[1] «Escapar hasta los altos cielos, esa es la ardua tarea». Virgilio, Eneida, 6, 128-129.
[2] «Para que los viejos puedan retirarse a disfrutar de un confortable ocio».
[3] «A la intemperie, donde se encuentran y cruzan los caminos».
[4] «Pues tenemos que acordar que también la voz es corpórea. Y el sonido, puesto que pueden incitar a los sentidos». Lucrecio, De Rerum Natura, IV, 526-527.
[5] Un defecto en el manuscrito es un recurso que Swift utiliza a menudo.
[6] En Gresham tenía su sede la Royal Society.
[7] El café de Will, en Covent Garden.
[8] Pedro, que representa a la Iglesia de Roma, Martín (Lutero), a la Iglesia de Inglaterra, y Juan (Calvino), a la disidencia protestante.
[9] Los títulos franceses de las tres señoras se refieren, respectivamente, al Dinero, a los Grandes Títulos y al Orgullo.
[10] Así pues, los hermanos solo logran completar la mitad de la preciada palabra «charretera», compuesta en inglés: shoulder-knot. [N. del T.]
[11] «En cierta manera añadir a la esencia».
[12] «Lo concedemos; pero si se afirma lo mismo del nuncupativo, lo negamos».
[13] Constantino el Grande.
[14] «En las altas montañas del Helicón hay incluso un árbol cuyas flores matan a un hombre con su repugnante olor».
[15] Es decir, el purgatorio.
[16] Penitencia y absolución.
[17] La confesión.
[18] Indulgencias.
[19] Agua bendita.
[20] «Añadidas plumas variadas; termina en forma de horrible pez».
[21] «...Convence a llevar a cabo cualquier tipo de tarea, e induce a pasar en vela las noches serenas».
[22] «Difícilmente podría creer que este escritor haya oído nunca la voz del fuego».
[23] «Impregnando todo con la gracia de las Musas».
[24] «Pero con partes pudendas voluminosas, que les llegaban hasta los tobillos».
[25] «Que la fortuna reinante lo mantenga lejos de nosotros». Lucrecio, De Rerum Natura, V, 108.
[26] Enrique IV de Francia.
[27] «Y busca ese cuerpo que le hirió de amor el alma: tiende hacia él, y a él desea vivamente unirse». Lucrecio, De Rerum Natura, IV, 1.047, 1.055.
[28] «… causa terrible de la guerra…».
[29] «Debes alegrarte de haber ido a esas regiones, en donde parece que sabes algo». Cicerón, Epístolas familiares, VII, 10.
[30] «Aquí faltan muchas cosas».
[31] «He aquí que su cara tenía cuernos».
[32] «Una sustancia húmeda emana de sus lágrimas, otra brillante de su risa, otra sólida de su tristeza y otra movediza de su temor».
[33] «Faltan algunas [palabras]».
[34] «Pero el malvado Proteo se escapará de estas cadenas».
[35] Carlos II.