[1] Chassang, Histoire du roman dans l’antiquité grecque et latine.
[2] Nicolás Maquiavelo.
[3] Este rey era Diomedes. Hércules le venció y castigó con el mismo suplicio que hacía sufrir a sus huéspedes, entregándole a la voracidad de sus caballos.
[4] Cuando los esclavos habían cometido algún delito o se les capturaba por haber huido, sus dueños los hacían marcar en la frente con un hierro candente, imprimiéndoles así letras, y a veces palabras enteras indicando la clase del delito. Por ejemplo, si habían robado, la frase Cave a fure. Guárdate del ladrón. Estos caracteres los ennegrecían con una especie de tinta para que fuesen más perceptibles.
[5] Homero.
[6] Se refiere indudablemente a Cartago.
[7] Este poeta es desconocido. Hay, sin embargo, en las poesías de Ausonio el elogio de un poeta de este nombre.
[8] Es el mismo Hipias de quien habla Platón en sus diálogos.
[9] Estas aguas son hoy desconocidas.
[10] Véase el juicio que de este poeta hace Quintiliano.