Para la cita, véase Jacobo de Ravanis, Lectura in digestum vetus in proemio, citado en E. M. Meijers, Études d’histoire du droit, vol. 3, Leyden, 1959, p. 9 —para las obras de este autor en general, compárese también con lo que se señala en pp. 59-80—.
17. Para Cataluña y Polonia, véase Ll. Sales i Favà, «Suing in a local jurisdictional court in late medieval Catalonia», Continuity and change, n.º 29, 2014, pp. 49-81, y P. Guzowski, «Village court records and peasant credit in fifteenth- and sixteenthcentury Poland», Continuity and change, n.º 29, 2014, pp. 115-142. Otros trabajos importantes sobre el particular son, entre otros, los de C. Gauvard, «De grace especial»: crime, état et société en France à la fin du Moyen Âge, París, 1991; y M. Vallerani, Medieval public justice, op. cit. Para los acuerdos crediticios, véase: C. Briggs, Credit and village society in fourteenth-century England, op. cit.
18. P. Contamine, War in the middle ages, Oxford, 1984, pp. 137-172.
19. Dante, Monarchia, edición y traducción inglesa de P. Shaw, Cambridge, 1995 [hay publicación castellana: Monarquía, traducción de Laureano Robles Carcedo y Luis Frayle Delgado, Tecnos, Madrid, 2009. (N. de los t.)]. Véase por ejemplo, J. Canning, Ideas of power in the late middle ages, 1296-1417, Cambridge, 2011, pp. 60-80.
20. Para un estudio tan breve como denso, véase N. Mann, Petrarch, Oxford, 1984. V. Kirkham, ofrece en «Petrarch the courtier», en eadem y A. Maggi (comps.), Petrarch, Chicago, 2009, pp. 141-150, un buen debate sobre el papel político de Petrarca, en un libro que además constituye también un estudio igualmente bueno sobre la gama de temas del escritor.
21. Entresaco aquí, de la inmensa bibliografía sobre el particular, algunos de los textos que considero de mayor utilidad: L. Martines, The social world of the Florentine humanists, 1390-1460, Londres, 1963; J. Hankins (comp.), Renaissance civic humanism, Cambridge, 2000; G. Ruggiero, The Renaissance in Italy, Cambridge, 2015; N. S. Baker y B. J. Maxson (comps.), After civic humanism, Toronto, 2015; y O. Margolis, The politics of culture in Quattrocento Europe, Oxford, 2016. Un buen manual para el estudio de la historiografía angloamericana —que frecuentemente tiende a resultar bastante hermética— es el que propone M. Jurdjevic en «Hedgehogs and foxes», Past and present, n.º 195, 2007, pp. 241-268.
22. Véase el trabajo, que todavía sigue resultando útil, de J. Gadol, Leon Battista Alberti, Chicago, 1969. Para Pienza, véase C. R. Mack, Pienza, Ithaca, Nueva York, 1987. [Portmeirion es un hermoso pueblecito turístico del norte de Gales cuyos edificios constituyen una suerte de recopilación de distintos estilos y fantasías arquitectónicos, de modo que la expresión trata de proporcionar al lector de lengua inglesa la imagen gráfica de una disposición urbana tan pintoresca como artificiosa. (N. de los t.)]
23. D. Hobbins, Authorship and publicity before print, Filadelfia, 2009; idem, «The schoolman as public intellectual», American historical review, n.º 108, 2003, pp. 1308-1335.
24. S. E. Lahey, John Wyclif, Oxford, 2009; A. Hudson y A. Kenny, «Wyclif, John (d. 1384)», Oxford dictionary of national biography, Oxford, 2004.
25. Para los lolardos, véase en general, A. Hudson, The premature Reformation, Oxford, 1988. J. P. Hornbeck, en What is a Lollard?, Oxford, 2010, expone con claridad el amplio abanico teórico que abarcaban las tesis de los lolardos. Para los lolardos posteriores, es importante consultar el texto de S. McSheffrey, «Heresy, orthodoxy and English vernacular religion, 1480-1525», Past and present, n.º 186, 2005, pp. 4780. Para las reacciones que suscitaba el movimiento de los lolardos, véase I. Forrest, The detection of heresy in late medieval England, Oxford, 2005.
26. Para una biografía recientemente publicada en lengua inglesa, véase T. A. Fudge, Jan Hus, Londres, 2010.
27. Los textos de H. Kaminsky, A history of the Hussite revolution, Berkeley, 1967; T.A. Fudge, The magnificent ride, Aldershot, 1998; J. Klassen, «Hus, the Hussites and Bohemia», NCMH, vol. 7, 1998, pp. 367-391; y sobre todo la monumental obra de F. Šmahel, Die hussitische Revolution, op. cit., transmiten el compendio historiográfico checo que sustenta tanto los argumentos de este párrafo como los del siguiente.
28. S. K. Cohn, Lust for liberty, op. cit. —véase p. 228 para las cifras—.
29. Para el conflicto de los remensas, véase P. Freedman, The origins of peasant servitude in medieval Catalonia, op. cit., pp. 179-202. Para los sucesos de Dithmarschen y Suiza, véase idem, Images of the medieval peasant, op. cit., pp. 190-203 —y también, más arriba, el capítulo 11—. Y para la isla de Korčula en Croacia, véase O. J. Schmitt, «Les hommes et le pouvoir», en idem, Korčula sous la domination de Venise au XVe siècle: pouvoir, économie et vie quotidienne dans une île dalmate au moyen âge tardif, París, Collège de France, 2011, edición electrónica disponible en: http://books.openedition.org/cdf/1511, último acceso, 12 de julio de 2015.
30. La bibliografía también es enorme en este campo. De entre las obras clásicas destacaré las de R. H. Hilton, Bond men made free, Londres, 1973; R. H. Hilton y T. H. Aston (comps.), The English rising of 1381, Cambridge, 1984; S. Justice, Writing and rebellion, op. cit.; y, para los preparativos de los campesinos, N. P. Brooks, «The organization and achievements of the peasants of Kent and Essex in 1381», en R. I. Moore y H. Mayr-Harting (comps.), Studies in medieval history presented to R. H. C. Davis, Londres, 1985, pp. 247-270.
31. Véase en general, S. K. Cohn, Lust for liberty, op. cit., así como su Creating the Florentine state, Cambridge, 1999, donde se analizan las sublevaciones florentinas ocurridas en torno al año 1400, y su libro de fuentes titulado Popular protest in late medieval Europe, Manchester, 2004. Para saber más acerca de la Jacquerie, véase J. Firnhaber-Baker, «The eponymous Jacquerie», en idem, The Routledge history handbook of medieval revolt, Londres, 2016. Para Flandes, véase J. Dumolyn y J. Haemers, «Patterns of urban rebellion in medieval Flanders», Journal of medieval history, n.º 31, op. cit.; junto con idem, «A bad chicken was brooding», Past and present, n.º 214, 2012, pp. 45-86. Para la agitación surgida en Francia e Inglaterra, véase, V. Challet e I. Forrest, «The masses», en Fletcher et al. (comps.), Government and political life in England and France, c. 1300-c. 1500, Cambridge, 2015, pp. 279-316. Para las revueltas como elementos de negociación en la política urbana de Flandes e Italia, véase P. Lantschner, The logic of political conflict in medieval cities, op. cit. Para los levantamientos altomedievales, véase C. Wickham, «Space and society in early medieval peasant conflicts», Settimane di studio, n.º 50, op. cit. El nuevo punto de partida para el estudio de todos estos extremos es el texto de J. Firnhaber-Baker (comp.), The Routledge history handbook of medieval revolt, Londres, 2016.
32. Como ya se ha resaltado en la reciente obra, mencionada en la nota anterior, de J. Firnhaber-Baker (comp.), The Routledge history handbook of medieval revolt, y como deja igualmente patente el trabajo de A. Pollard, «The people, politics and the constitution in the fifteenth century», en R. W. Kaeuper (comp.), Law, governance and justice, op. cit.
13. CONCLUSIÓN
1. Véase por ejemplo, C. Anderson, Renaissance architecture, Oxford, 2013, pp. 106-108; junto con E. Karpova Fasce, «Gli architetti italiani a Mosca nei secoli XIV-XV», Quaderni di scienza della conservazione, n.º 4, 2004, pp. 157-181.
2. E. Albèri, Le relazioni degli ambasciatori veneti al senato, Florencia, 1839, pp. 3-26, los ejemplos citados se encuentran en p. 16; C. V. Malfatti (comp.), Two Italian accounts of Tudor England, Barcelona, 1953, pp. 36, 40 —Malfatti desconocía que el autor, Andrea de Franceschi, fue un normal embajador de Venecia—. Quiero agradecer a Isabella Lazzarini estas referencias.